Desde mi experiencia como alumno y profesor de IES quiero analizar a modo de ejemplo, las circunstancias que concurren en el caso del alumno condenado por ofensas a su instituto en un blog.
1. Mejorar el funcionamiento del IES.
No es tarea fácil, y para ello se requiere la voluntad y el concurso de un buen grupo de integrantes de la comunidad escolar: padres, alumnos, profesores y P.A.S. (personal de administración y servicios). Pueden dictarse normas que no sirvan para nada si alguno de los eslabones del proceso no colabora. Ejemplo: La normativa de NO FUMAR en centros docentes existe desde 1988, pero no se cumplía por falta de voluntad de los equipos directivos y del resto del personal en general. Loa fumadores crearon un grupo de presión más fuerte que normas u órganos de dirección. Sin el concurso de TODOS, cuestiones tan importantes como la DISCIPLINA, el AMBIENTE DE ESTUDIO, el RESPETO MUTUO... son imposibles de llevar a efecto.
2. "El profesor me tiene manía"
Ciertamente, este muchacho parece el autor del best seller "Cómo hacer que los profesores me cojan manía". Criticar el procedimiento de impartir las clases de un profesor debe hacerse con gran delicadeza y en el momento y lugar adecuados. Mejor en privado, fundamentado con argumentos claros y sólidos, en presencia de algún testigo fiable y con el respaldo de un grupo de alumnos. Lo que yo recomendaría a un alumno en estos casos es "pasar por el aro", estudiar y tratar de dar a tu profesor lo que te pide. Gastará menos tiempo y energías, tendrá mejor nota y mejor relación personal con el profesor. Una conversación tranquila y repetuosa con el docente será siempre más provechosa que un enfrentamiento terco y contumaz y que las ofensas e infantiles actos de venganza. Sólo en casos flagrantes de injusticia o agravio claro y demostrable hay que presentar una reclamación.
1. Mejorar el funcionamiento del IES.
No es tarea fácil, y para ello se requiere la voluntad y el concurso de un buen grupo de integrantes de la comunidad escolar: padres, alumnos, profesores y P.A.S. (personal de administración y servicios). Pueden dictarse normas que no sirvan para nada si alguno de los eslabones del proceso no colabora. Ejemplo: La normativa de NO FUMAR en centros docentes existe desde 1988, pero no se cumplía por falta de voluntad de los equipos directivos y del resto del personal en general. Loa fumadores crearon un grupo de presión más fuerte que normas u órganos de dirección. Sin el concurso de TODOS, cuestiones tan importantes como la DISCIPLINA, el AMBIENTE DE ESTUDIO, el RESPETO MUTUO... son imposibles de llevar a efecto.
2. "El profesor me tiene manía"
Ciertamente, este muchacho parece el autor del best seller "Cómo hacer que los profesores me cojan manía". Criticar el procedimiento de impartir las clases de un profesor debe hacerse con gran delicadeza y en el momento y lugar adecuados. Mejor en privado, fundamentado con argumentos claros y sólidos, en presencia de algún testigo fiable y con el respaldo de un grupo de alumnos. Lo que yo recomendaría a un alumno en estos casos es "pasar por el aro", estudiar y tratar de dar a tu profesor lo que te pide. Gastará menos tiempo y energías, tendrá mejor nota y mejor relación personal con el profesor. Una conversación tranquila y repetuosa con el docente será siempre más provechosa que un enfrentamiento terco y contumaz y que las ofensas e infantiles actos de venganza. Sólo en casos flagrantes de injusticia o agravio claro y demostrable hay que presentar una reclamación.
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