viernes, julio 27, 2007

Expo 2008 Zaragoza: Convierten al Ebro de río vivo en un estanque

Primero se cargan Ranillas. Luego el capricho de llegar a la Expo en barquito. Llenan el rio de depósitos de las obras y construyen un azud. Así que hay que dragarlo destrozando su ecosistema. Y por si fuera poco ahora le toca al puente de Piedra, hay que excavar un arco. Increible...

HERALDO. Zaragoza | Expertos e historiadores del arte criticaron ayer el proyecto de hacer navegable el Ebro eliminando parte de la solera de uno de los arcos del Puente de Piedra. El director de Operaciones de Expoagua, Jerónimo Blasco, confirmó ayer la información adelantada por HERALDO sobre los proyectos de navegabilidad, aunque aseguró que "la solera del puente es un añadido posterior que carece de valor patrimonial y, además, está muy degradada en el ojo donde se plantea el rebaje". En ese sentido, argumentó que "la Comisión Provincial de Patrimonio Cultural ha aprobado el proyecto porque entiende que el monumento no resulta afectado con la actuación que se propone".
Además, aunque del proyecto en la solera del puente no había hasta ahora conocimiento alguno, Blasco aseguró que "siempre se ha dicho que el azud no era suficiente y que hacía falta limpiar algunas zonas del río, porque tampoco era posible construir un azud de más altura por sus afecciones".
Fuentes del Gobierno de Aragón intentaban ayer quitar importancia a la polémica suscitada. "Las prescripciones de la aprobación están claras. Así que, en el caso de que durante los trabajos aparecieran evidencias arqueológicas de interés, se tienen que acometer los estudios que marca la ley. Y luego, si lo que apareciera resultara formar parte del conjunto, se tomaría una decisión definitiva".
Contrariamente a lo defendido por Jerónimo Blasco, la mayoría de los expertos consultados creen que la solera es consustancial al puente y que no es, ni mucho menos, un añadido moderno. Empezando por el arquitecto que dirigió la última restauración del monumento, en 1991. José Manuel Pérez Latorre aseguraba ayer que en aquella reparación de la alcántara "no se tocó para nada la solera", lo que le induce a pensar que "lo más probable es que tenga un origen medieval".
"No podemos permitir alegrías"
APUDEPA (Acción Pública para la Defensa del Patrimonio Aragonés) señalaba ayer en un comunicado que "resulta evidente que la obra que se quiere llevar a cabo no busca la recuperación de la obra original, por lo que debe concluirse que no se adapta a lo que debe hacerse en un Bien de Interés Cultural". APUDEPA califica de "frivolidad mayúscula" lo declarado por el director general de Patrimonio, Jaime Vicente. Y se pregunta: "¿Puede removerse la solera (del puente) por el hecho de no ser visible? ¿Es ese el rigor con el que trabaja el señor Vicente Redón?". De idéntica manera piensa la historiadora Belén Boloqui, miembro de APUDEPA. "Esa solera es antigua, y forma parte del puente".
Para la historiadora Isabel Falcón, especialista en la Zaragoza del XV, "el puente tuvo una importancia fundamental en la historia de Zaragoza. Aunque antes ya había puentes para cruzar el Ebro, durante mucho tiempo fue el único de piedra que permitía el paso. Habría que estudiar la documentación existente para saber de cúando es ese empedrado. Yo, desde luego, pienso que puede ser antiguo, aunque no tengo documentos que lo prueben. En cualquier caso, de hace veinte años no es".
Menos taxativo se mostraba el profesor de la Universidad de Salamanca Jesús Liz, que estudió el puente hace una veintena de años. "Creo que, en realidad, la mayor parte de lo que vemos actualmente del Puente de Piedra es relativamente moderno. Y es que las riadas han causado tantos daños que se ha tenido que reconstruir en varias ocasiones".
Sin embargo, Isaac Moreno, estudioso de la ingeniería antigua, considera que "lo más probable es que en su día se hiciera una cimentación corrida", sobre la que se dispondría el empedrado que se quiere rebajar y que, a su juicio, "seguro que se realizó para provocar un 'efecto azud', para laminar el agua y evitar que se formaran turbulencias y remolinos, que son los que socavan los cimientos y puntos de apoyo del puente".
La historiadora del arte Carmen Gómez Urdáñez fue rotunda: "El puente es Bien de Interés Cultural, y poco más hay que hablar. No se puede declarar BIC un monumento y luego hacer con él lo que nos da la gana. El puente, además, es una parte muy sustancial de la historia de la ciudad, y creo que los zaragozanos no nos podemos permitir ninguna alegría con él. El de Piedra, como todo puente, tiene una parte visible y otra que no lo es, pero ambas forman una estructura completa. Ya está bien de saltarse las leyes".

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