"Se ha descubierto que existen diferencias, de manera que el hombre es más sexual, tiene un apetito sexual más constante, mientras que la mujer es más sensitiva", explica Dierssen. Incluso la infidelidad afecta de manera diferente a unas y otras especies. Se sabe, por ejemplo, que sólo el 3% de los mamíferos son monógamos, como los ratones de la pradera, las orcas o el hombre, mientras que la gran mayoría son promiscuos.
El experimento, por el momento, no se ha efectuado en personas, aunque ha despertado un gran interés por el alcance que puede tener en las relaciones humanas, teniendo en cuenta que más del 15% de los españoles afirma haber sido infiel alguna vez en su vida, mientras que el 43% asegura haberlo deseado en algún momento.
El amor es "ciego"
Las últimas investigaciones sobre el funcionamiento del cerebro han revelado también que las personas que están realmente enamoradas pierden la capacidad de criticar a sus parejas, es decir, se vuelven incapaces de ver sus defectos, lo que viene a confirmar aquel popular refrán que asegura que "el amor es ciego".
Al menos esto es lo que sucede en los casos de amor romántico o maternal, en los que se ha detectado que, ante determinados sentimientos, se activan las mismas regiones del cerebro.
Cuando nos enamoramos perdemos la capacidad de criticar a nuestra pareja, por lo que el amor es ciego
"Cuando nos enamoramos perdemos la capacidad de criticar a nuestra pareja, por lo que puede decirse que, en cierta manera, el amor es ciego", señala Dierssen, que recientemente ha participado en un ciclo sobre Amor, ciencia y sexo organizado por la Obra Social de La Caixa.
Adicción química
Los estudios que desde hace varios años se llevan a cabo en humanos y ratones para conocer el complejo funcionamiento del cerebro están aportando datos tan novedosos como sorprendentes en el siempre estimulante terreno del amor. El diccionario de la Real Academia Española define el amor como "un sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser". Para Mara Dierssen, sin embargo, el amor es algo más simple: "Una adicción química entre dos personas".
El cerebro de hombres y mujeres funciona de manera diferente
Estos sentimientos desencadenan en nuestro interior un conjunto de alteraciones químicas que generan sustancias como la dopamina, responsable de la sensación de atracción, o la serotonina, implicada en los pensamientos obsesivos.
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