miércoles, agosto 31, 2011

Samsung YP-G70 Galaxy Player 8 GB wifi 5.0

23 de Ago de 2011

Ventajas: Dispositivo todo en uno sin tarifa mensual de Internet . Memoria 5Gb ampliable

Desventajas: En uso intensivo la batería dura menos de dos días . Aún no hay accesorios

Recomendable:




El Samsung Galaxy Player wifi 5.0 YP-G70 es un dispositivo que responde plenamente las especificaciones que ostenta.
Pueden consultarse estupendas revisiones y videoramas en Internet en las siguientes webs: - http://www.androidsis.com/prueba-del-samsung-galaxy-s-wifi-5-0-i/ -




http://es.engadget.com/2011/08/05/samsung-galaxy-s-wifi-5-0-analisis-del-reproductor-multimedia-a/

Además Samsung proporciona abundante soporte. Aquí tienen el manual: - http://downloadcenter.samsung.com/content/UM/201106/20110609115811462/YP-G70_UM_Open_Spa_Rev.1.0_110603_Screen.pdf

Así que no insistiré más que en mi experiencia de manejo.

Es enormemente fácil e intuitivo el manejo del reproductor de música y vídeo, de la cámara de fotos y vídeo, del navegador de Internet, de Facebook, del correo electrónico... y sólo se necesita una conexión wifi a mano. El gps es sensible y eficaz. Con un navegador como Sygic o BackCountry Navigator o Navit que funcione offline con los mapas cargados te conduce fácilmente en coche o andando a donde vayas.

A través del Android market se pueden instalar multitud de programas gratuitos y/o baratos. He usado con éxito wifi analyzer, brújula, linterna, tangram, e-book reader, wikipedia, apps de realidad aumentada, mapa estelar...

La comunicación con el pc no tiene complicación alguna, a través del cable usb.

El tamaño es ideal para llevarlo en un bolsillo o colgado gracias al enganche de que dispone en una esquina.

Una buena idea de Samsung llenando un espacio que no cubre Apple con sus ipod, ipad o iphone. No les hace la competencia pero está a la par en prestaciones y manejabilidad. ¡Y es un android! O sea, software libre y miles de desarrolladores trabajando a su servicio sin tregua...

En Corea venden el mismo dispositivo provisto de cámara de 5 megapixel (en vez de 3) y con pantalla de resolución HD. Esto encarecería el precio y reduciría las ventas en Occidente.

Las 'electrolineras' empiezan a ser una realidad en España. El sector intenta evitar que la crisis frene la expansión de los puntos de carga

DESARROLLO DE LAS INFRAESTRUCTURAS PARA UNA MOVILIDAD ECOLÓGICA. Las 'electrolineras' empiezan a ser una realidad en España. El sector intenta evitar que la crisis frene la expansión de los puntos de carga. EL PERIÓDICO 31/08/2011

A pesar del frenazo que la crisis está ocasionando, el desarrollo y la implantación del vehículo eléctrico no tienen vuelta atrás. Los grandes fabricantes de automóviles ya comercializan algún modelo o lo tienen a punto para ponerlo en el mercado, mientras que las compañías eléctricas y empresas proveedoras como GE Energy han iniciado la carrera para poner en marcha una red de electrolineras que permitan a los conductores cargar las baterías de sus vehículos.
Cepsa y Endesa inauguraron en abril en Barcelona el primer punto de recarga rápida para vehículos eléctricos en España. Iberdrola también intensificó su apuesta por el vehículo eléctrico a través del plan Movilidad Verde, que prevé una solución integral para facilitar al cliente la compra del vehículo, la instalación del punto de recarga, la financiación y el suministro de energía totalmente renovable.
Desde Barcelona, hace tres meses que GE Energy empezó a vender en España el cargador Dura Station, del que ya ha realizado 15 instalaciones (cada una de ellas tiene de uno a 20 cargadores). "Llevamos ofertados más de 1.000 equipos", precisa Ignasi Raventós, director de márketing y distribución para España y Portugal de esta multinacional que tiene uno de sus negocios más importantes en los productos de baja tensión. Entre sus clientes hay centros comerciales, AENA --el organismo gestor de los aeropuertos-- y otras compañías que quieren completar con los cargadores eléctricos la atención al cliente y el autoservicio.
La iniciativa de esta empresa de establecer una red de electrolineras responde a las previsiones de la demanda, basadas en la apuesta hecha en la última década por los gobiernos y las empresas automovilísticas por la implantación del vehículo eléctrico. Como los automóviles actuales, que tienen que llenar sus depósitos con derivados del petróleo a través de las gasolineras, el coche eléctrico también tendrá que disponer de una red propia. La diferencia es que, en estos momentos, llenar un depósito eléctrico puede costar unos cinco euros.
Las previsiones, según Raventós, son que España tendrá que disponer de unos 350.000 puntos de carga en el 2014 para poder dar servicio a una flota de 250.000 vehículos eléctricos.

TIEMPO DE CARGA El reto es seguir avanzado en la investigación de los cargadores para conseguir acortar los tiempos de carga de las baterías. Si el modelo de cargador Dura Station necesita actualmente de una a dos horas, el Watt Station que se empezará a comercializar en el año 2012 reducirá notablemente ese plazo. "El objetivo es llegar a tener cargadores que permitan cargar el coche en tres minutos, como en las gasolineras actuales", explica Raventós.Se estima que en el 2020, solo en la Unión Europea habrá unos 3,3 millones de vehículos eléctricos y que cada uno necesitará una media de 1,5 cargadores para que sus conductores puedan circular sin temor a quedarse tirados en la carretera por falta de energía. Sin embargo, las consecuencias de la crisis actual pueden hacer estragos en todas estas previsiones. Si las ventas de vehículos, en general, han caído en picado en los dos últimos años, en el caso de los eléctricos el bajón es aún más severo.

domingo, agosto 28, 2011

¿Reformar la constitución sin acuerdo de la ciudadanía? Vicenç Navarro Un referéndum necesario

Un referéndum necesario 28 Agosto 2011 | Categorías: Nacional |Vicenç Navarro – Consejo Científico de ATTAC.
Resultado de una Transición inmodélica de la dictadura a la democracia (realizada bajo el enorme dominio de las fuerzas conservadoras herederas del régimen dictatorial anterior), el sistema democrático español es escasamente representativo, no sólo por estar basado en un proceso electoral muy poco proporcional (que se aleja mucho del principio de que cada ciudadano debiera tener la misma capacidad de decisión en la gobernanza del país), sino también por el escasísimo espacio que se ofrece a la ciudadanía para participar en las decisiones públicas que afectan el bien común. La democracia queda limitada en España a votar cada cuatro años sin que se le ofrezca a la ciudadanía la oportunidad de participar en referendos vinculantes y otras formas de democracia directa que permitieran una mayor capacidad de incidencia de los ciudadanos en el quehacer común. Es cierto que hay posibilidades de hacer referendos a nivel del Estado central, pero no es ni fácil ni frecuente, como demuestra la escasez de referendos que ha habido en España durante el periodo democrático. La única expresión de desaprobación que los representados tienen a su alcance es dejar de votar o votar por opciones distintas cada cuatro años. Ello es un indicador de lo enormemente limitada que es la democracia española.
Hemos estado viendo recientemente cómo partidos gobernantes (tanto a nivel central como autonómico) están aprobando medidas altamente impopulares, que no estaban incluidas en sus propuestas electorales, y que se están llevando a cabo supuestamente por mandato de los mercados financieros, a quienes nadie ha elegido. El 82% de la ciudadanía estaba en contra, por ejemplo, del retraso de la edad de jubilación; el 86% en contra de la congelación de las pensiones; el 68% en contra de los recortes del gasto sanitario, y así un largo etcétera, lo cual no fue un obstáculo para que la mayoría de las Cortes españolas aprobaran tales medidas. Una consecuencia de ello es la enorme distancia que se está creando entre representados y representantes, con la pérdida de legitimidad de los últimos. No es de extrañar que la clase política dominante esté considerada por la población como el tercer gran problema que tiene el país.
Y estamos a punto de ver otro caso en el que una decisión de enorme trascendencia (la reforma de la Constitución, para garantizar un límite al gasto público) se está proponiendo por la dirección de los dos partidos mayoritarios, medida que no estaba en el programa electoral de ninguno de ellos (y que afectará negativamente a la calidad de vida de la mayoría de la población). Y ello sin que se haya consultado al pueblo español, argumentándose, además, que el Estado –como ha dicho en varias ocasiones Rajoy (el dirigente político español que ha promocionado tal medida de limitación de gasto público con mayor frecuencia)– no puede vivir por encima de sus posibilidades. En realidad, España se gasta mucho menos en su sector público (del cual, el capítulo más grande es el del Estado del bienestar) de lo que debiera por su nivel de desarrollo económico. El PIB per capita de España es ya el 94% del promedio de la UE-15, mientas que el gasto público social por habitante (que incluye gasto en pensiones, en sanidad, en educación, en servicios domiciliarios a personas con dependencia, en escuelas de infancia, en servicios sociales, en ayudas a las familias, en vivienda social, entre otros) es sólo el 74% del promedio de la UE-15. Si fuera el 94% (como debiera ser), nos gastaríamos 66.000 millones de euros más en nuestro Estado del bienestar de lo que nos gastamos ahora.
El problema del sector público (del cual el mayor componente es el Estado del bienestar) no es que sea excesivo, sino que está poco desarrollado. España está a la cola de la Europa social (su gasto público social por habitante es el más bajo de la UE-15). Como resultado de ello, sólo uno de cada diez españoles adultos trabaja en los servicios públicos (primordialmente en los servicios públicos del Estado del bienestar). En Suecia, sin embargo, es uno de cada cuatro. Si en España fueran cuatro, se crearían casi cinco millones de puestos de trabajo, eliminándose el desempleo.
Y no nos engañemos. Lo que desean las fuerzas conservadoras, lideradas por Merkel y Sarkozy en la UE, y por Rajoy en España (y ahora por Zapatero), es salir de la crisis a base de reducir todavía más los ya escasamente financiados estados del bienestar de los países periféricos de la eurozona, incluyendo España. De ahí su propuesta de escribir en piedra (poniéndolo en la Constitución) la limitación del gasto público exigiendo una eliminación del déficit público. Su aplicación a España significaría un obstáculo para la corrección de su enorme déficit social. Exigir limitaciones de tal gasto (en un contexto de escaso crecimiento y de reducción de impuestos) no es sólo un suicidio económico (pues se pierde la oportunidad de estimular la economía), sino también una condena a mantener subfinanciado el Estado del bienestar español.
Los ingresos al Estado español son de los más bajos de la eurozona, representando sólo un 34% del PIB (el promedio de la UE-15 es un 44%, y en Suecia un 54%) y ello resultado de una política fiscal sumamente regresiva que favorece enormemente a las rentas superiores a costa de las rentas del trabajo (en las que se incluye a la mayoría de la ciudadanía). De ahí el bajo gasto público, incluyendo el social. Querer frenar este gasto significa, en la práctica, congelar (por mucho que lo nieguen los que proponen tal medida) cualquier corrección de este enorme déficit.
De ahí que se necesite una movilización popular para que tal medida pueda ser confirmada o rechazada por la población española, de la cual deriva todo el poder del Estado. Es importante que a los representantes se les recuerde este principio básico de cualquier democracia.

“España tiene los recursos, pero no tiene el coraje político de recoger esos fondos” (Vicenç Navarro)

Respecto a la economía de EEUU, cabe resaltar dos datos que ha comentado Navarro: en primer lugar, ha dicho que antes de que Reagan ganara las elecciones, el 1% más rico de EEUU tenía el 7% de la riqueza. Hoy día, ese 1% tiene el 24%. Y por otro lado, ha comentado que en el único Estado de los Estados Unidos que no ha tenido problemas de liquidez es Oklahoma, que tiene un banco público.

Pero V. Navarro no se ha limitado ha describir este negro panorama, sino que ha propuesto alternativas a las políticas de recortes sociales. Entre sus propuestas para incrementar los ingresos públicos, estaban las siguientes:

  • 2.948 millones gravando beneficios financieros
  • 6.900 millones de impuestos finalistas por sanidad (pago por uso de la sanidad al Estado, no a una empresa concesionaria privada)
  • 2.552 millones manteniendo el impuesto de sucesiones
  • 862 millones modificando las multas en función de los ingresos del infractor, que ya está funcionando con éxito en Finlandia
  • 985 millones, con un impuesto de 5 euros por cada vuelo que salga de los aeropuertos españoles
  • 643 millones recuperando el nivel de imposición a las rentas altas previas a las rebajas del Gobierno actual.
  • 63.000 millones combatiendo el fraude fiscal

No necesariamente hay que compartir todas las propuestas que hace Navarro, pero cuanto menos, está bien conocerlas, por su originalidad y como prueba de que hay otras formas de salir de la crisis distinta de las políticas que se están desarrollando actualmente. Para saber más, podéis visitar su blog: www.vnavarro.org.

El mapa del deseo GUILLERMO ABRIL EL PAIS SEMANAL - 14-08-2011

El mapa del deseo GUILLERMO ABRIL EL PAIS SEMANAL - 14-08-2011

Hace un par de veranos llegó una respuesta al correo de la sección de sexo de esta revista. Decía: "En verano me gusta sentarme en el chiringuito y ver pasar pies desnudos porque algunos hombres se ponen muy atractivos en la zona inferior de su fisonomía. Veo caminar robustas pantorrillas bronceadas, firmes tobillos, potentes empeines. A veces esos veraneantes tienen la coquetería de hidratar la piel de sus plantas, limar sus uñas y adornarse con sandalias bonitas. Qué guapos". El verano y el descubrimiento. La escribía Susana Moo, seudónimo de una escritora gallega de literatura erótica, cuyo universo gira en torno a los pies. Los ajenos y los propios. En su identidad digital, Moo no es su rostro, sino el final de sus piernas. Ella en sandalias. Ella descalza. Ella con las uñas recién pintadas. Genera fervor en la red.
"El fetichismo de pies levanta pasiones", dice. Hombres de medio mundo contactan con ella a través del blog o de su página de Facebook. "Es un misterio. Pero en esto coinciden muchas culturas desde la antigüedad". De la punta de los pies al último cabello, por qué nos atrae lo que nos atrae es un agujero negro del cerebro. "El gran problema de la neurociencia", según el doctor Barry R. Komisaruk, psicólogo de la Universidad de Rutgers (Nueva Jersey, Estados Unidos) e investigador veterano sobre el despertar de la libido. Puede ocurrir con la observación de un empeine desde el chiringuito o con un fotograma infinitesimal de la vulva de Sharon Stone: "Bajo situaciones de deseo sexual, se activa la parte frontal del cerebro. Es una respuesta a la segregación de dopamina, un neurotransmisor que se genera en el bulbo raquídeo", explica el doctor Komisaruk. Más sencillo: "Sabemos que el sistema de la dopamina se activa con el deseo sexual. Es una forma de recompensa. Pero ¿por qué las neuronas nos hacen sentir atracción hacia determinadas cosas? Eso es aún un enigma".


El mapa del deseo. Si hubiera que trazarlo, saldría uno para cada individuo. "Da igual cada microgramo de piel que a uno le atraiga. Todo ha sido objeto de deseo en alguna cultura. Entre los japoneses, la nuca desnuda era terriblemente erótica, mucho más que los senos", dice el poeta y novelista Gregorio Morales Villena, referencia en los círculos de escritura erótica. El doctor Janiko R. Georgiadis, del departamento de neurociencia de la Universidad holandesa de Groningen, maneja sus hipótesis: "Algunas partes del cuerpo nos resultan biológicamente llamativas porque muestran capacidad reproductiva". Y traza ejemplos: el pecho, la ratio entre la cintura y la cadera, los rasgos faciales. Por supuesto, añade, el aprendizaje juega sus cartas: "Existe una evolución de las preferencias a lo largo de la vida. Las personas aprenden a admirar otros rasgos en el camino, incluyendo información no relacionada con el cuerpo, como la personalidad". Lo decía en la película Martín Hache (1997) el personaje interpretado por Eusebio Poncela: "Yo me follo las mentes". "El córtex cerebral, la parte más nueva y más desarrollada del cerebro humano, desempeña un papel crítico en la percepción de la excitación y el deseo", apunta el doctor Georgiadis. Allí se localizan también la imaginación, la decisión, el juicio. Pero cuando se nos cruza una imagen sexual perdemos el foco. "Las regiones cerebrales que controlan la atención se activan. Nos volvemos prácticamente incapaces de no mirar", dice el doctor Martin Walter, del laboratorio de afectividad y neuroimagen clínica de la Universidad de Magdeburgo (Alemania). "La percepción de la excitación ha de generar una reacción emocional fuerte. Se activa el sistema de recompensa, y este nos pide que sigamos consumiendo o persigamos el objeto de deseo". La segregación de dopamina, añade, suele estar relacionada con el grado de novedad. "Normalmente nunca se muestran las partes más íntimas del cuerpo. Por eso mantienen un alto nivel de interés", según el doctor Walter. Y por eso, quizá, en esta etapa de destape general, la novedad se encuentre "en los territorios pequeños", según la sexóloga Natalia Rubio. Un piercing o un tatuaje en torno a lo ya visto. Son "detalles dentro de la zona", dice Rubio. Están de moda, añade, lo anal y lo genital, pero embellecido. O quizá siempre lo estuvieron. ¿Biología o cultura? A continuación les presentamos un mapa del deseo sin ánimo exhaustivo y sin orden de prelación. Es solo una sugerencia. Un recorrido erótico por aquellos lugares del cuerpo que desvían la atención y aprietan ese misterioso interruptor del cerebro.

1. EL CULO O, lo que es lo mismo, "esa enorme luz roja", en palabras de Dian Hanson, la prestigiosa editora de volúmenes subidos de tono de Taschen, curtida en mil y una revistas pornográficas de los años setenta y ochenta. "Los traseros femeninos atraen porque históricamente las relaciones sexuales se mantenían por detrás". Como un faro en la niebla. Y un barco llegando a puerto. Según el Diccionario del sexo y el erotismo, de Félix Rodríguez, recién editado por Alianza, "a lo largo de la historia ha habido un culto al culo musculoso, especialmente de la mujer. Fue particularmente valorado en la edad de piedra, en la Edad Media y en los siglos XVI-XIX. En el siglo XX cabe destacar la década de los cuarenta, en que triunfó la cintura de avispa con caderas prominentes, y la década de los ochenta, en que tuvo su auge el body-building dándose valor a las nalgas redondas, firmes y sin grasas". El volumen enciclopédico le añade números a la pasión trasera. Al parecer, según una encuesta realizada por la revista Quo en 1999, se trata de la zona masculina que más excita a las mujeres. Erika Lust, una aclamada directora y guionista de cine X diferente y autora del libro Porno para mujeres, dice que es una de las partes del cuerpo masculino en la que más se recrea cuando se encuentra detrás de la cámara. "Las mujeres quieren ver ese culo fuerte trabajando, arriba y abajo". Es, según ella, una de las grandes diferencias con la pornografía heterosexual tradicional, falocrática y sentimentalmente rudimentaria. "Nunca muestra la espalda de los hombres ni sus brazos, ni cómo rodean con ellos a la mujer".

2. LOS PIES Cuenta una antigua teleoperadora erótica que lo que más excitaba a sus clientes, al otro lado de la línea, era que les hablara de sus pies y de lo que les iba a hacer con ellos. Otra colega de profesión, esta especializada en dominación y humillación por vía telefónica, solía recorrer su casa en tacones mientras hablaba con sus sumisos. Les volvía locos, según contaba, oír ese toc, toc, toc de fondo, repicando contra el suelo. Uno le llegó a regalar un par de sandalias de fiesta. Y le reclamó que se las pusiera de vez en cuando para que dejara su impronta en ellos antes de devolvérselos. La podofilia es mucho más común de lo que se piensa. Alrededor de un 5% de los hombres se sienten fuertemente atraídos por los pies femeninos. O eso cuenta Dian Hanson. "Créeme, tengo experiencia en esto. Trabajé varios años en una revista para fetichistas", explica. "Algunos suelen decir: 'Oh, me encanta su forma'. Otros: 'Es porque está escondido tras el zapato'. Pero si son honestos, todos deberían reconocer que lo que realmente les atrae es el olor. Es cierto. El pie desprende feromonas. Igual que los sobacos, los alrededores del pezón y las áreas genitales. Nos conecta con la sexualidad. No hay nada de lo que avergonzarse". Hanson añade al respecto que esta pasión podal resulta infrecuente entre mujeres. Pero ahí está el caso de Susana Moo, amante del descubrimiento veraniego de los empeines potentes y las plantas bien cuidadas. Del culto erótico al pie, ilustra el escritor Gregorio Morales, hay constancia en la China de hace 10 siglos, bajo el reinado de Li Yü. Su mujer, Yao-niang, dio origen a la práctica de vendarlos para mantenerlos secretos y diminutos. En 1912, añade el autor, se prohibió esta costumbre. Lo cuenta en un texto reciente en el que explica la fiebre española por el pie durante los siglos XVI y XVII. "Francisco Pacheco, pintor y suegro de Velázquez, exigía que jamás aparecieran desnudos en los cuadros los pies de la Virgen. Ni los senos ni el sexo eran tan importantes". Y añade un episodio del Quijote en el que el cura y el barbero observan a una muchacha, Dorotea, lavarse los pies desnudos en un arroyo: "Es un pasaje fuertemente erótico, y así fue leído por sus contemporáneos".

3. EL PENE
Dice Dian Hanson que todos nos sentimos atraídos, en general, por "las cosas que salen hacia fuera". Pero el culto al pene ha tenido sus fases. Y no siempre crecientes. En la antigua Grecia, los actores de teatro solían colocarse un enorme falo para que el público distinguiera a los personajes masculinos. La misma palabra fascinación, por ejemplo, tiene su origen en un amuleto con forma de órgano masculino que los romanos solían guardar para espantar el mal de ojo. Y también en Roma, durante las fiestas en honor al dios Baco, los ciudadanos solían sacar enormes penes en procesión. Esta costumbre existe hoy a varios miles de kilómetros de distancia, en Kawasaki (Japón). Lo llaman el Kanamara Matsuri o festival del pene de metal, durante el cual exhiben un gigantesco órgano por las calles de la ciudad. La tradición se remonta, al parecer, a una epidemia de sífilis ocurrida hace 300 años. Pero entre tanto, salvando la constante adoración hindú al dios Shiva, representado por un miembro redondeado (lingam), el pene se ha visto abocado a la pudicia. La cineasta Erika Lust, doctorada en sociología y feminismo, dice que echa en falta más arte que se recree en ciertos aspectos del cuerpo masculino: "El 85% de las pinturas de desnudos colgadas en las paredes de los museos corresponden al cuerpo femenino". El falo ha pasado siglos oculto. Es tabú y no lo es. En el cine comercial es raro ver un desnudo integral masculino. No es frecuente tampoco que los quioscos vendan revistas para mujeres con enormes falos en la portada. Sin embargo, de los cuatro libros de Taschen dedicados a las partes más eróticas del cuerpo (el culo, el pecho, las piernas y el pene), este último ha sido el más vendido de la colección. Cuenta su editora que solía ver en las librerías a las parejas acercarse y observar el tamaño de los penes inmortalizados en las fotografías. Se reían y cuchicheaban. Pero la mujer se iba y el hombre permanecía atónito, pasando páginas. "Él se siente aún más fascinado que la mujer por el pene. Desde la cuna. Le preocupa el tamaño, si sube o si baja, si se mantiene arriba lo suficiente...".

4. EL PECHO Desde los enormes senos de la Venus de Willendorf y otros exvotos similares de la edad de piedra, el ser humano ha ligado la fertilidad femenina a estas protuberancias y a su tamaño, como una muestra de "la capacidad reproductiva" de la que hablaba el doctor Janiko Georgiadis. "Su tamaño nos habla de la habilidad para amamantar. Es algo instintivo", comenta Dian Hanson. Según otra encuesta de la revista Quo del año 2000, es la parte femenina más deseada por los hombres. El volumen del pecho es quizá una de las mayores preocupaciones estéticas de las mujeres. De hecho, el refranero español siempre anduvo sobrado de referencias al tamaño y al poder de convicción irracional del pecho femenino. Y su evocación suele asociarse a cuestiones eminentemente positivas; según el Diccionario del sexo y el erotismo, por ejemplo, la palabra teta tiene un uso coloquial y figurado: "Referido a algo muy bueno". Sin tanta fuerza, ocurre también en los hombres: el pecho es una de las zonas masculinas más deseadas. Los gimnasios de musculación prometen pectorales fuertes. Y la depilación se encuentra a la orden del día, aunque también existen adoradores del pecho velludo.

5. LAS PIERNAS Es quizá el atributo más dependiente de la ropa externa. Su veneración a lo largo de la historia ha estado directamente relacionada con el largo de la prenda que las cubría. Y, por extensión, por su grado de novedad. "Cuando tras la I Guerra Mundial la falda comenzó a subir, el erotismo del pie se trasladó a la pierna", según un sugerente texto del escritor Gregorio Morales titulado Mi fetichismo de pies tiene historia. "Se erotizaron porque se fueron cubriendo", añade Dian Hanson. Durante la edad moderna, por ejemplo, se volvieron infranqueables cuando se extendió el uso de las calzas bajo la falda, ya de por sí larga. "Ver un piquito entonces resultaba muy excitante". El camino oculto a los genitales. Llegó el cancán. La invención de las medias de nailon. Se rebajó el largo de las faldas. Siguiendo la estela estadounidense, cuando en 1968 se legalizó en este país la imaginería de la vulva y comenzó el desembarco de la minifalda, la pierna femenina perdió cierto interés. El culto a las piernas masculinas no ha causado nunca tanto fervor, aunque son una de las partes más apreciadas del cuerpo de los hombres. David Beckham llegó a asegurarse las suyas por cerca de 30 millones de euros.

6. LA VULVA O, por decirlo mejor, en palabras de Dian Hanson, "el punto en torno al cual gira todo, el que despierta mayor fascinación. El centro biológico e histórico. Todo ha consistido siempre en introducir el pene dentro de la vagina". No impresiona estéticamente, cierto. Pero también desde las Venus paleolíticas, su representación ha ido ligada al tamaño (la de Willendorf posee unos labios mayores de gran envergadura). Hablar de la vulva es hablar de su decoración. Se trata de uno de esos "territorios pequeños" que mencionaba la sexóloga Natalia Rubio, a pulir con tatuajes o piercings. Y casi todo, en estos días, gira en torno a su depilación y al tipo de afeitado. Hay referencias del rasurado completo en la mayoría de civilizaciones antiguas, de la egipcia a la griega. Las ladillas tuvieron mucho que ver. "En la actualidad, a los hombres de 40 o 50 años les gusta el pelo. Ese era su objetivo adolescente, colarse bajo la falda y tocar pelo. Les pone ver un poquito asomando desde la ropa interior", explica Dian Hanson. El gran cambio se produjo en los noventa, durante la generación pos-sida, con el auge del porno y el miedo extendido a las enfermedades de transmisión sexual. Hanson explica que la mayoría de mujeres rasuradas suelen decir que sin pelo se sienten "más limpias". Aunque también se está produciendo un movimiento de vuelta al vello púbico; hombres y mujeres que sienten aversión hacia el "sexo de plástico", y que demandan "más pelo, más humedad y que las relaciones tengan ese toque animal y primitivo". Sabe de lo que habla. Su próximo volumen con Taschen tendrá por objeto la vulva. Se la juega: todas las fotografías van con pelo.

7. LA BOCA
Si hacemos caso a la película de Woody Allen Todo lo que usted siempre quiso saber sobre sexo y nunca se atrevió a preguntar (1972), el erotismo más palpable comienza en la boca. A partir del contacto entre labios se ponen en marcha los mecanismos internos de la sexualidad. El interruptor hace clic. Se anuncia que la cosa puede ir a más. Y entonces toca llamar a filas a un Woody Allen vestido de espermatozoide. "El placer es la forma que tiene la naturaleza de decirnos que hagamos cosas que son buenas para la supervivencia", dice el doctor Janiko Georgiadis. "El sexo ha de ser especialmente satisfactorio, para que las personas incluso lleguen a cruzar el umbral de introducir un órgano dentro del otro e intercambiar fluidos corporales". Sirvan la lengua y la saliva de metáfora. Si no nos gustaran las bocas, no estaríamos aquí. Dalí transformó los labios pintados de Marilyn Monroe en el sofá que preside la entrada del teatro-museo de Figueres. Y ahí queda para la posteridad el gesto reiterado de Jean Paul Belmondo en Al final de la escapada (1960) pasando una vez tras otra el dedo gordo por su labio grueso.

8. EL VIENTRE
Considerado la antesala de los órganos genitales, desde el origen de los tiempos ha estado vinculado a la sexualidad. De la danza oriental, por ejemplo, hay evidencias en el imperio egipcio. Los griegos custodiaron durante siglos una piedra con forma de ombligo invertido en el templo de Apolo a la que consideraron el centro del mundo. Para ellos, el ombligo también era el centro del cuerpo. La evolución estética del vientre ha pasado por diferentes volúmenes y tersuras. Las Venus paleolíticas solían presentar un aspecto desmesurado. Hoy vivimos tiempos sin grasa en los que los abdómenes rígidos de Shakira y José María Aznar, por ejemplo, compiten por las portadas.

Cómo capear a los pelmazos FRANCESC MIRALLES EL PAIS SEMANAL - 14-08-2011

Cómo capear a los pelmazos FRANCESC MIRALLES EL PAIS SEMANAL - 14-08-2011
Siempre hay gente que nos saca de nuestras casillas. Pero hay claves para relativizar y capear el temporal sin caer en el conflicto.


La concentración humana en pueblos y ciudades ha convertido la convivencia en un producto de primera necesidad. Cada día nos vemos obligados a interactuar con todo tipo de personas. Los compañeros de trabajo, los vecinos e incluso la familia son un reto para nuestra paciencia. Cada cual tiene una visión del mundo, una sensibilidad y unas prioridades distintas.
El umbral de tolerancia es distinto en cada persona, aunque siempre hay quienes tienen a bien soltar la frase equivocada en el momento menos oportuno, las que invaden nuestra intimidad cuando necesitamos descanso o las que se conducen de forma agresiva y egoísta como norma. ¿Qué hacer con esta gente que nos saca de nuestras casillas?

Analfabetos emocionales "Los elefantes son buena gente, pero son pesados" (Jaume Rosselló)
En verano, la mayoría de personas disponen de más tiempo y aguantan menos presión laboral, lo que facilita mirar a los demás de otra manera. En este artículo se presenta un método novedoso para capear los caracteres difíciles. Pero antes, ocupémonos de aquellos cuya única misión parece ser amargarnos la vida.
Hay personas que resultan cargantes debido a su temperamento, a su insistencia o a su falta de empatía. Son aquellas que se enfadan con facilidad o, por el contrario, nos hacen enfadar a menudo. Detrás de estos perfiles suele haber una carencia emocional o comunicativa; se comportan de este modo porque no han aprendido a hacerlo mejor.
Suelen ser individuos que no han cultivado su inteligencia emocional y, por tanto, les cuesta ponerse en el lugar de los otros para entender cuándo molestan o hieren a los demás. Como tienen un déficit de empatía, cuando logran irritar a su entorno no entienden sus reacciones y llegan a pensar que todo el mundo está en su contra.
Según el psicólogo Xavier Guix, incluso las personas más llevaderas tienen conductas pesadas en algún ámbito de su vida. Por ejemplo, alguien puede ser encantador en el seno de la empresa, pero exigente y desconfiado con su pareja, así como hay padres y madres ejemplares que se conducen de manera grosera con los que no son de su manada.
El feedback que recibimos de nuestro entorno es la mejor manera de educar nuestra empatía y evitar situaciones en las que molestamos a los demás. Incluso así, siempre habrá personas a las que no gustaremos, eso es inevitable, sobre todo cuando la persona con la que se trata es un analfabeto emocional.

Una cuestión de 'feeling' "En la práctica de la tolerancia, nuestro enemigo es el mejor maestro" (Dalai Lama)
Hace dos veranos, Pep Guardiola, entrenador del FC Barcelona, decía en una rueda de prensa que no tenía feeling con el goleador del equipo, Samuel Eto'o.
El vocablo inglés, en realidad, era un eufemismo cuyo verdadero significado era: "No trago a este tío". El camerunés le irritaba sobremanera, del mismo modo que nos irritan muchas personas con las que tratamos, con el agravante de que no marcan 36 goles en una temporada ni nos hacen ganar trofeos. Lo único seguro es que nos hacen perder los nervios.
El doctor Brinkman y el doctor Kirschner, autores de un ensayo que se publicó en nuestro país con el título Cómo tratar con gente a la que no puedes soportar, proponen que, cuando nos sintamos amenazados por alguien que nos resulte incómodo o desagradable, tomemos consciencia de que...
• Una persona no es solamente su comportamiento. Alguien se puede equivocar en su manera de hacer o hablar, pero esto no nos da derecho a condenarla para siempre.
• Los pelmazos son previsibles. Por tanto, tenemos que estar preparados para reaccionar de forma más efectiva ante lo que ya sabemos que harán.
• Tenemos la capacidad de influir en la conducta de los otros, si hablamos con ellos con respeto y cariño para que se den cuenta de lo que hacen mal.
Estos autores advierten, sin embargo, de que el grado de pesadez de las personas depende mucho de las limitaciones de los que las tienen que sufrir. Se puede tener la capacidad de soportar a alguien tan negativo que nadie quiere estar a su lado, y tener dificultades, en cambio, para relacionarse con una persona que no suele abrir la boca. Hay quien no puede resistir a la gente agresiva, mientras que otros se desquician con el comportamiento de los autocompasivos.
Ser pesado es un concepto tan relativo y ligado al interlocutor, afirman, que todos acabamos resultando pesados para alguien, si no continuamente, en ciertos momentos de nuestra vida.

Las gafas de la empatía "Aplaudidnos cuando corramos, consoladnos cuando caigamos, animadnos mientras nos recuperemos" (Edmund Burke)
En EE UU presentaron una técnica para lidiar con nuestra irritabilidad. Fue en 2005, a través de un video llamado Get Service. Se trata de un clip de cuatro minutos en el que un ejecutivo va maldiciendo mientras conduce. De buena mañana se indigna con un niño que se cruza en su camino con el monopatín. También echa pestes de los otros conductores y de una mujer que aparca mal. Luego entra en una cafetería autoservicio y se desespera con la cola y con la lentitud del camarero detrás de la barra. Cuando por fin se toma el café con un humor de perros, un misterioso hombre de negro se le acerca y le da unas gafas que tienen un insólito poder: permiten conocer la situación personal de cada uno sobreponiendo una etiqueta. Así, descubrirá los dramas personales de la gente de la que se quejaba, y cambia su perspectiva. La moraleja: a menudo olvidamos que los demás pueden tener problemas mayores que nosotros.

La alquimia del elogio "Es mejor elogiar lo que entiendes de una persona que censurar lo que no entiendes" (Leonardo da Vinci)
Etiquetar la situación personal de cada cual nos sirve para mejorar nuestro trato con los demás, pero ¿cómo podemos lograr cambios de actitud?
Echar en cara lo que se hace mal solo consigue la defensiva. Es más efectivo poner énfasis en lo que se hace bien. Todo el mundo necesita que le hagan sentir importante. A menudo, una conducta irritante se debe a la inseguridad de alguien que se siente rechazado por los demás. La autoestima es la clave del buen o mal carácter y depende mucho de la opinión que los otros tienen de nosotros. Valga como ejemplo la anécdota que sucedió en una escuela norteamericana. Debido a un error informático, se cruzó la información que tenían que recibir los profesores del centro antes de empezar el curso. Un grupo de estudiantes brillantes fue calificado de perfil bajo, mientras que los alumnos a los que correspondía esta observación fueron calificados como excelentes. Al final, los primeros retrocedieron en su rendimiento, y viceversa. El milagro se obró porque el elogio funciona como un bumerán: cuando brindamos a los otros reconocimiento y apreciación, estos se esfuerzan en confirmarnos las capacidades que vemos en ellos.

Ponerse en la piel del otro
"Aunque la gente difícil representa solo el 5% de la población, causa el 50% de los problemas que sufrimos. A menudo usan estratégicamente su conducta negativa para ganar nuestra atención (...). Cuando estamos con una persona así tenemos que entender por qué se comporta así. Generalmente se trata de personas infelices y con un grado muy bajo de autoestima". Keith Levick, doctor en psicología.

Cultivar la paciencia LIBROS - 'Cómo tratar con gente a la que no puedes soportar', de Rick Brinkman y Rick Kirschner. Editorial Deusto. - 'Nasty people', de Jay Carter. Editorial McGraw Hill. PELÍCULAS - 'Mejor... imposible', de James L. Brooks. DISCOS - 'Loco por incordiar', de Rosendo.

¿Sabemos lo que nos motiva? BORJA VILASECA EL PAIS SEMANAL - 07-08-2011

¿Sabemos lo que nos motiva? BORJA VILASECA EL PAIS SEMANAL - 07-08-2011

Para la gran mayoría de culturas milenarias, la mariposa representa la metamorfosis. Lo cierto es que la ciencia contemporánea ha comprobado que es el único ser vivo capaz de modificar totalmente su estructura genética. El ADN de la oruga que se envuelve en la crisálida es diferente al de la mariposa que sale de él. De ahí que este proceso natural se haya convertido en el símbolo del cambio y la transformación.
Y entonces, ¿qué es mejor? ¿La oruga, la crisálida o la mariposa? No hay mejor ni peor. Simplemente son diferentes estadios en el camino de la evolución. Y por estadios nos referimos a "las etapas o fases que forman parte de cualquier proceso de desarrollo o transformación". Lo mismo sucede con la especie humana. Cada uno de nosotros se encuentra en un estadio evolutivo que no es ni mejor ni peor que el del resto de seres humanos.
Como las orugas, estamos llamados a seguir un proceso natural de evolución. Se realiza por medio del aprendizaje que podemos extraer de nuestras experiencias. Consciente o inconscientemente, todos avanzamos a nuestro propio ritmo y siguiendo nuestras propias pautas. Eso sí, muchos solemos quedarnos estancados en alguna fase de este camino de aprendizaje, sin convertirnos en quienes podríamos llegar a ser.

LA ESPIRAL DE LA MADUREZ "Resistirse al cambio es ir en contra del fluir natural de la vida" (León Tolstói)
Este proceso evolutivo no tiene nada ver con la edad física, sino con la madurez psicológica. Se sabe de individuos que al llegar a la edad adulta siguen adoptando actitudes y conductas infantiles y adolescentes. Y también de jóvenes que han asumido las riendas de su vida, dejando de culpar a los demás por las consecuencias que tienen sus decisiones y sus actos.
Cuanto menor es nuestra evolución, más egocéntricos, victimistas, ignorantes e inconscientes somos. Y como consecuencia, más sufrimos, luchamos y entramos en conflicto con los demás. Por el contrario, cuanto mayor es nuestra evolución, más altruistas, responsables, sabios y conscientes somos. Y por ende, más felices nos sentimos y mayor es nuestra capacidad de amar y de servir a los demás. A este proceso de cambio se le conoce como "la espiral de la madurez". En la medida que aprendemos de nuestros errores, vamos avanzando por el camino que nos permite convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos.

LA PIRÁMIDE DE MASLOW "La satisfacción de una necesidad crea otra" (Abraham Maslow)
Según la pirámide de Maslow -creada por el psicólogo humanista Abraham Maslow-, los seres humanos compartimos necesidades que dan lugar a motivaciones. La principal es nuestra necesidad de "supervivencia física", que incluye motivaciones fisiológicas, de protección y de seguridad. A nivel emocional, también necesitamos mantener "relaciones sociales" con otros seres humanos. En este punto, nuestra motivación consiste en compartir tiempo y espacio con personas cuyas creencias, valores, prioridades y aspiraciones sean similares a las nuestras. Por eso solemos agruparnos en familias, cultivar vínculos de amistad o formar parte de organizaciones sociales, profesionales, políticas, religiosas... Queremos pertenecer a un colectivo con el que sentirnos identificados.
En este sentido, también buscamos ser queridos y aceptados. Está en juego la valoración que los demás tienen de nosotros. Y es precisamente esta necesidad la que nos mueve a diferenciarnos emocionalmente del resto de miembros que componen nuestro grupo social, construyendo nuestra propia personalidad. Y puesto que solemos asociar lo que somos con lo que tenemos, y lo que tenemos con lo que valemos, en general basamos nuestra autoestima en aspectos externos como el estatus, el poder, la riqueza material, el éxito o la belleza.
EL 'CLIC EVOLUTIVO' "Las cosas no cambian, cambiamos nosotros" (Henry David Thoreau)
Todas estas necesidades -de supervivencia física, de relaciones sociales y de valoración- gozan de protagonismo en nuestra existencia cuando nos guiamos por nuestro instinto de conservación físico y emocional. No en vano, la función del egocentrismo es garantizar nuestra preservación como seres humanos. De ahí que nos lleve a fijar el foco de atención en cuestiones externas, orientándonos a saciar nuestro propio interés. Eso sí, en la medida que vamos cubriendo estas necesidades se produce un punto de inflexión. Un clic evolutivo que provoca la aparición de nuevas necesidades y motivaciones. De pronto surge la necesidad de autoconocimiento. Principalmente porque intuimos que más allá de nuestro falso concepto de identidad -la máscara creada con las creencias con las que hemos sido condicionados por la sociedad- podemos reconectar con nuestra esencia.
En base a esta nueva necesidad, nuestra mayor motivación consiste en orientarnos a la transformación. De ahí que empecemos a centrar la mirada en nuestro interior. Así comprendemos que nuestra autoestima no tiene nada que ver con los aspectos externos, sino con la valoración que tenemos de nosotros mismos. Al respetarnos y amarnos, comenzamos a cultivar una serie de fortalezas como la humildad, la confianza y la libertad. El signo más evidente de que vivimos desde nuestra verdadera esencia es que ya no dependemos de lo que piensen los demás ni perdemos el tiempo alimentando miedos e inseguridades. Confiamos en la vida. La pregunta que aparece es: "¿Para qué estamos aquí?".
ORIENTACIÓN AL BIEN COMÚN "Buscando el bien de nuestros semejantes encontramos el nuestro" (Platón)
Con la finalidad de encontrar nuestro lugar en el mundo, iniciamos una búsqueda personal que nos abre las puertas a lo desconocido. De pronto sentimos la necesidad de entrenar el músculo del altruismo, encaminando nuestra existencia hacia el bien común. Así es como surge la motivación de trascendencia. Ya no pensamos en términos de empleo o de carrera profesional. Lo que buscamos es alinearnos con una misión que vaya más allá de nosotros mismos.
Al habernos resuelto emocionalmente, ya no nos movemos desde la carencia, sino desde la abundancia. Y esta nos inspira a entrar en la vida de los demás con vocación de servicio. Nuestra motivación es ser útiles. Así comprendemos que nosotros no somos lo más importante, sino lo que ocurre a través nuestro. Es entonces cuando amamos lo que hacemos y hacemos lo que amamos. En este estadio evolutivo surge la última de las necesidades humanas: la de unidad. Ya no solo aceptamos y respetamos al resto de seres humanos tal y como son, sino que extendemos este respeto a la naturaleza y al resto de seres vivos. Si bien pensamos de forma global, actuamos localmente. Por medio de esta conciencia ecológica hacemos lo posible para que nuestro paso por la vida deje tras de sí una huella útil, amorosa y sostenible.
El valor de un ser humano
Un joven discípulo preguntó a su maestro: "¿Cuál es el valor de un ser humano?". El sabio sacó un diamante del bolsillo y le dijo: "Ofrece esta piedra a diferentes comerciantes del mercado y me cuentas qué tal te ha ido". Primero entró en una frutería, y el frutero le dijo: "Te lo cambio por un racimo de uvas". Más tarde, un carpintero le dijo: "Te ofrezco tres trozos de madera". Fue a una bisutería, donde le cambiarían cien monedas de oro. Y finalmente, el discípulo visitó la mejor joyería de la ciudad. El joyero afirmó: "Me encantaría poder comprártelo. Pero este diamante es tan valioso que no tiene precio".


El joven regresó con la piedra preciosa y le explicó a su maestro lo que le acababa de ocurrir. Sonriente, el sabio concluyó: "Al igual que sucede con esta piedra, para el que sabe ver, el valor de un ser humano es inconmensurable".

¿Qué nos dice el espejo? Jenny Moix

PSICOLOGÍA ¿Qué nos dice el espejo? JENNY MOIX EL PAIS SEMANAL - 19-06-2011

Llegaba tarde al instituto, pero eso a Montse no le impedía realizar su torturante ritual matutino: báscula y espejo. Mientras escudriñaba su imagen desnuda en aquel espejo enorme, se iba palpando todos sus michelines, sobre todo los de la barriga y los muslos. Esos cúmulos de grasa significaban sólidas barreras entre ella y la felicidad. Su madre entró en la habitación cuando ya le empezaban a caer las lágrimas. Y también lloró. Contemplar a su hija, un auténtico esqueleto, sufrir por unos michelines creados por su cabeza le estrujaba el corazón.
Las personas que sufren anorexia no son las únicas que distorsionan la imagen que les devuelve el espejo; a las que padecen trastorno dismórfico corporal (TDC) les ocurre algo parecido. Se preocupan por defectos mínimos o imaginarios sobre todo de su rostro. Su angustia es tal que necesitan un tiempo infinito ante el espejo para arreglarse, tanto que puede resultar paralizante.
Las patologías suelen ser la versión exagerada de lo que nos sucede al resto. Por ello, a otro nivel, siempre nos podemos sentir en algún punto identificados. A menudo, con nuestra imagen somos muchísimo más exigentes nosotros que los demás. Cuando nos encontramos un amigo que hace años que no vemos, una frase bastante típica es: "¡Pero si estás igual!". Y la respuesta suele ser: "¿Igual? ¡Pero qué dices!". Este desencaje entre una visión y otra se debe a que una es una visión detallada y la otra una mirada global. Al mirarnos en el espejo, nuestros ojos son mucho más analíticos: la arruguita, las ojeras, el grano...En cambio, el que nos mira capta más la esencia, lo global. De hecho, los humanos somos muy buenos y muy rápidos identificando rostros (ya querrían los ordenadores conseguir nuestra pericia) y justamente lo somos porque no nos paramos a escudriñar cada detalle, sino que obtenemos una visión general.
Hablando con mi madre de los espejos, me comentaba que cuando se arregla las cejas coge un espejo de aumento y sale al patio donde hay muchísima luz: "Me veo horrible, tantas arrugas" . Por eso cuando acaba, siempre va a mirarse a su espejo del cuarto de baño, "allí me miro y me veo mucho mejor y ya me quedo más tranquila". Con este simple comportamiento cotidiano me regaló un claro ejemplo de la diferencia entre la visión global y la pormenorizada. Dijéramos que para ella la impresión general que le devuelve su espejo es una terapia necesaria después de pasar por la imagen detallada del espejo de aumento. No dejemos que nuestros ojos se conviertan en una especie de espejo de aumento.
Me gustó oír a una amiga mía comentarme: "Yo cuando me arreglo intento mirarme en general; luego me digo: pues no estoy mal, y me marcho tan contenta". Teniendo en cuenta que la mayoría de nosotros compartimos el ritual matinal del espejo, si ese ratito todos lo viviéramos con un tono más animoso, ¡sumaríamos muchas ondas positivas!
Si nos analizamos desde fuera, los humanos somos realmente graciosos. Por lo general, antes de marcharnos de casa nos arreglamos el pelo, nos alisamos la camisa, nos lanzamos una última mirada en el espejo y esa es la imagen que nos llevamos. Cuando en realidad al poco rato ya solemos estar despeinados, arrugados..., pero eso da igual si la imagen que conservamos es la del espejo.
Cuando estamos ante el espejo, solemos adoptar posturas para vernos mejor. Como ponernos erguidos, esconder la barriga, sacar pecho... Algunas personas ponen "cara de espejo". Esto es, una cara que solo la ponen ante el espejo.
El fenómeno del espejo es curioso. Algunas personas pueden practicar ante él una declaración de amor. Otras lo pueden utilizar para aumentar la excitación sexual cuando están con su pareja. El espejo tiene múltiples utilidades. Una abogada me contaba que ella se sacó la carrera de Derecho gracias al espejo. En su habitación, su mesa de estudio era un antiguo tocador de su madre. Así, cuando levantaba la cabeza del libro se veía y se preguntaba la lección a sí misma. Cuando su madre decidió modernizarle la habitación, le sacó el tocador y ella no podía estudiar. Obviamente, colocó otro.

La identidad "Los espejos, antes de darnos la imagen que reproducen, deberían reflexionar un poco" (Jean Cocteau)Si nos ponemos ante un espejo y nos miramos fijamente a los ojos durante un rato pensando intensamente que somos el que nos está mirando al otro lado, podemos experimentar un vértigo de identidad.Los humanos somos de los pocos seres vivos que nos identificamos a nosotros mismos. Los científicos que estudian qué animales tienen esta conciencia utilizan el "test del espejo" desarrollado por Gordon Gallup Jr. en 1970 y que consiste en poner al animal frente al espejo con alguna mancha en el cuerpo. Si se explora tocándola o moviéndose para verla mejor, es señal de que se identifica a sí mismo y no cree que el que se mueve en el espejo sea otro. La prueba ha sido pasada por chimpancés, gorilas, orangutanes, delfínidos, elefantes, macacos de Rhesus, monos capuchinos, urracas y parece que también por las palomas. En el caso de los humanos, no nos identificamos hasta alrededor de los dos años.En general, no sabemos lo afortunados que somos porque no valoramos cosas que nos parecen obvias. Una de ellas es reconocernos ante el espejo. ¿Qué pasaría si nos colocáramos frente a él y no supiéramos quién nos está mirando al otro lado? Pues una angustia descomunal. Y eso puede suceder. Existen personas que por un accidente u otra causa pierden su memoria a corto plazo; van viviendo, pero no se acuerdan de lo que les ha pasado hace cinco minutos. No retienen.Muchas personas que padecen trastorno de personalidad describen la transición de una personalidad a otra como algo muy angustioso, pues se miran al espejo y lo que ven ahí es una persona completamente extraña a su ser. O imaginemos el caso de personas que han pasado por cirugía estética y luego no se reconocen cuando se miran. Algunas acaban suicidándose. Y nosotros preocupándonos por la arruguita o el michelín.


Al otro lado... "Espejito, espejito, di: ¿Quién es la más bella de todas las mujeres?" (la bruja de Cenicienta)Es de noche, estamos solos en casa y acabamos de ver una película de terror. En esta situación, a muchas personas no les resulta muy atractiva la idea de colocarse ante un espejo, por lo que pueda pasar... En el inconsciente colectivo, el espejo se convierte en una especie de puerta a otra dimensión, al mundo de lo sobrenatural. En algunas personas, esta sensación es tan acuciante que padecen catoptrofobia o eisoptrofobia (fobia a los espejos). Esta fobia puede tener dos raíces, una de ellas es el miedo al espejo por su simbolismo misterioso; en otros casos, la ansiedad viene provocada simplemente porque el individuo no acepta su propia imagen.Se cree que los siete años de mala suerte que se le atribuyen a alguien cuando rompe un espejo es porque ha roto algo más que un simple objeto; ha roto un alma. Según muchas creencias, en los espejos quedan atrapadas las almas. Los que parten de esta convicción aconsejan no tener espejos ante una persona moribunda para que su espíritu no quede recluido en él. Y algunos expertos en Feng Shui advierten de la peligrosidad de los espejos antiguos por las vibraciones que puedan haber captado y desaconsejan tenerlos en casa.Lo mejor que podemos hacer ante el espejo es sonreír. De esta forma podremos comprobar que afortunadamente la persona que se encuentra al otro lado es agradable y simpática. Siempre nos devuelve la sonrisa.

Ejercicios del yo 1. PELíCULAS - 'Eyes wide shut', de Stanley Kubrick. - 'Taxi driver', de Martin Scorsese. - 'El baile de los vampiros', de Roman Polanski. - 'El resplandor', de Stanley Kubrick. - 'Alicia en el país de las maravillas', de Tim Burton. 2. LIBROS -'El retrato de Dorian Gray', de Oscar Wilde. Para él, el retrato sería el más mágico de los espejos. Del mismo modo que le había revelado su propio cuerpo, le revelaría su propia alma.

Cuidado con los Números JENNY MOIX EL PAIS SEMANAL - 21-08-2011

Cuidado con los Números JENNY MOIX EL PAIS SEMANAL - 21-08-2011
Alicia brincaba de alegría. Su libro estaba en librerías. Muchos amigos le recomendaron crear una página en Facebook para darlo a conocer. Y lo hizo. Debía conseguir algunos seguidores para que se fuera expandiendo por la Red de ordenador en ordenador. De entrada, se lo pidió a familiares e íntimos. Después le divertía entrar en Facebook y comprobar cómo crecían los seguidores: 24, 56, 245, 406... Hasta que en un momento de lucidez advirtió que algo no marchaba bien: hacía altos en el trabajo solo para entrar y mirar cuántos. ¡Se había enganchado! Si lo racionalizaba, era ridículo: su felicidad no dependía de tal número. Alicia es nombre ficticio, la protagonista soy yo misma. Por fortuna, las ratas de laboratorio con las que trabajé hace años, o mejor su recuerdo, me ayudaron a afrontar mi adicción. Comprobar que mi conducta era semejante fue muy disuasorio. Ellas apretaban la palanca para conseguir una descarga en una zona de su cerebro que les provocaba placer. Y no paraban de accionarla casi desesperadas.

Su componente adictivo "Algo de lo que puedes estar seguro acerca de tu plan de 'marketing', de tus productos o incluso de tu propia vida es que las cosas no saldrán como las habías planeado" (Seth Godin)
Uno de los principios que rigen la conducta animal (incluida la humana) es el condicionamiento instrumental. Es muy sencillo: las acciones seguidas de un estímulo positivo tienden a repetirse, y si es negativo, a disminuir. Es importante que ese estímulo esté cerca en el tiempo de la conducta; si no, nuestro cerebro no asocia comportamiento con estímulo.
A los vendedores se les prima si consiguen más ventas. El lapso de tiempo que pasa desde la venta hasta que toca el dinero (o no) suele ser demasiado dilatado. Para que funcione el condicionamiento se debe encontrar un reforzador positivo o negativo inmediato. Y de hecho, la mayoría de empresas ya saben cuál es: los números. Así cada vez más los vendedores están rodeados de ellos y de forma más inmediata: cuántos posibles clientes se han informado hoy, cuántos han entrado, cuántos han comprado... Una empresaria de una franquicia italiana me comentaba que sus vendedores se pasan el día hablando de esas cifras. Ella intenta mimar el buen ambiente para evitar la obsesión numérica. Cada profesión tiene algún número ofuscador. A los profesores universitarios se nos "premia" por el número de artículos científicos publicados. Lo triste es que lo común, en lugar de charlar sobre lo investigado, es hacerlo sobre la cantidad de artículos que se han logrado publicar.
El prestigioso economista Emilio Duró confesó en una conferencia que vivía obcecado con el número de ventas. Obsesión que se acabó el día que sufrió un amago de ataque al corazón. Mientras iba en la ambulancia, una voz sabia de su interior le susurró: "Emilio, como te mueras porque bajaron las ventas del yogur desnatado Yoplait, eres tonto...". Casi todos tenemos un yogur desnatado en nuestra vida. Un día, una amiga me contaba inquieta que el número de visitantes de su blog no subía como quería. Le conté la anécdota de Duró. Me encantó cuando pude ver un post-it en la pantalla de su ordenador en el que había escrito en rojo: "Yogur desnatado Yoplait". El recordatorio de que no debía preocuparse por un simple número. Si queremos que algo nos obsesione, solo tenemos que cuantificarlo constantemente.

Su pesada carga "La edad es solo un número, algo para poner en los registros" (Bernard M. Baruch)
Meses atrás asistí a un congreso de psicólogos. Aprendí mucho por la calidad de las ponencias y por las interesantes tertulias durante las comidas. Todos compartíamos esa sensación. El contraste era la cara triste del director de la sociedad organizadora. Cuando le pregunté el motivo de su ánimo, me contestó que el número de asistentes era más bajo del esperado. ¿Significaba eso pérdidas monetarias? No. Intenté transmitirle que el número no importaba. Debía valorar la extraordinaria calidad, algo conseguido gracias a él. No sé si fui capaz de contagiarle la idea. Creo que no. Quizá si me hubiera sacado de la manga un contabilizador del gran aprendizaje de los asistentes y le hubiera enseñado en pantalla una cifra, lo habría tranquilizado. Parece que lo que no se puede cuantificar no existe. Esto lo saben bien las personas aquejadas de fibromialgia, lumbalgia inespecífica y otros dolores. Como no existe un termómetro del dolor, en ocasiones no consiguen la baja laboral. Sufren una terrible incomprensión por no disponer de un número indicativo de su padecimiento.
La mayoría de los padres tenemos un espacio en el cerebro para pensar en las notas de nuestros hijos. Nos enseñan un examen de matemáticas con un cuatro y automáticamente lo visualizamos de mayor vagabundeando sin trabajo. Cada nota la cargamos con demasiado peso. Casi las convertimos en un indicador de su futuro. Un cuatro en matemáticas significa un cuatro en ese examen, ni más ni menos. Imaginemos que en el colegio cuantificaran las interacciones sociales que efectúa en el recreo. Seguro que ese número también nos importaría. A la que se cuantifica algo, pasa a ser importante; si no, parece que no existe.
A los números los cargamos de más significado del que poseen. A veces tanto que acabamos por sufrir una especie de pudor numérico. Nos sentimos realmente incómodos si nos preguntan algunos. Una intromisión. Nuestra nómina. Esa cifra. Pronunciarla en voz alta es como confesión íntima, como revelar algo esencial de nuestro ser. ¿Lo que valemos? ¿Lo que hemos conseguido? La trascendencia que le damos a ese número esconde mucho de nosotros. ¿Y la edad? Otro que da que pensar. A algunas personas les cuesta confesarlo. Otras sufren depresiones al cumplir uno redondo: 30, 40, 50, 60... Nuestro sistema decimal marca los ciclos de angustia por cumplirlos. Si nos basáramos en el sistema duodecimal, nos deprimiríamos al cumplir 36 o 48. Es divertido comprobar lo relativos que somos los humanos.

¿Nos orientan o desorientan? "La estadística es una ciencia que demuestra que si mi vecino tiene dos coches y yo ninguno, los dos tenemos uno" (George Bernard Shaw)
Sin duda es la pregunta más típica para los psicólogos: "¿Es normal o no?". Dentro de la psicología, ¿cómo se define un comportamiento normal? A través de varios criterios. Y el estadístico es uno. Según él, lo normal es lo que hace la mayoría. Un criterio que sin matices puede resultar inconveniente. Pero los números son exactos y claros, y a veces los pedimos a gritos para orientarnos. ¿Cuántas relaciones sexuales a la semana son las normales? ¿Cuántas horas debemos dormir? ¿Cuál es la diferencia de edad óptima en la pareja? Resulta de lo más peligroso dar una respuesta fija porque entonces mucha gente se siente anormal cuando no lo es. Una chica me decía que no sabía si seguir adelante con su nueva pareja. Estaban en fase de enamoramiento total. Flotando. Su inquietud amorosa la expresó así: "¡Tiene siete años menos que yo! No sé, si fueran cuatro, aún, pero ¡siete!". Necesitamos cuantificar.
Un novelista lo tiene difícil para medir su rendimiento a corto plazo. Muchos cuentan horas de trabajo al día o número de páginas escritas. Necesitamos orden, ver la progresión. El peligro es olvidar que las cifras son solo un indicador aproximado y nos desasosegamos, por ejemplo, si hoy hemos trabajado menos que ayer cuando quizá hoy ha sido más fructífero. Nuestro comportamiento puede pasar de inteligente, cuando empleamos los números como indicadores aproximados, a irracional, cuando los consideramos exactos. Resbalar hacia lo absurdo es fácil.
Sin números aún estaríamos en las cavernas. Son indispensables. Pero evitemos que nos ofusquen y no nos dejen ver lo esencial, que muchas veces no es medible. ¿Cómo cuantificar lo gustoso que resulta besar la mano mullida de un bebé? Evitemos vivir bajo su tiranía. Bueno, ya llevo 7.880 caracteres escritos, debo acabar. P

LAS CIFRAS EN LA FICCIÓN PELÍCULAS
- 'El indomable Will Hunting', de Gus van Sant. - 'El número 23', de Joel Schumacher. - 'Pi', de Darren Aronofsky. - 'Cube', de Vincenzo Natali.

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