sábado, octubre 03, 2009

La escuela vasca antepone el euskera. Todos los alumnos deberán acreditar en exámenes su dominio hablado y escrito a los 16 años

La escuela vasca antepone el euskera. Todos los alumnos deberán acreditar en exámenes su dominio hablado y escrito a los 16 años. EDUARDO AZUMENDI - Vitoria EL PAÍS - 19-03-2007
El sistema educativo vasco se encuentra a punto de experimentar un cambio revolucionario: la desaparición de su actual sistema de tres modelos lingüísticos para desembocar en otro único con el euskera como lengua principal y vehicular, relegando al castellano a un papel secundario. Se trata de la reforma más compleja a la que se enfrenta el sistema de enseñanza en Euskadi desde que hace 25 años se pusiese en marcha tal y como hoy se conoce. El Departamento de Educación, que dirige Eusko Alkartasuna (EA), ha presentado ya su propuesta en la comisión correspondiente del Parlamento de Vitoria. Los nacionalistas la han acogido muy bien y la consejería se ha dado de plazo este año para presentar el proyecto de ley que dé cobertura a los cambios. Si todo marcha según sus previsiones, la reforma comenzará a aplicarse a partir del curso 2008-2009 con los niños de primero de primaria, e irá subiendo progresivamente hasta quedar completada en una década.
El actual sistema incluye tres modelos lingüísticos: el A, íntegramente en castellano, en que el euskera es una asignatura más; el B, bilingüe, con la mitad de las asignaturas en cada idioma, y el D (la letra c no existe en la lengua vasca), que se imparte totalmente en euskera con el español como asignatura. A la hora de matricular a sus hijos, los padres pueden optar por cualquiera de estos modelos, aunque con el paso del tiempo la línea en castellano ha quedado reducida a la marginalidad en la red pública, donde se ofrece en muy pocos centros que a menudo concentran un gran número de inmigrantes. Tanto el Ararteko (el Defensor del Pueblo vasco) como el Consejo Escolar de Euskadi han advertido de que estos centros se han ido convirtiendo en guetos. En la red privada, el modelo A mantiene cierta pujanza.
En 1982, cuando se estableció el actual sistema, los partidos entendieron que suponía la mejor fórmula para garantizar el derecho de los padres a que sus hijos estudiasen en su lengua materna. El euskera, lengua oficial de la comunidad autónoma junto al castellano, era un idioma minorizado de muy diferente implantación en las tres provincias, frente a un uso mayoritario del español. Exceptuando las ikastolas, sólo el 5% del profesorado era entonces capaz de impartir clase en vasco -un porcentaje que ahora asciende al 80%-. Ante esta situación, y teniendo en cuenta la opinión de los expertos, otras experiencias de enseñanza bilingüe para la recuperación de lenguas minorizadas (en Irlanda o Canadá) y la escasez de medios (falta de textos y materiales en euskera), se optó por implantar los modelos A, B y D. Los tres van dirigidos a diferentes sectores de la población escolar, según sus características lingüísticas y en función de la relación que cada alumno tiene con el idioma vasco.
Con el paso del tiempo, el sistema se ha revelado insuficiente para que los alumnos acrediten el nivel de euskera exigido por la Ley de Normalización Lingüística, que fija que al terminar la enseñanza obligatoria todos los alumnos deben ser capaces de desenvolverse en las dos lenguas cooficiales. Según los expertos, el conocimiento del castellano está garantizado, toda vez que el entorno social de Euskadi es en su mayoría castellanohablante. El problema se centra así en el euskera. Ya no se trata sólo de que los alumnos del modelo A no logran ese nivel, sino que tampoco lo consiguen dos tercios de los estudiantes del modelo B y un tercio del D, según la última evaluación realizada en 2005.
En ese momento se dispararon las alarmas y el Parlamento encargó al Gobierno vasco que empezase a preparar la reforma. El nuevo modelo educativo, que aún debe ser discutido en la Cámara de Vitoria, convertirá al euskera en la "principal lengua" para impartir asignaturas en la etapa obligatoria en todos los centros. El objetivo es que los alumnos dominen el idioma perfectamente a los 16 años. Para ello, el sistema se apoyará en el logro de unos objetivos concretos en las dos lenguas cooficiales y en la realización de evaluaciones al finalizar primaria y secundaria para comprobar si se alcanzan esas metas.
Los escolares deberán superar al concluir primaria un nivel B1, que permite comprender un discurso normal, participar en conversaciones sobre temas habituales o escribir textos sencillos. Al finalizar secundaria, se debe lograr un nivel B2, que equivale a obtener el título de una escuela oficial de idiomas y está por encima del First Certificate de inglés. Los estudiantes también deberán acreditar a los 16 años un nivel B1 en inglés.
Quienes no superen la prueba habrán suspendido la asignatura correspondiente a la lengua oficial. Con una materia suspendida se puede obtener el título de Graduado en secundaria.

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