jueves, octubre 29, 2009

Comprender a los demás. JENNY MOIX EL PAIS SEMANAL

PSICOLOGÍA. Comprender a los demás. JENNY MOIX EL PAIS SEMANAL - 25-10-2009
¿Y si, al contrario de lo que pensamos, no tuviéramos tanta empatía ni supiéramos ponernos en el lugar del otro? Queremos ayudar a los demás, pero ¿sabemos hacerlo?
foto abrazo! ... Simplemente.Vi.Vo
Cuando era estudiante de psicología, uno de mis más queridos profesores nos aconsejó a los alumnos algo que me quedó grabado: “Cuando una persona os explique sus problemas, no le digáis: ‘No te preocupes’. Ésas son las palabras más absurdas que podéis pronunciar”.
No te preocupes. ¿Qué pretendemos conseguir con esa frase? Lo paradójico del asunto es que esa expresión está cargada de nuestras mejores intenciones. No queremos que la persona que tenemos delante sufra y nos encantaría poder consolarla. Deseamos entender y ayudar a los demás, pero ¿sabemos hacerlo?
En muchas ocasiones creemos que tenemos mucha empatía y que sabemos ponernos en el lugar del otro. Lamentablemente, no siempre es así y, por eso, podemos incluso llegar a empeorar la situación. Imaginemos que una amiga nos cuenta que está fatal porque ha preparado una cena para sus familiares con mucha ilusión y finalmente la comida se ha quemado. Nosotros podemos encontrarlo una tontería. Nos ponemos en su lugar y pensamos que el suceso podría haberse convertido en una divertida anécdota para contar.
Esta hipotética situación nos muestra que a veces nos ponemos en el lugar del otro, pero ¡con nuestra forma de pensar! Sólo somos capaces de imaginarnos a nosotros mismos viviendo esa situación, pero no sintiendo lo mismo que la otra persona. Quizá su terrible desazón la hemos sufrido cuando un proyecto laboral se ha ido a pique. O, en general, cuando alguna de nuestras ilusiones se ha visto frustrada. Así que lo que deberíamos hacer es recordar en qué momentos hemos vivido una emoción similar y ponernos en el lugar de nuestra amiga con el corazón y no desde nuestros esquemas mentales.
Aunque normalmente se entiende la empatía como la capacidad de ponerse en la piel del otro, no es exactamente eso. De hecho, técnicamente se define como la capacidad de sentir, imaginar o experimentar las emociones o estados de ánimo de otra persona. Intentemos pues ponernos en la emoción del otro y no sólo en su situación.
Deberíamos esforzarnos para desarrollar la empatía. Ésta constituye una de las habilidades esenciales de la inteligencia emocional que Goleman demostró, a través de muchos estudios, cómo incidía en la felicidad. Incluso Howard Gardner, el cual defiende que poseemos ocho tipos de inteligencias en lugar de una, apunta a la empatía como una de ellas; la denomina: inteligencia interpersonal.
Uno de los puntos esenciales para desarrollar la empatía consiste en aprender a escuchar. Veamos cuatro aspectos a tener en cuenta:

1. Cuidado con los consejos
“Quien no haya sufrido lo que yo, que no me dé consejos” (Sófocles)
Estamos contando nuestro problema a alguien y cuando acabamos, o incluso antes, ya nos aconseja lo que debemos hacer. Antes de exponer aquello que nos afecta, probablemente hemos estado varias noches sin dormir, le hemos dado mil vueltas y todavía no sabemos cómo saldremos de la situación. Y la otra persona, ¡zas! En cuatro segundos ya tiene la solución. En ocasiones, la persona que aconseja está tan convencida de que su idea es acertada que incluso, aunque le aseguremos que ya la hemos aplicado, insistirá. Consejo: “Lo que tendrías que hacer es hablar con él”. Repuesta: “Claro que he hablado con él, ¡si no hago otra cosa!”. Repetición del consejo: “Es que no has hablado suficiente”.
Al tratar con alguien a quien queremos ayudar a resolver su problema, no olvidemos que habrá pensado mucho sobre cómo solucionarlo y que probablemente habrá emprendido varios caminos para lograrlo. Antes de sugerir soluciones, debemos preguntar sobre las posibilidades que se han barajado y los intentos de reparación emprendidos. Quizá nos sorprendamos y simplemente preguntando, la otra persona vea aspectos que antes no había tenido en cuenta y la solución se desprenda sola. Y sobre todo, recordemos que desde fuera todo se ve muy sencillo, pero por dentro no lo es tanto. Si lo fuera, nuestro interlocutor ya habría llegado a ella.
Convendremos que nadie puede aportar una buena solución a un problema que no ha entendido. Por ello, primero deberíamos entender y luego procurar que el otro se sienta comprendido. Si no es así, nuestro consejo caerá en saco roto. Nunca se sigue un consejo de alguien que no parece haber entendido la situación. Así que, no nos precipitemos en aconsejar, mejor escuchar y preguntar mucho antes de hacerlo.
No olvidemos dos puntos obvios. No sabemos si nuestro consejo será correcto, hemos de sugerirlo con precaución. Y segundo: los consejos no son órdenes, la otra persona tiene toda la libertad del mundo para no seguirlos.
Y tengamos muy en cuenta que, en muchas ocasiones, simplemente debemos abstenernos de aconsejar. Nuestro interlocutor quizá sólo quiere ser escuchado y comprendido.

2. Evitemos juzgar
“Si de veras llegásemos a poder comprender, ya no podríamos juzgar” (André Malraux)
Juzgar es un acto casi automático. Si alguien nos cuenta el trance que está sufriendo, nuestro cerebro extrae conclusiones rápidas que suelen ser dicotómicas, con pocos matices, del tipo: ha actuado mal o ha actuado bien. Por suerte, con más tiempo solemos matizar, pero nuestra mente tiene estos arranques.
Cuando alguien nos describa alguna situación dura por la que está atravesando, agradecerá que nos pongamos en su nivel y que no la juzguemos. Algunas veces podemos pensar: Yo no hubiera cometido estos errores”. Es una actitud muy humana, necesitamos creer que somos menos vulnerables que los demás. Si tenemos esas ideas, la otra persona lo notará aunque no las verbalicemos. Frenar nuestros impulsos de juzgar y ser humildes ayudará a que los demás se sientan más cómodos y entendidos.

3. No relativicemos el problema del otro
“¿Quieres que sienta dolor por niños que mueren de hambre? Yo siento dolor por ellos. ¿Quieres que proteste contra las guerras que siguen en las montañas? Yo protesto. Pero el corazón tiene sus dolores privados: ni siquiera todas las grandes causas buenas de este mundo pueden impedir que llore por un amor perdido” (Arnold Wesker, The four seasons)
Ante un amigo que comparte sus tristezas, podemos caer en la trampa de intentar que relativice: “Hay gente que está peor que tú”. Probablemente ya lo sabe, pero eso no le consuela. Incluso puede sentirse culpable por sentirse mal sabiendo que existen seres humanos que se encuentran muchísimo peor. Mejor será que permitamos a nuestro amigo que se queje y explote. A veces intentar relativizar es contraproducente.

4. Resumiendo: simplemente debemos comprender
“En tu relación con cualquier persona, pierdes mucho si no te tomas el tiempo necesario para comprenderla” (Rob Goldston )
La comprensión es un bálsamo muy potente. Las personas con las que más a gusto nos encontramos son las que nos comprenden. Si queremos que los demás se sientan cómodos y comprendidos por nosotros, simplemente escuchemos sin juzgar; no aconsejemos con tanta facilidad; permitamos cualquier emoción sin intentar relativizarla; y pongámonos no sólo en su piel, sino sobre todo en su corazón. Preguntémonos: ¿en estos momentos, quién necesita nuestra comprensión?

PARA ESTAR A LA ALTURA
LIBROS: ‘La asertividad para gente extraordinaria’, de E. Bach y A. Forés. Plataforma Editorial. Barcelona, 2008. / ‘El arte de la felicidad’, del Dalai Lama y H. C. Cutler. Grijalbo. Barcelona, 1999.
PELíCULAS: ‘Corazón salvaje’, de David Lynch. / ‘Blade runner’, de Ridley Scott. / ‘Adivina quién viene a cenar esta noche’, de Stanley Kramer. / ‘Empatía-comprender mejor a los demás’, cuatro minutos de vídeo en YouTube con un mensaje que deberíamos tener siempre presente.

lunes, octubre 26, 2009

La Iglesia cree que la crisis sumará manifestantes contra el aborto: Una empresa asegura que asistieron 55.316 personas

La Iglesia cree que la crisis sumará manifestantes contra el aborto
Los obispos tienen un sueño: que el orbe cristiano centre su atención el próximo sábado en la manifestación por
las calles de Madrid contra la ley del aborto impulsada por el Gobierno socialista. Será la mirada del mundo sobre la larga lucha del catolicismo español contra el supuesto efecto Zapatero en la viña devastada por los jabalíes del laicismo que es la vieja Europa. Es lo que cree Benedicto XVI. Desde hace cuatro años, España es en el Vaticano "el problema número uno entre los países occidentales". Está escrito en la revista de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Ecclesia, en noviembre de 2005. Todo el episcopado está movilizado para convencer a sus fieles de que acudan a esa marcha. Ha sido convocada en defensa de la vida, de la mujer y de la maternidad, pero aspira también a parar los pies a un Gobierno del que dicen pestes por otros asuntos.

Contando manifestantes. Una empresa asegura que asistieron 55.316 personas a la manifestación contra el aborto.
55.316 personas, "contadas", son las que asistieron ayer a la manifestación contra el aborto, según la empresa Lynce, contratada por la agencia EFE para dar una cifra de los asistentes. El sistema aplicado para este cálculo tiene un margen de error del 15%. "Es posible contar las personas que asisten a una manifestación una por una. De hecho es lo que nosotros hacemos", asegura Juan Manuel Gutiérrez, director de Lynce.

Las estimaciones de los asistentes a la manifestación del sábado varían desde los 2 millones que daban los propios organizadores, el millón y medio que daba la comunidad, los 250.000 que estimaba la Policía, el blog el Manifestómetro (que da entre 48530 y 72795 personas), y la estimación de 265.300 dada por EL PAÍS.

Esta empresa asegura que no hace estimaciones, sino que a partir de imágenes tomadas en un determinado momento desde distintos puntos (una imagen cenital de altísima resolución lograda desde un globo cautivo y completada con otras cámaras instaladas en diversos puntos del recorrido), cuentan las cabezas de los asistentes usando un programa informático, que identifica, según la empresa, a cada uno de los manifestantes.

"Decían que era imposible contar, pero todo es cuestión de ponerse. Tecnología para ello hay, añade Gutiérrez. Yo estaba tan enfadado de que todos aceptásemos la gran mentira continua de los millones de manifestntes que acudían a cada convocatoria que decidí ponerme a ello. Y aquí está: es posible contar", concluye el director de Lynce.



Lo público y lo privado. JULIO LLAMAZARES

Lo público y lo privado. JULIO LLAMAZARES EL PAÍS - Opinión - 11-10-2009
El 'nuevorriquismo' desprecia la sanidad y educación del Estado a la par que propicia su deterioro
Muchos de los españoles que pudieron estudiar gracias a la existencia de una enseñanza pública ahora llevan a sus hijos a colegios y universidades privados, que son mejores según afirman, entre otras cosas menos objetivas, porque no todo el mundo puede acceder a ellos. Del mismo modo, en lugar de a la Seguridad Social, que está tan masificada, acuden a la sanidad privada, más personal y mejor según ellos (aunque, cuando se les presenten problemas de envergadura, les desviarán a los hospitales públicos, que disponen de más medios y más médicos) y, como se fían más de los bancos que del Estado, lógicamente, pues éste va a quebrar en cualquier momento, contratan seguros privados que les garanticen el bienestar futuro.
De donde viene esa desconfianza por los servicios públicos del Estado que discurre paralela a un fervor cada vez más extendido por los que presta el sector privado y que tanto sorprende a muchos extranjeros, para quienes la sanidad pública española es envidiable y en cuyos países generalmente la educación pública es casi exclusiva, no porque no sean ricos, sino porque consideran sencillamente que es la mejor. Es algo que se discute desde hace tiempo sin que nuestros opinadores encuentren una explicación.
Porque, si bien es cierto que tanto la educación como la sanidad públicas españolas tienen problemas, especialmente en aquellas autonomías en las que los gobiernos de la derecha se empeñan en arruinarlas para justificar su privatización, que es lo que pretenden, ello no explica tal desapego hacia ellas, del mismo modo en que tampoco se entiende mucho esa admiración creciente que despierta en muchas personas todo lo que tenga que ver con el sector privado. Salvo que entendamos como justificación, claro, el deseo de muchos compatriotas de emular a las clases más pudientes, que desde siempre han puesto por encima de cualquier otro el criterio de la exclusividad.
El caso es que, de un tiempo para acá, coincidiendo con la bonanza económica que España ha vivido durante años, incluso ahora que esa bonanza se ha detenido a causa de la crisis, los españoles se han lanzado a comprar acciones de las empresas privadas de educación y de sanidad, bien sea en forma de contratos, bien trasladando a sus hijos de los colegios y universidades públicos a los cada vez más numerosos centros privados. Todo ello en la convicción de que son mejores y de que en ellos no encontrarán inmigrantes (salvo los hijos de diplomáticos y gente así) y toda esa gente cutre que llena los hospitales y los colegios e institutos públicos. Razón no les falta, a decir verdad, si no fuera que ellos mismos, muchas veces, comparten esa condición para los ricos de toda la vida, que ven con desagrado cómo los hospitales y los colegios privados empiezan también a masificarse y a vulgarizarse con su presencia. Es lo que tiene vender ideas, que, si te las compran, ya no son tuyas.
El problema, en cualquier caso, no es la actitud de todas esas personas, que, al fin y al cabo, se pagan con su dinero su afán de ascenso social, sino, para los demás, aquellos que no podemos o no queremos seguir sus pasos, el deterioro de los servicios públicos al que de modo premeditado, aunque muy sutil, están llevando en los territorios de su competencia ciertos gobiernos autonómicos (esos que consideran que lo privado es siempre mucho mejor que lo público) con el fin de desviar a los usuarios hacia aquél, lo que les permite de una tacada ahorrar dinero y hacer negocio (¿o en manos de quién están, si no de ellos y sus amigos, los colegios y las clínicas privados?), y el consiguiente desprestigio que de todo lo que sea público se ha establecido en nuestra sociedad. Un desprestigio que cala cada vez más, como continuamente nos muestran muchos ejemplos (deplorar los servicios públicos es casi ya un deporte nacional, incluso entre sus trabajadores), y que se manifiesta sobremanera en el modo en que la gente se comporta ante los servicios públicos y ante los que no lo son. Así, uno puede observar cómo la gente llega ya protestando a los primeros, tenga razón o no para hacerlo, mientras que en los segundos aguanta colas o negativas sin rechistar. O asistir a la escena que un fontanero (el ejemplo sirve para cualquier otra profesión) que en su trabajo hace esperar varias horas, incluso días, a sus clientes sin dar luego ninguna explicación por ello protagoniza porque su médico de cabecera tarda 15 minutos en atenderlo.
Y es que, al hilo de todo lo comentado, parece que los únicos que tienen responsabilidad por sus actuaciones son los empleados públicos, mientras que los de las empresas privadas están exentos de cualquier culpa. Es más, contraviniendo la ley y hasta la lógica, a aquéllos se les presupone todo tipo de defectos y carencias mientras que a éstos se les ve como modélicos, incluso cuando son, como pasa con muchos médicos, que actúan al mismo tiempo en los dos sistemas, exactamente los mismos.
Al final, va a tener razón El Roto cuando sintetizaba en una de sus viñetas con su habitual vitriolismo el nuevorriquismo hispánico. Dos muertos esperan en sus ataúdes el momento de su enterramiento y uno le dice al otro: "Pues a mí me hicieron la autopsia por lo privado. ¡No veas qué diferencia!".

El excremento del Diablo. MOISÉS NAÍM

El excremento del Diablo. MOISÉS NAÍM EL PAÍS - Internacional - 11-10-2009
El petróleo empobrece. Los diamantes, el gas y el cob
re también. Los países pobres que cuentan con abundantes recursos naturales suelen ser subdesarrollados. Esto ocurre no a pesar de sus riquezas naturales, sino debido a ellas. ¿Cómo puede ser que la riqueza natural de un país perpetúe la pobreza de la mayoría de sus habitantes? Debido a un fenómeno conocido como "la maldición de los recursos naturales".
Hay países que logran conjurar esta maldición. Noruega o Estados Unidos, por ejemplo, son a la vez petroleros y desarrollados. Pero son excepciones que no sólo confirman la regla, sino que también ilustran los antídotos contra esta maldición: democracia e instituciones que limitan la concentración del poder. Además, para neutralizar la maldición también es necesario mantener la estabilidad económica, controlar el gasto público, ahorrar para los años de vacas flacas, diversificar la economía, impedir la concentración del ingreso y evitar que la moneda del país sea demasiado costosa comparada con las de otras naciones. Los países exportadores de recursos naturales que no adoptan estas medidas empobrecen y maltratan a la gran mayoría de su población. La tragedia es que pocos logran evitar estos nocivos efectos. ¿Por qué?
La maldición de los recursos es como una enfermedad adictiva: le quita a la víctima la voluntad de curarse. Los grupos más poderosos de estas sociedades no tienen muchos incentivos para luchar contra los efectos perversos de la excesiva dependencia de los recursos naturales. Los efectos son perversos para el resto de la población, no para las élites. Éstas, por el contrario, se benefician de la situación.
El venezolano Juan Pablo Pérez Alfonzo, uno de los fundadores de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), fue el primero en llamar la atención sobre esto. El petróleo, dijo, no es oro negro; es el excremento del diablo. La intuición de Pérez Alfonzo ha sido rigurosamente confirmada. Desde 1975, por ejemplo, las economías de los países ricos en recursos naturales han crecido menos que las de los países que no exportan principalmente materias primas.
Peor aún, en los países afectados por la maldición, los beneficios del crecimiento económico se concentran en pequeños grupos políticos, militares y empresariales. Además, su moneda se encarece con respecto a las de otras naciones, lo cual frena las exportaciones de todo lo que no sea el recurso natural que tienen en abundancia. Esto, a su vez, inhibe la diversificación de la economía y condena a los países a depender cada vez más de las exportaciones de su principal materia prima. En el caso del petróleo, el crecimiento que este genera no crea puestos de trabajo en proporción a su peso en la economía. Así, en los países cuya principal exportación es el petróleo, esa industria genera más del 80% de los ingresos totales, pero tan sólo el 10% del empleo. Inevitablemente, esto aumenta la desigualdad económica.
Dado que los gobiernos de los países exportadores de materias primas no dependen de los impuestos de su población para financiarse, sus líderes pueden darse el lujo de ignorar las exigencias y necesidades de sus ciudadanos. Éstos, a su vez, desarrollan relaciones tenues y parasitarias con el Estado. Además, cuando mucho dinero público es controlado por pocos individuos que no rinden cuentas al resto de la sociedad, la corrupción es inevitable. Las similitudes de países tan diferentes como Rusia, Irán o Venezuela no son una casualidad. Son el resultado de la maldición.
Es muy difícil sacar del poder a gobiernos ricos en petróleo que, además, tienen la posibilidad de usar sus vastos recursos financieros para comprar o reprimir a sus opositores. Las estadísticas demuestran que es mucho menos probable que un país petrolero autoritario se transforme en una democracia de lo que resulta para una dictadura que no cuenta con abundantes recursos naturales. Las estadísticas también confirman que, en todas partes, las autocracias petroleras gastan más en armas y ejércitos y son más propensas a tener conflictos armados.
Esto no quiere decir que los países pobres con abundantes recursos naturales estén condenados al subdesarrollo. Chile y Botsuana son extraordinarios ejemplos de países menos desarrollados que a pesar de ser exportadores de materias primas han escapado de la maldición. Sus experiencias confirman cuáles son las vacunas que protegen a un país contra sus efectos. Pero ¿por qué estos países estuvieron dispuestos a vacunarse y otros no? Nadie sabe. A quien encuentre la respuesta a esta pregunta habría que darle el premio Nobel. No el de Economía. El de la Paz. mnaim@elpais.es

Dies Irae en el Requiem de Mozart. Compañia Marta Carrasco

DiesIrae en el Requiem de Mozart.
Desde la irreverencia, la furia y el desafío, Marta Carrasco se za
mbulle en el culto fúnebre. Guiados por el Réquiem de Mozart, quince intérpretes desnudan la liturgia y muestran sin concesiones la debilidad de la verdad.
Dies irae va más allá de una misa de difuntos. El título, "día de la ira" -uno de los movimientos de la composición de Mozart, así como de otros réquiems-, alude al día del Juicio Final, cuando la última trompeta convoca a los muertos ante el trono divino.
Marta Carrasco, que estuvo en La Abadía con Ga-gà, J'arrive y Aiguardent, reúne a un equipo de artistas de Barcelona y Madrid -actores, bailarines, cantantes-, aproximando así dos áreas de creación estancas y mezclando los diferentes lenguajes escénicos en un estilo sumamente personal y espectacular.
"Te ruego, suplicante y humilde, con el corazón hecho casi cenizas, que me cuides en mi final"

DANZA Cuestión de fe Marta Carrasco y Jan Fabre estrenan dos contundentes espectáculos, intencionadamente provocadores, acerca de lo religioso. Nacho Duato, de gira con O Domina Nostra, articula un discurso sobre espiritualidad y creencias alejado de la religión OMAR KHAN BABELIA - 24-10-2009
Históricamente, la relación entre las instituciones religiosas y la danza no ha sido demasiado amistosa. Los credos puede que sean diferentes pero casi todas las religiones coinciden en que si es relativo al cuerpo usualmente es pecado y la danza, que en esencia es puro cuerpo en acción, parece blanco fácil para la Inquisición. Prohibida por los católicos en sus momentos de apogeo o desdeñada por islámicos y evangélicos, la danza ha vivido siempre cargando con su connotación pagana, acusada de ser corporal, atacada en su propia naturaleza. Pero una mirada rápida al desarrollo de este arte en el desprejuiciado siglo XX permite constatar que, a pesar de reprimida y vilipendiada, la danza no ha querido vengarse ni pronunciarse aunque insistentemente haya tocado y usado el tema religioso desde las aristas más diversas, y con los intereses más inesperados. De ahí que sorprenda la repentina coincidencia en nuestros escenarios de dos contundentes espectáculos, intencionadamente provocadores, acerca de lo religioso. La catalana Marta Carrasco oficia una misa de danza grotesca en Dies Irae, en el Réquiem de Mozart, su nuevo espectáculo que se estrenará en los festivales Temporada Alta, de Girona, y de Otoño, de Madrid. Y desde Bélgica, Jan Fabre, provocador habitual, llega este noviembre a Sevilla con su grupo Troubleyn, precedido por la ola de murmuraciones generada este verano en el Festival de Aviñón gracias a su nueva creación La orgía de la tolerancia, que se inicia con una competencia de masturbaciones y dedica todo un capítulo a la tesis de qué pasaría si Jesucristo apareciera hoy por aquí. Carrasco ataca a la Iglesia como institución manipuladora. Fabre ataca los instrumentos y razones de la fe. Ambos ametrallan con una danza muy física y ruda, con desnudos y una aplastante claridad en la exposición de sus ideas, con abundante texto en el caso del belga.
Marta Carrasco sintió que el pasaje 'Dies Irae' estaba tan lleno de odio que le pareció de lo más adecuado para articular su vehemente discurso anticlerical en una misa que deja expuestos en sus miserias a curas morbosos y feligreses hipócritas y pecadores. Hay mucho humor como es usual en esta ecléctica creadora que dice iniciar con esta misa desmadrada un nuevo periodo creativo tras éxitos como Aiguardent (1994), Ga-Gá (2005) o J'arrive (2006). Jan Fabre va más allá, en tanto que su espectáculo no solamente apunta su artillería hacia la manipulación que supone la administración de la fe sino contra todo el conjunto de una sociedad consumista, narcisista y falsa, que lo aguanta y tolera todo desde la comodidad de su sofá. En medio de una galería de grotescos personajes el coreógrafo cuela a un periodista de moda que se cruza con un famélico Jesucristo que deambula cargando su cruz por la escena. Termina vendiéndole sus servicios como asesor de imagen. "Oye JC, no vas a triunfar en ninguna parte con esa cruz de Ikea", le dice inspeccionando la madera barata y asegurándole que el mundo de hoy exige que su baile sea otro, una especie de "drama Nacho Duato con meneíllo William Forsythe". Una mujer vestida de Ku Klux Klan con un discurso abominable contra el mundo árabe, dos terroristas con pasamontañas que irrumpen en escena preguntando: "¿Os imagináis el mundo sin nosotros?", unas mujeres embarazadas, consumistas compulsivas, y esa delirante enumeración de insultos contra la danza, el arte, la religión, la guerra, la sociedad, la política, los espectadores, tú, yo y todo el mundo, en resumen, son elementos abiertamente provocadores propinados por este artista radical que parece abandonar su obsesión de antaño por la sangre y los fluidos corporales para arremeter muy en serio contra nuestra infinita capacidad de tolerancia.
Esta vehemencia anticlerical es tema sorprendente en la danza contemporánea, que pocas veces ha sido explícitamente religiosa o proselitista pero tampoco tan directa y acusadora. No obstante, abundan los pretextos religiosos para hablar de otros asuntos. De espiritualidad, por ejemplo. En la celebración del 50º aniversario del Nederlands Dans Theater (NDT), la potente agrupación holandesa refresca la memoria con la reposición de la poética Sinfonía de los salmos (1978), obra cumbre de Jiri Kilian, quien fuera director artístico e impulsor de esta prestigiosa agrupación desde 1975 hasta 1999. Inspirada en la imponente partitura de corte sacro de Stravinski, Kilian defiende más la idea de la interioridad y fortaleza espiritual de los humanos en la Tierra que la de un Dios que nos juzga desde el cielo. La obra volverá este otoño al Holland Festival, dedicado al aniversario del NDT, compañía que, además, traerá esta reposición a Madrid, en junio del año próximo.
Nacho Duato, discípulo destacado de Kilian por cierto, también ha hecho el mismo ejercicio en O Domina Nostra (2008), su obra reciente con la Compañía Nacional de Danza, lectura laica de la Virgen. Sin despegarse nunca del recogimiento estremecedor de la partitura de Gorecki inspirada en Nuestra Señora de Jasna Gora, la llamada Virgen Negra de Polonia, el coreógrafo valenciano apuesta más por la fe de los hombres en la figura maternal y protectora de la Virgen adorada que realmente por el icono religioso que supone. En esencia, articula un discurso en absoluto religioso que habla sobre espiritualidad y fe. Menos sutil y metafórico, el destacado coreógrafo francés Angelin Preljocaj ideó en 1997 su apreciada Annunciation. De gran belleza formal, la pieza de Preljocaj conecta con esos temas espirituales que le obsesionan como el de los linderos de la vida y la muerte que exploró en Near Life Experience (2003) o su nueva creación por encargo del Ballet de la Ópera de París para marzo próximo, que se centra en la figura de Siddharta.
La danza no ha desaprovechado las moralejas subyacentes en los pasajes bíblicos para hablar de asuntos de actualidad. Cierto es que el mexicano José Limón (1908-1972) siempre manifestó interés por los temas religiosos en obras como There is a Time (1956) o Psalm (1967), pero cuando creó El traidor (1954) lo menos que quería era contar la vida de Judas, su absoluto protagonista. Eran los años duros de la guerra fría con su caza de brujas y la obra, que se ciñe a la historia bíblica, lo que quería era lanzar un mensaje cifrado a los delatores de comunistas animados por el gobierno. Judas es también el protagonista del musical Jesucristo Superstar (1971) pero el tándem de oro de Broadway Andrew Lloyd Weber & Tim Rice viene a decirnos que si todo estaba predestinado, Judas no es un malvado traidor sino un instrumento más de la obra de Dios, una idea más bien hippy que no gustó demasiado a la Iglesia católica.
Política es también la lectura de danza ensordecedora y agresiva que hizo el célebre coreógrafo norteamericano anclado en Alemania William Forsythe. Inspirado en una Crucifixión de 1503, de Lucas Cranach, erigió su contundente obra contra la guerra de Irak Three Atmospherics Studies (2005), a la que la prensa dio calificativos como el Guernica de Forsythe o Bagdad Ballet. Relata el creador que la idea le surgió mirando una foto de la guerra. "La imagen mostraba la evacuación de un cadáver en Irak ante su madre llorosa", explicaba entonces. "Era el mismo tema de la Crucifixión de Cranach, una madre que vela a su hijo asesinado por las autoridades locales bajo la supervisión de una fuerza ocupante. Después de todo, nada ha cambiado mucho desde entonces y quería hablar de ello". Sin ser explícitamente crítica religiosa, For Heaven's Sake (2001), del coreógrafo israelí Itzik Galili, hoy codirector del Amsterdam Dansgroep, introdujo una escena polémica y muy comentada que habla sobre los excesos de la fe y el desbordamiento del fanatismo. Dos bailarines sin camisa se autogolpean incesantemente sin más música que el desesperante retumbar acompasado de las palmas abiertas sobre cuerpos, en directa alusión a las razones religiosas que mueven el ya largo conflicto árabe-israelí.
La pionera Martha Graham se sirvió de relatos religiosos para obras suyas como El penitente (1940) o Appalachian Springs (1944). Alvin Ailey creó su obra cumbre Revelations (1960) a partir de la espiritualidad de los negros norteamericanos, y en América Latina, Graciela Henríquez ideó Oraciones. La lista es larga y ecléctica pero quizá sean los novísimos y contundentes ataques de Carrasco y Fabre los que vengan de alguna manera a cerrar un ciclo importante en la no siempre feliz relación entre danza y religión, un tema que de manera periférica siempre estuvo planeando sobre la danza pero que no había alcanzado cimas de irreverencia absoluta. Hasta hoy.

La casa de la fuerza. Angelica Liddell

La casa de la fuerza, que para la dramaturga, directora y actriz es la casa de la soledad; ese lugar donde se compensa el agotamiento espiritual con el agotamiento físico; es el sitio donde no somos amados, y hacemos ejercicios de no-sentimientos para compensar el exceso de sentimientos; es el sitio de la humillación y de la frustración.

Cuenta Angélica Liddell que el 2 de octubre de 2008, día de su cumpleaños, se sintió asustada, furiosa y triste: “Estaba jodida por el paso del tiempo, me había sentado como un tiro la comida en casa de mis padres y ya era plenamente consciente de que había perdido todo lo que amaba o había amado”. Ese mismo día, en busca de la contradicción, se apuntó a un gimnasio, uno de esos lugares de los que siempre había echado pestes. Y allí, precisamente, nació su último espectáculo. “La casa de la fuerza es la casa de la soledad”-explica Liddell- “ese lugar donde se compensa el agotamiento espiritual con el agotamiento físico. Es el sitio donde no somos amados y hacemos ejercicios de no-sentimientos para compensar el exceso de sentimientos. Es el sitio de la humillación y de la frustración”. Autora, directora teatral y actriz, Angélica Liddell muestra una personalísima trayectoria escénica, jalonada de pieza TEATRO Perfil. Por las revueltas de Angélica Liddell. La casa de la fuerza, montaje para siete actrices, forzudo, violonchelista y mariachis, es un tour de resistencia sobre la soledad, el desamor y los asesinatos de Ciudad Juárez. La actriz pasó el verano en México y afirma: "Allí te sientes pegado a la tierra y vives con otra intensidad, pero a costa de una pobreza y de una violencia generalizadas, o quizá gracias a eso". JAVIER VALLEJO. BABELIA - 17-10-2009
Angélica Liddell ha hecho de su angustia un oficio. Su teatro, descarnado y colérico, traduce poéticamente la incomodidad del hombre en la silla a la que se amolda, del pie con la bota que lo protege y de la mano con el origen último del dinero que gana. Su escritura es de un solo aliento. Sus interpretaciones tienen pegada: a veces dan en el blanco, y otras, a alguno que pasaba distraídamente por allí. Su apellido cierto es González. El de guerra evoca los mórbidos retratos de Alice Liddell, la niña que inspiró a Lewis Carroll Alicia en el país de las maravillas. A Angélica González (Figueres, Girona, 1966) se le ha ido pegando la piel de Angélica Liddell, y viceversa. Para hablar de La casa de la fuerza, el montaje para siete actrices, forzudo, violonchelista y orquesta de mariachis que representa hoy en el teatro de la Laboral, en Gijón, y en noviembre en el Festival de Otoño de Madrid y en el Centro Párraga de Murcia, concertamos una caminata de sol a sol por el Guadarrama.
Greta quiere suicidarse, el título de su primera obra, premio Ciudad de Alcorcón, es sintomático. "Era malísima, pero todavía hoy sigo hablando del suicidio, quizá porque no me atrevo a quitarme la vida. Cuando la escribí vivía en Móstoles y gastaba tres horas diarias en ir y volver de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma", dice en el autobús, camino de Segovia, ciudad donde desayunamos acodados. "Soy muy de barra". La mermelada de la tostada le recuerda los bocatas mojados en vino y azúcar que su madre le daba en Santibáñez el Bajo (Cáceres): "Para fortalecerme. Es extremeña: desde que yo era chiquitita volvíamos allí todos los años, hasta que murieron mis abuelos. Los adoraba. Todo lo aprendí viéndoles arar, pisar la uva, meter las manos en el fuego sin quemarse: eran sabios analfabetos. En cuanto hacían había una sencillez reveladora, una relación directa con las cosas que no he vuelto a experimentar. Fue aquélla una época de claridad y asombro. Todo tenía sentido: vivíamos de la cosecha, de la matanza, de la leche de las cabras, con las que me llevaba fatal: cuando una se queda mirándote así, de lado, acaba corneándote sin piedad. Pero también era una vida áspera, toda trabajo, y el analfabetismo, un modo de mantener pobre a la población".
Pero la emigración a la ciudad, le digo, provocó una aculturación masiva. "Cultura y educación están desvinculadas. Mira mis cinco años en Psicología: tiempo perdido. Hay una cultura aventada por los grandes medios y los grandes capitales, que están creando una sociedad a su medida, alienada, masificada y apática: un mercado. Se invierte mucho en homogeneizar las conductas. Por eso reivindico al individuo, al capitán Ahab frente a las opiniones generales. Cuando hablo de mi despecho en La casa de la fuerza no es por narcisismo, sino para acabar hablando de las mujeres asesinadas de Ciudad Juárez: la sensibilidad va siempre de lo personal a lo colectivo".
Otro autobús nos espera. Al recogerse el pelo, a Angélica Liddell se le achina el rostro. "¿Con este pedazo de nariz? Cuando actuamos en Japón, todo el mundo se señalaba la suya, y me hacían fotos". Dejemos su físico, pues, y hablemos del alma. "Me quedé sola hace un año y es como si me hubieran decapitado: sin amor me cuesta darle sentido a las cosas. Vuelco mi pena en este espectáculo, que viene a ser un duelo a muerte entre soledad y resistencia. A mis actrices les digo: 'Cada vez que alzamos una cerveza, estamos levantando nuestras vidas; cada vez que tomamos la palabra, estamos haciendo pesas; con cada frase, alzamos cien kilos'. Trabajamos al fallo, como los atletas cuando hacen pesas hasta que están a punto de reventar. En escena, trabajar al fallo significa trabajar sin pudor. La casa de la fuerza es una larga carrera de desamor, con elegía final".
"Busqué la felicidad", concluye, "sin imaginar que estaban preparándome el infierno". Hemos llegado. Bajamos del bus, atravesamos las últimas casas del pueblo y cogemos monte arriba, por un carril. A nuestra derecha colean caballos. "Mi abuelo tenía mulas: la mora y la chica. Un día le pusimos mal la albarda a una, nos tiró a todos los chavales y echó a correr". Como se ha pasado el verano en México, representando Yo no soy bonita, a Angélica se le agolpan el recuerdo de los peregrinos caminando de rodillas, de las capillas de la Virgen metidas en los escenarios... "Allí te sientes más pegado a la tierra y vives con otra intensidad, pero a costa de una pobreza y de una violencia generalizadas, o quizá gracias a eso. Aquí, en cambio, vivimos sin pasiones ni excesos, llevamos una vida calculada. Tanta estabilidad produce afectos mediocres. Mi psiquiatra me dice: 'No te avergüences de pedir lo mejor: amor, eternidad y belleza'. Nos hemos acostumbrado a lo ínfimo, a escoger siempre el camino fácil". Pues luego tomaremos a campo traviesa.
"¡Qué maravilla!", exclama contemplando el valle y el caserío, allá abajo. Burla burlando, hemos salvado 500 metros de desnivel. La veo en forma. "Paso cuatro horas al día musculándome, desde hace un año. Entonces detestaba los gimnasios. Ahora me encantan". También le gusta la lucha libre mexicana: "En un combate se atizaban con tubos fluorescentes hasta hacerse sangre". En su blog aparece junto a un coloso enmascarado, a quien confundo con Juan Carlos Heredia, El Porrúo, campeón español de strongman, que actúa en La casa de la fuerza. "Sus bíceps tienen el perímetro de mi cintura. Es capaz de levantar 300 kilos boca arriba. Cuando lo vi, me dije: 'Lo quiero para mí'. Las actrices quieren que las coja en brazos en escena: 'Nadie ha vuelto a hacerlo desde que éramos niñas', se quejan".
"Aquí nunca sube nadie, ¿verdad?", pregunta cuando llegamos a lo alto del cerro. "Eso me impresiona: cuando veo un sitio sin rastro de presencia humana, el misterio se hace más evidente. El hombre destruye el misterio". Sentados bajo un pino albar, saco el pan, la longaniza, la fruta y el queso. Sobre las cimas del otro lado del valle se ciernen nubarrones negros. Ruge, contenida y lejana, la tormenta. "Ese sonido es indescifrable, y asusta. La naturaleza nos hace mortales e insignificantes. Podemos coger ramas para fingir que el bosque avanza hacia el castillo, como en Macbeth, pero nunca estaremos a la altura de un bosque. Es apabullante esta belleza. Cuando estoy acompañada, siento que no puede pasarme nada malo. Igual delante de un cuadro: 'Nada puede pasarme mientras lo veo', pienso: 'Tiziano me protege".
"Todavía tengo las uñas negras de los ensayos. ¡Figúrate que en Gijón el carbón es ucranio! Amontonamos 1.500 kilos a paladas en el centro del escenario". En el cuaderno de dirección de Angélica figura cuanto hizo desde octubre del año pasado: "Un paseo, un viaje, todo lo he ido incorporando a La casa de la fuerza: el trabajo le ha dado sentido a mi vida y ha transformado el dolor en otra cosa, espero que bella. Chéjov me ha ayudado: 'Hay que trabajar', repite Irina en Tres hermanas porque siente que la vida se le pasa, como a Olga, la mayor, que jamás irá Moscú, porque Moscú no existe. Cuando grita: 'Vamos a Moscú', está diciendo en realidad: 'Nunca escaparemos del tedio".
En Anfaegtelse, Angélica Liddell se daba cortes en las piernas y dejaba manar su sangre. "Es una elección estética, como escoger un traje de época. Te enseño algo", dice, mientras se arremanga los pantalones: "Son del estreno. Quiero evocar la imagen del Cristo de Grünewald. Me los hago desde el más puro clasicismo". Tiene cuatro cortes horizontales en cada pierna, rojo intenso, unidos verticalmente por una línea amarilla ancha, de yodo. Parecen pinturas de guerra sioux, pero así, de cerca, me impresiona más una vena azul que corre por medio. "La sangre tiene una potencia estética brutal. Es preciosa: la utilizo pictóricamente. Para revelar lo interno, empiezo por la superficie. Hago lo privado público. Cuando eliges la fuerza, la sangre y la autoconfesión, en el fondo estás hablando de tu fragilidad. Usar la cuchilla es ponerte en pie de guerra, y exponerse uno mismo es exponer al otro, desnudarlo. Ésa es mi intención: luego, todo depende de la relación con el público, de cómo se establece el juego de fuerzas. Casi siempre hay una superioridad suya sobre el actor, 'loco que dice la verdad, cargado de ruido y de furia', en palabras de Shakespeare. Quien se pone frente a un loco, se siente por encima de él, aunque lo tema".
Pasa la tormenta de largo, dejamos el cerro con la desgana con que un niño deja el escaparate del que estaba prendido y nos abismamos hasta el río. En un recodo, paramos: "Estoy por quedarme a vivir en Gijón. Desde que volví de América, donde el teatro es libro de vida, Madrid me parece artificial". De Chihuahua, Angélica se ha traído a tres actrices para redondear su equipo habitual, formado por Gumersindo Puche, Carlos Marqueríe y Eduardo Vizuete, "la mejor gente que puedas imaginar". Rivera abajo, hablamos de las entrevistas, de su timidez. "Soy antisocial, casi sociópata. De haber nacido en Estados Unidos, habría entrado a tiros en un supermercado". Y de la soledad. Llevábamos siete horas sin toparnos con nadie: "Buenas tardes". En una encrucijada nos pellizca la hermana pequeña y rezagada de la tormenta, y un arco iris nos maravilla. Cae la sombra cuando llegamos a un pueblo, a dieciséis kilómetros del de salida: "Tengo fuerza en el escenario; en la vida, ninguna. Cuando se me conoce, se ve que soy débil", me dice, pero qué va.

Angélica Liddell
. “Tengo una inclinación natural a hablar de la parte podrida de las cosas" 16/10/2009 El teatro “afligido” de Liddell gana entusiastas, y eso que no es de fácil digestión. La autora, directora y actriz estrena hoy La casa de la fuerza en el Laboral de Gijón, coproducido por el Festival de Otoño de Madrid. En él ha incorporado, entre mariachis y violonchelos, al campeón de strongman de España, Juan Carlos Heredia, “El Porrúo”.
Angélica Liddell (Gerona, 1966) es una de las artistas más fieles que tiene hoy Antonin Artaud (Marsella, 1896-1948). Comparte su idea del teatro (“es lo que me impide pegarme un tiro”, dice la autora) y su visión metafísica del mundo, en la que “el mal es la ley permanente, y el bien un esfuerzo”, como predicaba Artaud.

-Leyendo la introducción sobre su nuevo espectáculo, da la impresión de que lo escribió en un momento de depresión.
-Sí, así es.

-En ella habla de que fue a un gimnasio y lo describe como “un sitio en el que no somos amados”. Pero si en los gimnasios no paran de ligar...
- Sí, mi gimnasio está lleno de actores porno gays, alegres y guapos, que desean amar y ser amados. Como todos nosotros. Pero para mí es ese lugar donde me reventaba durantes tres o cuatro horas seguidas para poder soportar la ansiedad, la angustia, para buscar alivio cuando ya no encontraba alivio en nada.

-¿Qué hay de fascinante en el horror, el dolor, la angustia...?
-Ni el horror, ni el dolor son fascinantes. La casa de la fuerza empieza con esta frase: “No hay cerro, ni selva, ni desierto, que nos libre del daño que otros preparan para nosotros”. Eso no es fascinante. Es terrible. Intento comprender por qué sufrimos, de la misma manera que intentan comprenderlo las tres hermanas de la obra Chejov. Lo fascinante no es el dolor sino la revelación que se produce cuando identificas tu propia aflicción con la de Masha, Olga, Irina, cuando descubres en otro el dolor de estar vivo. La compasión, es decir, ponerte en el lugar del otro, desemboca en fascinación, en misterio. Pero el dolor es algo indeseable. Y a veces mortal.

Si fuera una nihilista...
-Las tres hermanas no están intentando comprender su sufrimiento, simplemente sufren. Chejov se limita a describir cómo reaccionan en un momento difícil de sus vidas. La vida no es tan sencilla como para clasificarla por categorías ¿no?

-Estoy de acuerdo, la vida no es sencilla.
-¿Es su actitud nihilista?

-Si fuera una nihilista no intentaría buscarle un sentido a la vida con todas mis fuerzas, a través de mi trabajo, a través del amor, del pensamiento, de un paseo o de una conversación con un desconocido. No me esforzaría por comprender al hombre, por comprender el sufrimiento. Si fuera una nihilista carecería de rebelión, y yo funciono por rebelión, Job se rebela contra Dios y le interroga, le pregunta ¿por qué?, yo me hago constantemente esa pregunta para seguir con vida, para rebelarme contra la muerte.

-Pero ¿por qué habla tanto en su teatro de sufrimiento y dolor en vez de amor y belleza?
-Bueno, llevo toda mi vida hablando del amor. Sobre todo en mis últimas piezas, Anfaegtelse, Te haré invencible con mi derrota, y sobre todo en La casa de la fuerza. El amor es igual de complejo que la vida, con su luz y sus tinieblas. El amor es una ranchera, un bolero de Paquita la del Barrio, una declaración apasionada. Es el despecho. Es el suicidio. Pero es cierto que tengo una inclinación natural a percibir la parte podrida de las cosas. Eso me hace disfrutar más de lo bello.

-¿Transcurre su obra en un gimnasio?
-No, la obra no transcurre en un gimnasio. No hay lugares, hay vacíos. Desolación.

-¿De qué trata, realmente?
-He elegido hablar de mujeres solas, tristes, humilladas y muertas. Hablo de las distintas formas de la fuerza. La fuerza física y la fuerza espiritual. La fuerza criminal y la fuerza inocente. Y hablo de la relación de la fuerza con la soledad. El mundo está lleno de gente que es amada, pero yo he elegido hablar de los que no son amados. No puedo evitar ponerme de parte de los débiles, de los humillados. La casa de la fuerza es una canción de despecho que culmina en esa acusación oficial al Estado de México por parte de la Corte Interamericana de Derechos Humanos por no proteger el derecho de sus mujeres a vivir libres de violencia. Han viajado tres actrices desde Chihuahua para expresar toda esa indignación frente a la impunidad. No sé, hay rabia, mucha rabia en La casa de la fuerza.

-Con tanta rabia, el trabajo físico de los actores será agotador, ¿no?
-He intentado que la fuerza física y la fuerza emocional fueran unidas, que estuvieran a la altura la una de la otra. Hemos trabajado con la máxima exposición. Desde el primer ensayo les pedí a las actrices un profundo compromiso con su propio dolor y su propia fragilidad. Les pedí que rompieran la barrera del pudor espiritual. Para mí la transgresión es entrar en un estado crítico frente a lo inexplicable.

-¿Cómo espera que reaccione el público ante una obra de más de cuatro horas de dolor?
-Bueno, cuatro horas con dos intermedios es todo un clásico. Y no sé qué pasará con el público. La relación con el público siempre es una historia de enemigos, de confrontación, pero la historia de los enemigos acaba siendo una historia de amor.

-Y usted, a quien no le importa el placer estético como fin del arte, ¿espera que la obra guste a los no masoquistas?
-Jamás he buscado la belleza con tanto furor como en La casa de la fuerza. Siempre he dicho que la belleza es una de las formas de la justicia. Intento transformar el dolor, el odio y el sufrimiento en algo bello. Es un reto ético y estético. Creo que los masoquistas se aburrirán mucho. Estoy hablando de cosas demasiado serias. Estoy trabajando con actrices demasiado honestas, generosas, hermosas, y arriesgadas como para que un masoquista disfrute. Los masoquistas no se conmueven. Y mis actrices le arrancan lágrimas al hierro. Liz PERALES

jueves, octubre 22, 2009

Los profesores de la Región de Murcia están entre los que más cobran de España

LOS SUELDOS, CON LUPA. Los profesores de la Región están entre los que más cobran de España. Los docentes murcianos perciben unos mil euros más al año que la media nacional y todavía tienen pendientes de recibir varias subidas salariales. DANIEL VIDAL. Junio 2008
¿Está suficientemente remunerada la actividad docente de los más de 20.000 maestros, profesores de Secundaria y catedráticos que hay en la Región de Murcia? Si comparamos sus retribuciones anuales con los docentes de otras comunidades autónomas, la respuesta es sin duda afirmativa. Pero si preguntamos en Murcia, la respuesta es dubitativa. La Comunidad Autónoma gastará este año más de 780 millones de euros en los sueldos del personal docente, más del 60% del presupuesto con el que cuenta la Consejería de Educación, Ciencia e Investigación para el presente ejercicio. El gasto en personal de la Consejería ha registrado un incremento del 43% en los últimos cuatro años.
Según los datos de retribuciones salariales en este apartado a los que ha tenido acceso La Verdad, los profesores de la Región de Murcia están entre los que más cobran de toda España. Tanto los de Primaria, como los de Educación Secundaria, Formación Profesional o catedráticos de universidades.
En el caso de los maestros murcianos, perciben más de 1.000 euros anuales por encima de la media nacional, en la línea de los profesores de Secundaria, de Formación Profesional o de universidad. El único cuerpo que cobra por debajo de la media nacional es el de inspectores, a los que se les paga casi 800 euros menos al año que al resto de compañeros de otras comunidades autónomas. No todo podía ser de color de rosa.
Las evidentes mejoras que han experimentado los sueldos de los profesores en los últimos años se deben a los acuerdos a los que la Consejería y los sindicatos de la enseñanza han llegado en el marco de los pactos sociales por la Educación que se han firmado desde la anterior legislatura del Ejecutivo autónomo de Ramón Luis Valcárcel, según el propio titular de Educación, Juan Ramón Medina Precioso, y los responsables de ANPE, el sindicato mayoritario dentro de la Consejería.
Asturias, a la cola
Pero la cosa no se queda ahí. según fuentes sindicales consultadas por este periódico, la Consejería de Educación, Ciencia e Investigación de la Región de Murcia aún tiene que aplicar a las nóminas de los profesores murcianos la última subida pactada con la Administración regional para las pagas extraordinarias, lo que supondrá un incremento de esa paga de entre 100 y 200 euros para el personal docente. Sin duda, una buena noticia para el profesorado de cara a un verano que seguirá marcado por la crisis económica.
Por otro lado, las comunidades autónomas que peor pagan a sus docentes, según los datos a los que ha tenido acceso La Verdad, son Asturias (26.000 euros al año a los maestros y 30.000 a los de Educación Secundaria) y Galicia (27.265 y 31.248, respectivamente). Cantidades que, de momento, están lejos de los 29.400 euros que cobran los maestros murcianos y los 33.566 que perciben los docentes de Educación Secundaria en la Región.
Estas cifras se corresponden con el sueldo anual de los profesores sin antigüedad, aunque los docentes con cinco sexenios también están entre los que más cobran de España. Un lujo.
Baleares, a la cabeza
Los profesores de Educación Secundaria de la Región de Murcia, concretamente, son los cuartos mejor pagados de España, sólo superados por País Vasco (más de 37.000), Navarra (34.475) y Baleares (34.491). En el caso de los maestros, Murcia está en el tercer lugar de la clasificación salarial.
Por lo que respecta a la Formación Profesional, los docentes murcianos de esta especialidad sin antigüedad son los segundos mejor pagados de todas las regiones españolas, con 31.161 euros. Sólo Baleares, con algo más de 32.000 euros, paga mejor a sus profesores de Formación Profesional que Murcia.
Entre los catedráticos, las comunidades autónomas más generosas en las retribuciones son País Vasco, Castilla-La Mancha, Baleares y Murcia.

PROF DE F.P. 1 año - 30 años
Andalucía 30.029 40.143
Aragón 30.140 40.365
Asturias 27.639 37.805
Baleares 32.087 43.539
Canarias 30.078 34.967
Cantabria 29.738 39.844
Castilla-León 28.855 38.487
Castilla-La Mancha 29.796 39.427
Cataluña 29.549 41.171
Extremadura 29.275 38.907
Galicia 28.844 38.900
La Rioja 29.751 39.695
Madrid 29.728 39.359
Murcia 31.161 41.065
Navarra 30.977 39.857
País Vasco 36.758 45.887
Valencia 28.921 39.030
MEDIA 30.024 39.733

MAESTROS 1 año - 30años
Andalucía 28.419 38.533
Aragón 28.528 38.753
Asturias 26.060 36.227
Baleares 30.508 41.961
Canarias 29.004 33.893
Cantabria 28.160 38.266
Castilla-León 27.277 36.908
Castilla-La Mancha 28.217 37.849
Cataluña 27.800 39.422
Extremadura 27.696 37.328
Galicia 27.265 37.322
La Rioja 28.128 38.072
Madrid 28.149 37.780
Murcia 29.430 39.334
Navarra 29.425 38.306
País Vasco 31.855 40.901
Valencia 27.325 37.434
MEDIA 28.258 37.963

CATEDRÁTICOS 1 año - 30 años
Andalucía 36.811 46.106
Aragón 37.168 46.437
Asturias 34.616 43.725
Baleares 38.920 49.502
Canarias 35.982 40.868
Cantabria 35.778 45.128
Castilla-León 35.468 44.412
Castilla-La Mancha 40.500 45.386
Cataluña 36.798 47.146
Extremadura 35.857 44.801
Galicia 35.514 44.794
La Rioja 36.709 45.921
Madrid 36.377 45.321
Murcia 37.963 47.140
Navarra 37.054 46.581
País Vasco 43.329 51.470
Valencia 35.622 45.048
MEDIA 36.896 45.689

PROF DE ESO 1 año - 30 años
Andalucía 32.433 43.767
Aragón 32.612 44.057
Asturias 30.043 41.429
Baleares 34.491 47.163
Canarias 32.458 38.566
Cantabria 32.368 43.468
Castilla-León 31.290 42.141
Castilla-La Mancha 32.200 43.051
Cataluña 31.954 44.795
Extremadura 31.679 42.530
Galicia 31.248 42.524
La Rioja 32.330 43.493
Madrid 32.132 42.983
Murcia 33.566 44.689
Navarra 34.475 44.992
País Vasco 37.028 47.202
Valencia 31.357 42.686
MEDIA 32.397 43.326


Comentarios
Manuel Moya Cabezas
Como docente quedo sorprendido de la parcialidad de la noticia. Todas las cosas son grandes o pequeñas, más o menos, según con lo qué se comparen Como profesor de secundaria, licenciado universitario y funcionario del grupo A ¿me tengo que sentir avergonzado de lo que cobro? ¿Comparado con quién? ¿Con otros funcionarios (estatales, locales o autonómicos) de mi mismo grupo que cobran 1000 euros más que yo todos los meses?. El enfoque que le han dado a la noticia perjudica la imagen que la sociedad tiene del profesorado. Todo el mundo piensa en nuestras vacaciones, pero pocos piensan en la realidad de nuestro trabajo. Invito a cualquiera de los que nos critican a pasar una sola mañana con un grupo de 2º de la ESO y que vean con lo que tenemos que lidiar. Tambien invito al anónimo autor del comentario "sinvergüenzas", presidente del AMPA de un colegio público, a volver a la escuela y cuidar su ortografía.

diente
Poco cobran para lo que tienen que aguantar día a día. Tanto que muchos se estropean y pasan de ser ilusionados docentes a amargados funcionarios, cuando no amenazados y golpeados. Además de dinero, merecen respeto.Saludos para todos.

martes, octubre 20, 2009

Exposición “Lágrimas de Eros” en Thyssen y Cajamadrid

el lado oscuro del deseo. Exposición 'Lágrimas de Eros', en el Thyssen. MADRID, 19 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Museo Thyssen y la Fundación Caja Madrid presentan la exposición, 'Lágrimas de Eros', que incluye todas las orientaciones y nichos del deseo que han inspirado a artistas de todas las épocas y corrientes. Compuesta por 119 obras, esta muestra "sin precedentes" y "arriesgada", según el director del Thyssen, Guillermo Solana, aborda cómo ha sido plasmado el mito de Eros y Thánatos (muerte) en pinturas, esculturas fotografías y vídeos. La muestra se abre al público el martes.
Obras de Rodin y Gustave Courbet, se contraponen con imágenes más actuales de artistas como Man Ray o Andy Warhol en un intento de "diálogo" entre los grandes maestros del pasado y artistas del siglo XX. Y en un intento de aunar modernidad y erotismo, el Thyseen venderá una caja con tres preservativos con la imagen de Adán y Eva procedente del cuadro 'Eva y la serpiente' de Jan Gossaert al precio de 3'5 euros, según indicaron a Europa Press fuentes del Thyssen.
El conservador jefe del Museo Thysen, Guillermo Solana explicó este lunes que la idea de esta muestra surgió cuando se encontraba en un "punto bajo" de su carrera como responsable del Museo, ya que algunos proyectos no alcanzaban las expectativas esperadas.
Entonces pensó en una exposición que pudiera llegar a todo el mundo y se encontró con los mitos de Eros y Thanatos, las figuras que más "íntimamente han comprometido a la humanidad".
ENTUSIASMO DE LA BARONESA
"Espero que aquellos mitos escogidos hablen a la cabeza y al corazón del público como han estado hablando todos estos siglos", señaló Solana, quien agradeció públicamente a la baronesa Thyssen, el "entusiasmo" y la "pasión" con la que "ha defendido esta exposición ante los medios".
La muestra se abre con la musa erótica por excelencia, Venus recién nacida, diosa de la belleza, que esconde la más horrible trasgresión, segun cuenta Hesíodo, la diosa surgió del semen de Urano, castrado por su hijo Cronos.
La siguiente sala, titulada 'Eva y la serpiente', está protagonizada por las serpientes que se enroscan en los cuerpos de Nastassja Kinski y Rachel Weisz, protagonista de última película de de Amenábar, Agora, fotografiadas por Richard Avedon y James White, respectivamente.
La segunda parte de la muestra, que se desarrolla en la sede de Caja Madrid, explora los peligros mortales de Eros, en donde es la muerte misma la que se ve erotizada.
En esta parte, incluso se incluye un vídeo de David Beckham durmiendo, realizado por Sam Taylor-Wood.El vídeo se enmarca dentro de la sección dedicada al mito de 'Endimión' un joven pastor (o cazador) que dormía una noche en el monte Latmos, cuando la diosa de la Luna (Selene o Diana, según las versiones) miró hacia la tierra y se enamoró de él. Ella le pidió a Zeus que sumiera a Endimión en un sueño eterno, para poder contemplarle eternamente.
Así, para explorar la íntima relación entre Eros y Tánatos, la exposición dispone las figuras mitológicas en un itinerario casi narrativo que avanza desde la inocencia a la tentación, de la tentación a los suplicios de la pasión, hasta la expiación y la muerte.

Tormento y éxtasis en el Thyssen y Fundación Caja Madrid con “Lágrimas de Eros”

11 Ago, 2009 | Publicado por Redacción | Categorías: Exposiciones, Fundaciones, MuseosNo sólo arte | Imprime esta noticia Imprime esta noticia


Del 20 de octubre de 2009 al 31 de enero de 2010

El Museo Thyssen-Bornemisza y la Fundación Caja Madrid presentan Lágrimas de Eros, una gran exposición dedicada a los tormentos de la pasión: el lado oscuro del deseo sexual. La muestra lleva el título del último libro del escritor francés Georges Bataille, Les larmes d’Éros, y se inspira en algunas de sus ideas sobre el erotismo, como la dialéctica prohibición / transgresión o la identificación de lo erótico con el sacrificio religioso.

La exposición tiene un carácter total, pansexual, e incluye todas las orientaciones y nichos del deseo: la mirada masculina y la femenina, lo hetero y lo homo, el voyeurismo y exhibicionismo, el bondage y el sadomasoquismo, los diversos fetichismos, etc.

Todas esas especialidades se reconocen en el gran repertorio de los mitos de Eros, tanto los que proceden del Olimpo grecorromano como los que vienen de la Biblia. Nuestra exposición ilustra la pervivencia de esos mitos hasta nuestros días y a la vez su transformación en la época moderna, que les ha dado nuevos sentidos perversos.

La exposición —que incluye 121 obras, entre pinturas, esculturas, fotografías y vídeos— está organizada temáticamente, con cada sala dedicada a uno de los grandes mitos de Eros. El recorrido se centra en el arco que va desde el romanticismo al simbolismo y de éste al surrealismo y a lo contemporáneo, aunque incluye también saltos atrás, flashbacks hacia el Renacimiento y el Barroco. Dentro de cada capítulo se acentúa el diálogo entre el arte de otros siglos y la creación
actual.

Duval Tormento y éxtasis en el Thyssen y Fundación Caja Madrid con Lágrimas de Eros A través de las diversas épocas y medios artísticos, el espectador verá reaparecer una y otra vez ciertos motivos simbólicos, como las lágrimas, la ola y la espuma del mar, la cabellera, la serpiente, las ataduras de cuerda o de carne que dibujan la figura siempre igual y siempre cambiante de Eros.

Museo Thyssen-Bornemisza
1. Nacimiento de Venus.
Según Hesíodo, Afrodita (Venus en la versión latina) surgió ya adulta del semen de Urano caído al mar. Esa Venus recién nacida, todavía inocente pero armada con todos sus recursos de seducción, aparece aquí en las obras de dos pintores académicos del siglo XIX, Amaury-Duval y Bouguereau, y en una escultura de Rodin.

Frente a ellas, dos interpretaciones actuales del mito, inspiradas en la Venus de Botticelli: una fotografía de Rineke Dijkstra (la versión candorosa) y una pintura de John Currin (de ingenuidad sólo aparente).

2. Eva y la serpiente.
En su imagen clásica, la Caída es una escena simétrica, con Adán a un lado y Eva al otro, separados por el árbol en torno al cual se enrosca la Lautrec 150x150 Tormento y éxtasis en el Thyssen y Fundación Caja Madrid con Lágrimas de Eros serpiente. Pero en la época moderna, los artistas se olvidarán de Adán para concentrarse en la complicidad entre la mujer y la serpiente, que juegan y danzan en la intimidad.

En este capítulo destacan las obras de Franz von Stuck, Gauguin, Toulouse-Lautrec, así como la famosa Encantadora de serpientes de Henri Rousseau, dialogando con fotografías contemporáneas como la imagen de Nastassia Kinski por Richard Avedon y la de Rachel Weisz por James White.

3. Esfinges y Sirenas.
La esfinge y la sirena son dos monstruos mitológicos (terrestre y acuático) que encarnan los peligros de la seducción.

Cezanne 150x150 Tormento y éxtasis en el Thyssen y Fundación Caja Madrid con Lágrimas de Eros En esta sala, las esfinges decimonónicas de Gustave Moreau o Elihu Vedder coexisten con las actuales de Mapplethorpe, Louise Bourgeois o Marc Quinn. Y las ninfas o sirenas de Corot, Courbet, Burne-Jones y Franz von Stuck se enfrentan a una fotografía de Tom Hunter.

4. Las tentaciones de San Antonio.
El tema clásico del eremita asaltado por una serie de visiones perturbadoras de inspiración diabólica introduce en escena al voyeur, el mirón, y su extraña actitud, a la vez participante y distante, activa e inactiva. En esta sección se incluyen obras de Furini, Cézanne, Franz von Stuck, Picasso y Antonio Saura.

Ribera Tormento y éxtasis en el Thyssen y Fundación Caja Madrid con Lágrimas de Eros 5. El martirio de San Sebastián.
Capitán de la guardia pretoriana y favorito de Diocleciano, Sebastián es condenado por el Emperador a ser asaeteado por sus propios arqueros.

La imagen del joven atado al árbol, desnudo y atravesado por las flechas, con una expresión entre la agonía y el éxtasis, fue desde el Renacimiento un pretexto para el disfrute de los sentidos y terminó convirtiéndose en el icono gay por excelencia.

En esta sala destacan las pinturas de Bronzino, Guido Reni, Ribera y Gustave Moreau, así como una magistral escultura de Bernini.

6. Andrómeda encadenada.
Andrómeda es el contrapunto femenino de Sebastián en nuestro díptico del bondage o esclavitud erótica.

Dali 150x150 Tormento y éxtasis en el Thyssen y Fundación Caja Madrid con Lágrimas de Eros Encadenada a la roca y amenazada por el monstruo marino, Andrómeda será rescatada por Perseo. La historia permite a pintores como Rubens y Millais explotar el sugerente contraste entre la carne desnuda y la armadura negra del héroe.

Los surrealistas Dalí, Domínguez, Penrose y Bellmer evocan implícitamente el mito de Andrómeda en sus manipulaciones sádicas del cuerpo femenino.

7. El beso.
El beso es la imagen de la consumación amorosa, donde los amantes luchan por superar sus propios límites individuales para confundirse en un solo ser.

Magritte 300x219 Tormento y éxtasis en el Thyssen y Fundación Caja Madrid con Lágrimas de Eros Pero ese intento entraña a veces una violencia abierta o latente, una pasión caníbal por devorar al otro o por vampirizarlo, ilustrada en las obras de Munch, Rodin, Franz von Stuck, Max Ernst, Magritte, Andy Warhol y Marlene Dumas.

En una sala aparte se muestran tres vídeos de Bill Viola relacionados con la pareja humana y la fusión de sus límites.

Fundación Caja Madrid

Si en la primera parte de la exposición, que tiene lugar en el Museo Thyssen, se desvelaban los peligros mortales de la pasión erótica, en la segunda parte, en la Sala de las Alhajas de Caja Madrid es la muerte la que se ve erotizada.

Dhurmer 150x150 Tormento y éxtasis en el Thyssen y Fundación Caja Madrid con Lágrimas de Eros La agonía de asimila al éxtasis amoroso y la muerte aparece bajo un doble aspecto: o bien suavizada y embellecida como hermana del sueño o presentada con sus rasgos más macabros.

8. Apolo y Jacinto

El joven Jacinto murió accidentalmente jugando a lanzar el disco con su amante Apolo. El llanto por Jacinto (versión homoerótica del lamento de Venus por Adonis) fue objeto de una presentación grandiosa y teatral pero distanciada en la obra maestra de Tiépolo de la Colección Thyssen.

En las aproximaciones posteriores al tema de los pintores neoclásicos franceses como Broc, Blondel y Dubufe seguiremos la génesis de un tratamiento más íntimo y cercano del amor homosexual.

Wood 300x195 Tormento y éxtasis en el Thyssen y Fundación Caja Madrid con Lágrimas de Eros 9. El sueño de Endimión
Cuando la diosa de la Luna se enamoró del bello pastor Endimión, logró que Zeus le concediera al mortal la eterna juventud y que lo hiciera dormir para siempre, para poder contemplarlo cada noche.

Con Endimión, el cuerpo masculino aparece vulnerable y rendido, convertido en pasivo objeto erótico. La selección incluye piezas canónicas como las de Rubens, Guercino, Girodet o Canova y alcanza hasta el reciente video de Sam Taylor-Wood que representa a David Beckham durmiendo.

Delvaux 150x150 Tormento y éxtasis en el Thyssen y Fundación Caja Madrid con Lágrimas de Eros 10. Cleopatra o la agonía voluptuosa
En las representaciones decimonónicas del suicidio de Cleopatra, envenenada por el áspid, las posturas de la agonía coinciden con las del orgasmo. Otra bella suicida, Ofelia, queda plasmada en las obras de Gregory Crewdson y Tom Hunter.

Por su parte los surrealistas, desde Man Ray hasta Dalí y Delvaux, celebran en sus desnudos la identificación entre la muerte y de la petite mort, entre la aniquilación y el éxtasis.

11. Magdalena penitente

Lefebvre 150x150 Tormento y éxtasis en el Thyssen y Fundación Caja Madrid con Lágrimas de Eros Magdalena, la pecadora arrepentida por antonomasia, se retira a hacer penitencia: desnuda o vestida sólo con su larga cabellera, llora y medita ante el libro, la cruz y la calavera.

En las representaciones de Lucas Jordán, Canova, Lefebvre, Puvis de Chavannes, Kiki Smith y Marina Abramovic se alternan la mortificación de la carne y la indulgencia sensual.

12. Cazadores de cabezas.
En las historias bíblicas de Judith y Holofernes, Salomé y el Bautista y David y Goliath, la cabeza cortada, exhibida como trofeo, cobra una extraordinaria intensidad pasional.

Sherman Tormento y éxtasis en el Thyssen y Fundación Caja Madrid con Lágrimas de Eros La decapitación como metáfora de la castración a manos de una femme fatale (o de un “efebo fatal”) se ilustra con obras de Francesco del Cairo, Valentin de Boulogne, Jacob van Oost, Guercino, Tiepolo, Benjamin Constant, Lévy-Dhurmer, Franz von Stuck y Cindy Sherman.

Datos de interés:
Museo Thyssen-Bornemisza. Paseo del Prado 8, 28014 Madrid.
Horario: de martes a domingo de 10.00 a 19.00 horas. La taquilla cierra a las 18:30h. Tarifas: Exposición temporal: 8 € (Reducida: 5 € para estudiantes y mayores de 65 años). Exposición temporal + Colección permanente: 13 € (Reducida: 7,5 € para estudiantes y mayores de 65 años previa acreditación). Venta anticipada de entradas en taquillas o en la web del Museo y en el 902 050 121 Más información: 91 369 01 51 y www.museothyssen.org

Fundación Caja Madrid. Plaza de San Martín, 1, 28013 Madrid. Horario: de martes a domingo de 10.00 a 20.00 horas. Entrada libre. Más información: 902 246 810 y www.fundacioncajamadrid.org

Ficha de la exposición
Título: Lágrimas de Eros Fechas: Del 20 de octubre de 2009 al 31 de enero de 2010. Organizadores y sedes: Museo Thyssen-Bornemisza y Fundación Caja Madrid. Comisario: Guillermo Solana, director artístico del Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid. Coordinadora de la exposición: Laura Andrada Número de obras: 121 Publicaciones: Catálogo con textos de Guillermo Solana editado en español e inglés. Página web: español e inglés.

.

Archivo del blog

.