Juegos de imaginación. Por Lorena Berdún
Si en sus sueños aparecen con frecuencia situaciones eróticas que le gustaría llevar a la práctican., no se asuste, no son pensamientos aberrantes, tan sólo es que su imaginación le está. echando un cable para que su relación sexual sea menos aburrida y más gratificante
Hombres y mujeres tienen fantasías eróticas que han creado y alimentado en su mente y que, en momentos de excitación, liberan en silencio. Todas las personas tienen fantasías sexuales. pero sólo algunas se permiten disfrutar de ellas. Estas tienen una poderosa influencia en el deseo y satisfacción sexual. Tenerlas forma parte de la sexualidad y la vida en general. aunque resulta curioso comprobar cómo ciertas fantasías sexuales pueden despertar enormes sentimientos de culpabilidad en algunas personas. Y esto ocurre. sencillamente. porque jamás ha formado parte de la educación sexual el valorar este tipo de pensamientos. y provoca cierto vértigo comprobar lo ilimitado de nuestra imaginación. Algo que muchas personas no creen es que las fantasías eróticas enriquecen la sexualidad de manera considerable y no son pensamientos aberrantes o enfermizos.
¿Se deben hacer realidad? Al contrario de lo que se suele pensar. la fantasía sexual no es necesariamente un deseo insatisfecho. Tener fantasías y gozar con ellas no significa que en algún momento éstas se tengan que hacer realidad. La mujer que fantasea con ser forzada. nunca querrá que nadie le haga daño en la realidad: por tanto. su fantasía erótica no irá más allá de su pensamiento. Además, en muchos casos. cuando se lleva a la práctica una fantasía. ésta acaba derrumbándose debido a que la realidad jamás coincide con lo que imaginamos.
Por supuesto, también hay fantasías que gusta llevar a la práctica, como determinados juegos, disfraces, situaciones... y es muy probable que gracias a esto la relación salga de la rutina.
¿Se deben compartir las fantasías con la pareja? No tienen por qué compartirse. aunque. desde luego, hacerlo resultará una prueba de complicidad y confianza. Si las fantasías se comparten de manera sana y divertida, hablar de ellas puede ser un ejercicio gratificante para la relación. Si se rechazan las propias fantasías. y además se piensa que el mero hecho de que la pareja las tenga es síntoma de insatisfacción, entonces es preferible no compartirlas. porque será difícil hacer ver el lado positivo.
¿Cómo compartir con la pareja las fantasías sexuales?
La principal razón para compartir una o varias fantasías sexuales ha de ser la intención de enriquecer la relación sexual, no el afán de disfrutar de manera individual Al confesar fantasías, ambos miembros de la pareja han de ser los protagonistas.
· Dos cosas fundamentales: confianza y cariño.
· Antes de compartirlo, conviene hablar del tema para saber la opinión de la pareja. Rápidamente se podrá observar si genera rechazo o no.
· Hacerlo como un juego, quitándole importancia. Es preferible aprovechar los momentos de excitación para dar el primer paso. Hablar de ello de manera divertida y sensual.
· Observar las reacciones de la pareja antes de seguir adelante. El que a uno le parezca algo completamente normal no significa
· No imponer pruebas de amor del tipo: si me quieres lo haces o me lo tienes que decir… Igual que tu eliges decirlo, respeta que tu pareja no quiera.
· Comentar las fantasías en alto no implica llevarlas a la práctica. Pregúntele a su pareja si alguna vez ha pensado en hacer algo de eso. Si le dice que sí, haga algo nuevo para experimentar; si le dice que no. es preferible no insistir
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