miércoles, julio 30, 2008

Ono cambia el cable modem para aumentar la velocidad de acceso a Internet a 6 Mb

En el mes de Junio subieron las tarifas y prometieron el aumento de velocidad. Ono sube mucho sus precios. Tarifario actual para clientes residenciales.
El jueves 24/07/2008, previo aviso por carta me llamaron para concertar una cita e
n la que un técnico me cambiaría el cable modem por otro de mayor capacidad y desarrollo tecnológico. Yo tenía un cable modem Samsung Info Ranger y con él la útima velocidad medida era de 4,7 Mb. Este cable modem me lo instalaron hace 7 años cuando me di de alta en Able (Aragón de Cable) en Julio de 2001 y funcionó a la perfección todo este tiempo. Si tuve algún problema me lo resolvieron por teléfono el servicio técnico sin tener que venir a casa, o simplemente se solucionó desconectando de la red y volviendo a conectar tras 10 segundos. (Eso sí las llamadas al 902 las cobran siguiendo con esta práctica abusiva pese a estar obligados a disponer de un número 900 según ley.) Eventualmente se ha perdido la conexión durante 12 horas o un día entero y en cierta ocasión todo un fin de semana suprimieron las descargas de P2P. Bueno, y no olvidemos el tema del capado o priorización del las descargas P2P, que sigue vigente en según qué zonas.
Efectivamente vino a la hora indicada un joven muy amable que me instaló otro más pequeño Scientific Atlanta EPC2100R2. Me dijo que el viejo no soportaba más velocidad.
Probamos el funcionamiento de la conexión en Ubuntu, mi S.O. habitual, (y luego en Windows Vista) y la velocidad había ascendido a 5,7 Mb.
¡De lo que me acabo de enterar es de que durante los meses de verano (Julio y Agosto) se puede solicitar una baja temporal del servicio. Si te vas de casa y no lo usas es tonto pagar por nada. Lo hacen como práctica habitual, estando previsto en los menús telefónicos!

CÓMO AHORRAR 500 EUROS AL MES. Ahorrar energía en casa. Reducir el consumo. Desarrollo sostenible en el hogar. ¿Qué podemos hacer en casa?

Cómo ahorrar 500 euros al mes. Reducir el consumo energético en casa. Cómo vivir con lo mínimo.
Un redactor del Miami Herald que escribía artículos sobre cómo ahorrar gastos fue despedido hace unos días. El periódico decidió ahorrarse su sueldo. Desafiando tan nefasto precedente, este periodista le propone al lector un kit de supervivencia para apretarse el cinturón sin recurrir a la ingeniería contable. Trucos sencillos. La mayoría son el chocolate del loro, pero una chocolatina por aquí, otra por allá, se terminarán notando a fin de mes. El reto: que tengan un impacto real en su economía doméstica. Y, además, sin reducir apenas el consumo para ser solidarios con la economía global. No vamos a renegociar su hipoteca. Ni a recomendarle que hurgue entre los contenedores de basura en busca de alimentos no caducados, una ocupación de lo más chic en otros países europeos (aquí hay demasiada competencia). Tampoco le vamos a encontrar chollos en las rebajas o viajes tirados de precio. No, seamos realistas. Nos limitaremos a consignar una serie de gastos modestos y cotidianos, pero que a la larga pueden marcar la diferencia.

Instrucciones: coja lápiz y papel o, mejor, una libreta de las que le han sobrado a sus hijos este curso y que tendrá hojas en blanco. Marque con una cruz aquellas sugerencias que crea factibles. Y luego sume lo que se ahorraría mensualmente (lo hemos calculado para facilitarle la labor, casi siempre tirando por lo bajo). Pongamos un objetivo redondo: 500 euros al mes, que al cabo del año hacen un millón de las añoradas pesetas. Si no llega a los 500, piense que la inflación ya le está comiendo 51 euros de cada mil del presupuesto familiar. Al menos, contrarréstela. Y si, además, aprovecha la libreta para llevar un registro de gastos, habrá adquirido una costumbre que le ahorrará miles de euros a lo largo de su vida.

LOS MÓVILES LOS CARGA EL DIABLO
# 18€ No se descargue melodías, ni tonos de espera, ni participe en concursos de la tele, ni envíe mensajes de los que aparecen en pantalla. Ojo con los nuevos servicios que ofertan los operadores a precio de risa. Le darán ganas de llorar si los utiliza fuera del periodo de promoción.
# 24€ Si tiene hijos, ya tarda en colocarles un limitador de consumo para restringir las llamadas salientes cuando se pasen de la raya. Y más si son adolescentes. A efectos prácticos, la adolescencia comienza a los nueve años.
# 30€ Pase su móvil a prepago.
# 30€ Si tiene ADSL, puede hacer llamadas por la patilla (o casi) a través de los sistemas de Skype, Google Talk y otros. El Messenger le permite hacer videoconferencias gratis (no sólo sirve para el cibersexo).
ENCHUFES INTELIGENTES
# 12€ Ojo con la lucecita roja. Desconecte los aparatos en lugar de dejarlos en standby (televisor, aire acondicionado, DVD, cámara). Una regleta simplifica la tarea. Un televisor en modo de espera gasta más que un portátil encendido.
# 24€ Los nuevos contadores electrónicos permiten aprovechar las diferentes tarifas horarias: podemos poner la lavadora en las llamadas `horas valle´, más baratas.
# 36€ Las compañías de suministro ofrecen planes personalizados, pagando luz y electricidad conjuntamente. Se ahorra hasta el 12 por ciento.
# 42€ Jubile las bombillas incandescentes (las de Edison de toda la vida). Las lámparas de bajo consumo cuestan una pasta (nueve euros), pero hay ayudas del Gobierno. Cada hogar tiene 25 bombillas, de media. Se ahorran 1,68 euros al mes por bombilla.
# 12€ Cada grado que suba el aire acondicionado reduce el consumo un siete por ciento.
# 42€ El aislamiento térmico en puertas y ventanas ahorra un 30%
LAVAR MÁS BARATO
# 12€ Abuse del programa de baja temperatura de la lavadora.
# 12€Descongele el frigorífico antes de que acumule más de tres milímetros de hielo.
# 12€ Llene el lavavajillas. De acuerdo, es la tercera recomendación consecutiva de sólo 12 eurillos. ¡Pero 12 euros al mes suman 144 al año!
# 30€ Evite, cuanto pueda, usar la secadora de la ropa.
NO ESTÁ EL HORNO PARA BOLLOS
# 24€ El horno es uno de los electrodomésticos que más derrocha y cada vez que lo abre pierde el 20 por ciento del calor acumulado. No lo use para recalentar o descongelar.
# 12€ Use sartenes y cacerolas de diámetro superior a la zona de cocción. Tape las cazuelas cuando cocine.
# 12€ Apague el horno, la vitrocerámica o la plancha minutos antes de terminar para aprovechar el calor residual.
# 18€ Pitorros sin complejos. Guise con olla a presión.
HORROR EN EL HIPERMERCADO
# 78€ Las marcas blancas le ahorran casi 1.000 euros al año.
# 18€ Nunca vaya a comprar con el estómago vacío. Picará.
# 66€ Haga una lista. Si improvisa, gastará hasta un 40 por ciento más.
# 30€ Mire en los estantes superiores e inferiores, lo más caro está a la altura de los ojos.
# 18€ Compare el precio por kilo de los productos a granel (preferibles) y de los envasados. Pase de las bandejitas.
# 18€ Consuma primero los alimentos que caducan antes.
# 12€ Las ofertas de 3 x 2 son un cebo. Si necesita uno, compre uno.
ORDENADORES ESPARTANOS
# 12€ Apague su ordenador si no va a utilizarlo en un buen rato, aunque en la oficina se lo deje encendido. El monitor consume mucha energía, programe el salvapantallas (en negro) para que entre en funcionamiento a los cinco minutos.
# 12€ Impresora. Conéctela sólo cuando vaya a imprimir algo.
# 24€ Compre ordenadores que estén dotados de sistemas de ahorro de energía. Llevan el logotipo Energy Star.
MONSTRUITOS, A RAYA
# 24€ Paga semanal. Y que se la merezcan...
# 30€ No compre todo lo que le piden. Aprenda a decir «no». Capitular es fácil, pero antieducativo. Cuando sean adultos, lo agradecerán.
# 42€ Si la criatura todavía es un cagoncete, pañales reutilizables. Son más caros y hay que lavarlos, pero haga cuentas: un bebé gasta, de media, 134 pañales desechables al mes.
BRIGADA ANTIVICIO
# 36€ Si no va al gimnasio, cancele la inscripción. Apúntese a las actividades de los polideportivos de barrio y la piscina municipal.
# 60€ Somos mediterráneos, de aperitivos y terrazas... Pero prescinda de una caña al día, o un café, o una tapa. Ni siquiera aquel señor que le preguntó a Zapatero sospecha que el precio de la taza de café en el bar multiplica por 20 al que tomamos en casa.
COMPRAS `LOW COST´
# 60€ Compre fuera de temporada, en factories y outlets... Hasta Sarah Jessica Parker va alguna vez al mercadillo...
# 54€ Aplique el principio de Pareto o la regla del 80/20. Hay un 20 por ciento de ropa en nuestro armario que nos ponemos el 80 por ciento del tiempo. Ésa es precisamente la que tiene que comprar. Olvídese del resto.
´BE WATER, MY FRIEND´
# 18€ Ponga un cabezal de ducha de bajo consumo... (y dúchese, no se bañe). Aproveche el agua que deja correr hasta que se calienta para llenar el cubo de la fregona o la regadera. Instale grifos monomando con difusores en cocina y baño.
# 12€ Cierre el grifo cuando se afeite o se lave los dientes. Ahorrará 10.000 litros al año.
CULTURA PARA TODOS
# 60€ Sáquese el carné de la biblioteca. Además de libros, también hay pelis, música y acceso gratuito a Internet.
# 36€ Compre en Internet, pague en dólares.
# 24€ Inscríbase en las subastas de eBay.
# 42€ Dele calabazas a Bill Gates y pásese a Linux y el software libre.
# 48€ Hay miles de cursos y manuales gratuitos en la Red. Y no sólo para terroristas. Por ejemplo, aprenda alemán con la Deustche Welle.
# 60€ Descárguese música y cine de Internet. Incluso las descargas legales pueden salir más rentables que el top manta, no digamos ya de la `Mula´ o el Ares.
# 30€ Apáñese con programas de evaluación y software en beta, pero no piratee. Se le puede llenar el PC de virus.
AUTOPISTA AL INFIERNO
# 120€ Olvide el coche y camine, coja la bici, utilice el transporte público.
# 18€ ¿No tiene más remedio que cogerlo? De acuerdo, no pase de 2.500 revoluciones.
# 24€ Evite acelerones y frenazos. Se puede ahorrar hasta un 15 por ciento. En incorporaciones y adelantamientos olvídese del ahorro y piense en su seguridad.
# 18€ Olvide la conducción a vela (en punto muerto). Es peligrosa y el ralentí gasta medio litro a los 100 kilómetros. Ponga una marcha larga sin acelerar, eso no gasta. Circular en cuarta marcha en vez de en tercera ahorra un diez por ciento, mientras que si se circula en quinta marcha, el ahorro sube hasta el 20.
# 18€ No lleve objetos innecesarios en el maletero. Quite la baca si no la usa.
# 30€ Intente prescindir del aire acondicionado. Su uso aumenta un 20 por ciento el consumo. Si lo pone, que no baje de 23 ºC.
# 12€ Vigile la presión de los neumáticos. Unas ruedas poco infladas incrementan el consumo hasta el diez por ciento.
# 24€ Procure no superar los 100 km/hora.
# 12€ No conduzca con las ventanas bajadas, hay mayor resistencia.
ME GUSTA LA GASOLINA
# 30€ Consulte los precios de las gasolineras más cercanas en la web del ministerio: oficinavirtual.mityc.es/carburantes/
# 12€ Llene el depósito a primera hora. La temperatura ambiente y del suelo es más baja y la densidad del carburante es menor. Le cundirá más el litro.
# 12€ Cuando eche gasolina, no apriete la manilla al máximo. Procure elegir siempre el modo más lento. Se originan menos gases, que vuelven al surtidor.
# 12€ Llene antes de que descienda el tanque a la mitad. A mayor cantidad de combustible, menor evaporación. No lo llene cuando vea un camión cisterna suministrando a la estación de servicio.
HABRÁ QUE COMER
# 72€ Menú del día... Ya habrá tiempo de cigalitas.
# 24€ A la hora de desayunar en el trabajo se puede prescindir del bollo de máquina y sustituirlo por magdalenas o galletas del súper.
# 72€ Si no nos queda más remedio que comer fuera, dos veces por semana llévese un túper de casa.
# 84€ Sábado sabadete. Una o dos veces por semana cene en casa con los amigos. O que le inviten. Dé cenas con aportaciones de los invitados.
COMO UNA PATENA
# 12€ No se llene la mano de champú; su pelo se lo agradecerá.
# 12€ Para las manos, utilice barras de jabón, no jabón líquido ni diluido. Cuando la barra esté en las últimas, guárdela. Si tiene varias, derrítalas al baño María y métalas en un molde hasta que se enfríen.
# 12€ Sustituya el ambientador por un incensario.
# 12€ El periódico no sólo sirve para envolver pescado. Es un excelente limpiacristales.
# 18€ El esparto es un buen estropajo. Si hay que rascar, zumo de limón o bicarbonato.
VIVIR SIN DINERO
# 30€ No pague con tarjeta de crédito y, si lo hace, no se quede al descubierto.
# 36€ Infórmese de alternativas al vil metal, como el trueque o las chapucillas, en sitios como www.sindinero.org.
# 84€ Busque opiniones de los consumidores o de los viajeros en los foros.
# 72€ Bancos de tiempo. Cada vez más implantados. Redes sociales basadas en el intercambio de habilidades. Yo te doy clases de inglés, tú me das un masaje reiki. Empápese en www.kroonos.com.
Carlos Manuel Sánchez

PRISIONERAS EN UN MUNDO TÓXICO. Víctimas del Síndrome de sensibilidad química múltiple. CARLOS CARRIÓN

EN PRIMER PLANO. PRISIONERAS EN UN MUNDO TÓXICO. CARLOS CARRIÓN
Pilar Muñoz, en su urna de cristal
Una caricia puede acabar con ellas. Un perfume, un móvil, el aroma de un suavizante... Sus enemigos están por todas partes. Por ahora afecta más a las mujeres. Son las víctimas del Síndrome de sensibilidad química múltiple. Cada vez son más.
«Es como si estuviera en una cámara de tortura. Me quemo por minutos. Vivo con unos dolores horribles y cada día van en aumento.» Así se siente Alicia Mayo Bueno cuando se expone a las ondas de los teléfonos móviles. A sus 37 años, esta profesora de secundaria gijonesa afectada por el síndrome de sensibilidad química múltiple (SSQM) ya está `jubilada´. «No sé ni cómo consigo vivir, lo mío es quitar, quitar y quitar –señala con angustia–: los móviles, la electricidad, la luz solar también me molesta, no puedo usar productos de cosmética o de limpieza que contengan químicos tóxicos (la mayoría de los que hay en el mercado), los tubos de escape... Sólo cuando estoy alejada de todo eso no siento los síntomas. El único remedio para mi mal es recluirme, huir. Si viviera con esos dolores todos los días, ya me habría suicidado.»
Como Alicia, Elvira Roda pasa los días encerrada. No soporta el aire de la sociedad moderna, impregnado de productos químicos y partículas de hidrocarburos e invadido por ondas electromagnéticas. Esta valenciana de 34 años vive frente al Mediterráneo, pero apenas puede disfrutar de la vista o de los baños en el mar. Para ella, la luz del Sol es un tóxico y, durante el día, con la playa llena de gente, debe cerrar puertas y ventanas para evitar los efluvios de coches, cremas solares y otros productos que nos rodean en verano. Para colmo, el Ayuntamiento asfalta estos días la calle de su apartamento y esta mañana un vecino ha quemado rastrojos. «Estoy recluida. Vivo con gorra y gafas de sol. Sólo puedo salir de noche», lamenta.
La enfermedad de Alicia y Elvira todavía no la reconocen ni la Organización Mundial de la Salud [aunque tampoco niegue que exista] ni la sanidad pública española. Países como Canadá o Alemania tienen modelos de asistencia sanitaria pública para el SSQM. En este último, casos como el de Suzanne Sohmer, una mujer con sensibilidad electromagnética extrema, han atraído mucha atención. En España, mientras tanto, muchos médicos la ignoran o desprecian. Eso cuentan, al menos, los pacientes.
Según la endocrinóloga Carme Valls, la falta de datos científicos, así como la cantidad de sistemas afectados y de síntomas que presentan los pacientes, ha impedido que se relacionara la dolencia con exposiciones a sustancias químicas. Por eso, explica, los pacientes con SSQM han sido diagnosticados de histeria, ansiedad, depresión o trastornos psicosomáticos, a veces durante años.
Cada vez son más, sin embargo, los médicos que hablan del SSQM como un desorden desencadenado por la exposición a químicos presentes en nuestra vida cotidiana. Es el caso de Santiago Nogué, jefe de Toxicología de Urgencias del Clínic de Barcelona. «Es un síndrome del mundo industrializado –manifiesta–, que incide sobre todo en mujeres, desencadenado por una exposición a químicos. Los enfermos sufren una alteración que les aumenta la percepción sensorial, no sólo a tóxicos, son hipersensibles a las ondas electromagnéticas, la luz, el dolor, la fatiga; incluso emocionalmente son hipersensibles.»
En su libro Mujeres invisibles, la doctora Valls cuenta por qué afecta más a las mujeres: «Su sistema nervioso central es más vulnerable a la intoxicación, y la mayoría de estos productos se acumula en las células grasas, cuya proporción es mayor entre el sexo femenino. Además, alteran la menstruación, que se hace más abundante, con ciclos cortos, y aumentan los fenómenos autoinmunes».
Para muchos enfermos, todo empieza tras una exposición severa accidental a algún tipo de químico. Para otros, puede ser un proceso constante a lo largo de meses o años, antes de que se manifiesten los primeros síntomas. En el caso de Alicia, recuerda, «todo empezó tras las sesiones de quimioterapia y radioterapia» a las que fue sometida para curarle un cáncer. Elvira, por su parte, se sintió peor que nunca después de trabajar en una fábrica de cerámica. «También estuvo en una de muebles, expuesta a todo tipo de lacas y barnices», añade su madre. En el caso de Isel Carrera, por ejemplo, una leridana de 57 años que vive en el campo desconectada de la red eléctrica y que sólo consume productos y alimentos ecológicos, el desencadenante fue una exposición a hidrocarburos. «Hubo un vertido en la finca de un vecino. Estuve inhalando eso varios días. A partir de entonces comenzaron todos mis problemas», evoca.
Ellas no soportan la exposición, aunque sea en pequeñas dosis, a productos tan cotidianos como perfumes, detergentes, suavizantes, cosméticos, productos de limpieza del hogar, derivados del petróleo o incluso alimentos con aditivos o tratados con fertilizantes y pesticidas. Cuando el enfermo entra en contacto con estos elementos su cuerpo reacciona generando, en función de la gravedad de cada caso, manifestaciones cutáneas, respiratorias, digestivas y neuropsicológicas, frecuentemente crónicas y persistentes que reducen dramáticamente la calidad de vida de los enfermos. Normalmente, los síntomas desaparecen al cesar la exposición, pero a veces surgen con posterioridad o persisten constantemente.
Los toxicólogos intentan aclarar conceptos sobre una enfermedad que aún plantea muchas preguntas sin respuesta. «Sabemos que tiene su origen en el uso cada vez mayor de productos químicos en nuestra vida cotidiana. Al parecer, esas sustancias, mezcladas con algunas moléculas que se introducen en los alimentos y la contaminación ambiental, pueden derivar en una sensibilidad química múltiple. Y a diferencia de una alergia, el SSQM no tiene cura ni tratamiento válido», explica el doctor Nogué.
A las personas como Alicia, Elvira o Isel se las llama `centinelas de la vida´, como los pájaros que, al morir, advertían en la mina del exceso de grisú. La idea es que quienes padecen el síndrome detectan los venenos que nos rodean, como un aviso a esta sociedad contaminada.
En Europa hay más de 103.000 sustancias químicas cuya inocuidad no se comprobó antes de ser lanzadas al mercado. Vivimos inmersos en una sopa química donde estas sustancias se mezclan entre sí y con los sistemas de nuestro organismo. «Cuando te dan una receta, el médico pregunta si tomas algo más, porque las interacciones entre drogas pueden ser devastadoras –ilustra la doctora Shanna Swan, especialista de la Universidad de Rochester–. Lo mismo pasa con pesticidas y disrruptores endocrinos. Sus interacciones pueden ser igualmente destructivas.» A lo largo del día respiramos esas sustancias, las absorbemos por la piel y las ingerimos en las comidas sin saber si nos hacen daño. Cada vez son más las evidencias de que el peligro es real. Por eso, en diciembre de 2006, se aprobó la normativa europea Reach, que obliga a las industrias químicas a demostrar que las sustancias que están comercializando son seguras para la salud pública.
Alicia, Elvira e Isel se sienten excluidas, apartadas de un mundo convertido en una constante amenaza para su salud. Sin embargo, no están tan solas. En España, algunas estimaciones señalan que el SSQM podría afectar ya a un cuatro por ciento de la población. Aunque para muchos médicos esta cifra es exagerada, lo cierto es que el número de casos crece. En el Clínic de Barcelona, por ejemplo, atienden a un nuevo afectado cada semana. Según el doctor Nogué, en los últimos años ha crecido exponencialmente el número de pacientes. «Atendemos a unos 60 enfermos al año, pero, al ritmo que vamos, para el año que viene serán más de cien», adelanta Nogué.
Elvira acaba de regresar de Dallas, en EE.UU., donde pasó nueve meses en el Environmental Health Center, la clínica más famosa del mundo en SSQM. Su caso saltó hace semanas a los medios cuando su familia, incapaz de costearse el viaje de vuelta en un avión privado –«en Dallas nos dijeron que, si regresaba en un vuelo comercial, podía morir», cuenta su madre–, hizo un llamamiento a las autoridades, desde la Generalitat hasta al Rey, pasando por Exteriores y el presidente del Gobierno. Al final, el empresario Francisco Hernando, El Pocero, les ofreció su avión privado y Elvira pudo regresar a su casa en Valencia.
Para el viaje de ida, la familia Roda contó con la ayuda de la doctora Pilar Muñoz Calero, presidenta de la Fundación Alborada, dedicada a la batalla contra el síndrome. Pilar tiene 52 años y hace 12 que padece SSQM. Al igual que Elvira, intentó sobreponerse al dolor para seguir con su vida. No pudo ser y en septiembre de 2007 se le puso a tiro un avión privado para viajar a Dallas y se llevó a Elvira con ella. «Yo pesaba 20 kilos menos –recuerda Pilar–, sufría unos espasmos impresionantes, el intestino no me funcionaba, necesitaba gotero, tenía basculitis, inflamación en los vasos… llegué muy grave.» Su compañera de viaje no le andaba a la zaga. Según la descripción de su madre, «Elvira estaba anoréxica, se caía, le dolía todo y el ardor de ojos le resultaba insoportable».
Nada más llegar a la clínica analizaron su carga tóxica. «Me asusté de la cantidad de mierda que había en mi cuerpo –cuenta Pilar–: pesticidas, cadmio, níquel, plomo, mercurio…, ¡una locura!» Elvira, por su parte estaba llena de pesticidas. «También metales pesados, plomo, mercurio, incluso arsénico –subraya–. ¡Una barbaridad!»
Pilar y Elvira ya están de nuevo en España. Han ganado peso y su cuerpo ha eliminado numerosos tóxicos. Se las ve más sanas. Ahora bien, en cuanto su organismo detecta algún químico vuelven a las andadas. «En Dallas no curan a nadie –afirma, escéptico, el doctor Nogué–. Los que vienen de allí viven una recuperación momentánea, pero el único tratamiento válido consiste en evitar la exposición repetida a los agentes precipitantes. Si al volver siguen viviendo en las condiciones de antes, el viaje y el dinero [15.000 euros al mes] no les servirán de nada.»
Eso es, precisamente, lo que Pilar y Elvira intentan evitar. La primera lo tiene más fácil. Ahora vive en una finca de su propiedad en Madrid, donde tiene su sede la Fundación Alborada. Un pequeño paraíso del cual están desterrados los químicos e, incluso, los móviles. Pilar no puede siquiera usar el ordenador sin sentir dolor de cabeza. Aun así, no siempre consigue evitar que las amenazas del mundo exterior irrumpan en su refugio. Cuando el viento trae olores de hidrocarburos, herbicidas y demás, la doctora se encierra en una urna de cristal que se ha hecho construir en el jardín para esquivar a sus enemigos.
Hoy es un día especial, la hija de Pilar acaba de llegar de EE.UU. Hace un año que no se ven. Apenas han podido hablar en ese tiempo. «Unos segundos de vez en cuando, por escuchar su voz», comenta. En el jardín de la finca, madre e hija se abrazan. Un abrazo intenso, pero breve, interrumpido por la tos de Pilar, que se separa bruscamente. «Llevas algo en la ropa, detergente, suavizante, no sé», acusa, resignada, a través de una mascarilla de algodón. Ahora se observan, compungidas, a cuatro metros de distancia. «Los abrazos, eso se echa en falta –dice Pilar, triste–. Ya no puedo abrazar a nadie sin tomar precauciones.» Tantas que se llevaron por delante su matrimonio.
Como Elvira. Su novio y ella ya pensaban en casarse, pero las limitaciones que el síndrome impuso en su vida destrozaron sus ilusiones. Ahora, la Generalitat ha prometido atenderla, pero en el mundo de la sensibilidad química múltiple las promesas no bastan. «Para tratar a mi hermana se deben seguir unas reglas de higiene, pero a los médicos de aquí les da igual –se queja Carmel Roda–. Deben ducharse y lavar la ropa con bicarbonato, no usar cosméticos... El primer día, Elvira se puso fatal. Ya no les abre la puerta, les huele con ella cerrada. ¡Es increíble!»
El aumento de los casos de SSQM, dicen los médicos, es un aviso. El doctor Nogué cree que esto puede ser el inicio de algo muy peligroso en un mundo cada vez más contaminado. «Esto le puede pasar a cualquiera –advierte la doctora Pilar Muñoz–. Muchos nos quieren esconder, pero si no hacemos algo, detrás llegarán los demás». Fernando Goitia

Natanel Gluska

PLANTAS MEDICINALES Curar con naturalidad

PLANTAS MEDICINALES Curar con naturalidad
Han dejado de ser el menospreciado remedio de la abuela para convertirse en un efectivo aliado en el tratamiento y la prevención de numerosas dolencias. El siguiente reto es que los médicos las prescriban con más frecuencia y se vendan sólo en las farmacias.

Imagine que va al médico con dolor en las articulaciones y que sale de la consulta con una receta de jengibre. Hace un par de siglos, eso hubiera sido normal. Luego, con la llegada de los fármacos de síntesis, las plantas conocieron una larga época de ninguneo por parte de la medicina `oficial´, que dejó incluso de incluir la fitoterapia en sus planes de estudio (y ello aunque más de 120 importantes fármacos actuales derivan de plantas). A pesar del desdén (en España, únicamente la carrera de Farmacia incluye estudios de fitoterapia) y en gran parte por los efectos secundarios que empezaron a asociarse a los fármacos de síntesis (sólo en Europa se contabilizan decenas de miles de muertes al año por consumo de fármacos correctamente recetados) y, también, por el déficit de fármacos preventivos (la mayoría de los medicamentos se diseña para combatir la enfermedad una vez declarada, no para prevenirla), la fitoterapia ha vuelto a ser objeto de deseo en Occidente.

No hay más que echar un vistazo a las ventas: el mercado de la fitoterapia mueve hoy alrededor de 7.000 millones de euros anuales en Europa... y las cifras no paran de crecer. Incluso en España (a años luz de Alemania y Francia, que tienen cifras de venta ocho y seis veces superiores), las ventas en los últimos años están experimentando crecimientos anuales del 10 y hasta del 20 por ciento. Según una reciente encuesta del Infito (Centro de Investigación sobre Fitoterapia), uno de cada tres españoles toma hoy plantas medicinales de modo habitual. El crecimiento ha tenido reflejo en Arkopharma (¡2.000 millones de cápsulas de plantas vendidas al año en 65 países!), primer laboratorio que, hace 20 años, comercializó plantas encapsuladas en España y que hoy acapara el 85 por ciento de las ventas de fitoterapia en las farmacias españolas (que alcanzan un total de 250 millones de euros al año). «En países como Alemania, Francia o el Reino Unido, esa cuota supondría casi la totalidad del mercado», señala Olivier Ricq, director general de Arkopharma para España. «Sin embargo, aquí siguen vendiéndose más plantas fuera de la farmacia que en ella, una situación que la actual legislación quiere revisar.» De hacerlo, se evitarían las alarmas en la población que generan las retiradas periódicas de productos `naturales´ vendidos en establecimientos no sujetos al control y las garantías que se exigen a las farmacias y que a menudo se asocian a riesgos serios para la salud. «Las plantas son medicamentos y su lugar de venta es la farmacia, el único establecimiento que garantiza su control sanitario, una composición estandarizada y que ofrece el asesoramiento de un profesional de la medicina», señala Teresa Ortega, vicepresidenta de Infito y profesora de Farmacología de la Universidad Complutense de Madrid. «A nadie se le ocurriría comprar un analgésico al peso sin el sello de garantía de las autoridades sanitarias.»

Aunque, según la encuesta del Infito, apenas uno de cada diez consumidores de plantas en España las toma por indicación médica, lo que más animaría a los encuestados a utilizar plantas medicinales sería que el médico las prescribiera (el 34,8 por ciento de la muestra). ¿Por qué no lo hacen con más frecuencia? Una explicación es que las plantas no pueden incluir alegaciones, como sí hacen los fármacos. Para hacerlo, tendrían que someterse a los mismos estudios científicos y pruebas de eficacia y seguridad que se exige a los fármacos de síntesis, algo que requiere invertir millones de euros y a veces décadas de investigación. Y como, al revés que los fármacos, las plantas no pueden patentarse, casi nadie aborda esa inversión. Consecuencia: muchos beneficios de las plantas permanecen ignotos o, siendo evidentes por siglos de utilización, no se les pueden atribuir científicamente, por lo que la mayoría de los médicos no recurre a la fitoterapia.

Afortunadamente, una epidemia de curiosidad por las plantas parece ahora medrar entre los investigadores. Universidades de todo el mundo (Harvard, UCLA, Brigham Young, Londres, Moscú...) tienen hoy departamentos de investigación en fitoterapia y ya están publicando estudios sobre sus acciones terapéuticas. Cada vez más escuelas de Medicina empiezan también a incluir la fitoterapia en sus programas. Incluso en España, universidades como la de Barcelona imparten ya cursos de posgrado y másteres sobre plantas medicinales. Como explica el doctor Bernat Vanaclocha, director médico de Infito, «los médicos tenemos una gran responsabilidad en que se practique una fitoterapia racional. Para ello hay que resolver el problema de la formación».

El doctor Walter Willett, profesor de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, lo tiene muy claro: «Los vegetales son complejos paquetes de cientos de sustancias con actividad biológica que las plantas desarrollaron durante millones de años de evolución para protegerse de las amenazas del entorno. Apenas hemos empezado a estudiar la capacidad de esas sustancias para alterar los mecanismos que conducen a la enfermedad. Sin duda, el futuro nos depara muchas sorpresas».

Marisol Guisasola

Zhù yi! Fotografía actual en China

El arte contemporáneo “made in China” invade España

ARTE CONTEMPORÁNEO CHINO: ¿MODA PASAJERA?

No sé si es por la proximidad de las Olimpiadas de Pekín o por las posibilidades que el mercado del arte está viendo en China, pero la cuestión es que tres grandes muestras de arte contemporáneo chino se pueden visitar actualmente en nuestro país.

Zhù Yì! (¡Atención!) Fotografía actual china, se puede ver en el Palau de la Virreina de Barcelona entre el 21 de febrero y el 25 de mayo, en ella se exponen 109 obras, creadas entre 1994 y 2006, por los 31 artistas que participan en esta exposición. Se ha dicho de estas obras que se trata de "performances" fotográficas. Libro de Ed. Lunwerg

"Identity Exchange Serie" de CANG Xin

Otra de las exposiciones que podemos ver e Barcelona es Rojo a parte. Arte chino contemporáneo de la colección Sigg en la Fundació Miró del 21 de febrero al 25 de mayo. En esta muestra se exponen obras de 51 artistas procedentes de la colección del diplomático suizo Uli Sigg y abarca desde el Realismo Socialista hasta nuestros días.

"Gun/Escopeta" de LIU Ye.

Y finalmente el IVAM de Valencia entre el 7 de febrero y el 27 de abril acoge la muestra "The Real Thing. Contemporary Art from china". Bajo el título "La cosa verdadera", según podemos leer en la propia página del IVAM " (...) Artistas contemporáneos, predominante jóvenes, reunidos en buena parte alrededor de ciudades como Beijing y Shangai, mantienen un arraigado compromiso por permanecer en su país impulsados por el crecimiento del mismo, lo que genera una confianza en ellos mismos y una madurez que permite encontrar verdaderos talentos, desconocidos para occidente.(...)"


"Our sky is falling" de WANG Gongxin

Adela Cortina. “El primer mandamiento es no dañar”. JUAN CRUZ 18/04/2008

ENTREVISTA Adela Cortina. “El primer mandamiento es no dañar”. JUAN CRUZ 18/04/2008
Esta catedrática de Ética vuelve a abrir un camino: es la primera mujer en la Academia de Ciencias Morales y Políticas. Desde esa tribuna luchará por la amistad cívica.
En la larga historia de la Academia de Ciencias Morales y Políticas (que nació hace siglo y medio) jamás se había sentado una mujer, hasta que lo haga Adela Cortina, catedrática de Ética, nacida en Valencia en 1947. Fue elegida otra mujer, Gloria Begué (jurista que llegó a vicepresidenta del Constitucional), pero no leyó su discurso cuando debía, así que dejó el récord (porque ella sí va a leer el discurso, “faltaba más”) para esta mujer menuda que llega a la entrevista vestida de negro absoluto, aunque sobre sus hombros huesudos y pertinaces luce una chaqueta de color fucsia que se pone para las fotografías. Adela Cortina es autora de numerosos libros sobre ética, entre ellos uno sobre ética del consumo y otro de ética para empresarios; así, a primera vista, daría la impresión de que va a hablar con sosiego, es decir, en voz baja, de las cosas que le perturban y le apasionan, pero a medida que transcurre la conversación en la sala presidencial del Círculo de Bellas Artes de Madrid se va convirtiendo en una militante de la ética de no dañar; porque ése es su leitmotiv: nos dañamos, nos dañamos mucho, y no sólo nos dañamos con lo que hace sangre, con la guerra, a la que ella se opuso y se opone, sino que nos dañamos muchísimo con la palabra. Viene de una educación que combina lo español con lo germánico, tiene maestros cuyos nombres subraya en la entrevista como si les estuviera enviando mensajes de gratitud, pero de esa educación mixta germano-española extrae noticias que le ayudan a reflexionar sobre las actitudes sociales respecto a la memoria colectiva sobre los daños pasados. Detrás de este rostro que trata de convencer y de persuadir está también un carácter cristiano, que tiene la certeza de Dios, pero también la evidencia de que el gran misterio de su existencia es el Mal. Además del daño, le preocupa la falta de amistad, la falta de cordialidad. Todo ello lo va contando con pasión, como si acabara de ver una película que le ha dejado francamente turbada. Al final de la conversación dijo que era feliz.
(...)
Y los datos sobre la violencia doméstica… Ah, pero eso es harina de otro costal. Una cosa es hablar de la violencia doméstica y otra es pensar en una persona para ocupar una cátedra. Son cosas muy distintas. La violencia doméstica, efectivamente sigue siendo tremebunda. Y todo lo que se hace es poco.

¿Ha pensado sobre las raíces de esa barbaridad? La raíz es ese deseo de demostrar el poder sobre alguien que está, desgraciadamente, en el ser humano. Ese deseo de demostración de que los fuertes valen más que los supuestos débiles me temo que está muy extendido. Estamos viendo casos truculentos de niños maltratados por los padres, de ancianos a los que también se maltrata… Las mujeres no somos un caso único.
(...)
¿Dónde están más complicadas las cosas? En los pueblos, en los lugares pequeños en los que todavía existe la idea de que el varón es el que lleva la casa. Conozco grupos de mujeres que están haciendo una tarea espléndida para espabilar a todo el mundo en contra de esta tendencia.

¿Y usted también está ayudando a espabilar? Sí, claro, a mí me preocupa la discriminación de la mujer, pero también me preocupa la discriminación de mucha gente. Hay gentes que pueden tener mucha valía, pero no tienen el apoyo suficiente porque no tienen amigos o familiares suficientes, y no sacan unas oposiciones porque no están en las mafias…

¿Eso ocurre? Es el pan nuestro de cada día. En las universidades siguen existiendo las mafias y los grupos de poder, eso lo sabe todo el mundo.

¿Ha sido testigo de muchos casos de mafia? Unos cuantos, unos cuantos. Cuando la gente va a oposiciones y cosas por el estilo, hay gente que lleva ya los cinco votos encima porque están en un grupo determinado de poder.

Eso es la mafia. Claro. Por eso digo que la variable mujer es una de las discriminaciones.

Pero eso debe de crear una conciencia muy laxa. ¿Cómo se puede enseñar bien siendo injusto? [Risas]. Pues es el pan nuestro de cada día. Ocurre en todos los lugares de este país, y me temo que no es el único.

¿Y por qué no se denuncia más? Sigue existiendo el convencionalismo moral. La gente busca su propio interés.

Eso crea una sociedad acomodaticia… [Risas]. ¡Pues es lo que hay!
(...)
Debe de pesar mucho ser catedrática de Ética, porque le obliga a usted también a tener una ética determinada, no sólo a enseñarla, ¿no? Pues ése siempre es el problema de la gente que nos dedicamos a esto de la ética, que te das cuenta de que la gente, cuando habla con nosotros, intenta parecer muy bondadosa. Y yo digo: ¡mira, si yo no te estoy juzgando en absoluto! A mí no se me ocurre decirles a los otros lo que tienen que hacer, pero me miran como si tuviera que ser así. Pero, por otra parte, sí es verdad que produce cierta incomodidad darse cuenta de que siempre hay una esquizofrenia en la persona que habla contigo…

¿Cuál sería hoy para usted el principal mandamiento ético que enseña y que quisiera aplicarse a su propia vida? Pues, el de siempre: yo creo que el mandamiento más importante es el que ya expresó Kant en la Metafísica de las costumbres, cuando decía que la ética no había que tratarla nunca como un medio, sino siempre como un fin en sí mismo, y ese mandamiento tiene dos partes. Por una parte, no dañarás, y por otra parte, ayudarás a la gente a que lleve a cabo los planes que quiera llevar. Yo creo que el mandamiento ético más importante es el de no dañar y sí empujar a la gente para que lleve a cabo sus planes de vida. Eso sí que me lo creo, y, en la medida de lo que puedo, algo hago.

Es lo clásico, mi libertad termina donde empieza la tuya… Pero eso se refiere a la libertad negativa; este mandamiento se refiere a que no hay que instrumentalizar ni dañar. No maltratar desde el punto de vista doméstico, no apoyar al peor frente al mejor. Pero, además, está el otro lado: el de empoderar para que las gentes puedan desarrollarse dentro de su libertad. Por eso a mí la palabra empoderamiento me gusta; la verdad es que la vi por primera vez en inglés, el empowerment. Pensaba que en español no existía, pero luego la vi en el diccionario. Empoderar es darle poder a otro para que pueda llevar su vida adelante. No tratar a la gente como si fueran todos unos discapacitados, todos poca cosa. Hay que pensar: yo le doy poder a usted para que haga su vida y para que la haga bien. Creo que el mandamiento fundamental de la ética moderna es el de no dañar, no instrumentalizar a otros y sí empoderarlos.

Mientras usted habla me ha venido a la cabeza el daño que nos hacemos mutuamente todos los días. ¡Desde que amanece! Creo que en nuestra sociedad tenemos una gran esquizofrenia entre nuestras declaraciones y nuestras realizaciones. Hay un abismo…
Éste es un país en el que se despierta uno por la mañana escuchando cómo alguien impunemente insulta a otro. Y no pasa nada. Creo que lo peor que le sucede a la humanidad es que se estén muriendo 1.200 millones de personas que hay por debajo de la pobreza extrema. Me parece apabullante que existan los derechos humanos y luego haya esa cantidad de personas viviendo de esa manera... Pero, hablando de lo que hablamos, después de la última campaña electoral siento algo que me ha dejado muy mal sabor de boca: la no existencia de la amistad cívica. Una sociedad como la nuestra necesita una cierta amistad cívica; la gente debe darse cuenta de que para llegar a algunas metas comunes han de respetarse las diferencias legítimas. Es importante cultivar una amistad cívica. Puedes tener leyes, pero no son suficientes. La amistad cívica, decían los clásicos, es importante para que la gente se dé cuenta de que están construyendo juntos una sociedad. Que los derechos de todos los ciudadanos se vean respetados. La sanidad pública en España se está deteriorando. Todos tenemos que tener una educación de calidad. Ésos son problemas comunes; proponerlos como asuntos que debemos resolver juntos debería crear una cierta amistad. Pero tras la campaña electoral, éste es mi diagnóstico: amistad cívica, cero.

¿Eso nace de la nada? Creo que se ha partidizado la vida pública y todo el mundo se alía con A o con B. Y eso se contagia a todo el entorno. La gente se ha acostumbrado a mirarse como enemigos, y eso me parece terrible. Es fundamental recuperar la amistad cívica. Compartimos muchísimas cosas y sólo nos fijamos en las que nos separan.

Habla de dañar. El daño mayor es el que se hace en una guerra. Y la falta de amistad cívica en este país, según todas las evidencias, nace de la guerra de Irak. Es un buen ejemplo. Muchísimos salimos en aquel tiempo a las manifestaciones con contundencia y con toda la claridad del mundo. De la gente que fue a las manifestaciones, ¿había gente del entorno del PP? Por supuesto. ¿Había gente del PP que no estaba de acuerdo con la guerra de Irak? Por supuesto. ¿Hay gente en el PSOE que no estaba de acuerdo con la negociación con ETA? Por supuesto. A mí lo que me aterra es que los partidos se hagan monolíticos. No puede haber pluralismo, es terrible. Como los partidos son la representación del pueblo, al final los ciudadanos se acostumbran a posicionarse también y a ser todos monolíticos, ¡y eso mata la vida! Eso no puede ser. Nuestra sociedad es plural.

Con el 11-M se generó en este país una teoría según la cual el Gobierno que había sido elegido en las urnas el 14-M era ilegítimo. Esa teoría de la conspiración mantuvo la enemistad cívica. ¿Tiene usted esa lectura? Ése fue uno de los elementos, pero hay montones. Por ponerle un ejemplo, me fui a dar una charla a Zaragoza; fui recibida muy bien por una gente estupenda. Les dije mi teoría sobre la destrucción de la amistad cívica. Y les conté también que la primera ciudad a la que me habían llevado mis padres fue Zaragoza, y que me había deslumbrado. Pero ahora vengo y veo que me miran con recelo, porque soy de Valencia, por el trasvase… Y cuando lo dije observé que todo el mundo se quedaba helado, hasta que dije: “¡Es broma!”. Una cosa es entender que los partidos tienen que competir por el voto del pueblo y otra es que toda la ciudadanía se escinda en dos respecto a cualquier tema. Eso no puede ser.
(...)
¿Qué sensación moral le produce el terrorismo? Creo que hay un tema central en la cuestión vasca, y es que Euskadi, desde el punto de vista económico y social, está muy bien. España está razonablemente bien, y el País Vasco es un país boyante al que le van bien las cosas. Así que a mí me parece que a la población en general este tema no le interesa gran cosa, sino que hay unos grupos que sacan ventaja de esto. Y esos grupos son los que potencian el asunto. Me parece inconcebible que sea el problema número uno en un país al que le va bastante bien. No estamos en una sociedad de desesperación y miseria. No hay ninguna razón, Dios mío, para matar o para no dejar expresarse a otro.

Cuando uno se dedica a analizar las actitudes desde el punto de vista de la ética, ¿comprende más o se indigna igual? Ante casos como éste, uno se indigna igual que la mayoría de la gente. La verdad es que los sentimientos de indignación son algo que tenemos todo el mundo.

¿Hay algún espacio para la esperanza de que algún día no nos dañemos los unos a los otros? Se están haciendo cosas maravillosas en este mundo, y esas cosas son el punto de esperanza. Hay una cantidad de gente que ha adoptado a un crío mayor que tiene sida, hay gente que se preocupa de los vulnerables, que van a los barrios… Hay cantidad de gente que está haciendo cosas, y cada vez hay más leyes e instituciones que se preocupan de que haya más solidaridad y más justicia.

O sea, que podríamos estar en el buen camino. Sí, porque las orientaciones están ahí. Queda camino por hacer. Los Objetivos del Milenio no me entusiasman en absoluto. ¿Qué es eso de acabar con el hambre en el año 2010? ¡Hay que acabar ya, y hay posibilidades de hacerlo! Es un deber. Lo que hay que hacer es progresar, hace falta mucha revitalización.

¿Qué haría usted por los más vulnerables? De pronto, estoy tratando de estudiar todo lo que puedo sobre el hambre, la pobreza, los medios…, agitar todo el pensamiento político que puedo, y estoy con grupos cívicos, de inmigrantes…

¿Cuál es su relación con la Iglesia? Buena. He trabajado mucho con comunidades de base. Eran y son una gente excelente que se deja la piel y que trabaja muy en serio, y son una de las grandes esperanzas de la humanidad. Yo sigo esperando mucho de ellos. Pero los grupos que ocupan las jerarquías eclesiales están en una posición muy negativa. Creo que siempre están diciendo a la gente qué no debe hacer, por dónde no hay que ir; están muy ligados al Derecho Canónico, cuando el papel de la religión es el de hacer propuestas entusiastas de vida de plenitud.

¿Usted se sigue sintiendo cristiana? Yo sí.

¿Tendencia ortodoxa? No. Ya le he dicho que estaba con las comunidades de base.

¿Se siente cómoda? Sí, porque dentro del cristianismo, del catolicismo, hay un gran pluralismo. ¡Ríase de los políticos, aquí sí que hay pluralismo!

¿Qué le da esa fe? Como decía Kant, yo quiero que exista un Dios. Y luego Horkheimer decía que quería que existiera un Dios para que la injusticia no fuera la última palabra de la historia. Eso no quiere decir que uno no tenga que trabajar.

¿Y cómo permite Dios la injusticia, el horror? Es un misterio. No entiendo cómo eso se puede permitir. El sufrimiento, el mal…

¿Qué sensación le produce ese misterio, la posibilidad de que no exista? ¿Desolación, quizá? No, esperanza. Realmente creo que los seres humanos somos extraordinariamente valiosos y no es concebible que lo único que conozcan sea el sufrimiento.

¿Su mayor sufrimiento? El problema del mal. El otro día me enteré de que una gran amiga mía tiene cáncer, y el sufrimiento de la miseria de la enfermedad me aturde… Tenemos los mimbres que tenemos, pero podríamos tejer un mundo mucho mejor.

Ay, Marina d’Or. MARUJA TORRES. Y es que me alegro in-fi-ni-ta-mente de que se hundan las inmobiliarias

PERDONEN QUE NO ME LEVANTE. Ay, Marina d’Or. MARUJA TORRES. EL PAIS SEMANAL - 18-04-2008
Qué me pasa? ¿Qué nos sucede? Uso el plural plebeyo porque he consultado con más gente, y la mayoría siente lo mismo que yo. Algo que bien podríamos denominar el SMCT (Síndrome de los Músicos en la Cubierta del Titanic). Una especie de abyecta euforia –en el umbral, o ya con el pie dentro de la crisis económica– que nos impele a desenfundar el violín y a fundirnos en un majestuoso y vibrante (allegro, pero no debería resultar troppo allegro) coro de instrumentos de cuerda al que deberíamos bautizar como Orfeón de la Soga al Cuello.
Y es que me alegro in-fi-ni-ta-mente de que se hundan las inmobiliarias.
¿Debo justificarme? Hagamos para ello un poco de historia íntima e inútil. La relación más duradera de mi vida se llama Hipoteca y se apellida Inconmovible. En esto tengo más suerte que otros compatriotas. No empeora. Voy pagando y, al menos, no empeora. Como no tengo descendencia no me preocupa que, cuando la diñe, el Banco –con mayúsculas, por favor: gracias a él establecimos nuestra conexión– se quede con mi… ¿Cómo dijeron? La frase exacta fue: “Por fin tiene usted un Bien Patrimonial”. Pero llamadla Hipoteca. El espíritu que habita en mi apartamento, la señora Danvers de este juego doméstico-infernal a lo Rebeca en el que todos perseguimos la sombra del Euríbor.
Tengo, por tanto, razones personales para celebrar, aunque sea con la amarga mueca del resentimiento y con la carcajada estúpida del pirado, que la codicia promotora haya empezado a ver el fondo del saco roto. Cierto, se perderán muchas puestos de trabajo. Es lo mismo que ocurre cuando cierran centrales nucleares o fábricas de minas antipersona (me parece que lo último no ha ocurrido nunca, y lo otro, por fuerza mayor)… Más, si cabe, se perderán empleos. Una lamentable tragedia, mucho más sensible debido a que nadie se preocupará de reconvertir a esos trabajadores para que obtengan otros puestos, no ya equivalentes, sino mejores. Pese a ello, sigo contenta. Me sirve de consuelo, tal vez, que cuando las vacas gordas, al ver que una máquina de demoler la emprendía con un edificio precioso pero poco rentable, o cuando un parque desaparecía para dar cabida a un rascacielos, o cuando, en una hermosa isla balear, una playa era engullida por una urbanización, no pensaba entonces en las muchas familias que iban a encontrar su pan, no exclamaba: “¡Oh, qué feliz idea! ¡Cuántos empleos van a crearse gracias a esta iniciativa inmobiliaria!”. Ni siquiera me dolía por anticipado la de obreros que iban a estrellarse desde un andamio, en los muchos accidentes laborales que accidentalmente ocurrían. Nada que se relacione con el mercado del suelo me conmueve, quizá porque en los sesenta –tiempos de expansión también: y de chabolas ocultas– pasé un par de años como secretaria en una empresa constructora, y los endurecidos endurecieron mi corazón tanto como merecían. Es un gremio que carece de piedad, cualquiera que sea la época, antes de los parques temáticos o después de J. G. Ballard. Por eso se llevan tan bien con los arquitectos, dicho sea de paso y con el respeto de siempre.
Por ejemplo, los promotores inmobiliarios insisten en que la solución para amortizar el frenazo consiste en que las administraciones públicas reactiven el sector (qué interés tan malsano tienen los privados en la obra pública) para que los trabajadores sigan comprando viviendas, es decir, empeñándose con los bancos. En un sistema menos benevolente, semejantes declaraciones deberían estar prohibidas por el Código Penal. Pero nadie le reprocha al fundamentalismo constructor su culpable avaricia.
Así las cosas, no me parece extraño, ni siquiera malsano, que al oír la frase mágica –“¡Marina d’Or!”– que tanto nos acompañó en veladas y maitines radiofónicos, un rictus espectacular, de soberbio gozo orgásmico total (tres adjetivos por sustantivo, y me quedo corta), nos invada y nos anime, porque ya no la encontramos en la publicidad, sino en las noticias. Marina hace aguas, vaya por Dios. Sin campos de golf y yo con estos pelos. Tocando el violín.

Maravilloso viaje por Irán en Julio de 2008

Desde España multitud de agencias ofrecen viajes organizados a Irán. Politours, Muztag, Catai, Persepolis, Dahab, Tuareg, Bidon5, Años Luz... Es posible contratar viajes a medida con conductor y guía (en inglés o en español) en media pensión y en categoría de hoteles media o alta. Esta forma de viajar es un lujo absoluto, y un placer inigualable si te toca un buen guía.
Contratamos el viaje desde Internet con Destinia.com que lo encargó a la mayorista Politours. En Irán se ocuparon de nosotros la agencia Iran Sará y el guía Alireza Javaherí (y varios conductores: Feri, Mohsen (que es guía en inglés) y Sepher)
Una experiencia muy recomendable en todos los sentidos... Imágenes valen más que palabras.

El perro: el mejor amigo del hombre. Hoy día todo el mundo en España tiene lavaplatos y perro.

Hoy en día todo el mundo tiene perro en España. Está de moda. (Hace 15 años pude visitar China donde el guía nos informó de la prohibición por el gobierno de poseer perros domésticos (al considerarse un lujo y un gasto no justificable) ante la primera necesidad primordial que es alimentar a toda la población humana...)

Hoy en día en España muchas familias tienen dos o tres perros. El perro es un signo externo de prosperidad y lujo como los coches, el chalet, la ropa de marca, los teléfonos móviles, las pantallas de TV planas... También son una buena compañía para las personas ancianas que viven solas y una mascota divertida para los niños. El negocio de las mascotas mueve ingentes cantidades de dinero en los países del primer mundo.

Andas por la calle en una constante gincana esquivando las correas extensibles kilométricas y los excrementos de los canes o las carreras y saltos de los que han sido dejados sueltos por sus amos, contraviniendo las normativas municipales. Los municipios deberían gravar con impuestos a los dueños de los perros ya que ocasionan un enorme gasto de limpieza pública y molestias a los niños pequeños que no pueden jugar en los jardines con césped ya que están sembrados de caca canina y a otros transeuntes en general. Los perros son animales que van sembrando a su paso charquitos de orina y deyecciones que causan muy malos olores y gran suciedad en las calles. (No todos los dueños recogen los excrementos, y qué hay de la orina que NO se recoge NI se limpia). En otros países las infracciones a la norma de recoger los excrementos caninos se castigan con severas multas, mientras que, aquí en España muy raramente o nunca se aplican las sanciones que, además, son muy leves. Las conductas territoriales, el "celo" (con la posibilidad de procreación indeseada subsiguiente) y la agresividad de los machos se pueden evitar mediante la castración quirúrgica por un veterinario. (Sencillo y barato procedimiento que mejora la convivencia y facilita la vida diaria con los humanos).

Muchos dueños ignoran lo más elemental del adiestramiento y de la psicología animal y malcrían a sus animales tratándolos como a niños pequeños mimados, consintiéndoles cualquier conducta inapropiada y hablándoles sin parar como si entendieran algo... y permitiéndoles ladrar agresivamente a todo lo que se aproxima a su espacio vital. Estás en tu casa tan tranquilo cuando no puedes dejar de oír un concierto de ladridos interminable, hiriente y ensordecedor.

El perro es el mayor experimento genético emprendido por el hombre
. Las innumerables razas de perros (a cual más grotesca) han sido artificialmente creadas por los criadores (émulos del Dr. Moreau) cruzando ejemplares y seleccionando características por el mero gusto o placer de sentirse Dios. La manipulación genética humana produce multitud de prevenciones éticas y morales ¿Por qué la de los perros no? Estamos jugando con un
a especie creando auténticas aberraciones vivientes (con frecuentes enfermedades congénitas hereditarias como los Dálmatas u otras razas) y esto a nadie le preocupa o le incomoda. Ahora, ¡que los coreanos se los coman esto NO se puede consentir! Los cerdos se comen pero los perros no ¿? Sin embargo para los musulmanes el perro es un animal impuro, sucio y asqueroso.

Las Sociedades Protectoras de Animales promueven leyes contra el maltrato animal... y yo me pregunto: ¿No es maltrato criar a un perro en un piso pequeño y no sacarle a realizar el ejercicio diario que necesita? ¿No es maltrato tenerlo encerrado en casa ladrando lastimeramente durante horas? ¿No es maltrato no proporcionarle una educación o adiestramiento adecuados haciéndole una criatura inadaptada, caprichosa y agresiva? ¿No es maltrato darle alimento en exceso produciéndole obesidad? ¿Por qué para tener un perro no se obliga a obtener una licencia, como la de conducción, que implique el aprendizaje en un cursillo de las normas básicas de educación y cuidado de los animales?

Los dueños de los perros son muy poco sensibles con las personas afectas de cinofobia. Muchas personas, a su pesar, tienen miedo a los perros (transmitido usualmente por las madres en la infancia. Así como todo el mundo comprende y evita lastimar a los que temen a las serpientes y las arañas, la mayoría de las personas que adoran a sus canes ignoran el sufrimiento de sus congéneres humanos y, a la vez que permiten a sus canes aproximarse a los fóbicos para horror y angustia de ellos, les escarnecen mostrando incomprensión e indiferencia con su mal profiriendo frasecitas como: "no hace nada" , "no muerde"... No pueden comprender que alguien no disfrute tocando, sobando, abrazando y lamiendo a su "Chuchi" ¡Cuántas veces he visto a un perro lamerse sus genitales y acto seguido ser solicitado por su amo/a a darle un besito! O, después de pasear por calles polvorientas y por campo abierto, y orinar y defecar ser abrazado, besado y lamido por un humano cariñoso...

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Patología del afecto a las mascotas. Mimar a tu perro es perjudicial...

La formación de pusilánimes. Javier Marías

La formación de pusilánimes. Javier Marías. EL PAIS SEMANAL - 04-05-2008
Se me escapa el porqué, pero resu
lta evidente que cada vez interesa más crear una sociedad de pusilánimes. Se ha hecho raro que la gente dirima sus diferencias sin recurrir a alguna instancia superior o árbitro conminatorio: policía, jueces, comités, leyes, ordenanzas. Lo cual tiene, como primera consecuencia nefasta, la obsesión por reglamentarlo todo, cuando no todo ha de estar sujeto a reglamentos. Es más, cada vez que cualquier aspecto de la vida “sufre” una normativa, o algo que no lo era es convertido en delito, se está renunciando a una parcela de libertad. Intereses encontrados, desacuerdos, antipatías personales, individuos con afán de dominación, persuasores e intrigantes en busca de su provecho, todo eso lo ha habido siempre, y cada cual ha bregado con ello como ha podido o sabido, sin necesidad de elevar una denuncia, de recurrir a la autoridad, de chivarse al jefe, de implicar a otros en sus problemas. La cuestión principal es esa: hoy casi nadie está dispuesto a enfrentarse con sus problemas ni a resolverlos por su cuenta, sino que casi todo el mundo espera que “alguien” se los quite de encima.
Hace ya bastantes años que en las Universidades de los Estados Unidos empezó a hablarse del “acoso sexual visual”, lo cual llevó a la mayoría de profesores a impartir sus lecciones con la mirada perdida en el techo o en el infinito, no fuera a ser que, si la fijaban en alguien –quienes hemos enseñado sabemos que a veces uno la fija en un alumno o alumna de manera casual e involuntaria, sin en realidad mirarlos ni verlos, simplemente como “personificación” momentánea de la clase entera–, ese alguien los denunciara por “persistentes ojos lujuriosos” o algo por el estilo. Ahora leo que el “acoso” o “intimidación” laboral –que sin duda existe, sobre todo por parte de un superior a un inferior, pero apenas entre iguales: quiero decir que entre iguales no debería llamarse así– puede darse en cosas tan sutiles y nimias como eso, una mirada. “Imagínese”, dice el pusilánime Joel Neuman, director del centro de gestión aplicada de la SUNY-New Paltz School of Business, “que está sentado a una mesa de reuniones. Usted hace una propuesta y alguien lo mira y niega con la cabeza todo el rato”. Oh, santo cielo, qué terrible, y qué piel tan fina tienen tanto el señor Neuman como, por lo visto, buena parte de los trabajadores americanos y, por extensión, mundiales. Se trata, una vez más, de infantilizarlo todo: “Ay, Fulanito me ha mirado mal y no ha asentido mientras yo hablaba, y eso me ha intimidado un huevo”. Por favor. “Puede hacer mucho daño que a uno lo desprecien constantemente delante de sus iguales”, agrega el muy cursi señor Neuman. Pero él no es el único: la Asamblea Legislativa del Estado de Nueva York está preparando un proyecto de ley contra la intimidación laboral, y el catedrático David Yamada, de la Suffolk University Law School de Boston, ha redactado otro borrador de ley al respecto, arguyendo que “hay un vacío real en la ley, y alguien podría ser objeto de tormentos y humillaciones y estar sufriendo por ello”.

¡Tormentos y humillaciones! El mundo está lleno de personas timoratas y acomplejadas, que “sufren” por cualquier cosilla, esto es, por las cosas normales de la vida. Es algo corriente que uno caiga mal a unos y bien a otros, y que ambos grupos se lo hagan notar de alguna manera. Evidentemente está mal hacerle a alguien la vida imposible, e innegables putadas, y descarada y gratuita burla, o segarle la hierba bajo los pies para procurar su despido y usurpar su puesto. Pero no exageremos. “Entornar los ojos, lanzar una mirada intensa o un bufido displicente” no son, como sostiene el artículo del New York Times que cayó ante mi vista y ahora comento, “tácticas de intimidación en el puesto de trabajo”. Lo que al parecer quiere exigirse es que nadie ponga nunca el menor reparo a las propuestas, iniciativas o competencia de nadie, ni siquiera con miradas o gestos, aunque tales propuestas e iniciativas sean estupideces o del todo inviables y vengan de un incompetente. Y, a este paso, la restricción de las libertades acabará por ser asfixiante. No sé. Yo no soy nada dado a intervenir en mesas redondas, tertulias y demás inutilidades. Pero las pocas veces en que he participado en alguna, no he podido ni he querido evitar enarcar las cejas, o sonreír con ironía, o torcer el gesto –lo que un pusilánime pueril llamaría “poner caras”– mientras escuchaba a otro soltar barbaridades o majaderías (claro está, desde mi punto de vista). E, igualmente, no se me ha ocurrido quejarme si otro participante hacía lo mismo mientras era yo quien hablaba. Es lo normal, es lo natural y esperable, y quien se sienta “intimidado” o “acosado” por tamañas expresiones faciales, hasta el extremo de requerir que cesen y buscar amparo en una instancia superior o en una ley que regule los fruncimientos y las miradas de desaprobación o guasa, es simplemente un blandengue que no debería asomarse a una mesa redonda ni a una tertulia, ni tan siquiera correr el riesgo de trabajar en compañía. No caemos bien a todo el mundo, y a algunas personas les resultamos insoportables. Lo que decimos u opinamos le puede parecer idiota a cualquiera, y está en su derecho de hacérnoslo saber, o de hacérnoslo ver como mínimo. Eso no supone que nos estén “acosando” o “intimidando”, por caridad. Sino que forma parte, tan sólo, de las circunstancias de la vida. Pero ya se ve que, con tanta pamema, lo que hoy tiende a formarse son individuos tan débiles y sensibles que resulten incapacitados para lo único fundamental, es decir, para andar por esta vida.

martes, julio 29, 2008

La raíz tolerante del Islam por Antonio Elorza

La raíz tolerante del Islam
ANTONIO ELORZA DOMINGO - 22-06-2008
En 'Los dos mensajes del Islam' (Ediciones B), Antonio Elorza, con el asesoramiento lingüístico de Soha Abboud, señala que una lectura del Corán ortodoxa, hasta apasionada, es compatible con una concepción religioso-política marcada por la tolerancia y por la no violencia


La presencia de una corriente de pensamiento islámico ajena a la violencia y a la condena del racionalismo se remonta en sus orígenes a los propios textos sagrados. Es en la fase de predicación de La Meca cuando Alá recomienda de modo inequívoco el recurso al convencimiento como medio para ganar la adhesión de nuevos creyentes. En la aleya 16:125 puede leerse: "Llama al camino de tu Señor con sabiduría y buena exhortación. Discute con ellos de la manera más conveniente. Tu Señor conoce mejor que nadie a quien se extravía de Su camino y conoce mejor que nadie a quien está bien dirigido". El razonamiento y la predicación son los imanes que han de atraer a los hombres a la nueva fe. La siguiente aleya merece también ser recordada, ya que en la misma se admite la respuesta al castigo recibido, si bien la conclusión vuelve a alejar la sombra de la violencia: "Pero si tenéis paciencia, es mejor para vosotros" (16:126). En la misma dirección se encuentran las referencias mequíes a la yihad, en especial aquella en que el Profeta es exhortado a yihadizar yihadizadamente, construcción imposible en español, esto es, a "luchar esforzadamente contra ellos por medio de él [del mensaje, del Corán]". No sirviéndose de la violencia.(...)
La deseable conciliación entre el mensaje divino y la libertad humana, o entre el mensaje divino y la autonomía de la razón, aparece de manera recurrente, y con contenidos diversos, en el pensamiento musulmán medieval (...) Surge así, bajo la protección de la religión revelada, un campo específico para la aplicación de la razón, que en Averroes encuentra fundamentalmente el respaldo de Aristóteles y de Platón. Como consecuencia, el análisis y la valoración de los regímenes políticos fundirá la utilización de las categorías aristotélicas con la referencia a los gobiernos islámicos del pasado inmediato. La aportación esencial, residía, no obstante, en el método, ya que la plena conciliación entre religión y filosofía desde el punto de vista teleológico resultaba compatible con la superioridad de facto de la ciencia especulativa incluso para "proporcionar una completa comprensión de las verdades divinas y la Ley religiosa". (...).

Unas décadas después de la muerte de Averroes, en el siglo XIII, el ambiente de tolerancia del imperio seljúcida sirvió de marco a la aparición de figuras de corte muy diferente, vinculados al sufismo, como Hacibektas Veli, fundador de la cofradía bektashi, y punto de referencia actual del amplio movimiento religioso de los alevíes, y Delal-ud-Dîn Rûmî, conocido en lengua turca por su tratamiento de Maestro (Mevlana), gran escritor, conocido sobre todo por la ceremonia de los derviches danzantes practicada por su orden sufí, los mevlevíes (...) A diferencia de su contemporáneo Hacibektas, Mevlana/Rûmî no es un heterodoxo, aun cuando a veces abra brechas en el dogma: superioridad de la inteligencia sobre otros deberes del creyente, beneficios del vino para los sabios. Rûmî ofrece un Islam vuelto hacia Alá, con la intensidad propia de un sufí, pero al mismo tiempo orientado a instaurar la racionalidad y la tolerancia en las relaciones humanas (...). Para Rûmî, "el camino del Profeta es el camino del amor" y el llamamiento para alcanzar la plena entrega a Dios se dirige a todos los hombres: "Ven, seas infiel, idólatra o adorador del fuego". Al igual que sucede con la tradición racionalista forjada a partir de la filosofía griega, la propuesta de Rûmî viene a probar que una lectura ortodoxa, incluso apasionada, del Corán, resulta compatible con una concepción religioso-política caracterizada por la tolerancia y la marginación de la violencia. De ahí el papel desempeñado por la obra de Rûmî al constituirse en punto de partida para los pensadores musulmanes que como Muhammad Iqbal o Abdelkorim Soroush buscaron en el último siglo un nuevo planteamiento de la relación entre el creyente, la razón y la fe.(...)

"El Corán -resume Iqbal-, al reconocer que la actitud empírica supone un estadio indispensable en la historia de la humanidad, otorga la misma importancia a todas las regiones de la experiencia humana...". No fue tan fácil. En lo sucesivo, el principal obstáculo que se alzará frente a la vocación racionalizadota de los nuevos reformadores será la consideración del Corán como un texto cuya validez es indiscutible en todos sus aspectos, con lo cual la modernidad acaba siendo subordinada a la lealtad hacia el texto sagrado, bien porque tal dependencia sea explícitamente reclamada, bien porque consideren que el Corán responde plenamente a las demandas del mundo moderno.

No existe perspectiva alguna de racionalización si el pensamiento musulmán deja de lado la crítica de las situaciones reales del propio mundo islámico, con independencia de la actitud adoptada ante Occidente. Un ejemplo de que el Islam democrático es posible lo tenemos en la Declaración de Principios de la Unión Musulmana Progresista de Norteamérica, cuya última actualización de junio de 2005 responde a esa exigencia. El punto de partida había sido la constitución en 1998 de la Red Musulmana Progresista.

El sujeto es el individuo creyente que se define a si mismo como musulmán y practica los rituales "como expresión de amor hacia Dios", sin fijarse en las formas que los mismos puedan asumir. Para la PMU todos los hombres son iguales "con independencia de su religión, género, raza, etnia u orientación sexual", de manera que toda segregación de la mujer es condenable y resulta preciso afirmar los derechos y libertades de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales. No cabe aceptar restricciones en el terreno de la música y de la pintura, y tampoco "la cultura del militarismo y de la violencia" (...) Frente al conservadurismo que ata la creencia a las decisiones teológicas y jurídicas del pasado, el objetivo consiste en abordar el análisis de "todo el espectro del pensamiento y de las prácticas islámicas", afrontando la tradición sin marginarla de antemano. La yihad es aceptada en su condición de esfuerzo personal y la iytihad, la indagación, el medio para lograr "una interpretación progresista y crítica del Islam". Eso significa de entrada enfrentarse a "aquellos que perpetúan el odio en nombre del Islam", en nombre de un Dios convertido en monstruo de venganza. (...)

La cascada de desarrollos teóricos truncados lleva a pensar que una solución satisfactoria sólo puede llegar desde una plena asunción de la democracia como objetivo y de la búsqueda en el Corán de los apoyos suficientes para legitimarla. Un seguimiento literal de los textos sagrados o la exaltación de la tradición musulmana, con una carga lateral de crítica hacia las formas occidentales, sirve sólo para generar productos híbridos en los cuales, como les sucede a los profesores Moussailli y Tariq Ramadan, acaba imponiendo su coherencia el islamismo. Las cuentas entre Corán, sharía y democracia deben quedar claras.

Es lo que intentó desde la independencia del país a su asesinato judicial en 1985 el teólogo y político sudanés Mahmud Mohammed Taha. Su exégesis coránica y una concepción progresista de la política le permitieron forjar una propuesta coherente de religiosidad estricta y de democratización política, explicada en su libro El segundo mensaje del Islam (1967). El supuesto de partida es la existencia de un primer mensaje islámico de signo coyuntural, que designa una serie de obligaciones y deberes para los creyentes (al-mu'minim) respecto de la divinidad, en tanto que el segundo es de carácter fundamental, dirigido a los sumisos (al-muslimin) que integran el Islam. La divisoria marcada por la hégira es la que permite distinguir entre la fase de construcción religiosa del Islam, la mequí, y la correspondiente a los años de gobierno y guerra, la medinense: "El Corán mismo está dividido en dos partes, una de al-iman (fe) y otra de al-islam, en el sentido de que la primera fue revelada en Medina, en tanto que la última fue revelada con anterioridad en La Meca". (...)

A juicio de Taha, no siendo la yihad como guerra un precepto originario del Islam, el recurso a la espada fue transitorio, hasta el establecimiento de la nueva sociedad, ya no regida por la violencia, sino por la ley (sharía). La serie de preceptos no originales es significativa: el divorcio, la poligamia, la esclavitud, la segregación de hombres y mujeres, el velo o hiyab, correspondientes al Primer Mensaje y forzados por "las debilidades y las limitadas capacidades humanas". El Islam defiende la libertad del hombre y las restricciones apuntadas tienden a corregir los excesos de esa libertad, siempre con carácter temporal.

"Taha considera que la esencia del mensaje islámico -resume un glosador- está contenida en las azoras mequíes, que transmiten un mensaje religioso y moral dirigido a toda la humanidad sin consideración de tiempo y lugar. Es el mensaje eterno. Las azoras medinesas, relacionadas con la lucha del Profeta y de sus Compañeros, y con las peripecias de la vida en Medina, contienen unos pasajes inconciliables con el espíritu y a veces la letra del mensaje de La meca" (M. Charfi, Islam y libertad,171). La dimensión guerrera de la yihad, la discriminación de la mujer y el enfrentamiento entre musulmanes y quienes no lo son (infieles y gentes del Libro), son aportaciones específicas de la fase medinense.

El Segundo Mensaje marca los contenidos del ascenso hacia Alá, cuya metodología es el Corán. Es un camino de perfección que comparten otras religiones. El objetivo sobre la tierra es "una buena sociedad", cuyos contenidos son la igualdad de bienes (socialismo) y la igualdad política (democracia) (...) "La democracia no es meramente una forma de gobierno, es también una forma de vida. Su fin es el individuo y todo lo demás son medios para ese fin".

¿Qué papel queda reservado entones para la sharía? La respuesta de Taha consiste en insistir sobre el mismo principio de la historicidad: en el momento de su aparición, la sharía fue una regulación legal, imprescindible pero transitoria, ya que se encuentra sometida a todos los cambios obligados por la exigencia última de atender a la libertad individual. De ahí la oposición rotunda de Mahmoud Taha a que la sharía tradicional se convirtiera en legislación positiva bajo la dictadura del general Nimeiry. El folleto donde manifestó esa oposición fue la causa de que pocas semanas después fuese ahorcado como apóstata.

Desde unos orígenes opuestos, la colaboración con una teocracia tras la victoria de la revolución islámica en Iran, la trayectoria política del iraní Abdolkorim Soroush desemboca asimismo en la reivindicación de la democracia, hasta el punto de ser considerado por algunos como líder del movimiento reformista en el interior de su país. Admirador de Rûmî, su itinerario no refleja alejamiento alguno de la esfera religiosa, sino más bien un intento de profundizar en la misma sirviéndose del análisis, lo que se propone hacer en el trabajo en curso sobre "la experiencia profética", y tampoco acepta "el secularismo militante occidental, ejemplo la cuestión del velo en Francia. Sin embargo, su crítica se dirige también contra la dominante consideración del Islam como una identidad que es preciso defender y alzar como desafío contra Occidente, el enemigo. "El Islam basado en la identidad representa una de las mayores epidemias doctrinales del mundo islámico". Lleva al enfrentamiento belicoso, dejando de lado al Islam de la verdad, camino de salvación.

El viraje de Soroush hasta su libro Razón, libertad y democracia en el Islam (2000), tiene como base la aproximación crítica al propio Corán, que deja de estar protegido por su sacralidad, para convertirse en objeto de análisis sumido en la historia humana. Soroush afirma que "el Corán no sólo es el producto de las circunstancias históricas de que emergió, sino también de la mente del Profeta Mahoma, con todas sus limitaciones humanas". Es marginado el relato tradicional relativo al Corán como producto de Alá, con Mahoma en calidad de simple mediador del mensaje que le transmitía Gabriel. Soroush plantea una alternativa que no es nueva, ya que tiene su precursor en Rûmî, quien escribió que "el Corán es el espejo de los estados de ánimo del Profeta". Frente al dogma tradicional, que define al Corán como la palabra eterna e increada de Alá, la idea de que la aceptación de su elaboración humana hace posible situarlo en la historia, escapar de la tela de araña fundamentalista que obliga a fijar para siempre de modo estricto el significado del texto y las normas que del mismo se derivan: "Una visión estricta del Corán hace posible distinguir entre los aspectos esenciales y los accesorios de la religión". Volvemos por otro recorrido a la fértil distinción propuesta por Taha.

En fin, la compatibilidad entre Islam y democracia depende de que la primera parte de la ecuación se mantenga en límites minimalistas. Una visión maximalista de la religión resulta incompatible con la democracia. La sumisión a Dios constituye la base de toda religiosidad, y de ello se deriva la prioridad de los deberes propia del judaísmo y del Islam; la cultura de los derechos, base de la democracia, pone de un modo u otro en tela de juicio semejante sumisión. La experiencia de la revolución, olvidando uno tras otro los sucedáneos hierocráticos, le lleva a compartir una sorprendente declaración al autror del ayatolá Montazeri, el que debiera haber sucedido a Jomeini, proponiendo a Soroush que se olvide del vilayet e-faqih, título del régimen de Jomeini, y de discutir si Alá decide por nosotros. Lo esencial es sembrar "la cultura de la democracia".

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