domingo, agosto 31, 2008

Perdón por ser profesor

Perdón. Quisiera pedir perdón.
Quisiera pedir perdón por haber malgastado mi vida estudiando una carrera, haciendo un doctorado y preparando una oposición, mientras los demás se labraban un porvenir.
Quisiera pedir perdón por no haberme dado cuenta de que los institutos no son lugares donde se va a aprender, sino guarderías, y que mi función no consiste en enseñar, sino en cuidar a los hijos de todos aquellos que sí realizan un trabajo productivo y provechoso para la sociedad.
Quisiera pedir perdón por no saber hacer mi trabajo y no aprobar a alumnos que no saben nada, porque cuando llegan a casa después de un día agotador juegan a la Play Station y ven Crónicas marcianas con la aquiescencia de sus progenitores que comprenden, no como yo, lo dura que es la vida del estudiante.
Quisiera pedir perdón por no saber aguantar el desprecio, la humillación y el insulto diario; incluso la agresión. Quisiera pedir perdón por querer dignificar mis condiciones laborales, las condiciones de estudio de mis alumnos y la enseñanza en general. -
Quisiera pedir perdón por no haber sabido aceptar humildemente mi situación de desprestigio social; por no haber sabido aceptar que soy un paria, un ciudadano de segunda, un desecho social, y me lo tengo merecido porque soy un vago que no quiere trabajar y que sólo piensa en las vacaciones.
Quisiera pedir perdón, en suma, por ser profesor.
De todo corazón.— Emilio Garoz Bejarano. Madrid. El País. Cartas al Director. 13/06/2004

La pareja feliz: estrategias para conocer y resolver los problemas de la pareja

La pareja feliz: estrategias para conocer y resolver los problemas de la pareja.

La pareja es una forma de relación que resuelve muchos de los problemas afectivos y prácticos de las personas... pero NO todos. Debe evitarse su sobrevaloración ya que, inevitablemente, la convivencia (más cuanto más estrecha y continua sea) acarrea discusiones y roces.
Ante un periodo de crisis, puede ocurrir que experimentemos malestar y dolor pero no seamos capaces de identificar las causas y posibles soluciones.
1. Problemas derivados de compartir elementos necesarios, a veces, con exclusividad. El baño, la cocina, el fregadero, la televisión, el ordenador, vídeo consolas, el teléfono... Alguna vez querremos usarlos y los está utilizando el otro, lo que genera disgusto y resentimiento. O se establecen turnos, o se compra otro. Aguantarse a la larga es malo. Por ello las personas que han vivido solas durante años difícilmente se adaptan a la vida en pareja. Es bueno tener aficiones y amigos propios no necesariamente comunes, reductos o parcelas de libertad propios e individuales. Aporta más al crecimiento de la pareja realizar actividades por separado (y luego reunirse y compartir las aportaciones) que estar todo el día pegados acompañándose (dos personas pegadas se vuelven inválidas por separado: suman 0,5+0,5=1, en vez de 1+1=2).
2. El agobio o falta de espacio vital ante el deseo del otro de mayor unión e intimidad. Más frecuente entre los varones. Difícil de solucionar en minipisos o camas con hondonada.
3. Desagrado e irritación ante las presiones, exigencias y reproches del otro, que quiere que realicemos sin más dilación una serie de tareas ante las que cedemos a la procastinación. Es preciso el diálogo calmado (poniéndose en el lugar del otro) y la negociación (o mediación por un tercero). Son las técnicas básicas de resolución de conflictos.
4. El estrés laboral, social, familiar o de cualquier origen (por sufrir una enfermedad, etc.) causa vulnerabilidad e hipersensibilidad y consiguientemente malas respuestas, piques, enfados, discusiones, inhibición del deseo sexual... que se encadenan en un constante círculo vicioso. Hay que evitar descargar nuestra agresividad en el otro liberándola mediante la práctica del ejercicio o de técnicas de relajación. Cuando se percibe que uno está en una crisis de ansiedad es mejor advertir al otro y dejar la conversación para otro momento, pero no muy lejano: "Ahora me encuentro de mal humor. He tenido un mal día".
5. Si la única persona de nuestra confianza es nuestro compañero tenemos un problema. Hay que procurar diversificar nuestro soporte afectivo y tener amigos o amigas (o familiares o terapeutas) en los que confiar y desahogar nuestras "neuras".
6. Durmiendo con mi enemigo. Hay un momento crítico en que se hace precisa la ayuda experta de un terapeuta psicólogo o psiquiatra. Cuando sentimos agresividad constante y resentimiento hacia la pareja por acúmulo de ofensas y rencillas, exceso de conflictos sin resolver, deudas pendientes, deseo de venganza (arreglar cuentas), competición por el afecto de los hijos, padres o amigos... Es decir cuando disfrutamos haciendo daño al otro (estando en su contra), cuando estamos a punto de llegar a las manos o ya nos hemos agredido: "La guerra de los Rose". Hay que valorar seriamente si merece la pena continuar peleando y sufriendo. Es difícil volver a amar al que has odiado y tal vez la única solución sea la ruptura (y probar con otra persona desde cero evitando caer en los mismos errores).
7. Siempre hay que estar pendiente de las necesidades del otro, proporcionarle reconocimiento (valorar todos sus éxitos y realizaciones) ser cariñoso, amable, comprensivo y paciente. Y, sobre todo, hacerle ver que estás de su lado, que formas parte del mismo equipo. Es bueno compartir actividades juntos y disfrutar en compañía (aunque hay cosas que es mejor hacer por separado). También es muy útil restar importancia a casi todo mediante el humor (evitando la crítica personal y prefiriendo siempre reírse de uno mismo).
8. La comunicación es la base de la relación. Su carencia origina desconfianza, tristeza y numerosos malentendidos fuente de conflictos. Ante la duda casi siempre se piensa mal y se yerra en la suposición. Hay que esforzarse por tender puentes, por crear códigos, por preguntar sin herir. Si la comunicación falla se cosifica al otro (se le despersonaliza) reduciéndolo a una suma de tópicos y estereotipos ("Es huraño, detesta el pescado y se muerde las uñas").

La aragonesa Eva Almunia, nueva secretaria de Estado de Educación y Formación

INCORPORACIONES AL GOBIERNO.La aragonesa Eva Almunia, nueva secretaria de Estado de Educación y Formación lunes 14/04/2008 13:39 EFE

ZARAGOZA.- La oscense Eva Almunia Badía, hasta ahora consejera de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno aragonés, será la secretaria de Estado de Educación y Formación del nuevo Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, según han informado fuentes del Ejecutivo aragonés.

El nombramiento de Almunia, de 47 años y natural de la localidad de Esplús (Huesca), se hará efectivo por la tarde y supondrá un ajuste en el Gobierno que preside Marcelino Iglesias, quien deberá elegir un recambio para la que ha sido responsable de la educación aragonesa en los últimos siete años.

Eva Almunia también deberá renunciar como diputada de las Cortes de Aragón, donde será sustituida por el alcalde de Monzón, Fernando Heras, quien le seguía en la lista que el PSOE presentó en la provincia de Huesca en las últimas elecciones autonómicas.

Almunia, que ha sido alcaldesa de su pueblo y diputada provincial en Huesca, es secretaria de Educación y Ciencia de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE desde julio de 2004 y su carrera política ha corrido paralela a la del presidente Iglesias, oscense como ella.

Almunia ha centrado gran parte de sus esfuerzos durante estas legislaturas en Aragón en extender el programa de Pizarras Digitales a todo el ámbito rural de la comunidad, especialmente a Teruel, y en el programa de gratuidad de los libros de texto para todos los niveles de educación, siendo pioneros en esta iniciativa que se ha extendido a todo el país.

Eva Almunia, en una imagen tomada en 2005. (Foto: Alberto Cuéllar)Eva Almunia, en una imagen tomada en 2005. (Foto: Alberto Cuéllar)

Souvenir North India Trip

Memorias biográficas de Odón de Buen. Insigne oceanógrafo zufariense


Las memorias del navegante. Se editan las notas autobiográficas del oceanógrafo aragonés.

Odón de Buen redactó, entre 1940 y 1941, más de mil cuartillas con los hechos determinantes de su biografía.

ZARAGOZA. El pasado 4 de abril Zuera recibía, desde México, los restos de su ciudadano más ilustre: el profesor, memorialista y pionero de la oceanografía en España Odón de Buen y del Cos (1863-1945). Odón, al margen de su magna obra científica y de los empeños marinos que llevó a buen puerto, redactó casi un centenar de libros: manuales, libros de viajes como "De Kristianía a Tuggurt", reeditado por la Institución Fernando el Católico con prólogo de Guillermo Fatás, y notas autobiografías donde resumía el grueso de casi frenética actividad: "Síntesis de una vida política y científica".

Pero, durante los primeros años de su exilio en Francia, Odón de Buen compuso 1177 cuartillas, entre el 17 de agosto de 1940 y el otoño de 1941 en Banyuls sur Mer, un puñado sistemático de notas biográficas, divididas en siete partes, donde desgrana los acontecimientos esenciales de su vida.

El libro, que será publicado en breve por la Diputación de Zaragoza y la IFC, es un recorrido minucioso y sincero por su existencia: desde su nacimiento en Zuera en 1863 hasta ese instante amargo del destierro. Él había perdido el país y, republicano, se sentía humillado en lo más íntimo: zufariense hasta la médula, como veremos en algunas de sus notas, aragonés por los cuatro costados y defensor a ultranza de los principios democráticos.

Primera imagen de Zuera

El libro se inicia con desazón y melancolía. "¿Qué habrá sido de mi casa de Zuera? Y, sobre todo, ¿dónde estarán, si existen, mis papeles, mis documentos, mis cuadernos, mis libros?". Y sigue lanzando preguntas al mar de todos los naufragios: "¿Cuál será el fin de esta tragedia espantosa? No puede ser otro que el triunfo de las virtudes humanas, la destrucción de la barbarie, el restablecimiento de todas las libertades con tanta sangre conquistadas y sostenidas. Pero ¿alcanzarán mis años a verlo?". Hace balance a continuación de su propia biografía: "No me quejo de mi suerte, ni me envanezco de ella, desde un hogar humilde he logrado llegar a los más altos puestos de la vida internacional en mi especialidad. Es mi mayor orgullo".

El libro estará pronto en manos del lector con prólogos de Javier Puyuelo, Javier Lambán y el poeta Antonio Pérez Morte. La emoción en las primeras páginas es palpitante. Su amor por Zuera y la nítida memoria de su niñez cautiva. Tras describir la geografía física de Zuera y algunas características del pueblo, confiesa: “Cuando yo era joven, de estudiante, visitaba el Monte Alto y me recreaba admirando su rica y variada flora de tipo marcadamente meridional".

Y describe el ambiente de casinos monárquicos y republicanos. "En el Casino Principal se representaban comedias. Eran el alma de estas fiestas que dirigía don José, el boticario, su hija mayor, maestra de mucha inteligencia, Manolita Bandrés (señora de un confitero y panadero muy hábil y simpático), mi madre y algunas otras personas. ( ... ) Dos médicos vivían en Zuera, el titular era el Sr. Domec, discreto y caballeroso. ( ... ) El otro médico era un hombre singular de gran distinción, el Dr. Iribarren; cuentan las crónicas que ejerciendo la medicina sufrió un error de diagnóstico que causó la muerte de un cliente; colgó el título universitario y se retiró a regentar un parador, la Camarera, que se hizo famoso porque enclavado en la carretera de Madrid a Francia por Canfranc, era el refugio obligado de cuantos por allí pasaban ( ... ). Pero la figura sobresaliente era entonces en Zuera don José Martínez, el boticario culto, inclinado de joven a la vida universitaria, se separó de ella desengañado y fue a parar a mi pueblo como titular de farmacia".

Los amigos famosos

Ese personaje fue clave en la vida de Odón de Buen: le dio clases particulares e inclinó su vocación hacia las Ciencias Naturales y, en concreto, hacia la Botánica. Pero no todos los seres de Zuera eran así. "Como en todos los pueblos, dominaba en Zuera el caciquismo, con sus vicios (el ser rico el municipio aumentaba el aliciente) y sus crímenes. Recuerdo de niño que alguien se opuso con energía a tales desmanes y un día apareció un muerto en un abejar lejano del pueblo. Todo el mundo conocía al asesino pero el crimen quedó impune". El profesor era don Jorge y había sido sargento de artillería. Más que su pedagogía, destacaba por otros menesteres: "Tenía uno de los huertos mejor cuidados del pueblo, con frutales selectos que daban frutos apetitosos y apetecidos. El hijo mayor del maestro, Paco, era gran compinche mío y aunque podíamos entrar con bastante libertad en el huerto, era más emocionante para nosotros saltar la tapia".

La narración abunda en episodios familiares, el traslado a Zaragoza, el encuentro con los hermanos Royo Villanova, Luis ("chispeante literato" ), Ricardo (futuro médico y rector de la Uni versidad de Zaragoza) y Antonio ("llegó a ser ministro de la República, se distinguió siempre por su oposición ruda, implacable, ya maniática, a lo que el creía el separatismo catalán"), el festival de danzas populares ante Amadeo de Saboga, la barca del tío Toni, o el influjo del profesor de Historia Natural, Manuel Díaz de Arcaya, al que se sumarían otros imprescindibles como Bruno Solano, Pedro Ferrando y el Dr. Guallar.

En el capítulo de anécdotas pintorescas, reseñamos la de su compañero Pellicer: "Casó joven, tuvo una hija y el trastorno moral profundo que le produjo la muerte de su joven esposa le llevó al sacerdocio, que ejerció y aún ejerce con singular devoción; ( ... ) pero cuentan las crónicas que no llegó a ser obispo porque nunca quiso separarse de su hija".

Odón se traslada a Madrid, que representa un mundo nuevo para él: la universidad, la política, el periodismo activo, las clases particulares. Uno de sus amigos sería Miguel Primo de Rivera. “Alejo Sesé me trajo, al volver del veraneo, una preciosa pistolita de Eibar Me la pidió Miguel y como era natural se quedó con ella, pero manejándola se hizo sangre en una mano; primera herida de arma de fuego que sufrió el futuro dictador".

El Liceo y el pánico del rehén Convertido ya en algo más que una modesta autoridad universitaria y en un prometedor investigador, se trasladó a Barcelona, donde vivió el atentado terrorista contra el Liceo, perpetrado por un "obrero de Alcañiz, que descubierto por la policía intentó suicidarse". En medio del desorden y el pánico, vio esta imagen: "Recuerdo con tal horror el espectáculo de los cuerpos sangrientos de inocentes jóvenes ( ... ), que renuncio a una descripción que había de resultar macabra. Llovía, llegué a casa teñidos de sangre los zapatos y la parte inferior del abrigo, desencajado, no creyendo que fuera verdad tal barbarie".

Este capítulo, unido a los briosos discursos de su amigo y protector don Nicolás Salmerón, ocupa bastantes páginas. Por supuesto, las memorias explican su pasión por el mar, la fascinación que experimentó por la labor de Henri Lacaze-Duthiers, determinante en las grandes empresas de su vida: la creación del Instituto Oceanográfico Español en 1914 y la del Consejo Oceanográfico Latinoamericano diez años después.

El libro también contempla el amargo trago de la detención en Mallorca en 1936. "Supe, y me convencí de ello, que me mantenían en rehenes, que era yo el primero para un canje ventajoso". El interés de países europeos y el canje por familiares de Primo de Rivera le salvaron la vida.

Para Odón de Buen y del Cos el exilio fue un laberinto de tinieblas, agravado además por el avance del nazismo. "¿Quién podía ya dudar de las intenciones de Hitler?". Y se encaminó al éxodo histórico: "lo he presenciado, lo he vivido, lo sufrí, desgarró mi alma". ANTÓN CASTRO


El testamento de 1943

"Que mis restos reposen, si es posible, al lado de los de vuestra santa madre. Murió fuera de toda religión positiva y se enterró civilmente. Nuestra religión se cifraba en una gran rectitud de conciencia, en el culto del bien, de la familia, de la ciencia, de la libertad, de la justicia y del trabajo. Hicimos todo el bien que nos fue posible; no hicimos a sabiendas mal a nadie".

Y Odón de Buen deja casi para el final un resquicio abierto a la esperanza, por si alguna vez en España cambiaban las cosas tras el golpe de Estado y la dictadura del general Franco; les dice a los hijos que han sobrevivido a la catástrofe nacional: "Si se recupera algo de lo que nos han arrebatado brutalmente, repartíroslo como buenos hermanos".

El "mobbing" como riesgo laboral en la enseñanza. Iñaki Piñuel y Zabala


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Riesgos psicosociales en el trabajo.
El "mobbing" como riesgo laboral en la enseñanza. Iñaki Piñuel y Zabala. Psicólogo y Profesor en la Universidad de Alcalá
El mobbing o acoso psicológico en el trabajo causa enormes sufrimientos a las personas que lo padecen y merma la competitividad potencial de las organizaciones en las que se produce. El 12 % de los trabajadores en activo se muestra totalmente de acuerdo con la afirmación de que "en el lugar de trabajo el acoso laboral generalizado reduce mucho la eficacia".
El sector de la enseñanza resulta ser uno de los más especialmente dañados por el acoso con tasas de mobbing significativamente superiores a las de otros sectores.
En el ámbito laboral, definimos el mobbing como el continuado y deliberado maltrato verbal y modal que recibe un trabajador por parte de otro u otros, que se comportan con él cruelmente con el objeto de lograr su aniquilación o destrucción psicológica y a obtener su salida de la organización a través de diferentes procedimientos ilegales, ilícitos, o ajenos a un trato respetuoso o humanitario y que atentan contra la dignidad del trabajador.
El acoso psicológico pretende intimidar, apocar, reducir, aplanar, amedrentar y consumir, emocional e intelectualmente a la víctima, con vistas a eliminarla de la organización o a satisfacer la necesidad insaciable de agredir, controlar, y destruir que suele presentar el hostigador, que aprovecha la ocasión que le brinda la situación organizativa particular (reorganización, reducción de costes, burocratización, cambios vertiginosos, etc...) para canalizar una serie de impulsos y tendencias psicopáticas" (Piñuel 2001. p55).
El concepto de mobbing posee un sustrato ético que se refiere a la falta de consideración de la dignidad del trabajador como un elemento relevante o sustancial de la relación laboral.
Las estrategias utilizadas para someter a la víctima a acoso psicológico o Mobbing son muy variadas, y la mayor parte de las veces se combinan unas con otras a modo de «tratamiento integral». Entre ellas se cuentan las siguientes:
  • Gritar, chillar, avasallar o insultar a la víctima cuando está sola o en presencia de otras personas.
  • Asignarle objetivos o proyectos con plazos que se saben inalcanzables o imposibles de cumplir, y tareas que son manifiestamente inacabables en ese tiempo.
  • Quitarle áreas de responsabilidad clave, ofreciéndole a cambio tareas rutinarias, sin interés o incluso ningún trabajo que realizar («hasta que se aburra y se vaya»).
  • Ignorarle o excluirle, hablando sólo a una tercera persona presente, simulando su no existencia (ninguneándolo) o su no presencia física en la oficina o en las reuniones a las que asiste («cómo si fuera invisible»).
  • Retener información crucial para su trabajo o manipularla para inducirle a error en su desempeño laboral, y acusarle después de negligencia o faltas profesionales.
  • Extender por la empresa rumores maliciosos o calumniosos que menoscaban su reputación, su imagen o su profesionalidad. Infravalorar o no valorar en absoluto el esfuerzo realizado, mediante la negativa a reconocer que un trabajo está bien hecho o la renuencia a evaluar periódicamente su trabajo.
  • Ignorar los éxitos profesionales o atribuirlos maliciosamente a otras personas o a elementos ajenos a él, como la casualidad, la suerte, la situación del mercado, etc.
  • Criticar continuamente su trabajo, sus ideas, sus propuestas, sus soluciones, etc., caricaturizándolas o parodiándolas.
  • Castigar duramente cualquier toma de decisión o iniciativa personal en el desempeño del trabajo como una grave falta al deber de obediencia debida a la jerarquía.
  • Ridiculizar su trabajo, sus ideas o los resultados obtenidos ante los demás trabajadores.
  • Animar a otros compañeros a participar en cualquiera de las acciones anteriores mediante la persuasión, la coacción o el abuso de autoridad.
  • Invadir la privacidad del acosado interviniendo su correo, su teléfono, revisando sus documentos, armarios, cajones, etc., sustrayendo maliciosamente elementos clave para su trabajo.
Uno de cada tres trabajadores en activo confiesa haber sido víctima de maltratos psicológicos (maltrato verbal o modal) a lo largo de su experiencia laboral.
Más del 15% de la población activa (2,3 millones de trabajadores en todo el Estado) manifiesta ser objeto de violencia psicológica o mobbing en su trabajo durante los últimos 6 meses con una frecuencia semanal según el informe de la Universidad de Alcalá Cisneros II.
Los estudios Cisneros llevados a cabo en el estado entre los trabajadores víctimas de acoso psicológico revelan una mayor proporción de personas acosadas en algunas profesiones, por este orden decreciente: los funcionarios y el personal laboral de las administraciones públicas, los trabajadores de la enseñanza primaria, media o universitaria, los trabajadores de la salud (enfermeros en especial), los cuidadores de guarderías y escuelas infantiles, el personal de hostelería y turismo, los trabajadores de medios de comunicación, así como los miembros de organizaciones sin ánimo de lucro o de instituciones y organizaciones caritativas o religiosas.
La mayoría de expertos internacionales en mobbing coinciden en señalar que el este problema afecta frecuentemente a los trabajadores brillantes, a aquellos mejor valorados, a los más creativos, a los más cumplidores; en definitiva a los mejores de entre los recursos humanos de la organización.
También suele afectar a aquellos que se han negado a participar en acciones ilícitas o antiéticas que puedan perjudicar a la organización o a los clientes. El resistirse a participar en "fraudes" suele desencadenar en muchas ocasiones el mobbing contra ellos. Algunos trabajadores afectados pueden presentar un exceso de ingenuidad o "buena fe" que les impide hacer frente desde el principio a quienes les intentan perjudicar. En ocasiones también se seleccionan como víctimas a aquellas personas que presentan una mayor vulnerabilidad.
A pesar de que tanto hombres como mujeres son víctimas de mobbing en general el acoso psicológico afecta más a las mujeres (54%) que a los hombres (46%). Ello tiene que ver con situaciones de mayor dependencia o discriminación que sitúa a las mujeres trabajadoras en una mayor vulnerabilidad. También suele ser frecuente que cuando la víctima de mobbing es una mujer encontremos muy frecuentemente a otra mujer en el gang de acosadores.
También es cierto que los hombres afectados son más reacios a admitirse víctimas de mobbing o a solicitar ayuda terapéutica.
El mobbing no es una "nueva enfermedad" sino un riesgo laboral psicosocial que puede generar enfermedades ya conocidas. Entre las más frecuentes figuran trastornos de ansiedad, depresión, ataques de pánico, síndromes de estrés postraumático, somatizaciones y riesgo de suicidio.
La víctima de estas agresiones repetitivas que constituyen el proceso de acoso o mobbing va perdiendo gradualmente la fe y la confianza en sí misma, como consecuencia de lo cual se ven afectados diferentes aspectos de su vida.
Se adentra en la espiral de un tipo de estrés creciente que va minándola físicamente y que termina haciéndose crónico e inespecífico, dando lugar a multitud de afecciones o enfermedades somáticas crónicas, que suelen conducirla a bajas laborales.
Asimismo, se producen alteraciones emocionales y de la personalidad que afectan a su esfera de relaciones sociales y familiares, generando principalmente problemas de relación social y de pareja.
Todo ello afecta también a la calidad de su trabajo y a su eficacia, proporcionándose de este modo nuevos argumentos al acosador para seguir justificando su agresión a la víctima e incrementando perversamente la percepción pública de que se trata de un castigo merecido por parte de ésta.
Los problemas de salud tienen origen en la situación de estrés crónico, ansiedad y angustia. Esto explica que el organismo se vaya deteriorando y que vayan apareciendo enfermedades que obligan a la baja laboral del acosado o que le pueden llevar incluso a requerir hospitalización.
La ansiedad de la víctima, unida a los ataques recibidos y al deterioro de su salud, suele ocasionarle ideas obsesivas o recurrentes en torno a dicha salud, especialmente de tipo hipocondríaco. A partir de ese momento, el hostigador dispondrá de nuevas razones en contra del acosado, como el absentismo, la mala salud, la baja productividad, la personalidad hipocondríaca u obsesiva, etc.
El miedo de la víctima a perder su puesto de trabajo por despido o a tener que abandonarlo por problemas de salud o por baja laboral continuada no hace sino incrementar su ansiedad y realimentar el cuadro de estrés pos-traumático y sus reacciones somáticas.
Daños del acoso psicológico
Aproximadamente la mitad de las personas acosadas psicológicamente manifiestan secuelas psicológicas y o físicas que les ha producido el acoso. El barómetro Cisneros II de la Universidad de Alcalá sobre «Violencia en el entorno laboral» de febrero de 20021, señala que un 7% de la población activa encuestada declara padecer algún tipo de problema psicológico producido por el acoso psicológico laboral. De este modo más del 52% de las personas que manifiestan padecer uno o más de los comportamientos descritos como mobbing de manera habitual o frecuente, señalan que padecen problemas de salud derivados del acoso psicológico que padecen. El daño psicológico inferido a la víctima es considerable. El mobbing debe ser considerado como un daño generado en el ámbito laboral que puede producir a medio plazo numerosas y conocidas patologías.
1 Iñaki Piñuel es autor del primer libro en castellano sobre este problema: "Mobbing: Cómo sobrevivir al acoso psicológico en el trabajo" (Santander. 2001 ed Sal Terrae) y del libro Mobbing. Manual de Autoayuda. (Madrid. 2003 Ed Aguilar). Es director de los estudios Cisneros sobre Violencia psicológica en el trabajo.

El miedo convierte a las personas en alimañas: Dogville de Lars von Trier

Dogville. Algunas consideraciones que me ha sugerido la visión de esta extraordinaria película. He de añadir que sólo pueden comprender la esencia del dolor sufrido por ser acosado, perseguido, torturado y objeto de una "caza de brujas" aquellos que lo han experimentado en sus propias carnes.

1. Las personas cuando sienten MIEDO se convierten en seres impíos y
crueles capaces de DESTRUIR Y HUMILLAR a aquellos que creen origen de su ansiedad, y necesitan MATAR A UN CHIVO EXPIATORIO con la excusa de salvaguardar la moral (mantener el statu quo o valores establecidos, cimientos de la sociedad: la religión dominante, la familia patriarcal, los prejuicios ancestrales). Es muy fácil que un grupo de ciudadanos respetables bienpensantes, "como Dios manda", de la comunidad se transformen en una jauría humana con ansia por pisotear y eliminar al cabeza de turco que las circunstancias hayan puesto en su camino, motivados por el MIEDO (a lo diferente, a lo nuevo, al extranjero), la MOJIGATERÍA RELIGIOSA, la IGNORANCIA (todos opinan y pontifican sobre lo que ignoran) y la mera MEZQUINDAD (la maldad y la envidia cunden, y el deseo de venganza).
2. No merece la pena estar siempre cabreado para 2 días que vivimos.
3. ¿Piensas que yo soy una persona fuerte y dura? -Idiota, todos somos sensibles.
4. Los trepas, que
pisotean a otros para ascender y alcanzar el estatus que anhelan, son auténticos psicópatas carentes de inteligencia emocional e ignoran "el factor humano". Podrían escribir el libro: "Cómo crear conflictos entre las personas y dejarlos siempre sin resolver"
5. Cuando uno SUFRE se encierra en si mismo, se vuelve hipersensible y vulnerable e interpreta (erróneamente) cualquier acción como una AGRESIÓN y no puede ser generoso.
6. En la conducta de las personas maduras, a veces, se producen REGRESIONES. Un recuerdo de algo que pasó hace mucho tiempo puede traer consigo el recuerdo vívido del SUFRIMIENTO que supuso, con el círculo vicioso de sentimientos negativos añadidos: Estoy mal - Nadie puede ayudarme - ¿Por qué a mí? - No tenían que haberme hecho esto, no lo merezco...

viernes, agosto 29, 2008

Más de 50 centros darán clases de apoyo para evitar el abandono escolar en la ESO en Aragón. Diversificación en Primer Ciclo de ESO: PAB

Más de 50 centros darán clases de apoyo para evitar el abandono escolar en la ESO. En los primeros cursos de Secundaria, los profesores adaptarán la metodología y las materias a los alumnos con dificultades de aprendizaje que están en riesgo de no graduarse. P. CIRIA. Zaragoza El departamento de Educación extenderá a 53 centros -15 más que el curso pasado- un programa de enseñanza destinado a los alumnos de Secundaria Obligatoria (ESO) que presentan dificultades de aprendizaje y que sin una adaptación de la metodología y los contenidos no podrían superar el ciclo. A estos estudiantes se les dará las asignaturas agrupadas y se potenciará un aprendizaje más interdisciplinar. Por ejemplo, se englobarán en un área las Ciencias Naturales y las Matemáticas y en otra Lengua, Ciencias Sociales e idiomas. Cada grupo lo impartirá un único profesor que relacionará las distintas materias en una misma clase. Este programa se hará entre los alumnos de primero y segundo de ESO y se cofinancia con dinero del Ministerio de Educación. El objetivo es el mismo que tenía lo que antes se denominaba diversificación curricular: que los alumnos promocionen y no abandonen la Secundaria. La diferencia es que ese proyecto se implantaba en tercer o cuarto curso, mientras que el nuevo -denominado Programa de Aprendizaje Básico (PAB)- comienza en primero o segundo de ESO. "De este modo se pueden detectar antes los problemas que tengan los jóvenes y no esperar a los últimos cursos o a que el alumno comunique que deja de estudiar sin graduarse", comentó la directora general de Política Educativa, Carmen Martínez Urtasun. Esta recordó que en algunos casos, incluso se trabaja con colegios de Primaria para que los profesionales de esos centros les digan qué alumnos sería recomendable que participasen en el PAB. No obstante, esta decisión siempre se toma después de consultar al equipo de orientadores y educadores y necesita el beneplácito de los padres.
Lucha contra el fracaso escolar
Para conseguir que los estudiantes progresen, los profesores juntan a los que están dentro de este plan de atención a la diversidad en grupos de 10 o 15 y les dan clases a todos y también imparten otras individualizadas. Con este sistema se consigue que el alumno mejore y se ponga al nivel del resto de jóvenes de su curso. De hecho, el 80% de los que pasan por el programa de aprendizaje básico promocionan, es decir pasan de primero a segundo de ESO y se incorporan a las lecciones con el resto de sus compañeros. "Somos la única comunidad que tiene esta medida de apoyo y está incluida en el currículo educativo aragonés. Estamos haciendo un gran esfuerzo por ayudar a los alumnos a mejorar los resultados académicos", dijo Martínez Urtasun. El fracaso escolar y el abandono prematuro de los estudios son dos de los caballos de batalla de todas las Administraciones educativas del país. Ninguna comunidad se libra de tener preocupantes porcentajes de repetidores en sus aulas, aunque las cifras varían según el nivel educativo. En Primaria, Aragón tiene uno de los datos más altos de alumnos que no superan el curso. En concreto, un 7,4% de los que estudian sexto de Primaria repite, frente al 5,9% de media nacional. Por encima de nuestra comunidad se sitúan tan solo Canarias, Baleares, Murcia y Castilla León. En cambio, en Educación Secundaria Obligatoria, la situación se invierte y Aragón registra uno de los porcentajes más bajos (un 9,7% de los que cursan cuarto de la ESO repite) solo mejorado por País Vasco (9,4%), Navarra (9,5%) y Galicia (9,5%) e inferior a la media del país, que supone un 12%. Estos son los principales datos de un informe sobre la Educación elaborado por la Fundación Jaume Bofill (dedicada al estudio para la mejora de la educación), que alerta de que los indicadores sitúan a España como el tercer país europeo con más abandonos de los estudios.
Tasa de fracaso

Además, la tasa de abandono escolar prematuro en Aragón -según los datos del informe de la Fundación- se sitúa en el 24,1%, una cifra casi idéntica a la que había hace diez años. La media nacional está en 30,8%. Es decir, tres de cada diez personas de entre 18 y 24 años han abandonado el sistema educativo sin haber terminado los estudios de Secundaria postobligatorios.

martes, agosto 26, 2008

El terrorismo no es nada nuevo. TONY JUDT

El terrorismo no es nada nuevo. TONY JUDT. DOMINGO - 20-07-2008
Estamos predispuestos a mirar atrás al siglo XX como una era de extremos políticos, errores trágicos y opciones perversas; una era de engaño de la que, por suerte, hemos salido. Pero ¿no estaremos nosotros
igual de engañados? En nuestro nuevo culto del sector privado y del mercado, ¿no habremos invertido simplemente la fe de una generación anterior en la "propiedad pública" y "el Estado" o "la planificación"? Después de todo, nada es más ideológico que la proposición de que todos los asuntos y políticas, públicos y privados, deben inclinarse ante la globalización económica, sus leyes inevitables y sus insaciables demandas. Este culto a la necesidad económica y sus leyes de hierro también fue una premisa central del marxismo. En la transición del siglo XX al XXI, ¿no hemos abandonado un sistema de creencias del siglo XIX para sustituirlo por otro?
Parece que no estamos menos confusos en las lecciones morales que pretendemos haber extraído del siglo pasado. Desde hace mucho tiempo, a la sociedad secular moderna le resulta incómoda la idea del "mal". A los liberales les desagrada su intransigente absolutismo ético y sus resonancias religiosas. Las grandes religiones políticas del siglo XX preferían explicaciones instrumentales, más racionalistas, de lo bueno y lo malo, lo correcto
y lo equivocado. Pero tras la Segunda Guerra Mundial, el exterminio nazi de los judíos y la creciente conciencia internacional de la magnitud de los crímenes comunistas, el "mal" se volvió a deslizar en el discurso moral e incluso político. Hannah Arendt fue quizá la primera en reconocer esto, cuando en 1945 escribió que "el problema del mal será la cuestión fundamental de la vida intelectual de la posguerra en Europa"; pero fue Leszek Kolakowski, un tipo muy distinto de filósofo, que trabajaba en una tradición reconocidamente religiosa, quien lo expresó mejor: "El Demonio forma parte de nuestra experiencia. Nuestra generación le ha visto lo suficiente como para tomarse el mensaje muy en serio. Sostengo que el mal no es contingente, no es la ausencia, o la deformación, o la subversión de la virtud (o de lo que consideremos su opuesto), sino un hecho obstinado e irredimible".
Pero ahora que el concepto del "ma
l" ha vuelto a entrar en el uso discursivo, no sabemos qué hacer con él. En el uso occidental hoy la palabra se emplea principalmente para denotar el mal "único" de Hitler y los nazis. Pero aquí somos confusos. El genocidio de los judíos -el Holocausto- a veces se presenta como un crimen singular, la encarnación de un mal que no tiene parangón ni antes ni después, un ejemplo y una advertencia: "Nunca más". Pero otras veces estamos demasiado dispuestos a invocar ese mismo mal con fines comparativos, hallando intenciones genocidas, "ejes del mal" y "más Hitler" por todas partes, de Irak a Corea del Norte, y advirtiendo de la inminente repetición de lo único e irrepetible cada vez que alguien hace una pintada antisemita en el muro de una sinagoga o expresa nostalgia por Stalin. En todo esto hemos perdido de vista qué tenían de especial las ideologías radicales del siglo XX que resultaron tan seductoras y diabólicas. Hace sesenta años Arendt temía que no supiéramos hablar del mal y que por tanto nunca comprendiéramos su significado. Hoy hablamos de él todo el tiempo -con el mismo resultado.
Nuestra obsesión contemporánea con el "terror", el "terrorismo" y los "terrorismos" adolece de una confusión muy similar. Por decir lo que debería ser obvio: el terrorismo no es nada nuevo y es difícil saber qué pensar de un historiador que afirme que es "un fenómeno de la Posguerra Fría".
Incluso si excluimos los asesinatos o intentos de asesinato de presidentes y reyes y nos limitamos a aquellos que matan a civiles desarmados por un objetivo político, los terroristas han estado con nosotros durante bastante más de cien año
s. Ha habido terroristas rusos, terroristas indios, terroristas árabes, terroristas vascos, terroristas malayos y docenas más. Ha habido y sigue habiendo terroristas cristianos, terroristas judíos y terroristas musulmanes. Hubo terroristas yugoslavos (partisanos) que ajustaron cuentas en la Segunda Guerra Mundial; terroristas sionistas que volaron mercados árabes en Palestina antes de 1948; terroristas irlandeses financiados por Estados Unidos en el Londres de Margaret Thatcher; terroristas muyahidin armados por Estados Unidos en Afganistán en la década de 1980, etcétera.
Nadie que haya vivido en España, Italia, Alemania, Turquía, Japón, el Reino Unido o Francia, por no mencionar los países más habitu
almente violentos, puede haber dejado de percibir la omnipresencia de los terroristas -con pistolas, cuchillos, bombas, productos químicos, coches, trenes, aviones, etcétera- a lo largo del siglo XX hasta el año 2000 y después. La única -única- cosa que ha cambiado es el ataque de terrorismo homicida dentro de Estados Unidos el 11 de septiembre de 2001. Pero ni siquiera eso carece completamente de precedentes: los medios son nuevos y la matanza es horripilante, pero el terrorismo en suelo estadounidense no era desconocido en los primeros años del siglo XX. Pero, mientras que a base de invocar y abusar de la idea del "mal" hemos trivializado imprudentemente el concepto, con el terrorismo hemos cometido el error opuesto. Hemos elevado el asesinato de motivación política, de naturaleza mundana, a categoría moral, a abstracción ideológica y enemigo global. No nos debería sorprender descubrir que esto ha ocurrido de nuevo por invocar analogías mal informadas con el siglo XX. "Nosotros" no estamos meramente en guerra con los terroristas, sino empeñados en una lucha de civilizaciones en todo el mundo -"una empresa global de duración incierta", según la Estrategia de Seguridad Nacional de 2002 de la Administración de Bush- con el islamofascismo.
Aquí hay una confusión doble. Es evidente que la primera consiste en simplificar los motivos de los movimientos antifascistas de la década de 1930, al mismo tiempo que agrupamos juntos los fascismos de la Europa de comienzos del siglo XX, en absoluto homogéneos, y los muy diferentes agravios, reivindicaciones y estrategias de los (igualmente variados) movimientos e insurgencias musulmanes de nuestro tiempo. Conocer la historia reciente podría ayudarnos a corregir esos errores. Pero la equivocación más grave consiste en tomar la forma por el contenido: definir a los distintos terroristas y terrorismos, con sus diferentes y con frecuencia contradictorios objetivos, solamente por sus actos. Sería como si metiéramos en el mismo saco a las Brigadas Rojas, la banda de Baader-Meinhof, el IRA Provisional, ETA, los Separatistas del Jura suizos y el Frente Nacional para la Liberación de Córcega, llamáramos a la amalgama resultante "extremismo europeo"... y después declarásemos la guerra al fenómeno de la violencia política en Europa.
El peligro de abstraer al "terrorismo" de sus distintos contextos, colocarlo en un pedestal como la mayor amenaza a la civilización, la democracia o "nuestra forma de vida" occidental, y declararle una guerra indefinida es que así ignoramos los muchos otros desafíos de nuestro tiempo. A este respecto, las ilusiones y los errores de los años de la Guerra Fría también podrían enseñarnos algo sobre la visión en túnel ideológica. [Como dice] Hannah Arendt: "El mayor peligro de considerar el totalitarismo como la maldición del siglo sería obsesionarnos con él hasta el punto de ser ciegos a los numerosos males menores y no tan menores con los que está empedrado el camino al infierno".
Pero de todas nuestras ilusiones contemporáneas, la más peligrosa es aquella sobre la que se sustentan todas las demás: la idea de que vivimos en una época sin precedentes, que lo que está ocurriéndonos ahora es nuevo e irreversible y que el pasado no tiene nada que enseñarnos, excepto para saquearlo en busca de útiles precedentes. (...)
Incluso en Europa hay una generación más joven de ciudadanos y políticos cada vez más olvidadiza de la historia: es irónico, pero esto es especialmente cierto en los antiguos países comunistas de Europa central, en los que "construir el capitalismo" y "enriquecerse" son los nuevos objetivos colectivos, mientras que la democracia se da por supuesta e incluso se considera un impedimento entre algunos sectores.
No obstante, también el "capitalismo" tiene su historia. La última vez que el mundo capitalista pasó por un periodo de expansión sin precedentes y gran creación de riqueza privada, durante la "globalización" avant le mot de la economía mundial en las décadas que precedieron a la I Guerra Mundial, en Gran Bretaña -al igual que en Estados Unidos y en la Europa occidental hoy- se pensaba que se estaba en el umbral de una era sin precedentes de paz y prosperidad indefinidas. Quien busque un testimonio de esta confianza -y de qué fue de ella- puede leer los magistrales primeros párrafos de Las consecuencias económicas de la paz, de John Maynard Keynes: un compendio de las soberbias ilusiones de un mundo al borde de la catástrofe, escrito poco después de la guerra que pondría fin a todas esas fantasías de armonía por los cincuenta años siguientes.
También fue Keynes quien previó el "anhelo de seguridad" que los europeos sentirían después de tres décadas de guerra y colapso económico, y contribuyó a que se satisficiera. Gracias, en buena medida, a los servicios preventivos y redes de seguridad que se incorporaron a sus sistemas de gobierno de la posguerra, los ciudadanos de los países avanzados perdieron la atenazante sensación de inseguridad y el temor que había dominado la vida política entre 1914 y 1945.
Hasta ahora. Pues hay razones para creer que esto puede estar a punto de cambiar. El miedo está resurgiendo como un ingrediente activo de la vida política en las democracias occidentales. El miedo al terrorismo, por supuesto, pero también, y quizá de forma más insidiosa, el miedo a la incontrolable velocidad del cambio, a perder el empleo, a quedar atrás en una distribución de recursos cada vez más desigual, a perder el control de las circunstancias y rutinas de la vida diaria. Y, quizá sobre todo, miedo no sólo a que ya no podamos definir nuestras vidas, sino también a que quienes tienen la autoridad hayan perdido el control en favor de fuerzas que están más allá de su alcance.
Pocos Gobiernos democráticos pueden resistir la tentación de sacar provecho político de esta sensación. Algunos ya lo han hecho, por lo que no debería sorprender asistir a una revitalización de grupos de presión, partidos políticos y programas basados en el miedo: miedo a los extranjeros, miedo al cambio, miedo a las fronteras abiertas y a las comunicaciones libres, miedo a la expresión de opiniones incómodas. En los últimos años, estas personas y estos partidos han progresado en una serie de países impecablemente democráticos -Bélgica, Suiza e Israel, así como en repúblicas más vulnerables como Rusia, Polonia y Venezuela- y el desafío que presentan ha tentado a los principales partidos en Estados Unidos, Dinamarca, Holanda, Francia y el Reino Unido a adoptar una línea más dura con los visitantes, los "extraños", los inmigrantes ilegales y las minorías culturales o religiosas. En el futuro podemos esperar más desarrollos en esta línea probablemente dirigidos a restringir el flujo de bienes e ideas, así como de personas, "que representen una amenaza". La política de la inseguridad es contagiosa.
Haríamos bien en examinar más atentamente la forma en que nuestros predecesores del siglo XX respondieron a lo que, en muchos aspectos, eran dilemas comparables. Podemos descubrir, como ellos, que la provisión colectiva de servicios sociales y cierta restricción en la desigualdad de la renta y la riqueza son variables económicas importantes en sí mismas, y aportan la cohesión pública y la confianza política necesarias para una prosperidad estable, y que sólo el Estado tiene recursos y autoridad para suscribir activamente esos servicios, provisiones y limitaciones en nuestro nombre colectivo.
Podemos descubrir que una democracia saludable, lejos de estar amenazada por el Estado regulador, en realidad depende de él: que en un mundo cada vez más polarizado entre individuos aislados e inseguros y fuerzas globales no reguladas, la autoridad legítima del Estado democrático puede ser la mejor institución intermedia concebible. Después de todo, ¿cuál es la alternativa? Nuestro culto contemporáneo a la libertad económica, combinado con una aguda sensación de temor e inseguridad, podría conducir a una provisión social reducida y una regulación económica mínima, pero acompañadas de la vigilancia gubernamental de la comunicación, el movimiento y la opinión. Capitalismo "chino" estilo occidental, por llamarlo de alguna manera.
Entonces, ¿cuáles son los límites del Estado democrático?, ¿cuál es el equilibrio adecuado entre la iniciativa privada y el interés público, entre la libertad y la igualdad?, ¿cuáles son los objetivos realistas de política social y qué constituye interferencia y exceso de intervención?, ¿dónde debemos situar exactamente el inevitable compromiso entre maximizar la riqueza privada y minimizar la fricción social?, ¿cuáles son los límites apropiados de las comunidades políticas y religiosas, y cuál sería la mejor manera de minimizar las fricciones entre ellas?, ¿cómo deberíamos controlar los conflictos (tanto en el interior de los Estados como entre ellos) que no puedan evitarse? Y así sucesivamente.
Éstos son los desafíos del presente siglo. También fueron los desafíos que afrontó el siglo pasado, y por eso al menos a algunos nos resultan un poco familiares. Son un recordatorio de que las recetas simples de los actuales ideólogos de la "libertad" no nos van a servir de ayuda en un mundo complejo más que las de sus predecesores al otro lado del abismo ideológico del siglo XX; un recordatorio, también, de que la izquierda de ayer y la derecha de hoy comparten entre muchas otras cosas una propensión en exceso confiada a negar la relevancia de la experiencia pasada para los problemas presentes. Creemos que hemos aprendido lo suficiente del pasado para saber que muchas de las viejas respuestas no funcionan, y puede que sea cierto. Pero lo que el pasado puede ayudarnos a comprender es la perenne complejidad de las cuestiones.

Luis Francisco Ladaria Ferrer, jesuita: El guardián de la fe

IGLESIA. El guardián de la fe. JUAN G. BEDOYA. DOMINGO - 20-07-2008
Luis Francisco Ladaria Ferrer, jesuita, será en pocos días el español de mayor rango en la curia (gobierno) del Vaticano, tras la jubilación de los cardenales Martínez Somalo y Julián Herranz.
No lo aparenta. Responde él mismo al teléfono, desde su despacho en la Universidad Gregoriana de Roma, y ríe con jovialidad, sobre todo cuando encuentra la manera de salir airoso de las preguntas complicadas. No quiere entrevistas —tiene ya unas 400 peticiones sin haber tomado posesión—, pero contesta con generosidad. De pronto, protesta. “Oiga, que quedamos en que no había entrevista”, se interrumpe a sí mismo.
Ríe, siempre ríe, como si ésa fuese la mejor manera de quitar hierro a su nuevo cargo, como número dos de la Congregación para la Doctrina de la Fe. ¿Cómo le suenan las palabras Inquisición, Santo Oficio, incluso hereje? Contesta serio, entre risas: “Usted me habla de situaciones y elementos del pasado. Nuestro trabajo consiste en promover la recta fe de la Iglesia. El Santo Oficio o la Inquisición no representan la realidad actual. Cuando me preguntan sobre el dogma, respondo que la misericordia de Dios, como recuerda Dante, tiene los brazos muy grandes. He aquí la clave: bondad y misericordia”.
Luis Ladaria (Manacor, Mallorca, 1944) es la contraimagen del inquisidor Torquemada, seco y duro como los campos de Castilla en agosto, el famoso martillo de herejes con los Reyes Católicos. “Ladaria no va a decir una palabra de más ni va a hacer daño a nadie. Es impensable. Tiene todas las cualidades y conocimientos para el cargo que le ha dado el Papa, pero no veo cómo imaginarlo un inquisidor. Es prudente, abierto, inteligente, serio y muy poco amante de las dignidades eclesiásticas. Estoy seguro de que se ha resistido mucho, antes de aceptar el nuevo cargo”. Lo dice Javier Monserrat, compañero de estudios del nuevo alto cargo vaticano. “Es quien mejor le conoce, estudiaron juntos también en el extranjero”, afirma Bernardino Seguí, consiliario de la Asociación de Antiguos Alumnos de Montesión, el colegio de Palma en el que estudió Ladaria.
“Te van a hacer cardenal”, venían diciéndole a Luis Ladaria sus amigos. Lo oía una y otra vez, desde hace meses. “No se me pasa por la cabeza ni la posibilidad”, pensaba. Aún lo mantiene, con firmeza. Pero va a llegar. Este próximo día 26 será consagrado arzobispo en la imponente basílica de San Pedro. Es el peldaño previo al capelo cardenalicio. Javier Monserrat, también jesuita y profesor de psicología básica en la Autónoma de Madrid, no se perderá la ceremonia. Se conocen desde chicos, cuando Ladaria llegó desde Manacor para estudiar en el colegio Montesión. “Era un alumno muy destacado, lo que podríamos llamar el primero de la clase, de los que de 25 asignaturas sacaba matrículas de honor en 23”.
La Compañía de Jesús, siempre a la caza de las mejores inteligencias para el ejército de Dios, se fijó pronto en las posibilidades del alumno Ladaria. Tuvieron que esperar algunos años. Ladaria quiso hacerse jesuita desde el colegio, pero su padre, un médico muy conocido en Manacor, le convenció para que estudiara antes una carrera civil. Así que se vino a Madrid y se hizo abogado.
Después ingresó en el noviciado de los jesuitas en Aranjuez, más los estudios de filosofía y teología en la Pontificia de Comillas. El siguiente paso fue la ampliación de estudios en el extranjero, primero en Alemania y finalmente en la imponente Pontificia Gregoriana de Roma. “Estuvimos juntos los cuatro años de Francfort, estudiando teología. Luis se preparó a fondo en lenguas clásicas [griego, latín, hebreo] y se especializó en los estudios históricos y de los santos padres”, recuerda Javier Monserrat.
Ladaria apenas ha cambiado físicamente, según sus amigos. Alto, muy delgado, casi frágil, de poco comer. Y muy trabajador, siempre en los estudios. “Lo recuerdo muy jovencito y como un profesor que se preparaba muy bien las clases”, dice la teóloga Margarita Pintos de Cea-Naharro, que fue su alumna en la Pontificia de Comillas en 1971. Ahora preside la Asociación para el Diálogo Interrreligioso de la Comunidad de Madrid. “Lo recuerdo como muy del Concilio Vaticano II, muy abierto, con una antropología teológica muy actual, en la que el hombre es el centro”, añade Pintos.
Sobre la competencia teológica de Ladaria, plasmada en una veintena de libros, hay una asombrosa unanimidad. Pese a todo, algunos teólogos españoles, impulsados por obispos más papistas que el Papa, pensaron hace años que Ladaria rozaba la herejía en algunas cuestiones doctrinales de enjundia. “Creemos que la explicación del profesor Ladaria no logra estar conforme, aunque lo intente, con la doctrina de la Iglesia”, escribió en 1995 el teólogo José María Iraburu a propósito del libro de Ladaria Teología del pecado original y de la gracia.
Según los cazadores de herejes en España, el pecado original es “transmitido a todos por propagación, y no por imitación”. “Ésta es doctrina tenida como de fe. Por el contrario, el profesor Ladaria, jesuita, estima que no debemos afirmar que la generación sea formalmente la causa de la transmisión del pecado original. La transmisión de este pecado de origen él la entiende no en clave ontológica, sino histórica”.
Aquellas críticas han sido citadas estos días en numerosos foros. Ladaria no se da por aludido. Tampoco se creyó vigilado. “Nadie me ha mirado nunca con el ojo izquierdo, como usted me dice”. Ríe con ganas. “Fue un episodio que pasó. A mí nadie me dijo nada, ni aquí ni en España, desde el punto de vista oficial. Hubo un poco de revuelo, pero nunca me sentí mirado”.
Las tesis de Ladaria sobre el pecado original corregían, efectivamente, la teoría clásica del gran san Agustín, muy dado al tremendismo. Pero se han impuesto finalmente en Roma, plasmadas en la reciente corrección de la idea del limbo como el lugar al que iban a parar quienes morían sin uso de razón y sin haber sido bautizados; es decir, un lugar sin tormento ni gloria, pero para toda la eternidad. Los amigos de Ladaria creen que su competencia teológica también en esta materia es la razón por la que el papa Ratzinger lo quiere a su lado como policía de la recta doctrina.
“Que usted haya sido señalado como hereje, aunque sea por teólogos aislados, demuestra que el papel de vigilante de la recta doctrina exige mucho tacto. ¿No le abruma su nuevo cargo?” “Claro, tengo un poco de temor, todos los cargos son una gran responsabilidad. Me siento abrumado. Es un cargo que cambiará mi vida. Pero confiemos en Dios”, dice.
Entre los teólogos contemporáneos admirados por Luis Ladaria —cita a Yves Congar, Henri de Lubac, Karl Rahner y Hans Urs von Balthasar, nada menos—, algunos fueron molestados de mala manera por el Santo Oficio. “Siempre hay sus cosas. Pero no fueron graves”, responde. En sus memorias, Congar se lamenta amargamente. “Sí, sí. En sus cartas hay un poso de amargura, pero ahí quedan sus grandes obras”, reitera.
La confianza de Norberto Alcover, también jesuita y mallorquín, en la competencia y moderación de Ladaria es absoluta. “Pasarán por sus manos las grandes cuestiones teológicas en unos momentos en que tales cuestiones arden por estar la teología católica inmersa en una relación cada vez más intensa con la pluralidad cultural y religiosa de nuestra sociedad mundial. Sí, el suyo es un cargo con tremenda carga. Nos honrará a todos los mallorquines. No tengo la menor duda de que alcanzará la púrpura cardenalicia tras haber servido a la Santa Iglesia en espíritu y verdad”, dice Alcover.

* El Papa impone un delegado pontificio a los paulinos. Juan Pablo II toma medidas aún más duras que las aplicadas a los jesuitas

lunes, agosto 25, 2008

Conexión Pekín TVE retransmisión de los Juegos Olímpicos 2008 El periodismo narcisista

Por fin ha terminado el "Festival del Humor". Ernest Riveras y Lourdes García Campos han puesto el broche de oro a una serie de programas en los que han destacado estos dos "cracks" del periodismo, secundados por el resto de compañeros, y también debe mencionarse especialmente al que entrevistaba a los atletas a pie de pista antes de recobrar el resuello (que los destrozaba moralmente con una superioridad y agresividad casi patológicas)...
Cito lo que según mis modestos conocimientos de periodismo básico han sido "errores de bulto"

1. No hay nada peor que creerse gracioso. Constantes bromitas para amenizar un programa INFORMATIVO, que debe mostrar los datos claramente, sin distraer. Si quiero ver humor prefiero a Mr. Bean. Como dice Ángel Martín en "Sé lo que hicisteis..." "No hagas nada que no haría Matías Prats"
2. Constante autocomplacencia y protagonismo. Como Magic Andreu, Ernest Riveras se coloca una medalla detrás de otra sin parar. Este chico "no tiene abuela". Se nota que Ernest comenzó con Alfonso Arús, pero ni le llega a la suela del zapato como comunicador ni como humorista, ni está en un programa de humor. Si se ha quedado en periodista deportivo, pues "mala suerte", pero hazlo lo mejor posible, intenta ser profesional. Y, venga a contar historietas y graciosidades sobre ellos mismos y sobre sus compañeros periodistas: que NUNCA DEBEN SER PROTAGONISTAS DE LA NOTICIA. ¡Que si han hecho una porra. Los chicos que les gustan a las compañeras. El técnico que paró un partido de tenis por un reflejo del sol a los ojos de la tenista china...! Venga a citar a todos los compañeros que hacen unos video clips tan virgueros con "canciones molonas" e imágenes sincopadas que no te dejan ver nada y primeros planos en cámara lenta que NO aportan información significativa y no son más que un alarde preciosista. (Estos aprendieron de Valerio Lazarov la técnica del zoom.)
3. Énfasis constante en la victoria, en el logro de medallas. Todo el rato renegando a los atletas, pidiendo explicaciones por haber sido "defraudados" por ellos (y es que así no había forma de ganar la porra). Obligando a los dirigentes a disculparse humildemente ante ESPAÑA. Olvidando a todos los "perdedores" e incluso "ridiculizándoles". Sentí vergüenza ajena al escuchar las duras críticas a la gimnasta Lénika de Simone y a tantos otros atletas y deportistas por su bajo rendimiento, por no ganar cuando estaban OBLIGADOS a ello. ¿Quiénes son estos reporteros y locutores para JUZGAR a los deportistas que llevan entrenando duramente TODOS LOS DÍAS DEL AÑO? ¿Qué derecho tienen a EXIGIRLES triunfos con tanto descaro estos chicos de la tele y a REÑIR a los que con enorme esfurezo se mantienen en la élite mundial con no siempre justa compensación económica? Se ve que por salir en la "caja tonta" y hacerse populares se han crecido y se sienten capaces de pontificar sobre lo divino y lo humano. Este culto al triunfo con el tufillo a film made in USA es absolutamente repulsivo, sobre todo en unos periodistas carentes de autocrítica que actúan, o mejor sobreactúan, infantilmente y de forma narcisista. Los que SÓLO tienen que narrar la noticia se autocalifican de maravillosos, y a los auténticos protagonistas, que ya son HÉROES por estar allí, los tratan como piltrafa. ¿Este es el espíritu olímpico? Estos JASP te hacen añorar a Matias Prats padre, modelo de buen periodista y narrador, humilde, sencillo y formal a carta cabal.

Samba Saravah

Samba Saravah

Être heureux c’est plus ou moins ce qu’on cherche.
J’aime rire, chanter et je n’empêche
Pas les gens qui sont bien d’être joyeux.
Pourtant s’il est une samba sans tristesse,
C’est un vin qui ne donne pas l’ivresse.
Un vin qui ne donne pas l’ivresse,
Non ce n’est pas la samba que je veux.

Faire une samba sans tristesse c’est aimer une femme qui ne serait que belle. Ce sont les propres paroles de Vinicius de Moraes, poète diplomate auteur de cette chanson et comme il le dit lui-même, le blanc le plus noir du Brésil. Et moi qui suis peut-être le Français le plus brésilien de France, j’aimerais vous parler de mon amour de la samba, comme un amoureux n’osant pas parler à celle qu’il aime, en parlerait à tous ceux qu’il rencontre.

J’en connais que la chanson incommode,
D’autres pour qui ce n’est rien qu’une mode,
D’autres qui en profitent sans l’aimer.
Moi je l’aime et j’ai parcouru le monde
En cherchant ses racines vagabondes.
Aujourd’hui pour trouver les plus profondes,
C’est la samba-chanson qu’il faut chanter.

João Gilberto, Carlos Lyra, Dorival Caymmi, Antonio Carlos Jobim, Vinicius de Moraes, Baden Powell qui a fait la musique de cette chanson et de tant d’autres, vous avez mon salut. Ce soir je voudrais boire jusqu’à l’ivresse pour mieux délirer sur tous ceux que grâce à vous j’ai découvert et qui ont fait de la samba ce qu’elle est, saravah…
Pixinginha, Noel Rosa, Dolores Duran, Silvio Monteiro et tant d’autres. Et tout ceux qui viennent, Edu Lobo, et mes amis qui sont avec moi ce soir, Baden bien sûr, Ico, Oswaldo, Bidgi, Oscar, Nicolino, Milton, saravah…
Tous ceux-là qui font qu’il est un mot que plus jamais je ne pourrai prononcer sans frissonner, un mot qui secoue tout un peuple en le faisant chanter, les mains levées au ciel : samba.

On m’a dit qu’elle venait de Bahia,
Qu’elle doit son rythme et sa poésie à
Des siècles de danse et de douleur.
Mais quelque soit le sentiment qu’elle exprime,
Elle est blanche de formes et de rimes.
Blanche de formes et de rimes,
Elle est nègre, bien nègre dans son coeur.



SAMBA SARAVAH
This scene from Claude Lelouch's 1966 film "Un homme et une femme" does not merely pay homage to the sensual musicality of the Brazilian samba; it is also a celebration of the love between a man and woman, flashbacks of a lost love.
The song, along with the rest of the music that appears in the film, is scored by Baden Powell. The lyrics were penned by Francis Lai, and the song is recorded by Pierre Barrouh. Pierre Barrouh himself is seen in this clip playing opposite Anouk Aimee as her husband.

Samba Saravah is a musical sequence from Claude Lelouch's movie Un Homme Et Une Femme, one of my all-time favourites. It's hard to believe now that when this film appeared in England in 1966, the censors gave it an X certificate. Times have certainly changed... It's essential to see this movie in French, with subtitles if necessary. The French language (and this movie) has a rhythm, a style and a soul to it that just doesn't translate into English. Every time that I hear this music, the words go on dancing in my head for hours afterwards: ..."Mais quelque soit le sentiment qu'elle exprime, Elle est blanche de formes et de rimes. Blanche de formes et de rimes, Elle est nègre, bien nègre dans son coeur..." You will find all the words of this song (with a translation) here. Click the picture above to play the video - it will open in a separate window. I had to add a couple of pictures of the beautiful Anouk Aimée...

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Album: A Man and a Woman (Un Homme et une Femme)
Artist: Francis Lai
One of the finest soundtrack albums of the 1960s came in 1966, when Francis Lai composed much of the music for Claude Giroux's French film A Man and a Woman (Un Homme et une Femme in French). Most European films enjoy very little publicity in the U.S., but A Man and a Woman was an exception because the soundtrack was so superb. With this classic LP, Lai and his allies (who include arrangers Maurice Vander and Ivan Julien) brought together French pop, jazz, and the Brazilian bossa nova (which Antonio Carlos Jobim, Stan Getz, and João Gilberto had popularized in the early 1960s). The bossa nova was as hot in Europe as it was in North America, and France's interest in Brazilian music is underscored by sensuous, caressing Lai offerings like "Aujourd'hui C'est Toi" and the famous title song -- all of which feature French vocalists Nicole Croisille and/or Pierre Barouh. While Lai composed most of the melodies, Barouh provided the French lyrics -- including some lyrics that he wrote for Brazilian composer Baden Powell's "Samba Saravah." Barouh has a soft, gentle quality to his voice, and he frequently brings to mind another gentle singer: João Gilberto. A five-star collection of mood music, this soundtrack has held up extremely well over the years. ~ Alex Henderson, All Music Guide

Samba da Bênção Vinicius de Moraes

Composição: Vinicius de Moraes / Baden Powell

Cantado

É melhor ser alegre que ser triste
Alegria é a melhor coisa que existe
É assim como a luz no coração

Mas pra fazer um samba com beleza
É preciso um bocado de tristeza
É preciso um bocado de tristeza
Senão, não se faz um samba não

Falado

Senão é como amar uma mulher só linda
E daí? Uma mulher tem que ter
Qualquer coisa além de beleza
Qualquer coisa de triste
Qualquer coisa que chora
Qualquer coisa que sente saudade
Um molejo de amor machucado
Uma beleza que vem da tristeza
De se saber mulher
Feita apenas para amar
Para sofrer pelo seu amor
E pra ser só perdão

Cantado

Fazer samba não é contar piada
E quem faz samba assim não é de nada
O bom samba é uma forma de oração

Porque o samba é a tristeza que balança
E a tristeza tem sempre uma esperança
A tristeza tem sempre uma esperança
De um dia não ser mais triste não

Falado

Feito essa gente que anda por aí
Brincando com a vida
Cuidado, companheiro!
A vida é pra valer
E não se engane não, tem uma só
Duas mesmo que é bom
Ninguém vai me dizer que tem
Sem provar muito bem provado
Com certidão passada em cartório do céu
E assinado embaixo: Deus
E com firma reconhecida!
A vida não é brincadeira, amigo
A vida é arte do encontro
Embora haja tanto desencontro pela vida
Há sempre uma mulher à sua espera
Com os olhos cheios de carinho
E as mãos cheias de perdão
Ponha um pouco de amor na sua vida
Como no seu samba

Cantado

Ponha um pouco de amor numa cadência
E vai ver que ninguém no mundo vence
A beleza que tem um samba, não

Porque o samba nasceu lá na Bahia
E se hoje ele é branco na poesia
Se hoje ele é branco na poesia
Ele é negro demais no coração

Falado

Eu, por exemplo, o capitão do mato
Vinicius de Moraes
Poeta e diplomata
O branco mais preto do Brasil
Na linha direta de Xangô, saravá!
A bênção, Senhora
A maior ialorixá da Bahia
Terra de Caymmi e João Gilberto
A bênção, Pixinguinha
Tu que choraste na flauta
Todas as minhas mágoas de amor
A bênção, Sinhô, a benção, Cartola
A bênção, Ismael Silva
Sua bênção, Heitor dos Prazeres
A bênção, Nelson Cavaquinho
A bênção, Geraldo Pereira
A bênção, meu bom Cyro Monteiro
Você, sobrinho de Nonô
A bênção, Noel, sua bênção, Ary
A bênção, todos os grandes
Sambistas do Brasil
Branco, preto, mulato
Lindo como a pele macia de Oxum
A bênção, maestro Antonio Carlos Jobim
Parceiro e amigo querido
Que já viajaste tantas canções comigo
E ainda há tantas por viajar
A bênção, Carlinhos Lyra
Parceiro cem por cento
Você que une a ação ao sentimento
E ao pensamento
A bênção, a bênção, Baden Powell
Amigo novo, parceiro novo
Que fizeste este samba comigo
A bênção, amigo
A bênção, maestro Moacir Santos
Não és um só, és tantos como
O meu Brasil de todos os santos
Inclusive meu São Sebastião
Saravá! A bênção, que eu vou partir
Eu vou ter que dizer adeus

Cantado

Ponha um pouco de amor numa cadência
E vai ver que ninguém no mundo vence
A beleza que tem um samba, não

Porque o samba nasceu lá na Bahia
E se hoje ele é branco na poesia
Se hoje ele é branco na poesia
Ele é negro demais no coração

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