La España oscura del PP, dibujada en un hospital infantil
La visita este lunes de la ministra de Sanidad, Ana Mato, al Hospital Infantil de Zaragoza ha dejado retratada en tres fotografías la España oscura que el Partido Popular está dibujando con su ideología reaccionaria. La clase política aprovecha estas fechas para llenar portadas con frases vacías y gestos acartonados. Pero hay demasiados comportamientos en el partido de Rajoy que recuerdan el blanco y negro de tiempos pasados.
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| Llegada de la comitiva al Hospital Infantil |
La ministra llegó con una flota de al menos ocho coches oficiales. Ocho vehículos negros, silenciosos, ahumados, que se deslizaron entre la densa niebla que cubría la ciudad. La escena era contemplada con sorpresa por las pocas personas presentes en los alrededores, que fueron obligadas a detenerse para no entorpecer el paso de aquella oscura comitiva.
Una treintena de policías uniformados tomaban posiciones alrededor del hospital y pedían identificaciones a un grupo de jóvenes que charlaban en la acera ajenos al paripé. Otros agentes sin uniforme oteaban esquinas y portales, mientras los asesores de las ilustres visitantes se movían nerviosos por la entrada del edificio con sus móviles pegados a la oreja. Mato iba a visitar a unos niños enfermos, pero la escena parecía más propia de una película de terror de serie B.
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| Ana Mato posa con uno de los pequeños hospitalizado (foto Javier Cebollada, EFE) |
Dentro del hospital, la ministra Mato y la presidenta de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, desplegaron toda la indecencia escondida en sus arrugas posando sonrientes con los chavalines que ya habrán empezado a sufrir los recortes de sus gobiernos, como les señaló un grupo de personal sanitario del centro. Una sencilla pancarta lo dejaba claro: 'Menos fotos y más decencia. Aquí trabajamos y no estamos para pasar el rato, Mato'.
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| Personal sanitario increpan a la presidenta de Aragón durante su visita al Infantil (foto J. Cebollada, EFE) |
La prepotencia, la demostración de poder, la demagogia, el manido recurso a lo emocional, la obscena utilización de los más pequeños, el despilfarro de los recursos públicos, la represión de la protesta, la intimidación... Ingredientes todos ellos de un Estado policial que este lunes el PP dibujó en la niebla que envolvía un hospital infantil de Zaragoza.
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