"Our regime is based on bayonets and blood, not on hypocritical elections."
Francisco Franco Quoted in H.L. Matthews, Half of Spain Died
Francisco Franco Quoted in H.L. Matthews, Half of Spain Died
P. Pues lo cierto es que la jerarquía se comporta respecto del poder político como si sólo hubiera motivos para la desconfianza y el sentimiento de agravio. Seguro que usted ha reflexionado sobre cuál puede ser la razón de fondo para que esa actitud de los obispos se haya ido enconando.
R. Sí que he reflexionado sobre este tema, porque me preocupa seriamente. La Conferencia Episcopal debería esforzarse por crear un clima de confianza en el otro lado. Es verdad que existe un sector de esa jerarquía que mantiene una actitud aparentemente uniforme frente al poder político. Pero también es cierto que hay obispos que están convencidos de que la jerarquía católica tendría que tener otro estilo de comportamiento respecto del Gobierno y de la sociedad. Creo que un claro ejemplo de la necesidad de mantener otro talante de mayor delicadeza y tolerancia nos lo dio el nuevo Papa durante su visita a Valencia. Para mí, lo más elocuente fue su advertencia de que él venía a proponer cosas positivas, no a imponer nada y, mucho menos, a condenar nada. Y eso es para mí muy significativo, porque creo que a la Iglesia católica, a su jerarquía, en concreto, le cuesta mucho aceptar que su papel es el de hacer propuestas para ayudar a las personas. Los responsables de la Iglesia en España utilizan un lenguaje demasiado dogmático en lugar de otro que pueda ser comprendido por el otro.
P. ¿Diría que Benedicto XVI decepcionó al sector beligerante de la jerarquía católica?
R. ¡Sin duda que la actitud conciliadora y dialogante del Papa decepcionó al sector más intransigente! Creo que la actitud de beligerancia e intolerancia que mantiene ese sector de la jerarquía es fruto de otros tiempos ya felizmente superados y quizá tenga que ver con un talante más radical, más... mesetario, diría yo.
P. Algo vinculado al talante de la derecha española, ¿no?
R. Pues... sí, que tiene que ver bastante con esa derecha española.
P. Algo que huele a nostalgia del nacionalcatolicismo de los tiempos de la dictadura, por parte de quienes desearían mantener ese omnímodo poder.
R. Sin duda. Pienso que es fácil percibir que un sector de la jerarquía católica tiene nostalgia del nacionalcatolicismo, sobre todo en ciertos círculos de la Conferencia Episcopal y, sin duda, en muchos de sus documentos y en muchas homilías. Y lo cierto es que ese nacionalcatolicismo añorado por ese sector de la jerarquía es algo del pasado. La Iglesia debe aprender a situarse en otro contexto social, y ese contexto, según la Constitución y desde la separación entre la Iglesia y el Estado, se define como un verdadero Estado laico que supone eso: una separación real entre lo que es el Estado y su lógico derecho a promulgar leyes, y lo que es la Iglesia y la misión de la Iglesia, que no tiene esa capacidad legislativa. Eso no quiere decir que la Iglesia deje de decir lo que crea que debe decir en relación con la dimensión trascendente de la persona, porque eso es enriquecedor para sociedad, pero teniendo siempre presente que en un Estado aconfesional o laico, la voz de la Iglesia es una voz que no puede imponer sus criterios a los legisladores.
P. ¿A qué tienen miedo los defensores de esa concepción confesional del Estado? ¿A perder el poder, o la influencia en una sociedad que ya no controlan?
R. Querría creer que tienen miedo a que se pierdan determinados valores, aunque también les preocupa ver cómo se les va de las manos el poder que tuvieron. Pero creo también que lo que quieren es mantener una manera determinada de entender España. Y también hay un proceso que a ellos, a la jerarquía católica más conservadora, les preocupa muchísimo, yo diría que les desborda realmente, que es el proceso de secularización de la sociedad española. La cuestión sobre la que se debe interrogar la Iglesia no debe estar en relación con lo que ellos identifican como crisis de fe, sino en responder con honestidad a la pregunta de por qué no hemos sabido conectar el mensaje del Evangelio con las inquietudes de la gente. Eso es lo que debería preocuparles, lo que debería preocuparnos a todos. Desde mi punto de vista, ha fracasado el lenguaje, el planteamiento demasiado intransigente de ciertos temas que angustian al mundo moderno, y, sin duda, el no aceptar que, al final, el hombre decide libremente sobre su vida, diga lo que diga la Iglesia. Hoy, la Iglesia no está presente en la sociedad y, lo que es peor, cuando está presente, lo está de modo inadecuado, cuando no ridículo.
P. Me imagino que esa realidad de su "desaparición" de la sociedad les debe resultar muy dura. Pero ellos lo resuelven con una explicación realmente desconcertante: aseguran que la Iglesia en España está siendo perseguida.
R. Yo creo que es faltar a la verdad decir que la Iglesia está perseguida en España. Se puede decir que es criticada, o ignorada, pero tiene total libertad para decir lo que quiera, para salir a la calle cuantas veces quiera (que ya lo hace). Lo que la jerarquía católica no quiere entender es que España ya no es lo que era. Esto, que a algunos nos resulta fácil de comprender, resulta insoportable para sectores de la Iglesia que no aceptan los cambios democráticos. De ahí vienen los encontronazos y los conflictos con un Gobierno que tiene que gobernar para toda la sociedad, y no sólo para los católicos.
P. Ya voy entendiendo por qué usted no gobierna la Iglesia católica española. Pero no puedo evitar preguntarle si usted sería capaz de imponer la pobreza evangélica. Qué pasaría si el Papa decidiera vender las propiedades que no tengan un valor artístico, y por qué la jerarquía española acepta subvenciones del Gobierno y luego muerde la mano que le da de comer.
R. Pienso que sólo una Iglesia realmente pobre se puede considerar una Iglesia realmente libre. Pero también es cierto que es muy difícil servir a la gente sin tener medios en el mundo en el que vivimos. Montserrat es un foco de vida espiritual que requiere del trabajo desinteresado de sus más de ochenta monjes. Nosotros no recibimos ni un céntimo de las subvenciones que recibe la Iglesia, pero sí alguna ayuda de otros sectores. Evidentemente, podríamos hacer algún trabajo productivo, pero eso nos obligaría a renunciar a nuestra labor espiritual. Si el Papa tomara esa decisión liberadora, yo lo aceptaría, aunque no sé si eso es lo que quiere el Señor, porque significaría renunciar a la acción evangelizadora tal y como lo hemos hecho durante siglos. En cuanto a la financiación de la Iglesia, pienso que la fórmula vigente es la menos mala, y que si el Gobierno dejara de ayudarla, ésta no podría prestar la ayuda social que ahora hace y que le ahorra al Estado bastante dinero. Pero si tuviera que decidir yo, renunciaría a las subvenciones y optaría por una Iglesia pobre pero libre.
P. Quizá de lo que no quiere, o no puede, liberarse la Iglesia es del recurso a la explicación, mágica, infantil, de la experiencia religiosa. Quizá por eso la gente que hoy vive en libertad y racionalidad le está dando la espalda. ¿Por qué se empecina en esa actitud?
R. Porque no saben hacer otra cosa. Porque es más complicado, más exigente, proponer a la persona de Jesús desde un planteamiento de inteligencia que no repugne la racionalidad, porque se ha prescindido del respeto a la naturaleza superior de la condición humana. Y, bueno, quizá no en todas partes ha sido así, porque la concepción mágica del hecho religioso ha sido más fácil de introducir en Galicia que en Cataluña. Desde mi punto de vista, el concepto mágico prostituye la verdadera naturaleza de la fe, que es una adhesión racional, desde la afectividad y la inteligencia, a una creencia. Muchos problemas que hoy tiene la Iglesia se deben a la crisis del recurso a lo mágico, que hasta ahora apuntalaba unas verdades incontestables. Unas verdades que no sólo son contestadas por parte del hombre moderno, sino que, sencillamente, se desmoronan. No existe un Dios tapaagujeros, ni un Dios que soluciona problemas.
P. Lo cierto es que la jerarquía mantiene una pedagogía ininteligible del Evangelio, no conoce la misericordia, es anacrónica. Pero también es cierto que la Iglesia monástica y contemplativa, como la de usted, mantiene un contumaz silencio sobre esa actitud de esa jerarquía. No sé si lo hacen por prudencia o por miedo.
R. Yo no afirmaría, de forma tan tajante, que la Iglesia carece de misericordia, aunque sí es cierto que hay textos de la Iglesia española que tienen menos misericordia con la condición humana, con el hombre que sufre, que el catecismo de la Iglesia oficial. Me estoy acordando de un documento de la Conferencia Episcopal sobre los teólogos y las actitudes morales que era realmente terrible. Creo que esto es muy grave porque el Evangelio nos obliga a ponernos en el corazón del otro, en las angustias del otro, y, realmente, los obispos españoles, como colectivo, no parece que sean capaces de hacerlo. Quizá ellos teman que si adoptan una actitud de comprensión y tolerancia se relajen las cosas, no sé. Me resulta muy difícil comprenderles, la verdad. Pero lo que más me preocupa es que esas actitudes de intransigencia son las que determinan a la gente a ignorar lo que pueda decir la Iglesia a nivel ético, o el tema de la moral sexual, por ejemplo. La Iglesia se resiste a revisar sus criterios poniéndolos en el contexto de los avances de la ciencia, de la medicina, de la antropología, y yo creo que urge esa reflexión.
P. Pero no me acaba de explicar por qué, a la vista de tantos problemas como tiene la Iglesia, de tantos errores como cometen, ustedes, los que viven refugiados en la vida monástica, callan tanto, no denuncian, no se arriesgan.
R. Puede haber varias explicaciones. Una es que puede haber una cierta opción monástica de estar un poco alejados de estos temas. Otra, que los problemas que tiene la Iglesia son tan complejos que en algunos monasterios les falta gente suficientemente preparada para abordarlos. Y hay otros casos, como el nuestro, que estamos entre el desierto y la plaza del mercado. Cuando me he pronunciado sobre algo y lo que he dicho no ha sido del agrado de la autoridad eclesiástica, me han enviado mensajes muy claros de que yo, como monje, lo que tenía que hacer era limitarme a rezar y callar.
P. Y ¿está usted de acuerdo con esa recomendación?
R. ¡No! ¡Por supuesto que no! ¡Ya lo está comprobando usted! Pero es verdad que a veces, por prudencia, y para no complicar más las cosas, y sabiendo que hay obispos que están intentando cambiar las cosas silenciosamente, procuras dar una palabra sobre la necesidad de seguir el Evangelio sin provocar. Pero también es cierto que mis homilías son muy claras y tienen una notoria divulgación en Cataluña, en una emisora de radio de la Iglesia que...
P. No será la COPE...
R. ¡No! ¡Por Dios! Es Radio Estell. Pero sí quiero reconocerle que tendríamos que ser más valientes y denunciar más claramente situaciones en las que la Iglesia ni transmite ni vive el Evangelio.
P. Pero, con la excepción de hoy, y de su persona, la Iglesia contemplativa calla. Que es tanto como otorgar, como ser cómplice. Y lo malo es que, para la gente, la voz de la Iglesia son ellos: Cañizares, Rouco Varela...
R. ¡No, no! ¡Gracias a Dios hay otras voces en la Iglesia! Por ejemplo, en el tema de la COPE, que yo ya no la escucho, he hecho algunas gestiones en el Vaticano, en la Nunciatura, y firmé un documento que se envió a la Conferencia Episcopal protestando por sus contenidos. Creo que es lamentable que los obispos no tengan el coraje de poner freno a la estrategia de envenenamiento de la sociedad que llevan a cabo los más destacados colaboradores de la emisora. Así lo dije y lo sigo diciendo, y me parece muy triste que no haya una mayoría de obispos que tengan el valor de poner fin a una situación que contradice y repugna abiertamente los valores del Evangelio y también los de la convivencia democrática. Me atrevo a decir que los obispos mantienen la COPE en esos niveles de beligerancia porque les interesa mantener, también, lo que ellos pueden considerar una situación de equilibrio con... con la SER, aunque pienso que la SER no es tan radical como la COPE... En definitiva, la Conferencia Episcopal mantiene la COPE como está por una estrategia política y no eclesial.
P. No parece que sea ésa la actitud de la jerarquía católica española en temas tan polémicos como el "avance galopante" de los nacionalismos, que les ha llevado a cerrar filas con el PP ante el sedicente peligro de que España se rompa. Supongo que desde Montserrat, que es el referente espiritual y religioso del nacionalismo confesional, se ven las cosas de muy distinta manera.
R. No tengo esa visión catastrófica de la realidad. Pero quisiera precisar que Montserrat, por su trayectoria, al menos durante el siglo XX, ha sido un lugar de acogida de todos y de todas las mentalidades nacionalistas y no nacionalistas. Es verdad que Montserrat ha pasado por ser, en el imaginario popular, un referente del nacionalismo, pero la realidad es mucho más amplia porque aquí han nacido muchas formaciones políticas de muchas tendencias, y porque aquí se han defendido los valores democráticos de forma comprometida y abierta. Equiparar Montserrat a nacionalismo es una visión reduccionista. Como todo monasterio benedictino, Montserrat está muy enraizado en la cultura catalana y su lengua, pero no en contraposición o en confrontación con otras cosas. En cualquier caso, quiero decir, rotundamente, que ese temor a la desunión de España por parte de un amplio sector de la jerarquía católica, esa ofensiva contra lo catalán que también se hace desde el ámbito de la derecha política, no corresponde a la realidad ni a lo que siente la inmensa mayoría del pueblo catalán. Tampoco se puede justificar la posición de la jerarquía católica en el Estatut, que no es en absoluto rupturista. Pero sí es cierto que esa actitud y ese mensaje de que España se rompe han hecho mucho daño a la convivencia en el interior del Estado español.
P. Lo cierto es que hemos visto una sintonía total entre las tesis del PP y la actitud de la jerarquía. ¿Por qué? ¿Qué razones les llevan a esa complicidad tan explícita?
R. Creo que la jerarquía católica tiene la convicción de que hay que defender lo que ellos llaman la unidad de España, que, según ellos, los nacionalistas quieren romper. Ellos mantienen que la unidad de España, según ellos la entienden, claro, es un bien moral, lo cual es absolutamente falso y no tiene base teológica. Pero lo más importante es que, desde mi punto de vista, la Iglesia no debe quedar identificada con ningún partido concreto, en este caso con el PP como lo está haciendo. Lamentablemente, la mayoría de obispos creen que los nacionalismos ponen en peligro la unidad de España, y eso no es así. Una cosa es la unidad de fe, y otra muy diferente, el tema de la organización política de una sociedad, de un Estado que puede tomar mil formas.
P. Pues me imagino cómo ha debido de sentirse al oír a monseñor Cañizares que las autonomías y la autodeterminación van en contra del cristianismo porque el cristianismo es unidad.
R. Las afirmaciones de monseñor Cañizares me han dejado estupefacto. Además de no tener la más mínima apoyatura teológica, contradicen la propia identidad de Cataluña, de su historia. Es cierto que el cristianismo es unidad, pero unidad de fe, unidad en la solidaridad, como lo es la unidad con la Iglesia de Europa. ¡Pero no hace falta que sea una unidad política, porque entonces tendríamos que hacer con todos los católicos del mundo un solo Estado!
P. ¿Hasta qué punto piensa usted que habría sido contraproducente que la Conferencia Episcopal hubiera aprobado aquel documento "nonato" en el que apostaba claramente por la defensa de la unidad de España en contraposición a los procesos autonómicos?
R. Se lo diré sin rodeos: habría sido problemático y dañino que la Iglesia hubiera aprobado ese documento. Por eso, desde Montserrat, valoro muy positivamente la actuación de algunos obispos que impidieron que se aprobara ese texto que nos hubiera llevado a una polémica. Y ya tenemos bastantes polémicas en el interior de la Iglesia.
Juan Pablo II pareció aceptar la teoría darwiniana de la evolución de las especies, cuando la definió como "algo más que una hipótesis". Pero en el Vaticano de Benedicto XVI causan incomodidad el evolucionismo y quienes lo defienden. Como el padre jesuita George Coyne, apartado de la dirección de la Specola Vaticana (el observatorio astronómico papal) después de criticar en diversas ocasiones a las autoridades católicas que, como el cardenal Christoph Schoenborn, arzobispo de Viena, sostienen que "el darwinismo es incompatible con el credo católico" y se muestran comprensivos con el movimiento creacionista, según el cual el mundo y el hombre fueron creados exactamente como cuenta la Biblia en el Génesis.
El cese del padre Coyne, de 73 años, director del observatorio vaticano desde 1979, ha tenido una razón inmediata: sufre un cáncer de colon, está recibiendo quimioterapia y ha pedido la baja por razones de salud. Pero fuentes vaticanas citadas ayer por el Corriere della Sera reconocieron que la marcha de Coyne era deseada, para acabar con sus declaraciones "polémicas". El sucesor de Coyne, el padre José Gabriel Funés, de 43 años, argentino, jesuita, declaró al mismo diario italiano que, como director del observatorio, debía hablar "de estrellas y planetas, y sólo de eso".
El control divino
La incomodidad vaticana con el padre Coyne, que asesoró a Juan Pablo II en el proceso de rehabilitación de Galileo Galilei y en el reconocimiento del error cometido con él por la Iglesia católica, está relacionada con las dificultades suscitadas por el debate entre evolucionistas y creacionistas. No porque el catolicismo sea incapaz de convivir con las teorías de Darwin: el propio cardenal Schoenborn se desdijo el jueves y declaró en la reunión anual de Comunión y Liberación que la "escala de Darwin" describía "un proceso evolutivo horizontal", compatible con lo que llamó "la escala de Jacob", que según Schoenborn aseguraba el control divino de la evolución. El problema con Darwin no es teológico, sino estratégico, y procede de Estados Unidos.
El creacionismo es cada vez más vigoroso entre los protestantes estadounidenses y empieza a calar hondo en la comunidad católica. Para no enajenar a los católicos creacionistas, el Vaticano se ve obligado a realizar equilibrios. El año pasado, en un artículo publicado por The New York Times, el cardenal Schoenborn pareció abrazar el creacionismo bíblico. Luego matizó, pero el jueves, tras proclamar la compatibilidad, criticó sin citarlo al padre Coyne -"No comprendo cómo un científico con formación teológica puede defender el darwinismo", dijo- y criticó la teoría de la evolución.
El titular de la crónica publicada ayer por el diario vaticano, L'Osservatore Romano, era significativo: "Laicismo y evolucionismo, peligros siempre presentes".
Si usted quiere perder peso para lucir una figura divina en la playa este verano, olvide las dietas bajas en carbohidratos y acérquese a su sacerdote de confianza para apuntarse a una de las muchas dietas religiosas, fundamentalmente cristianas. Estos métodos para adelgazar, que nacieron en Estados Unidos, comienzan a llegar a Europa, especialmente al Reino Unido.
Adelgazar mediante la gracia divina comenzó en 1957, cuando el pastor presbiteriano Charles Shedd publicó Aleja tu peso con rezos (Pray your weight away, en inglés), en el que su autor sostiene que la obesidad es un pecado y que la oración es el camino hacia la delgadez... y para alcanzar la salvación.
"Comencé el programa con 102 kilos en diciembre de 2001 y mis ojos se abrieron a la verdad absoluta. Aprendí que no puedes codiciar la comida y alcanzar el cielo", explica Blake Zanoni, que se inscribió al programa con sus padres. Nueve meses después de inscribirse al programa Weigh Down, según su testimonio, Blake pesaba 67 kilos. "A través de los talleres de Weigh Down desarrollé una relación con Dios como nunca antes. Cada vez que tengo hambre rezo, leo la Biblia, escucho las cintas de los talleres de adelgazamiento o escribo", asegura Zanoni en la página web del programa.
La familia Zanoni supo del programa de adelgazamiento por la madre de Blake, Catherine, quien se inscribió en 1999. Después convenció a su marido e hijo para que se apuntaran. "Dios estaba hablando conmigo a través de mi esposa", relata Robert Zanoni. Entre 1999 y 2002, la familia Zanoni perdió, en conjunto, 75 kilos con las dietas religiosas. "Uso traje y corbata todos los días para ir a trabajar y recuerdo la vergüenza que pasaba cada vez que tenía que ir a un sastre para que me ensanchara los pantalones. ¡Otra vez! Ahora tengo la dicha de acudir al sastre para que me haga los pantalones más pequeños", recuerda el padre de Blake, Robert Zanoni, que ha perdido 19 kilos.
Los talleres que ofrece esta agencia creada por Gwen Shamblin tienen un coste aproximado de 100 dólares (unos 80 euros) e incluyen 17 clases, así como libros y audiocintas. Quienes se inscriben no tienen restricciones en el tipo de alimentos que pueden consumir -azúcares, grasas- y tampoco deben hacer ejercicio. La devoción total a Dios y la eliminación de la codicia por la comida aseguran, según sus creadores, la pérdida de kilos. Weigh Down dice tener un millón de seguidores en los cerca de 30.000 centros que tiene en todo el mundo.
Los talleres suelen impartirse en iglesias o en residencias privadas. Sus adeptos se reúnen semanalmente para una terapia de grupo. Se sientan en círculo, en ocasiones frente a algún icono religioso, y allí comparten su problemática relación con la comida e intercambian consejos para superar la diabólica tentación. Las sesiones también se realizan cibernéticamente, mediante una cámara web.
La posición de la comunidad científica frente a estas fórmulas milagrosas de adelgazamiento es de cierto escepticismo. Aunque reconocen que la terapia en grupo y la fe son elementos que ayudan a alcanzar metas, estos programas "no integran los últimos avances en el campo de la nutrición y en general carecen de sustento científico", explicó a Efe el director del Centro de Trastornos Alimenticios de la Universidad de Yale (en Estados Unidos), Kelly Brownell.
En Estados Unidos se calcula que 58 millones de personas padecen algún tipo de sobrepeso y 3 millones, obesidad mórbida. No es extraño, por tanto, que sea en este país en donde proliferan este tipo de fórmulas para reducir talla. First Place es otra organización que ofrece dietas divinas. Fundada en 1981 en Houston, dice tener registrados a medio millón de miembros en Estados Unidos. La tendencia poco a poco va llegando a Europa, especialmente al Reino Unido. Thin Within tiene 100 grupos de trabajo en Estados Unidos, Canadá y el Reino Unido.
La obra de Shedd impulsó a otros autores a publicar sus trabajos, con títulos tan variopintos como Ayúdame, Dios mío, el demonio me quiere gordo; Delgado para Él y Más Jesús, menos de mí. Además de esta espesa literatura, las dietas divinas también ponen a disposición de sus feligreses productos para alejar la tentación del diablo, como vídeos para hacer ejercicio, vitaminas, joyas -para recordar que la gula es un pecado-, "productos para la alegría" y vitaminas para potenciar la memoria.
Dos militares heridos
Además, C. G. S. C., de 20 años, fue detenido por herir a otros dos jóvenes, ambos militares, durante una pelea en un bar. Los hechos tuvieron lugar a las 4.00 en el pub "La Iglesia", de la calle del Temple, cuando C. G. S. C., de nacionalidad española y origen ecuatoriano, comenzó a discutir con uno de los militares y su amigo acudió para separarlos. Éste, identificado como J. M. Y. G., de 21 años, recibió un botellazo en la cabeza y sufrió un corte en un muslo, mientras que D. M. M., de 20, resultó herido en un brazo.
El agresor también se lesionó al caer al suelo, donde había trozos de botellas y vasos rotos. Los tres fueron atendidos de sus lesiones y dados de alta poco después.
Cuando oí al presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, declarar que el Holocausto era un "mito", no pude evitar preguntarme: "Me gustaría saber si el presidente de Irán hablaría de esta forma si el precio actual del petróleo fuera 20 dólares el barril, y no 70 dólares".
Cuando oí al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, decir al primer ministro británico, Tony Blair, que se fuera "derecho al infierno", y asegurar a sus partidarios que la Zona de Libre Comercio de las Américas auspiciada por Estados Unidos podía "irse al infierno" también, no pude evitar decirme: "Me gustaría saber si el presidente de Venezuela diría estas cosas si el precio actual del petróleo fuera 20 dólares el barril, y no 70 dólares, y si su país tuviera que dar poder a sus empresarios, en vez de limitarse a perforar pozos".
Mientras seguía los acontecimientos del golfo Pérsico durante los últimos años, me di cuenta de que el primer Estado del Golfo que celebró unas elecciones libres y limpias, en las que las mujeres podían presentarse y votar, y el primer Estado del Golfo que emprendió una transformación radical de sus leyes laborales, para que su población pudiera ocupar más puestos de trabajo y así depender menos de la mano de obra importada, fue Bahrein. Bahrein, casualmente, es el Estado de la zona del Golfo en el que antes está previsto que se agote el petróleo. De modo que no pude evitar preguntarme: "¿Será todo eso una coincidencia?".
Cuanto más reflexionaba sobre estas cuestiones, más evidente me parecía que tenía que existir una correlación -una correlación literal, que podía medirse y convertirse en gráfico- entre el precio del crudo y el ritmo, el alcance y la sostenibilidad de las libertades políticas y las reformas económicas en determinados países.
Soy el primero en reconocer que éste no es ningún experimento científico de laboratorio, porque el ascenso y la caída de la libertad política y económica en una sociedad nunca puede ser perfectamente cuantificable o intercambiable. Pero sí creo que sirve de algo tratar de mostrar esta correlación absolutamente real entre el precio del petróleo y el ritmo de la libertad, aun con todas sus imperfecciones.
La Primera Ley de la Petropolítica dice lo siguiente: el precio del petróleo y el avance de las libertades van siempre en direcciones opuestas en los Estados petrolistas. Según esa primera ley, cuanto más sube el precio mundial medio del crudo, más se deterioran la libertad de expresión, la libertad de prensa, las elecciones libres y limpias, la independencia del sistema judicial, el imperio de la ley y los partidos políticos. Y estas tendencias negativas se ven reforzadas por el hecho de que, cuanto más sube el precio, menos sensibles son los dirigentes petrolistas a lo que el mundo piensa o dice de ellos.
Llamo Estados petrolistas a aquellos que dependen de la producción de crudo para la mayor parte de sus exportaciones o su producto interior bruto y, al mismo tiempo, poseen unas instituciones débiles o unos Gobiernos claramente autoritarios. Los principales Estados petrolistas, según mi definición, serían Azerbaiyán, Angola, Chad, Egipto, Guinea Ecuatorial, Irán, Kazajistán, Nigeria, Rusia, Arabia Saudí, Sudán, Uzbekistán y Venezuela.
La enfermedad holandesa
Por supuesto, hace mucho tiempo que los economistas profesionales han señalado las negativas consecuencias económicas y políticas que tiene para un país el hecho de poseer una abundancia de recursos naturales. Se trata de un fenómeno que algunos han llamado "la enfermedad holandesa" y otros "la maldición de los recursos". El nombre de enfermedad holandesa se refiere al proceso de desindustrialización que puede ocurrir como consecuencia de una riqueza repentina en recursos naturales. El término se acuñó en los Países Bajos en los años sesenta, después de que se descubrieran en dicho país enormes depósitos de gas natural.
Lo que ocurre en países aquejados de la enfermedad holandesa es que el valor de su divisa aumenta, gracias a la entrada inesperada de dinero procedente del petróleo, el oro, el gas, los diamantes o algún otro recurso natural recién descubierto. Eso hace que las exportaciones de productos manufacturados dejen de ser competitivas y abarata las importaciones. Los ciudadanos, bien provistos de efectivo, empiezan a importar como locos, el sector industrial nacional queda borrado del mapa, y ya está, la desindustrialización.
Además de estas teorías generales, algunos politólogos han estudiado de qué manera la abundancia de petróleo, en especial, puede invertir o erosionar las tendencias democratizadoras. Uno de los análisis más incisivos que he visto es el del politólogo de la UCLA, Michael L. Ross. Mediante un análisis estadístico de 113 países entre 1971 y 1997, Ross llegó a la conclusión de que "la dependencia de un Estado de las exportaciones de crudo o minerales tiende a hacer que sea menos democrático; otros tipos de exportaciones primarias no tienen ese efecto, y este fenómeno no ocurre sólo en la península Arábiga, Oriente Próximo o el África subsahariana; ni tampoco se limita a países pequeños".
En primer lugar, alega Ross, está el "efecto fiscal". Los Gobiernos que viven del petróleo suelen utilizar sus ingresos para "aliviar presiones sociales que, en caso contrario, podrían desembocar en una exigencia de más responsabilidad" a las autoridades o más representación en el Gobierno. Los regímenes que se apoyan en el petróleo y no tienen que cobrar impuestos a su población para sobrevivir, tampoco necesitan escuchar a la gente ni tener en cuenta sus deseos.
El segundo mecanismo, dice Ross, es el "efecto gasto". La riqueza del petróleo produce un aumento del gasto clientelar, que, a su vez, debilita las presiones en favor de la democratización. El tercer mecanismo que cita es el "efecto de formación de grupos". Cuando los ingresos del petróleo proporcionan una gran entrada de dinero a un Estado autoritario, el Gobierno puede usar esa riqueza inesperada para impedir que se formen grupos sociales independientes, los más propensos a exigir derechos políticos. Además, afirma, una sobreabundancia de ingresos del petróleo puede crear un "efecto represivo", porque permite a los Gobiernos gastar de forma desmesurada en policía, seguridad interior y servicios de información susceptibles de ser utilizados para asfixiar los movimientos democráticos.
Por último, Ross ve la presencia de un "efecto en la modernización". Una entrada masiva de riqueza del petróleo puede disminuir las presiones sociales para que haya más especialización profesional, más desarrollo urbano y más posibilidades de enseñanza superior, unas tendencias que suelen acompañar a un desarrollo económico más amplio y producir una población más culta, más capaz de organizarse, negociar y comunicar, y dotada de centros propios de poder económico.
Lo que pretendo decir al postular la Primera Ley de la Petropolítica es no sólo que la dependencia excesiva del crudo puede ser una maldición en general, sino que es totalmente posible relacionar las subidas y bajadas del precio del petróleo con los avances y retrocesos en la marcha de la libertad en los países petrolistas.
¿Un eje del petróleo?
Desde el 11-S, los precios del petróleo han pasado estructuralmente de oscilar entre 20 y 40 dólares a sobrepasar los 70. En parte, este fenómeno se debe a una sensación general de inseguridad en los mercados mundiales de crudo debido a la violencia en Irak, Nigeria, Indonesia y Sudán; pero, sobre todo, parece ser consecuencia de lo que yo llamo el aplanamiento del mundo y la rápida entrada en el mercado mundial de 3.000 millones de consumidores nuevos de China, Brasil, India y el antiguo imperio soviético, que sueñan con tener una casa, un coche, un microondas y un frigorífico. Sin algún avance espectacular en materia de conservación en Occidente, o el descubrimiento de una alternativa a los combustibles fósiles, es de prever que, en un futuro inmediato, nos mantendremos en en torno a los 70 dólares, o más.
Desde el punto de vista político, eso significará que, seguramente, todo un grupo de Estados petrolistas -con instituciones débiles o Gobiernos claramente autoritarios- experimentará un deterioro de las libertades y un aumento de la corrupción y los comportamientos autocráticos y antidemocráticos.
Pensemos en el drama que se desarrolla actualmente en Nigeria. Nigeria tiene un mandato limitado para sus presidentes, dos periodos de cuatro años. El presidente Olusegun Obasanjo llegó al poder en 1999, después de un periodo de gobierno militar, y en 2003 fue reelegido en una votación popular. Al sustituir a los generales en 1999, Obasanjo se convirtió en noticia porque emprendió una investigación sobre las violaciones de los derechos humanos cometidas por el ejército nigeriano, puso en libertad a los presos políticos e incluso llevó a cabo un verdadero intento de eliminar la corrupción. En aquella época, el petróleo costaba aproximadamente 25 dólares el barril.
Hoy, con el petróleo a más de 70 dólares el barril, Obasanjo trata de convencer al Parlamento nigeriano para que apruebe una enmienda constitucional que le permita permanecer un tercer mandato. Un dirigente de la oposición en la Cámara de Representantes, Wunmi Bewaji, ha afirmado que se ofrecieron a los legisladores sobornos de un millón de dólares a cambio de votar a favor de prolongar el mandato de Obasanjo.
En los Estados petrolistas es frecuente que no sólo toda la política gire en torno a quién controla el grifo, sino que la población acabe teniendo una versión distorsionada de lo que es el desarrollo. Si son pobres y los dirigentes son ricos, no es porque su país no haya fomentado la educación, la innovación, el imperio de la ley y el espíritu empresarial. Es porque alguien que no son ellos se queda con el dinero del petróleo. Y entonces empiezan a pensar que, para hacerse ricos, lo único que tienen que hacer es parar a los que están robando el petróleo de su país.
Con todos los respetos para Ronald Reagan, no creo que fuera él quien acabó con la Unión Soviética. Es evidente que hubo muchos factores, pero el derrumbe de los precios mundiales del crudo a finales de los ochenta y principios de los noventa fue un factor clave, sin duda.
El abaratamiento del petróleo ayudó seguramente a que el Gobierno del poscomunista Borís Yeltsin se abriera más al mundo exterior y se mostrara más receptivo a las estructuras que exigían los inversores internacionales.
No hay más que ver la diferente actuación del presidente ruso, Vladímir Putin, cuando el precio del petróleo oscilaba entre 20 y 40 dólares, y ahora, que se encuentra en torno a los 70 dólares. Después de su primer encuentro, en 2001, el presidente Bush dijo que había contemplado el "alma" de Putin y había visto a un hombre en el que podía confiar.
Si Bush contemplara el alma de Putin hoy, lo que vería sería muy negro, tan negro como el petróleo. Vería que Putin ha utilizado sus ganancias del petróleo para devorar (nacionalizar) la enorme compañía petrolífera rusa, Gazprom, diversos periódicos y emisoras y todo tipo de empresas e instituciones que antes eran independientes.
Aunque no podemos influir en el suministro de petróleo en ningún país, sí podemos influir en el precio mundial si alteramos las cantidades y los tipos de energía que consumimos. Cuando digo podemos me refiero a Estados Unidos, que consume alrededor del 25% de la energía mundial, y también a los países importadores de petróleo en general.
Reflexionar sobre cómo modificar nuestros hábitos de consumo de energía para reducir el precio del petróleo ha dejado de ser simplemente un hobby para ecologistas bienintencionados. Se ha convertido en un imperativo que afecta a la seguridad nacional.
Por consiguiente, cualquier estrategia por parte de Estados Unidos para promover la democracia que no incluya un proyecto creíble y sostenible de búsqueda de alternativas al petróleo y abaratamiento del precio del crudo carece totalmente de sentido y está condenada al fracaso. Hoy, independientemente de qué posición ocupe cada uno en el espectro de la política exterior, todo el mundo debe pensar como un geo-verde.
No es posible ser un auténtico realista de la política exterior ni un idealista que promueva eficazmente la democracia sin ser, al mismo tiempo, un ecologista comprometido en materia de energía.
Bibliografía imprescindible
PARA UN EXAMEN detallado de la relación entre la riqueza del petróleo y los sistemas políticos atrofiados, véase el artículo de Michael L. Ross Does Oil Hinder Democracy? (World Politics, abril de 2001). Sustaining Development in Mineral Economies: The Resource Curse ThesisNatural Resource Abundance and Economic Growth (Oficina Nacional de Investigaciones Económicas de EEUU, 1995). (Routledge, 1993), de Richard M. Auty, explica por qué muchos países que poseen recursos naturales no tienen el desarrollo apropiado. Jeffrey D. Sachs y Andrew M. Warner desarrollan esta tesis en
El politólogo Javier Corrales muestra de qué forma los elevados precios actuales del petróleo refuerzan a los autoritarios contemporáneos en Hugo Boss (Foreign Policy, enero/febrero 2006).
Moisés Naím, en Globoquiz: Guess the Leader (Newsweek International, 1 de diciembre de 2004) destaca las semejanzas, por el petróleo, entre Hugo Chávez y Vladimir Putin, y en Russia's Oily Future (Foreign Policy, enero/febrero 2004) analiza el giro de Moscú hacia la política petroestatal.
Thomas L. Friedman reflexiona sobre las consecuencias para la economía mundial -y el mercado energético- del ascenso de India y China en La Tierra es plana: breve historia del mundo globalizado del siglo XXI. (MR Ediciones, 2006).
El libro de Daniel Yergin The Prize: The Epic Quest for Oil, Money and Power (Simon & Schuster, 1991), que obtuvo un Pulitzer, es la historia más completa de las conexiones entre el petróleo y las economías modernas.
Los medios son una forma de hacer política desde el poder, porque quieren poder, pero no quieren transformar la sociedad. ¿Tienen los medios alguna vocación transformadora, de cambio? Tiene mucho más afán de cambio la ciudadanía. Por eso, yo trabajo cada día más pensando en los ciudadanos que en los periodistas, tanto en mi forma de actuar como en la de comunicar. Y esto constituye un acto de fe democrática. La fe en la democracia informa cada acto de mi vida. La idea es que mandan los ciudadanos. En mi campaña electoral dije varias veces que me proponía quitar poder a los poderosos y entregárselo a los ciudadanos, y a eso es a lo que me dedico. El único poder que tiene el 90% de los ciudadanos es su voto, cada cuatro años. Los poderosos, en cambio, votan todos los días. Y esta convicción hay que llevarla a todas partes. Te voy a poner un ejemplo muy claro, el de la energía nuclear, que va a provocar un debate muy importante. En nuestro programa, que coincidía con un deseo muy fuerte de la ciudadanía, se incluía la reducción de centrales. Ya hemos cerrado una. Es evidente que hay problemas de energía, y que quizá aumenten por el precio del petróleo. Pues bien, nosotros, en ese contexto, vamos a hacer un calendario de cierre de centrales. Esto va a generar mucha polémica porque la mayoría política, estoy seguro, va a apostar por la energía nuclear. La energía nuclear es la respuesta sencilla. Yo, sin embargo, creo que hay que hacer crecer las energías alternativas. Y eso, cuando lo haces por convicción, trasciende, con independencia de lo que digan los medios. Los ciudadanos desconfían con razón de la energía nuclear porque no está resuelta la seguridad ni está resuelto el problema de los residuos. Además, una cultura que contempla un límite a la energía nuclear es una cultura que pone freno también a los proyectos militares. No sólo tenemos Irán como problema. Hay otros países que van a caer en esa tentación. Siempre se empieza con fines civiles y de ahí se pasa a los militares.
A veces, en el Consejo, algún ministro se queja de que los telediarios de TVE no nos tratan bien. Y yo les digo que hemos ganado las elecciones para esto, para que los telediarios de la televisión pública sean, al fin, independientes. Si quieres que te traten mejor, hazlo mejor. A mí las satisfacciones más grandes no me las producen los aplausos, sino el hecho de ver a los demás felices. Un hombre en el poder no es un hombre en su destino. Lo que importa es el destino del país al que sirve. En eso consiste la visión republicana de la vida.
Mi experiencia de estos dos años en el Gobierno –añade– es que el poder es un buscador incansable de excusas para demorar la solución de las tareas difíciles. Yo no estoy dispuesto a caer en ese vicio. Por eso tomo decisiones cuando creo que es el momento de tomarlas. Evalúo los riesgos y mido las consecuencias, desde luego, pero en esta evaluación jamás intervienen cálculos electoralistas. No te puedes imaginar hasta qué punto esos cálculos pueden retrasar las decisiones importantes. En el problema de ETA, si no hubiera elecciones dentro de dos años, estaríamos todos de acuerdo. Fíjate, por ejemplo, en el asunto de las pensiones. Yo llevo 20 años oyendo que no se pueden subir las pensiones porque el sistema no aguanta. Pues las hemos subido y no sólo aguanta, sino que mejora. Si se hubieran cumplido las profecías de los agoreros, el sistema de pensiones habría saltado a mediados de los noventa.
Todo esto me recuerda las palabras que leí emocionado en un diario de Buenos Aires cuando Zapatero asumió el poder en España, extraídas del final de su discurso de investidura:
Algunas utopías merecen ser soñadas. No las alcanzaremos todas, pero nos marcarán el rumbo por el que hay que avanzar. En mi vida ese rumbo ha estado marcado siempre por un credo que quisiera expresar públicamente en un día y en un acto como éste. Ese ideario es breve: "Un ansia infinita de paz, el amor al bien y el mejoramiento social de los humildes".
Esta última frase la extrajo del testamento de su abuelo, fusilado por los franquistas durante la Guerra Civil. No soy votante del partido en el que milita Zapatero, ni lo seré nunca. Pero me alegro mucho de que este hombre sea el presidente del gobierno de España.
Los empresarios podrán anunciar ofertas de empleo que incluyan la advertencia de "Fumadores abstenerse", según confirmó ayer la portavoz de Empleo y Asuntos Sociales de la Comisión Europea, Katharina von Schnurbein. El rechazo de los fumadores en las ofertas de puestos de trabajo no constituye una discriminación perseguida por la legislación europea, según la CE.
En una respuesta a la eurodiputada británica, Catherine Sthiler, el comisario de Empleo, Asuntos Sociales e Igualdad de Oportunidades Vladimir Spidla, manifestó que "la legislación europea anti discriminación en el empleo y otros campos prohíbe la discriminación por causa del origen racial o étnico, incapacidad, edad, orientación sexual y religión y creencias".
Sthiler, una eurodiputada socialista con especial sensibilidad por los problemas derivados de la discriminación de trabajadores, como la que pueden sufrir los mayores de 65 años, dirigió el pasado 18 mayo el siguiente escrito al Parlamento Europeo, solicitando una respuesta de la Comisión: "La UE cuenta con una legislación valiosa en materia de antidiscriminación. ¿Podría indicar la Comisión si la reciente publicación de un anuncio en Irlanda, en donde está prohibido fumar en el lugar de trabajo, bajo el epígrafe 'Fumadores: abstenerese', supone una violación de esta legislación?".
En su respuesta, el comisario Spidla, antiguo primer ministro de la República Checa, parte de cuyo contenido fue publicado ayer por Financial Times, precisó que "un anuncio de empleo que diga 'Fumadores: abstenerse', no parecería estar incluida en la lista de prohibiciones por los motivos señalados". El comisario fue especialmente cauteloso al señalar que se refería expresamente al contenido del anuncio y no a una posible limitación de la contratación por este motivo.
Antisociales
La eurodiputada se dirigió a las autoridades europeas tras conocer que el Gobierno de Dublín había estimado que el anuncio de la empresa irlandesa Dotcom Directories no violaba ninguna ley de su país. El director de Dotcom Directories, Philip Tobin, había manifestado su posición contraria a contratar fumadores por considerarlos "anti sociales". Tobin justificó su posición alegando que tenían una oficina muy pequeña, tras recordar que la gente que fumaba en los descansos apestaba cuando volvía a sus puestos de trabajo.
El pasado diciembre, la Organización Mundial de la Salud, la agencia de la ONU que promueve la lucha contra el tabaco, adoptó una drástica decisión al acordar que no contrataría a ningún fumador, aunque lo fuera en el ámbito privado. La normativa, no obstante, no se aplicaría a los funcionarios ya empleados, a los que no obstante se animará a dejar el tabaco y a seguir tratamientos específicos. La regulación se aplicará en las casi 150 oficinas que tiene la OMS en todo el mundo.
Por otro lado, en España, el presidente del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), Rodrigo Córdoba, ha advertido de que si antes de que empiece septiembre los locales de ocio no construyen barreras físicas de separación entre fumadores y no fumadores "todo el local sera, por ley, zona libre de humo". "No es negativo", declaró a Servimedia, "que la mayoría de los restaurantes y bares vayan a ser para no fumadores".
Fincas Corral, sí, los que venden pisos y te los compran al año, los del anuncio del señor Calixto Corral, pues ellos no son más que unos vendedores profesionales... Te hablarán muy bien, te sonreirán, te ofrecerán un café... pero no te dejes cegar como otros nos cegamos, seguramente te desilusionarán.
Te aconsejo que NO compres un piso con ellos SIN EL ASESORAMIENTO DE UN ABOGADO, hemos sido ya mas de 40 desilusionados en los últimos 2 años, y todos hemos caído.
Si, algo sale mal, pierdes tu dinero. Si el piso que te gusta tiene algún problema, pierdes tu dinero. Si, el vendedor decide no vender, pierdes tu dinero.
Te atan, te atrapan con cláusulas contractuales y al final ellos ganan y tu pierdes, son más inteligentes y tienen mejores recursos jurídicos. FINCAS CORRAL SE COBRA TU DINERO COMO ESTÁ ESTIPULADO EN EL CONTRATO.
Fincas Corral Albacete: Auténtica desilusión Publicado: sábado, 9 octubre 2004 11:10
En el año 2002 visité 3 pisos con Corral Albacete. Los tres estaban inflados entre 1.3 y 1.5 millones de pesetas.
Uno era en el pasaje del escritor, otro en la calle de la Cruz y el otro no recuerdo bien la calle. Por el primero nos pedían 9,3 millones (4º sin ascensor). Posteriormente nos ofrecieron el mismo piso en Sánchez del Río y nos pedían 8 millones. Por el segundo nos pedían 9,7 millones, cuando el dueño les había dicho que lo vendía por 8. Por el tercero nos pedían 10,5 millones y los dueños sólo pedían 9.
Ese año no nos compramos el piso. Nos lo hemos comprado este año. Se lo hemos comprado directamente a su exdueño. No diré el precio; pero sí que diré que comprobamos que otras inmobiliarias pedían por él exactamente el mismo precio que pedía su exdueños, mientras que en Fincas Corral, que lo habían aumentado (sin permiso de su exdueño, confirmado por él) en 1,7 millones de pesetas.
Hay que aclarar que a estos precios engordados de Fincas Corral, encima les cargan el 4,5% de la comisión habitual de las inmobiliarias y el IVA. O sea, que te cobran comisión sobre su comisión.
En resumen, que por mi experiencia, todos los pisos que he conocido de esta inmobiliaria les habían cargado una "mordida" de entre 1 y 2 millones de pesetas, aparte de la "comisión" oficial. Es de suponer que lo estén haciendo con todos los pisos que tienen, pero eso no lo puedo asegurar.
Como cualquier piso que te ofrezcan en Corral también está en cualquier otra inmobiliaria (a la inversa no siempre es cierto), mi opinión es que es de incautos hasta entrar por la puerta de ese garito.
MAS DE 100 PERSONAS HAN DEMANDADO A FINCAS CORRAL
FINCAS CORRAL ha tenido más de 100 demandas judiciales en los últimos años, siempre por parte de clientes (tanto compradores como vendedores) que se han sentido engañados.
Ningún particular se mete a demandar a una compañía tan grande sin tener motivos, por los gastos que conlleva, el tiempo que tarda en salir una sentencia, los malos ratos, etc. y el hecho de que nunca se sabe como va terminar todo. Tienen un gabinete jurídico a su disposición que conoce muy bien los terrenos en los que se mueven y por lo tanto ganan algunas de las demandas. Más de 100 demandas son muchas demandas, y cuando el río suena...
En el caso de los compradores te convencen para firmar un contrato de mandato en cuanto retiras el piso que te quieres comprar del mercado. En ese contrato de mandato el comprador se compromete a pagarles la comisión. Este contrato de mandato es totalmente leonino y farragoso y deja al cliente desprotegido. Si les pides una copia de este contrato para que alguien te asesore, te ponen miles de pegas. FINCAS CORRAL cobra sus honorarios antes de firmar nada más con el vendedor o de hacer las gestiones de compra pertinentes (comprobar que el vendedor es el dueño, que el piso está correctamente registrado, etc.). Normalmente no muestran ninguna documentación sobre el piso en cuestión.
SI ALGO VA MAL DURANTE LA COMPRAVENTA, DESPÍDETE DEL DINERO, ELLOS COBRAN INDEPENDIENTEMENTE DE QUE EL PISO SE VENDA O NO.
Más problemas con FINCAS CORRAL
Quisimos comprarnos mi mujer y yo un pisito en un barrio de Madrid.
Después de contactar a FINCAS CORRAL, encontrar un piso y comenzar la compra, nos vimos envueltos en una de las pesadillas más comunes, nuestro dinero ha desaparecido.
FINCAS CORRAL nos pidió unos 3 millones de pts., que alegremente nos convenció para entregarles como entrada (provisión de fondos que lo llamaban). Te sonríen, te ofrecen café y te convencen como nadie (entre a una de sus oficinas y verá que amables son). Hasta que tienen el dinero, entonces la relación cambia.
Por otro lado que sepáis que FINCAS CORRAL no es una API, o sea, que no están colegiados ni tienen un código deontológico.
Al llegar el día de la compra, descubrimos que el piso tiene dos cargas hipotecarias, muy difíciles de quitar, un expediente urbanístico abierto, y varias incoherencias en el registro de la propiedad. El pisito era un regalo.
Ya no lo queremos, nos prometieron un piso limpio, sin cargas ni problemas, y nos encontramos esta pesadilla.
Cuando decidimos no comprarlo, empiezan las malas caras, no contestan a nuestras llamadas, y el dinero se lo queda FINCAS CORRAL, en concepto de honorarios (ya no es provisión de fondos) por intentar vendernos lo que yo llamaría "un xxxx de piso". Lo que es mejor, todavía les debemos dinero. Se ve que somos unos morosos, ja, ja, ja.
NOS HEMOS QUEDADO SIN NUESTRO DINERO.
Sin contar los aburridos detalles: todo el entramado es LEGAL jurídicamente pero nada satisfactorio, por decirlo de una manera correcta y respetuosa.
Solo queremos que no pasen por lo que nosotros hemos pasado. Atentamente. Un ciudadano que se sintió subjetivamente engañado.
Esta es una de nuestras tantas experiencias con Fincas Corral a la hora de comprarme un apartamento. Si tuviste problemas ponte en contacto conmigo en: fincascorral_estafa...@hotmail.com
Yo estuve en tratos con Fincas Corral. me quería comprar un estudio en Madrid, estuvimos viendo pisos hasta que me gustó uno. Hasta aquí todo bien, una relación normal de Agente-Cliente.
Una vez decidido, me pidieron una señal de 200.000 pts, con un documento firmado para entregar 1.200.000 pts mas en pocos días. El documento al parecer que me hicieron firmar era algo sin importancia, "un contrato de mandato", donde me comprometía a que Fincas Corral intercedía por mi en la operación. Al cabo de unos días les entregue la cantidad restante hasta un total de 1.400.000 pts.
Los problemas empezaron a venir a partir de ahora. Me citaron un día para la firma de escrituras y entrega de llaves, pero cual es mi sorpresa cuando veo que la parte vendedora no se presenta. Ya empezaba a preocuparme. Me dijeron los de Fincas Corral que había habido un error y citaron a la vendedora otro día. Después de llamadas y nerviosismos, me citan para otro día junto a la vendedora.
Tras varios días y llamadas a Fincas Corral, me dicen que desgraciadamente la vendedora ya no vendía el estudio y que me había quedado sin el piso. Me dijeron que no me preocupara del dinero que había entregado, que seguía estando disponible. Yo les exigí que me devolvieran mi dinero, ya que el estudio no me lo podía comprar y yo había firmado un documento para comprar esa propiedad en particular. Llamadas, y mÁs llamadas sin contestar. Visitas a la agencia y nunca estaba la persona adecuada. Hasta el día de hoy, que sigo sin mi dinero y sin mi estudio.
dfgsdfg12312@hotmail.com
Cuéntanos que te paso con ellos y todos juntos podremos hacer algo al respecto. Un Saludo