LAS TORMENTAS EN ARAGÓN
Los daños por el granizo en Zuera superan los 200.000 euros
Las 280 viviendas de Alcalá de Gurrea y las naves agrícolas están dañadas. Los consistorios solicitarán al Gobierno ayudas para afrontar los desperfectos
05/08/2014 CARLOTA GOMAR
El barranco de San Miguel de Zuera se desbordó e inundó casas.
Foto: NURIA SOLER
Ni un solo tejado de las 280 casas de Alcalá de Gurrea del pedrisco del viernes pasado. Todos tienen goteras por el impacto de las piedras de granizo. En Zuera, la alcaldía ha valorado en 200.000 euros solo los daños en infraestructuras municipales en la localidad. Ambos ayuntamientos ya han iniciado contactos con el Gobierno de Aragón para evaluar los daños y proceder a la solicitud de ayudas para poder hacer frente a los costes generados por la tormenta. Agroseguros peritará los campos de cultivo esta semana para hacer una estimación económica.
Ambas localidades han sido las más afectadas por la tormenta con granizo que comenzó en Zaragoza y ascendió hasta Huesca por el curso del río Gállego y que, a medianoche, remató con una fuerte tromba de agua. Afectó, también, a Villanueva de Gállego, San Mateo de Gállego y Ontinar del Salz.
La alcaldesa de Alcalá de Gurrea, Mercedes Minguijón, explicó que todavía no se atreven a hacer una valoración económica porque les faltan "puntos afectados por identificar". Adelantó que las 280 viviendas de la localidad tienen sus tejados dañados. Lo mismo ocurre con las naves agrícolas y ganaderas, sobre todo las de fibrocemento, apuntó, que se vieron afectadas también durante la noche por la tormenta que se coló por los agujeros de la piedra y mojó a la mercancía que guardaban en su interior.
Las piscinas municipales quedaron completamente anegadas por el barro. "Durante el fin de semana se han limpiado con agua a presión y están prácticamente llenas", explicó, aunque, aún quedan rincones de césped con lodo. No se han llenado del todo porque la bomba de agua potable quedó completamente inservible tras quedar calcinada por el impacto de un rayo. "Desde el sábado tenemos una bomba alternativa manual para poder dar servicio al pueblo. Estamos a la espera de que se reponga", señaló.
Minguijón avanzó que la corporación solicitará las ayudas para situaciones de emergencia y catástrofe del ministerio para afrontar los costes municipales. También informarán a los propietarios sobre las subvenciones que pueden solicitar y abrirán una oficina para facilitarles las labores administrativas.
AYUDAS En Zuera el consistorio también ha iniciado los trámites para solicitar la declaración de zona catastrófica y poder recibir subvenciones.
Las calles ya han vuelto a su estado habitual. "Tras dos días limpiando ya ha vuelto la normalidad", aseguró su alcalde, Antonio Bolea. El regidor estimó en más de 200.000 euros los costes municipales. No se atrevió a valorar las pérdidas económicas de los campos de cultivo de los alrededores pero sí informó de que unas 3.000 hectáreas de maíz y alfalfa se han visto afectadas.
El desbordamiento del barranco de San Miguel ha sido el causante de buena parte de los desperfectos: hay que arreglar el parque infantil de la calle Val Alta, limpiar los caminos e instalaciones municipales que sucumbieron a la grava y el barro que arrastró el agua del barranco y el acceso al polígono del Campillo.
También tendrán que renovar el tejado del polideportivo y cambiar una de las 60 placas solares del complejo rota por el pedrisco. "Una placa puede costar unos 3.000 euros", apuntó. Las bóvedas del cuartel de la Policía Local también están dañadas y el barranco del Arco de la Mora. En los 200.000 euros solo incluyen los daños que sufragará el ayuntamiento, pero más de 200 coches han sido abollados además de persianas y canaletas.
LAS CONSECUENCIAS DE LA GRANIZADA DEL VIERNES
El pedrisco afecta a 4.000 hectáreas de cultivo en la zona del Bajo Gállego
Alcalá de Gurrea fue la localidad más afectada, con daños en los tejados, naves y en las piscinas. En Zuera se inundaron viviendas, el parque infantil quedó arrasado y decenas de coches sufrieron daños
03/08/2014 CARLOTA GOMAR
Durante toda la noche y parte de la mañana la familia de Marimar Gracia estuvo limpiando el barrio de su casa, en Zuera.
Foto:NURIA SOLER
La tormenta de agua y granizo que descargó el pasado viernes en el eje del Gállego ha dejado a su paso más de 4.000 hectáreas de cultivos con daños, además de cuantiosos desperfectos materiales en tejados, naves industriales y vehículos. Será mañana cuando se realice una primera valoración de los daños y ayer los vecinos de Alcala de Gurrea y Zuera, los municipios más afectados, ya trabajaban para volver a la normalidad.
De hecho, en Alcalá ayer jugaban un partido en el campo de fútbol que se salvó de la granizada. "Está muy bien labrado, se ha salvado del pedrisco", decía Javier Vitalla, vecino del pueblo, mientras recorría las calles analizando todos los daños.
Esta localidad ha sido una de las más afectadas. Las piscinas y los tejados de las casas y de las naves eran ayer la mejor señal para intuir la intensidad de los escasos diez minutos de granizo del tamaño de una pelota de tenis. En Zuera la peor parte se la han llevado las zonas de cultivo y los invernaderos.
Aunque todavía es pronto para hacer valoraciones, según la Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (UAGA), alrededor de 4.000 hectáreas de campo en el Bajo Gállego se han visto dañadas por el granizo. Principalmente en Zuera, Villanueva de Gállego, San Mateo de Gállego, Alcalá de Gurrea y Ontinar de Salz. Los cultivos de maiz, almendros y alfalfa son los que más preocupan. Desde la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) descartaron hacer balance por el tipo de tormenta. "No fue en línea recta, sino que iba dando saltos por lo que puede que un huerto se viera afectado y el de al lado no", explicaron. Los invernaderos han salvados sus productos, pero no sus instalaciones.
También las infraestructuras y los coches han salido muy mal parados. El alcalde de Zuera, Antonio Bolea, indicó que los talleres de coches recibieron un veintena de vehículos ayer. En Alcalá de Gurrea, Julián Giménez contó hasta 30 coches montados en las grúas dirección el taller.
DAÑOS MATERIALES Pocos tejado se salvaron en su pueblo y pequeños trozos de tejas rotas permanecían en el suelo. En las naves de uralita los rayos de sol se colaban entre los agujeros redondos que dejó el pedrisco. Pero en el Bajo Gállego no solo granizó por la tarde, sino que a medianoche una fuerte tormenta se coló en las casas por los rotos de los tejados. "Nos hemos pasado la noche colocando cubos en las goteras", decía Mercedes Peralta, de Alcalá de Guerra.
En Zuera, la familia de Marimar Gracia seguía ayer sacando barro del jardín de su casa, ubicada en la calle Val Alta, junto al barranco de San Miguel que el viernes se desbordó al no soportar la tubería tal cantidad de agua y rebocar hacía fuera. Varias viviendas se vieron afectadas. "El agua llegaba hasta las rodillas", explicó Histori Roxaha mientras enseñaba su coche, arrastrado por el lodo proveniente del barranco y que arrasó también el parque infantil de la calle Val del Rey.
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