sábado, agosto 08, 2009

Sólo uno de cada tres ciudadanos hace deporte. España es uno de los países menos deportistas de Occidente

Sólo uno de cada tres ciudadanos hace deporte. Desde 1995 ha caído un 20% el número de jóvenes deportistas. Un estudio de la fundación La Caixa constata que España es uno de los países menos deportistas de Occidente. A. PRÁDANOS | MADRID. Colpisa
Estaba la cosa mal y va a peor. No se trata de la crisis, sino de mover el esqueleto, algo a lo que somos muy poco aficionados. El sedentarismo gana terreno en España, uno de los países menos
deportistas de Occidente, donde sólo uno de cada tres ciudadanos practica ejercicio. Un nuevo estudio certifica esa falta de nervio colectivo y alerta del efecto contagio entre la población juvenil; desde 1995 ha caído un 20% el número de jóvenes aficionados a la actividad física.
Dada la bien probada relación entre ejercicio físico, bienestar y salud, el corolario es obvio; los españoles de mañana, adultos y jóvenes, tendrán peor calidad de vida. «Vamos a vivir en peores condiciones por ese sedentarismo», afirma David Moscoso, sociólogo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y uno de los autores de Deporte, salud y calidad de vida.
El informe, editado por la Fundación La Caixa, ofrece datos preocupantes a partir de una encuesta a 2.000 personas. De ellas, sólo el 36% dijo realizar «algo» de ejercicio de vez en cuando. Los que hacen deporte de manera regular, tres o más veces por semana, aún son menos, sólo uno de cada cuatro. Ese 25% constituye uno de los porcentajes más bajos de Europa. Hay países como Finlandia o Suecia que los multiplican por dos y hasta por tres.
Un 15% de los encuestados admite no tener ningún interés en el ejercicio físico. A seis de cada diez, sin embargo, les gustaría ejercitarse pero no lo hace, o al menos no tanto como quisiera. En cuestión de género las españolas son aún más sedentarias que los varones; son mujeres cuatro de cada diez practicantes deport
ivos.
Por edades, los jóvenes son el colectivo con mejores niveles de práctica deportiva; entre los 16 y los 34 años hace ejercicio regular el 52% de la población, aunque esas cifras suponen un retroceso. Entre 1995 y 2008 el porcentaje de la juventud sedentaria ha aumentado un 20%. Falta de tiempo es lo que alega casi el 60% de los jóvenes.
Entre la tercera edad el tiempo sobra pero fallan la salud, la integridad física o la economía, como principales razones para abstenerse de hacer deporte. Sólo dos de cada diez mayores de 65 años practica ejercicio regular algo más exigente que el mero paseo. A caminar, que es barato y adaptable a la propia capacidad de esfuerzo, se apunta, sin embargo, el 64 por ciento de los pensionistas.
Hábitos
¿Por qué practicamos los españoles tan poco ejercicio físico? A las razones o excusas anteriores se añaden otros factores. Entre ellos, la falta de hábito y tradición familiar, el desinterés general por el deporte en el ámbito educativo - hasta los 16 años sólo hay tres horas semanales lectivas, y desaparece en a educación superior- o el ocio digital y tecnológico que arrasa entre las nuevas generaciones.
También influyen cambios sociológicos en las familias -las monoparentales, donde un único progenitor se encarga de hijos y/o mayores- y las dificultades económicas en algunos colectivos como parados, mileuristas y pensionistas. Ser ama de casa, persona separada, divorciada o viuda también son factores de riesgo de sedentarismo.
El retrato robot del practicante deportivo es el de un joven con trabajo, y también aquellos cuyos padres o abuelos hacían o hacen ejercicio porque éste, como otros buenos hábitos, es hereditario y transmisible. El 80% de quienes se habituaron desde pequeños a la práctica deportiva, la mantienen de adultos. COLPISA

Un est
udio revela que la juventud española cada vez hace menos deporte. Desde 1995 ha caído un 20% el número de jóvenes que practican ejercicio.
España es uno de los países menos deportistas de Occidente. Sólo uno de cada tres ciudadanos practica algún deporte. Un nuevo estudio así lo certifica y advierte del "efecto contagio" entre la población juvenil; desde 1995 ha caído un 20% el número de jóvenes aficionados a la práctica deportiva.
El informe, titulado "Deporte, salud y calidad de vida", ofrece datos a partir de una encuesta a 2.000 personas. De ellas, sólo el 36% dijo realizar "algo" de ejercicio de vez en cuando. Sólo el 25% afirmó hacer deporte tres o más veces por semana. Este último es uno de los porcentajes más bajos de Europa. Hay países como Finlandia o Suecia que lo multiplican por dos o por tres.
Un 15% de los encuestados admite no tener ningún interés en el ejercicio físico. A seis de cada diez, sin embargo, les gustaría ejercitarse, pero no lo hace, o al menos no tanto como quisiera. En cuestión de género, las españolas son todavía más sedentarias que los varones (cuatro de cada diez practicantes deportivos son mujeres).
Por edades, los jóvenes son el colectivo con mejores niveles de práctica deportiva; entre los 16 y los 34 años hace ejercicio regular el 52% de la población, aunque esta cifra supone un retroceso. Entre 1995 y 2008, el porcentaje de la juventud sedentaria ha aumentado un 20%. Falta de tiempo es lo que alega casi el 60% de los jóvenes.
Entre la tercera edad, sólo dos de cada diez mayores de 65 años practican ejercicio regular algo más exigente que el mero paseo. A caminar se apunta, sin embargo, el 64% de los pensionistas. La salud, la integridad física o la economía son los principales motivos que aducen los mayores para abstenerse de hacer deporte.
Nivel económico
El informe precisa que el nivel económico y la situación laboral inciden a la hora de hacer ejercicio o no, y otro tanto ocurre con el perfil educativo. Practican más deporte quienes tienen cuentas más saneadas, empleos de mejor calidad y mayor nivel de estudios. El perfil del practicante deportivo español es el de un joven, con trabajo, y también aquellos cuyos padres o abuelos hacían o hacen ejercicio porque es una costumbre hereditaria. El 80% de quienes se habituaron desde pequeños a la práctica deportiva, la mantienen de adultos.
En cambio, son menos dados al deporte parados, mileuristas y pensionistas. Asimismo, ser ama de casa, persona separada, divorciada o viuda también son factores "de riesgo" de sedentarismo.
Para cambiar este panorama, los autores del estudio proponen una nueva Ley de Deporte, reforzar la práctica deportiva en todos los ciclos educativos, e instan a las empresas a abrir instalaciones deportivas propias o concertadas para sus empleados, lo que evitaría muchas bajas laborales y "aumentaría el rendimiento y la productividad laboral". Algunos estudios cifran en 600 euros el ahorro que puede dispensar a la empresa un trabajador deportista. También sugieren crear la figura del médico deportivo en la asistencia primaria, como medio para fomentar este hábito entre la población.

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