miércoles, enero 21, 2009

La foto de Soraya Saenz de Santamaría

Beatriz Gimeno (escritora y ex presidenta de la Federación Estatal de Gays, Lesbianas, Bisexuales y Transexuales. BEATRIZ GIMENO. 21/01/2009. Fotos
Cuando yo era presidenta de la FELGTB y estábamos en plena lucha por el derecho al matrimonio, salí varias veces fotografiada en los periódicos. Recuerdo las sesiones de fotos como lo peor de mi vida de activista y es eso, precisamente, lo que más me alegro de haber perdido de vista. Ya no me hace fotos más que mi familia, por fin. Es más, tengo unas cuantas fotos de hace años que distribuyo cuando las necesito. Hasta el punto de que en mi último libro la editorial me regañó porque les entregué la misma foto para la contraportada que vengo dando libro tras libro. Me han pedido que renueve.
Ser mujer más o menos pública y lidiar con los periodistas y fotógrafos es de las peores cosas que conozco. La foto de S. Sáenz de Santamaria me ha producido pena. No es que los fotógrafos y periodistas sean más machistas que el resto de la sociedad, lo que pasa es que son los encargados de interpretarla para los medios de comunicación; más que interpretarla, de echártela encima. En general, les importa un pito la imagen que tú tengas de ti misma o la que quieras dar; les importa un pito que seas generala, abogada del estado o Presidenta. Desde su punto de vista (que sigue siendo el mayoritario, mal que nos pese), si eres mujer tienes que parecerlo; tienes que parecerte a la imagen que ellos tienen en la cabeza de lo que son las mujeres. Y cuando eres una mujer pública y sientes que tu obligación es salir en los medios, te pones en sus manos. Recuerdo como una pesadilla el empeño que ponían los fotógrafos, periodistas y esas personas llamadas estilistas, en maquillarme como yo jamás me maquillaría, el empeño por vestirme de una manera en la que jamás me vestiría o por peinarme hasta que conseguían que me avergonzara de mí misma. Cuando te pones en manos de los periodistas y de los fotógrafos terminas sintiéndote desnuda y a su merced. Hay que ser muy fuerte y muy experimentada para imponerte a sus presiones. En lo que a mí respecta, me costó muchos años imponerme y aprender a decir “no” pero todavía andan por ahí algunas fotos mías que me producen sonrojo.
Porque además, una vez que te han disfrazado y estás irreconocible (la portavoz del PP está irreconocible) vienen las poses. Los fotógrafos se empeñan en que las mujeres posen de manera muy diferente a cómo lo haría un hombre. A mí me han pedido varias veces que no adopte determinada pose porque parecía “fuerte”, “masculina”, porque parecía “demasiado firme” y eso, me decían, provocaría rechazo. Me pedían miradas sugerentes (?), el cuerpo flojo, un poco lánguido, que diera imagen de suavidad. Luego está el sitio en el que quieren que te coloques. A mí han llegado a pedirme que posara en la cocina, con una sartén en la mano con la excusa de que así daba imagen de naturalidad. Una amiga diputada me cuenta que a las políticas siempre quieren fotografiarlas en un jardín, con flores o plantas, mientras que a los diputados les fotografían en su despacho, con libros, que deben ser artefactos muy masculinos.
Como todo esto es así y cambia mucho más despacio de lo que nos gustaría, las mujeres públicas deberían tener cuidado con las fotos que se hacen y no admitir posados en los que jamás se pondría un hombre. Los fotógrafos se empeñan en que para fotografiar a una mujer hay que ponerla en una postura en la que jamás se pondría en la vida real. Las mujeres ni nos sentamos por los suelos de esa manera, ni torcemos así los cuerpos, ni adoptamos esas extrañas posiciones con las que, en muchas ocasiones, aparecemos en las fotos.
Dicho esto, me gustaría añadir que ya está bien de que los políticos, todos y todas, hagan cualquier cosa para salir en las fotos. No creo que haga bien a nadie verles haciendo el ridículo disfrazados de futbolistas, ciclistas, monos o azafatas. Una cosa es una foto natural y una entrevista más o menos personal y otra que se presten a cualquier cosa. En el fondo, cuando les ves así, no dejas de pensar que lo único que les importa es que les saquen, como sea, pero que les saquen.
Beatriz Gimeno es escritora y ex presidenta de la Federación Estatal de Gays, Lesbianas, Transexuales y Bisexuales

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