Un nuevo estudio que ha publicado “British Journal of Psychiatry” muestra que un defecto biológico en el modo en que la sangre circula en el cerebro, más que un defecto psicológico, podría ser uno de los motivos por los que algunas personas se convierten en psicópatas criminales.
Investigadores del Institute of Psychiatry, King's College London monitorizaron las respuestas emocionales de seis hombres que habían cometido delitos varias veces, como intentos de asesinato, violaciones con estrangulación y daños corporales graves. "Nunca antes habíamos podido observar directamente el cerebro y lo que hallamos es que cuando los psicópatas eran expuestos a caras atemorizadas, la señal de angustia no aumentaba la circulación de sangre del psicópata; la disminuía", ha indicado el Dr. Declan Murphy, profesor de Psiquiatría del centro.
Los seis sujetos estudiados registraron altas calificaciones en el Hare Psychopathy Checklist, un test que observa la presencia de conductas astutas, manipuladoras o explotadoras, así como también la falta de culpa o remordimiento. Los resultados de las pruebas cerebrales se compararon con las de nueve voluntarios sanos a los que también se les mostraron imágenes de rostros atemorizados, felices y neutrales. Los autores apuntan que la condición sería heredada o adquirida durante una infancia con muchas necesidades insatisfechas y rodeada de abuso.
Los investigadores añaden que los resultados del estudio abren posibilidades para nuevos tratamientos en lugar de terapias de apoyo y que podrían ser usados para identificar a las personas que tengan un mayor riesgo de reincidencia delictiva.
British Journal of Psychiatry 2006;189:533-529
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Una persona excelente de la cual pocos desconfían
El psicópata, hombre o mujer, es un ser que brilla a través de un liderazgo virtuoso, de una conducta ejemplar, de una inigualable capacidad de seducción y de una integración y entrega a los objetivos del grupo en que se encuentra y que la mayoría encomia. No importa que virtud sea la que destaque en su comportamiento, porque ellos dominan todo su catálogo, y cuando sospecha que alguien le descubre, lo trata con elegancia y encanto, sin darse por aludido, y espera, se oculta al más puro estilo saurio, emergiendo como el Guadiana por otro lugar y circunstancia. Saben mostrarse caritativos, exhiben una extraña compasión frente al dolor, propalan la amistad envuelta en ternura, aunque a caballo ésta entre la frialdad y la emoción sincera, y suelen tener actuaciones brillantes en defensa de un valor social deseable. Para demostrar que su bienhacer llega a la excelencia, trabaja denonadamente en la preparación pública de un caso, de un acto, de un suceso, de los que se responsabiliza de su organización, siempre que esto tengan un beneficio en cortocircuito inmediato y con renta personal; igual organizan una colecta para un menesteroso, que preparan un evento para celebrar una efeméride u organizan un encuentro, siempre que ellos sean los beneficiarios, y en cualquier caso, mucho mejor, si este trabajo comporta la muerte social de algún envidiado. Se muestran generosos y atentos, próximos y solícitos, y cuando en una reunión se le demuestra que la verdad es justo lo contrario de lo que él dice, camaleónicamente vira con prontitud su argumentación y exclama: ¡precisamente yo estoy en su misma línea!, dando a continuación datos a favor de la tesis contraria de la que hasta entonces había defendido.
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Las relaciones que suelen establecer
Quizás sea por una de las aficiones y conocimientos profesionales del autor de este artículo, pero les puedo decir que un lugar óptimo para descubrir un psicópata, es ver como se mueve en los grupos sociales y organizaciones a las que pertenece, créanme que produce admiración el entretejido de sus conductas perversas, contienen sabiduría estratégica, cosa que le hizo poner en su tarjeta profesional a un psicópata de mi experiencia, dedicado profesionalmente a la extorsión: Fulano de Tal y Tal, Ingeniero Social. Pero cualquier persona mínimamente educada su percepción, y si se aposta en la esquina de la vida de un psicópata, observándolo fijamente y con el sombrero de ala calado, descubrirá que establece cuatro tipos de relaciones:
Tiene seguidores. El psicópata suele ser un líder que crea "una pandilla", que le sigue fielmente y con escasa crítica, individuos éstos de débil personalidad, no muy dotados intelectualmente, a quienes les inyecta su odio que ejecutan ciegamente atacando al elegido por el Jefe, pero cuando se escruta en proximidad a la víctima-seguidor, éste confiesa admiración, orgullo y hasta seguridad de pertenecer a la pandilla, pero con algo de miedo, que le hizo expresar a uno de ellos, cuando un compañero le propuso hacer algo distinto a lo que el Jefe proponía, el interlocutor le respondió: "pero ten en cuenta que Luz me ha propuesto lo contrario", al tiempo que esbozaba una ligera subida de hombros como haciendo un gesto de puntos suspensivos y de tímida interrogación. Por eso se dice del psicópata que es un sádico.
Tiene aliados. Busca brazos en los que apoyarse pidiendo favores para ejecutar la maldad, a cambio de ofrecer una lealtad de la que carece, pero al tiempo el aliado percibe una cierta amenaza si no cumple lo prometido, ya que procura escoger a personas con cierta ascendencia sobre ellos, a los que puede chantajear y hundir si no cumplen. Por eso se dice que el psicópata en un ser inseguro.
Tiene seducidos. El psicópata suele ser un ser aparentemente encantador, excelente y ejemplar, que se abre camino seduciendo al mostrar su mejor cara, que no es más que aspectos de su persona basados en la mentira y simulación. Por eso es difícil desenmascararlo, ya que cuando alguien se atreve a hacerlo provoca la incredulidad de los seducidos, que no dan crédito al cambio mental que se ven obligados a hacer si hicieran caso a esa crítica. Por eso se dice que el psicópata es un perverso.
Tiene enemigos. Su envidia y la consecuencia directa de ésta, la crueldad, le hace ser un ingeniero del mal, estratega fino para destruir aquellos a los que envidia o a los que conocen su maldad. Por eso se dice que el psicópata es cruel
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Los rasgos negativos que camufla
El psicópata junto a su locuacidad y encanto, suma una autoestima ilimitada, que la mayor parte de las veces no corresponde a la realidad, ya que suelen brillar porque se lo proponen, se ensalzan y se relamen su propia piel al estilo de los félidos, pero en el fondo son intelectualmente vacíos y estéticamente vulgares. Esto no es óbice para que existan verdaderos genios en un sector particular de cualquier actividad, que además tienen comportamientos psicopáticos, al final veremos la diferencia. Son sujetos, los psicópatas, que carecen del más mínimo remordimiento, no siente conmiseración o lástima y son irresponsables, mentirosos, manipuladores en extremo e hipócritas hasta provocar la sonrisa del interlocutor, cuando entre lo que dicen y lo que debieran decir, existen unas distancias bipolares. Son exquisitos difamadores, envidiosos en extremo y crueles hasta el espanto, siendo el único objetivo de su vida la vanagloria y el organizar todo tipo de estrategias con un doble objetivo, su brillo personal y el daño a todo aquel al que envidia, especialmente si éstos le demuestran su inferioridad intelectual, bajeza moral y suciedad de comportamiento. No se le conoce amigo alguno, no tiene ningún tipo de relaciones afectivas en profundidad que no sean sus amantes, ni muestran solidaridad que no sea ésta una pieza más de su estrategia para hacer el mal; a las mujeres las seducen, con las esposas son desleales, están en permanente estado de caza y explotación, suelen ser un parásito de alguien al que engañan, como padres son despegados y carentes de normas, y las caras que muestran, sin salirse de un solo espacio, son más numerosas que las de la baraja. Pero eso sí, todo en el marco de la ejemplaridad y de la excelencia y yendo tan lejos en sus fechorías, como aconseja su estratégica prudencia, pero todo supuesto con la mínima expresividad que son capaces
Los lugares que suelen elegir
El psicópata prospera en aquellos escenarios de menor fiabilidad y mayor facilidad para el olvido, donde la consecuencia de los actos se borra con facilidad, ya que la goma que se usa para ello es la falsedad, el cambio, el poder y la seducción. Su presencia no es tan frecuente en el mundo donde la validez del personaje se mide más y las consecuencias de sus actos se olvidan menos, al dejar éstos huellas indelebles, por ejemplo: la Bolsa sube hoy y baja mañana, en política los fenómenos tienen una alta mutabilidad, en deporte no digamos, e igualmente en las agrupaciones religiosas, donde la represión jerarquizada y el silencio suelen ser la norma de obligado cumplimiento, y añadan el vasto campo de la Administración de Justicia, donde la psicopatía impregna el ambiente hasta hacerlo turbio como las aguas más contaminadas. Pero no ocurre lo mismo en la actividad empresarial o en la científica, donde la consecuencia de un acto se evalúa por la trascendencia objetiva, difícil de borrar o disimular, y en donde la improvisación y el fuego artificial tiene menos cabida.
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GRANDES Y PEQUEÑOS PSICÓPATAS
No esperen que les dé nombres de grandes psicópatas, porque es fácil ver la inconveniencia de hacerlo, y si aquí se hiciera una lista de ellos, la cara de extrañeza del lector nos llegaría a través de las ondas del correo: ¿pero cómo, ese?, pues quítele la rica vestimenta de rey que exhibe y lo podrá valorar desnudo. Piense que hay desde conocidos Jefes de Estado actuales, hasta genios del arte y magnates de las finanzas de ahora, pero también Presidentes de todo y Jefes de lo inimaginable; y si este conglomerado público es importante su consideración, el que sin duda es más dañino es el psicópata doméstico, el padre y el esposo, el hijo y el compañero, el jefe y el líder de pequeños grupos, o sencillamente, el amigo que, con sorpresa, nos traiciona.
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EL CASO DE UN PSICÓPATA DOMÉSTICO
Lutz es un sesentón, casado y sin hijos, de cultura universitaria, él mismo se titula Doctor en Letras, aunque nadie ha visto su título de Licenciado y menos el de Doctor colgado en las paredes de su lujoso apartamento, hogar que exhibe con profusión a sus aliados y seducidos para que vean lo que ganan si le obedecen. Su matrimonio marcha de manera óptima, él reside a 1.500 Km. de distancia de su mujer; está retirado y dedicado a todo tipo de actividades placenteras, siendo su esposa una hacendada y vocacional trabajadora, rayando en la adicción, cuya residencia, como se ha dicho, está a 90 minutos de avión de la de su marido. Protagonizan encuentros semanales o bimensuales, con un viaje que ella siempre hace al lugar de él, momento en que Lutz se muestra solícito y extremadamente encantador, la agasaja en extremo, y ella convencida de la fidelidad de su compañero, aunque, digamos en voz baja, el catálogo de las amantes del amante esposo es difícil calcular. Lutz se trasladó hace años al lugar de su residencia por razones profesionales, fracasó en todo tipo de actividades que intentó, ya que eran trabajos que requerían una personalidad equilibrada, siendo su única actividad actual hacer creer a su mujer dos cosas, que ella cuenta con orgullo y complacencia a sus amigos: que es bueno para su salud que continúe trabajando de esa forma, y que él, como fiel esposo, la aguarda sacrificado en su paraíso de bienestar y sol que sólo él sabe cultivar para cuando ella llegue.
La actividad de Lutz es intensa, entre los viajes de placer que realiza con su mujer a los países más exóticos, sufragados por ella siempre, claro, y la intensa actividad social que lleva a cabo en su lugar de residencia, no le queda excesivo tiempo, especialmente si se contabiliza el que gasta en organizar todo tipo de trampas y estrategias para ser el líder en los grupos sociales organizados de los que es miembro. En todos ellos ha conseguido, que o bien tales grupos se fragmenten en dos, o que la mitad de ellos haya abandonado por la atmósfera que se acaba creando.
SUGERENCIAS PARA EL PROFESIONAL
Las personalidades psicopáticas se incluyen dentro de lo que se denomina Trastorno del carácter, en donde el individuo utiliza masivamente la disociación, identificación proyectiva e introyectiva, quedándose el sujeto con la parte idealizada de sí mismo y colocándose fuera, y atacada, la peor, de todo lo que se deriva una existencia narcisística, exigente, controladora, voraz y envidiosa. Psiquiátricamente existe una dimensionalidad gradual que se extiende, entre el Trastorno Antisocial de Personalidad, que son los psicópatas que transgreden frecuentemente la ley y acaban en la prisión, se sitúan después los psicópatas que hemos estudiado, a los que les caracteriza un mayor control sobre sí mismos, razón por la que evitan la punición por parte de la sociedad, y finalmente están aquellas personalidades normales pero con rasgos psicopáticos, permanentes o puntuales (6).
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Sonríe Robert Hare en la entrevista. A menudo y como mirando hacia otra parte, con la sonrisa levemente amarga de quien ha visto mucho, quizá demasiado, pero a pesar de ello no ha conseguido que su mensaje termine de calar. Los psicópatas no son solo los fríos asesinos de las películas. Están en todas partes, viven entre nosotros y tienen formas mucho más sutiles de hacer daño que las meramente físicas. Los peores, dice, llevan ropa de marca y ocupan suntuosos despachos, en la política y las finanzas. La sociedad no les ve, o no quiere verles, y consiente.
-¿Por qué parece que en ciertos países hay más psicópatas que en otros?
-No es cierto. Es un problema universal, igual en todas partes, solo que en algunos países se tolera más. Por ejemplo, en Sudán, matar se considera un comportamiento aceptable. Incluso en Estados Unidos, comportamientos que hace 15 años no se aceptaban, ahora sí. Comportamientos claramente psicopáticos y que aparecen continuamente en el cine y la televisión. Violencia, maldad, premeditación, sangre fría, falta de remordimientos…
-¿Es la falta de empatía el elemento clave de la psicopatía?
-Sí. La empatía es una característica humana y se puede representar en una curva. La mayoría estamos en el centro. Y ambos extremos son malos. Tampoco es buena demasiada empatía. La naturaleza nos ha dado la capacidad de conectar. Pero los psicópatas no tienen esa capacidad.
-¿Es cierto que son más inteligentes que el resto?
-Si hablan de medicina, parece que saben más que un médico, aunque el interlocutor sepa que no saben nada. Si van detrás de un político y le hacen una foto, ya dicen que son amigos. Parecen inteligentes, pero en realidad no son especialmente brillantes. Algunos sí, claro. Y cuando son inteligentes son más peligrosos.
-¿Están mezclados con nosotros, en el mundo real?
-Por supuesto. Y la mayoría de los psicópatas no son asesinos. Están en la política o en los negocios. Y si cometen un asesinato es, a lo mejor, porque te has puesto en su camino o porque sencillamente no les has caído bien. Están en todas partes. Son personas que saben controlar a los demás pero parecen muy buenos. Tienen carisma y son líderes. Carisma sin conciencia.
-¿Qué proporción de psicópatas hay entre la población?
-Cerca del 1%, según una estimación que hice hace diez años. Pero nuevos estudios demuestran que depende mucho de cómo se mida y de los criterios que se usen.
-Usted creó los test de psicopatía más utilizados…
-Sí. En dos versiones. La primera (PCLR) consta de veinte criterios y la segunda (PCL) mide doce. Es esta segunda herramienta, más sencilla, la que se más se utiliza. Los resultados se colocan en un diagrama con dos ejes. Uno de puntuación, entre 0 y 24, y otro de población. La mayoría de las personas tienen puntuaciones muy bajas, pero a partir de 18 puntos son psicópatas. Y, efectivamente, existe cerca de un 1% de la población con más de 18 puntos.
-¿Se puede ser amigo de un psicópata?
-Sí, pero no mucho. Hay personas a quienes les encantan los psicópatas. Porque son divertidos. Te van a engañar y a chupar la esencia, pero resultan atractivos, aún a costa de ese precio tan alto. Al final, cuando ya no les sirves, te dejan. Los psicópatas son esponjas emocionales y absorben todo lo que tengamos. Pero si exprimes una esponja, suelta todo lo que cogió. Ellos no. Si los aprietas, sólo saldrá polvo.
-¿Cómo influye ese 1% de psicópatas en el resto de la sociedad?
-Ese 1% puede tener impacto sobre millones de personas. Fíjese, por ejemplo, en los grandes escándalos financieros, con pérdidas para miles de personas. Detrás hay una mente psicópata. En los grandes negocios la psicopatía no es una excepción. ¿Qué tipo de persona cree usted que es capaz de robar a miles de inversores, de arruinarles aunque después se suiciden? Dirán que lo sienten, pero nunca devolverán el dinero. Es incluso peor que lo que hacen muchos asesinos.
-¿Y los políticos?
-La política y el póker son dos ocupaciones cuyas reglas obligan a mentir y engañar. Si los políticos fueran sinceros no serían elegidos. Muchos son mentirosos a secas. No tienen forzosamente que ser psicópatas. Pero la política es un medio fantástico para que se desarrollen, el mejor ambiente, el ideal. Igual que los negocios, que cambian con mucha rapidez. Ahí los psicópatas se desenvuelven como pez en el agua.
-¿Quiere decir que en círculos políticos y financieros hay más psicópatas que entre la población normal?
-Por supuesto que sí. Docenas de políticos de alto nivel deberían claramente estar en la cárcel. Son psicópatas, pero no puedo decir nombres. Tengo impresiones, y muchas. Pero debería aplicarles mi test. Me gustaría estudiar a algunos más a fondo. Y eso complicaría mucho la vida de los políticos honrados.
-¿Cómo puede la sociedad defenderse?
-Es prácticamente imposible para la sociedad defenderse de eso. Porque son ellos los que, además, hacen las reglas, dictan los principios y gastan millones para explicar al mundo que lo que hacen es fantástico. No sé lo que podríamos hacer. Para esto las elecciones no sirven. La gran mayoría de las personas no funcionarían bien en estos puestos. Lo dejarían, no servirían. No quiero decir que todo el mundo en esas posiciones sea psicópata, pero sí digo que el porcentaje entre ellos es muy superior al 1% general. Y que con diez ejecutivos, o políticos psicópatas entre mil, ya sería suficiente. Un pequeño ejército de soldados puede ocupar un país entero.
-¿Qué hacer entonces?
-Lo mejor y lo único que se puede hacer es intentar comprender. Y la sociedad no lo entiende porque la psicopatía es diferente. No hay patrones, como pasa, por ejemplo, con la esquizofrenia. Pasan años antes de identificar a un psicópata.
-¿Se puede curar?
-No. No tenemos procedimiento alguno para curar porque no hay nada que curar. Es un comportamiento con anomalías neurológicas. Pero no hay pacientes que pidan ayuda, que sufran. El problema lo tienen los demás. Ellos están perfectos, y se sienten perfectos. Nunca podrán sentir empatía, ponerse en el lugar de otra persona, tener sentimientos hacia alguien. Ni siquiera por los seres más próximos, padres, hermanos, pareja, hijos… Los psicópatas no tienen emociones, y no es posible enseñárselas.
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CARACTERÍSTICAS DEL PSICÓPATA.
Los psicópatas tienen unas emociones muy particulares, marcado por la explotación insensible de los demás (falta de sentimientos de culpa) y la incapacidad para enfatizar con los demás, tienen ausencia de nerviosismo y vergüenza, egocentrismo e incapacidad para amar, gran pobreza de reacciones afectivas básicas, la temeridad y el comportamiento irresponsable, la ausencia de vínculos afectivos íntimos(falta de amor). Al psicópata no le retienen imperativos morales, ni sentimientos de verdadera lealtad o de autentica intimidad. Esto le permite obrar como un depredador social satisfaciendo sus propias necesidades inmediatas sin tener en cuenta las consecuencias.
Los psicópatas abundan entre los asesinos en serie y más entre aquellos que dejan pasar un cierto tiempo entre
un homicidio y otro. Cuando estos homicidas han cometido tres o más asesinatos reciben el nombre de "asesinos en serie".
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Buceando en la mente del psicópata Psicólogos británicos desarrollan un 'test' para identificar criminales en potencia antes de que asesinen
Los asesinos psicópatas poseen una inquietante habilidad para ocultar sus emociones y fingir comportamientos que les hacen parecer personas corrientes. En algunos casos, esto les permite embaucar a sus víctimas y burlar a las autoridades durante años.Y esta misma particularidad les convierte en un escurridizo objeto de estudio, ya que mienten a los psicólogos con la misma sangre fría que muestran para el crimen. Una nueva prueba puede determinar qué psicópatas tienen una predisposición hacia la violencia y el asesinato, y ayudar a los expertos a entender cómo funciona la mente de estas personas.
Un grupo de científicos británicos presenta hoy en la revista Nature un test psicológico con el que han estudiado a varias clases de criminales, y han descubierto que los asesinos psicópatas dan respuestas diferentes y por tanto son fácilmente identificables. La prueba es una adaptación del Test de Asociación Implícita (IAT, en inglés), diseñado en su origen para detectar prejuicios ocultos como el racismo, que muchos lograrían disimular en un test de preguntas explícitas.
El test que publican hoy Nicola S. Gray y sus colegas puede realizarse en unos 10 minutos, y muestra diferencias entre el tiempo de respuesta de los asesinos psicópatas y las demás personas, debidas al modo en que se asocia la violencia con otro tipo de ideas durante la prueba.
El equipo de Gray parte de la tesis de que los asesinos psicópatas tienen emociones anormales respecto a la violencia, gracias a las cuales justifican sus crímenes. Al contrario que los criminales de sangre caliente, que a menudo muestran arrepentimiento por sus acciones y una reacción contraria a la violencia, los psicópatas no presentan ninguna respuesta negativa ante la crueldad.
El test representa «un gran adelanto» a la hora de determinar si un psicópata es propenso a cometer crímenes o no, ya que con otros métodos en los que las preguntas son explícitas estas personas «mienten para defenderse», según declaró a este diario Robert J. Snowden, psicólogo del equipo de Gray en la Universidad de Cardiff.
Además, no es necesario que un especialista realice esta prueba, ya que el ordenador registra automáticamente los resultados y más tarde pueden ser interpretados por los expertos. Otros tests similares para determinar el grado de psicopatía de una persona requieren una gran preparación y pueden tardar más de ocho horas, de acuerdo con Snowden.
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Sentimiento de control
Los resultados de estas pruebas con psicópatas podrían ser útiles para avanzar en el tratamiento y reeducación de estas personas, según declaró a EL MUNDO el jefe de Psiquiatría de la Fundación Jiménez Díaz, José Luis González de Rivera.
Los psicópatas son personas que «no sienten empatía por los demás seres humanos y, aunque entienden las normas sociales, no las respetan», y el test de Gray mide su agresividad a través del «concepto de tanatofilia», es decir, el deseo de «experimentar un sentimiento de control» sobre personas u objetos inertes, en contraposición a la afinidad hacia los seres vivos, explicó González de Rivera.
Aunque «cualquier persona que esté enfadada experimenta placer cuando hace daño», esto se debe a la necesidad de aliviar tensión en circunstancias concretas, pero al asesino psicópata le identifica el hecho de mostrar placer ante el acto mismo de matar, según González de Rivera.
Además, el test de Gray tiene una función preventiva, ya que «puede detectar quién es un psicópata peligroso y podría ser uno de los factores a tener en cuenta a la hora de aplicar la libertad condicional», de acuerdo con Francisco Bernabéu, profesor de Criminología de la Universidad de Alicante. De igual modo, se podría usar para localizar delincuentes juveniles potencialmente peligrosos que presenten «una visión distorsionada de la violencia».
Sin embargo, para prevenir en toda la población los actos de un asesino psicópata «primero habría que saber quién es psicópata», lo cual resulta casi imposible, según Bernabéu.
Sin miedo al castigo
El psicópata es «un individuo muy difícil de socializar porque su nivel de miedo es muy bajo», según Manuel de Juan, profesor de Psicología en la Universidad Autónoma de Madrid.
Mientras el resto de personas adquieren comportamientos de acuerdo con las normas sociales al temer un castigo, que puede ser de cualquier clase, al psicópata «le cuesta mucho más trabajo», explicó De Juan. «Las personas no tenemos la misma capacidad para educarnos. Igual que no cuesta lo mismo educar a un perro de presa que a un 'collie'».
Para De Juan, la psicopatía tiene cierta base biológica, pero los factores ambientales y la educación durante la infancia son decisivos: «A mínimo que los padres no sean competentes o la situación del niño no sea la adecuada, se puede manifestar una psicopatía».
Aunque se ha creído que el psicópata es un fenómeno único en el mundo occidental, lo cierto es que esta figura está «muy extendida en todas las culturas», según De Juan.
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Otro test: ¿Soy un psicopata?
1.- Cuando ves a tu hermano dormir plácidamente:
a) Caminas de puntillas no sea que duerma menos de lo que el Ministerio de Salud recomienda
b) Le abres los ojos, silbas, le tapas la boca y la nariz...
c) Sin cortarte coges la silla, el cinturón, la raqueta o lo que tengas a mano y le asestas un guantazo del 1000
2.- Cuando ves a un viejecito cruzar la calle...
a) Le coges del brazo, le recoges lo que lleve, le pides un taxi
b) Lo acompañas por el asfalto y te vas en medio de la calle porque tu hermano se está muriendo de insomnio
c) Has tenido un mal día, así que a la que no te mira nadie y con el hombrecillo en rojo le das el patadón en el culo y te simulas lamentarte del accidente
3.- Si encuentras alguien contemplando el paisaje sobre un montecillo...
a) Te pones delante no sea que se caiga jugándote la vida en cualquier pérdida de equilibrio
b) Le dices que hay un globo muuuuyy bonito y le atas los cordones de los zapatos
c) Coges carrerilla y lo embistes sin que se aparte
4.- Si ves a alguien llorar por la calle
a) Le consuelas, le regalas tu pañuelo de florecillas de la abuela
b) Le das una ostia que le rompes todas las piñatas alegando que así se le pasará la pena
c) Le robas la cartera, lo violas...
5.-Si te miras al espejo , piensas:
a) Qué hago aquí si en África necesitan mi ayuda
b) Qué hago aquí si mi vecino Juanito que siempre recibe, está solo en casa
c) ¿Qué hago aquí con la de millones de gente desprotegida qué hay en el mundo a la que puedo practicar mis artes marciales?
Mayoría A: No estas catalogado en el registro legal. Eres una utopía. Eres tan bueno que das de comer a las moscas de la pena que te dan
Mayoría B: Si no espabilas serás un Cabroncete de Mayor...
Mayoría C: Eres un peligro público, un psicópata, un verdadero hijo de la gran p---. Tu abuela la de la silla de ruedas no te dura ni 10 segundos...
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ESTADÍSTICA DEL PSICÓPATA
Los asesinos en serie son artistas del terror, cuyo lienzo en blanco lo cubren sus víctimas y el ingenio de sus pinceladas son el último retoque para finalizar una obra maestra aterradora. Puede afirmarse que la mayoría de los asesinos seriales reflejan características psicopáticas en su personalidad. Sin lugar a dudas, no todos los psicópatas asesinan, hay algunos que dirigen empresas, otros, que parecen tipos normales, algunos sólo asesinan cuando sienten que ese es el único remedio de conseguir su ansiado objetivo, ya sea una perversión sexual, el placer enfermizo de dominar a otro ser... Según el estudio realizado por Vicente Garrido en su libro "El psicópata", en España podría haber, ahora mismo, un dos por ciento de la población con la enfermedad y la mayoría lo desconoce. Claro que, ser psicópata no es sinónimo de asesinar, sólo unos pocos llegan a hacerlo. ¿Qué características presentan éstos individuos?. Entre ellas destacan la piromanía, la ausencia de sentimientos, el narcisismo, carecen de sentimiento de culpabilidad y la megalomanía, muchos en su infancia presentan una crueldad enfermiza hacia los animales y las personas que lo rodean.¿El psicópata nace o se hace?. Las dos cosas, en algunos casos la genética del individuo influye, en otros, son víctimas de graves abusos emocionales y físicos o han vivido en un ambiente familiar desestructurado, estresante y violento. Personalmente no estoy de acuerdo con los que afirman que se trata exclusivamente de un factor genético, no hay más que leer la biografía de una de estas personas para darse cuenta de que la mayoría recibieron vejaciones y abusos durante su niñez. Términos como trastorno antisocial de la personalidad, psicótico, psicópata, sociópata, esquizofrenia, DSM IV, etc.. O asesino múltiple, asesino en masa, asesino excursionista.Los medios de comunicación han jugado un papel importante a la hora de descubrir toda una relación de palabras y terminologías que en ocasiones puede llegar a confundirnos si lo que se quiere es tener una idea clara y objetiva de lo que estamos hablando. Aspectos tan importantes como la clasificación de la escena del crimen, del tipo de crimen, o de la forma de actuar del asesino, e incluso el tipo de víctima y su entorno, son importantes a la hora de realizar una investigación con una base sólida. Es entonces cuando empezamos a manejar unos términos característicos de la tipología que nos ocupa, porque la forma de abordarlos es también diferente. En los puntos sucesivos se irán aclarando muchos de éstos términos y conceptos que sin duda alguna ayudarán a una mejor comprensión de las motivaciones y acciones de los llamados asesinos en serie, hay varios tipos de asesinos:
ASESINO EN MASA, esta tipología se adopta en cuanto al número de víctimas, cuatro o más, y su ubicación en un mismo lugar o escena del crimen. Generalmente sus víctimas son de un entorno conocido y puede que tengan o no relación directa con él, también es reseñable que achaque a sus víctimas sus problemas y actúe a modo de venganza o como medio de resolución de éstos. El asesino en masa piensa que está en posesión de la verdad, sufre lo que se denomina un delirio y podrá tener su comienzo en una psicosis, lo que es lo mismo, la pérdida total del contacto con la realidad ya sea a través de una causa endógena (esquizofrenia), o a una causa exógena (drogas u otro tipo de sustancias).
Ejemplos de ésta tipología los vemos cada cierto tiempo en la sociedad americana por los medios de comunicación, en los cuales observamos casos como el de jóvenes que irrumpen en su instituto causando varias víctimas para luego suicidarse, o en los casos en que las víctimas se producen en el entorno de una secta destructiva, causando el líder a través de su influencia la muerte de sus adeptos. Más cerca de nosotros recordamos el caso del crimen de Puerto Urraco en el que dos hermanos causan la muerte de numerosos vecinos de su pueblo. En resumen, se trata de una acción límite trazada por el individuo como única salida.
ASESINO MÚLTIPLE, si antes hemos hablado del asesino en masa como autor de cuatro o más víctimas en un mismo lugar, al hablar de asesinato múltiple nos referimos a la comisión de dos o más víctimas en distintos lugares, y es en éste apartado donde podemos ubicar al denominado asesino en serie y al asesino excursionista.
ASESINO EXCURSIONISTA esta tipología es la que menos nos encontraremos con toda seguridad. Hablamos en éste apartado de crímenes cometidos en lugares diferentes y en un periodo de tiempo muy breve. El asesino no tiene tiempo para serenarse entre la comisión de un hecho y el siguiente. Se puede decir que todos los crímenes son resultado de un único suceso de inicio, y que puede durar el tiempo en función de los fines del criminal. En cuanto a la personalidad del autor, podemos afirmar con seguridad, que estaríamos ante una forma de esquizofrenia, más cerca de la tipología del asesino en masa que del serial, el cual veremos a continuación.
EL ASESINO EN SERIE, en principio, para determinar ésta tipología, definiríamos al asesino en serie como aquél que comete tres o más acciones homicidas en periodos de tiempo que van de unos días a semanas, meses e incluso años. La cadena de asesinatos es producto de una urgencia ineludible. Generalmente tienen un patrón o pauta determinada, la cual irán perfeccionado, ya sea en función del lugar, del tipo de víctima o acciones que realiza con ella.
Una distinción importante entre los asesinos seriales es la provocada por su personalidad, estamos hablando del psicótico y del psicópata, características que desarrollaremos más adelante, lo cual tiene una gran importancia a la hora de la investigación ya que su forma de actuar es diferente. El serial con personalidad es el más peligroso y difícil de detectar.
Datos de interés
• En el mundo, 75% de los asesinos se encuentra en Estados Unidos y el estado de California posee la mayor tasa de asesinatos seriales en la historia, seguido de Texas, Nueva York, Illinois y Florida.
• En Europa, los países más poderosos son los que poseen un mayor índice de asesinos seriales: Inglaterra, Francia y Alemania. Sólo estos tres países poseen 68% de asesinatos en serie en el continente.
• 90% de los asesinos en serie son hombres.
• 65% de las víctimas son mujeres.
• 89% de los asesinatos son a personas de origen blanco.
• 86% de los asesinos seriales son heterosexuales.
• 44% de los victimarios inicia sus asesinatos entre los 20 y 30 años de edad. 26% se inicia en la adolescencia y 24% a partir de los 30 años.
“Jack el destripador” inició el siglo XX con una de las más retorcidas facetas del ser humano: la mente macabra de un asesino serial que sólo mata por el placer que sus víctimas le otorgan, sin importarle acabar en segundos la vida de una persona. A lo largo de la historia, hombres y mujeres con mentes distorsionadas crearon pánico por años sin que las autoridades los apresaran. Ya en las rejas, la duda aún se cierne sobre quienes investigan estos casos: ¿por qué asesinar les proporciona placer? Aún nadie logra responderla.
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"Harán falta años de investigación para señalar a los genes implicados en esta peligrosa ENFERMEDAD (peligrosa para los demás, claro). "
"De momento, no existe ni tratamiento ni cura,..."
No se puede curar porque nada hay que curar ya que se trata de un comportamiento con anomalías neurológicas.
De hecho se sienten perfectos y no demandan ayuda. El problema, como se ha dicho, lo tienen los demás, los que están a su alrededor y lo malo es que no tienen emociones y no es posible enseñárselas.
Aunque no hay cura, sí se están llevando a cabo programas diseñados en especial para estos individuos. Países pioneros están siendo: Nueva Zelanda, Reino Unido y Canadá basando sus programas en el comportamiento COGNITIVO.
"Todo el mundo es bueno", se suele decir. Pues parece que no. Es una ilusión pensar que toda la gente es buena y piensa como nosotros.
Es muy significativa también, la opinión de Schneider al afirmar que no son enfermos sino anormales que se diferencian del resto de personas por su forma conductual pero todos los anormales no son psicópatas. Resumiendo se delimitaría: "son aquellos/as anormales que sufren o hacen sufrir por su anomalía"
¿Es o no es una enfermedad?
El psicópata no está trastornado mentalmente.
Lo que sí parece que está más claro es que no es genético, pero tampoco depende del entorno en exclusiva ni de la familia sino que es una suma de factores genéticos y medioambientales.
En cuanto a las investigaciones que se han realizado, revelan que en el psicópata hay partes del cerebro que no se activan, partes asociadas al procesamiento de emociones y el sistema límbico.
"Ni sufre, ni padece" aunque hagan sufrir y padecer.
No es tampoco un trastorno que aparezca en una determinada etapa del desarrollo de una persona sino que está ahí desde siempre ya que es una manera distinta de ser en el mundo.
No hay que olvidar tampoco el papel del complementario en las relaciones, por ejemplo, entre psicópata y su pareja.
¿Qué le da el psicópata al complementario para pagar el precio que paga por obtenerlo?
Aunque sufre humillaciones, descalificaciones,... vuelve por más.
¿Qué tipo de goce obtiene? y ¿en qué consiste dicho goce?
El complementario lo siente pero no puede trasmitirlo porque pertenece a lo irracional.
Hay algunos dichos populares que reflejan esta relación de interdependencia, "ni contigo ni sin ti".
Una de las expresiones más comunes de la persona complementaria en esa relación es: "Con él/ella estoy mal, pero sin él/ella, peor".
La relación con un psicópata estará repleta de goces intensos pero de angustias intentas también.
Lo peor es que el complementario se acostumbra a esta angustia- goce hasta el extremo de "encontrarse mejor" que en las relaciones con normales a los que considera aburridos, sin chispa e insulsos cien por cien.
Cuando un complementario se separa de un psicópata, normalmente acaba "en manos" de otro psicópata y es que "Dios los cría y ellos se juntan"
Podríamos preguntarnos si ese complementario es otro psicópata y la respuesta es que no porque la relación entre un psicópata y otro psicópata es difícil.
El complementario no se enamora realmente del psicópata, su relación está basada en unos determinados vínculos o anclajes pero no es amor puesto que en el amor hay ternura y emociones que no hay en el complementario.
Uno de sus objetivos es aprovecharse de las personas. Donde se pueda obtener dinero o algún otro beneficio allí estará un psicópata bien vestido e inteligente para conseguirlo.
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Dicen que el mejor consejo es de mantenernos lo más lejos posible de ellos/as.
"Por sus hechos los reconoceréis"
En estos casos no es tan sencillo pues los estudios demuestran que es muy difícil detectarlos porque sus hechos pueden estar encubriendo la actuación de fondo. El psicópata es un camaleón en la sociedad actual (Vicente Garrido); es su máscara de cordura lo que le hace peligroso.
El psicópata cosifica a las personas, es decir, las trata como cosas, objetos. Puede intentar imaginar lo que piensas pero no puede comprender cómo te sientes ya que no tiene conciencia de lo bueno y lo malo.
Tampoco tiene sentido de la empatía, es incapaz de colocarse en lugar de los demás.
Puede observar una imagen que en personas normales causarían impacto, imágenes que contengan carga emocional y las vería como quien mira un mueble; lo mismo sucede con las palabras.
Las partes de su cerebro que se activan ante estas imágenes, no son las mismas que las que se activan en la mayoría de las personas.
La psicopatía es un trastorno de la personalidad, llamado también trastorno antisocial de la personalidad, sociopatía o trastorno disocial de la personalidad y no es un trastorno mental como la esquizofrenia o la depresión.
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No he dicho que un psicópata no se reconozca a sí mismo.
He dicho que les cuesta a los demás detectar que lo sea. No es que lo diga yo, sino que lo dicen hasta los psiquiatras.
A mí no me importa reconocer mi "psico patía" pero sólo con las características "positivas": seductora (sin perversión), inteligente, aduladora (pelotillera), excelente comunicadora...
Lo que no se puede esperar NUNCA de un psicópata es una comunicación normal porque en una mente manipuladora es patológica. No se deben esperar cambios.
La única solución es insensibilizarse ante sus manipuladoras maniobras aprendiendo a contramanipular.
Consejos para PROTEGERSE de un psicópata manipulador:
1. Detectarlo con prontitud.
2. Mostrar indiferencia.
3. Saber manipular o contramanipular.
La técnica de la contramanipulación consiste en irse adaptando continuamente al manipulador.
Si actúa con ironía, la respuesta ha de ser irónica; si lo hace con humor, responder del mismo modo; incluso expresar una negativa rotundamente en las circunstancias precisas.
Otros consejos:
No pasividad
No inseguridad
No excesiva emotividad
No ceder a sus deseos
No alienación
Sí Confianza en uno mismo
Sí racionalidad
Sí asertividad.
Sí reírse de sus maniobras
La persona asertiva expresa con claridad y sinceridad todos sus sentimientos, rechazos o necesidades.
La persona manipuladora nunca habla claro, por lo tanto, lo mejor es no responder a las preguntas que no estén formuladas con claridad y sobre todo a las personas manipuladoras, no hay que darles detalles de la vida privada.
Como acostumbran a halagar, hay que responder con prudencia a los halagos.
Uno de sus procedimientos es el chantaje emocional.
Muy interesante el libro de Susan Forward titulado precisamente: "Chantaje emocional"
Como decía Epicteto en "El arte de vivir": "Las cosas y las personas no son lo que deseamos que sean ni lo que aparentan ser; son lo que son."
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Les comento mi caso. Y, OJO, el psicópata, es decir, la persona que padece un trastorno de la personalidad antisocial, no es un asesino, matan muy pocos, pero tienen una serie de características que los definen, si bien no con tanto romanticismo como lo estamos haciendo tal vez en este post.
Miren, pasando una vez consulta en una prisión conocí a un abogado. Un chico joven, muy bien vestido, muy divertido, nos fuimos a tomarnos algo y empezamos una relación. Por supuesto, yo me enamoré de esta persona hasta los huesos, porque era encantadora, halagadora, divertida, simpática. Pero eso lo duró la primera semana, no se engañen, que a los psicópatas se les ve venir. Yo empecé a ver cosas raras, no le gustaba relacionarse con los demás, muy solitario, era una persona muy rígida en sus juicios de valor (escasa flexibilidad mental), poca adaptación al ambiente, reacciones que me extrañaron, cuando se sacaban ciertos temas...
Como él y yo veníamos de ciudades distintas, me dio por investigar un poco, a ver qué podía averiguar de la vida de esta persona. Y, efectivamente, me di cuenta en menos de un mes del pastel. Este chico era una persona con un coeficiente intelectual brutal, que aprobó la oposición de judicatura ( o sea, que no era abogado, me mintió) y jamás en la historia del Consejo General del Poder Judicial se ha dado una calificación más alta a una persona. Fíjense la inteligencia de este hombre ... era arrolladora. Había estado casado y tenía una niña (me mintió, me dijo que soltero). Me mintió en la edad, porque él era mucho mayor de lo que aparentaba (aparentaba unos 35 años, y tenía 47, ni una cana, ni arruga, NADA). Todo lo que me había contado era una pura MENTIRA.
Pues hablé con él y le dije a la cara y solos, con un par de huevos: LO SE TODO. Y este hombre se rió y no me hizo nada. Él no reconocía su enfermedad, pero dijo que la tenía diagnosticada, y que él era así y punto. Yo rompí con esta persona, evidentemente, y de vez en cuando nos llamamos por teléfono y nos reímos muchísimo, porque es encantador, pero es un psicópata, eso sí, se les pilla muy rápido, porque tienen una personalidad, que por muy encantadora que sea, CHOCA.
Son personas que no pueden mantener relaciones ni trabajos estables, aparecen y desaparecen sin dar más explicaciones (este chico desapareció un mes a Galicia, por ejemplo, y luego volvió, como si tal cosa), no sienten absolutamente ningún apego por nada, no son constantes en nada, y en cuanto a que a salir con un psicópata es un viaje de ida con un retorno complejo, a mí me parece que eso le ocurrirá a quien está más ciego que una cepa, porque a mí me resultó muy sencillo romper con esta persona, y es que tener una relación "SENTIMENTAL" con un psicópata, es como pedirle peras al olmo.
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El complementario siempre va a justificar los comportamientos del psicópata.
Frases del estilo: "Yo fui quien lo provoqué"
"Sí, me golpeó pero fue algo sin importancia"
"Me hace sufrir pero, le quiero" son respuestas frecuentes de un complementario.
No está muy claro si el psicópata quien encuentra a "su" complementario o es el complementario quien encuentra a "su" psicópata ya que es una relación de doble vía. No hay víctima-victimario sino que ambos participan de forma activa en el mantenimiento de ese vínculo.
Está claro que ese psicópata no encontró en usted a su complementario, ni usted en él a su psicópata, de lo contrario, no se hubiera terminado el vínculo de forma tan sencilla porque las relaciones entre , casi siempre, neurótico-psicópata son relaciones metaestables que se mantienen aunque con grandes desequilibrios.
Hay personas particularmente sensibles a esta cuestión, como por ejemplo un neurótico excesivamente necesitado de afecto. Forman así una buena pareja el neurótico y el psicópata, una especie de simbiosis patológica donde cada uno se 'beneficia' a su modo.
* Uno los mira desde afuera y dice ¡Qué bien que se llevan! ¡El amor todavía existe! y otras gansadas por el estilo, y por ahí no nos damos cuenta de lo que realmente está ocurriendo.
Y algunas falsas ideas sobre ellos:
Encanto superficial: No todos los psicópatas son encantadores, los hay anodinos, amargados, hoscos y algunos francamente repulsivos, otros inspiran temor. El grupo de los que utilizan el encanto corresponde más a los explotadores (estafadores, vividores, parásitos) que lo usan como un medio de captación.
No aprenden de la experiencia: El psicópata aprende y mucho de la experiencia. Eso le sirve para manipular a los otros y conseguir sus metas. Alguien que no aprende de la experiencia queda siempre en el mismo lugar, anulado. No aprende lo que no quiere aprender, lo que va en contramano de sus principios y de sus necesidades. La repetición de un accionar calificado como erróneo desde el común responde a satisfacer necesidades profundas, incomprensibles para el que no esté en la piel del psicópata.
Manipulación y coerción
La cosificación permite explicar varias de las acciones de los psicópatas. Vemos que son egocéntricos, manipuladores, utilizan a los demás para conseguir sus propios objetivos.
Sólo se puede manipular a alguien si primero se lo ha seducido, si se lo ha captado. Nadie puede manipular a alguien que no se deje manipular. Nadie puede hacerle hacer algo que el otro no quiera hacer. Aquí tendríamos que hacer una división virtual en cuanto a lo que uno lógicamente quiere hacer y lo que irracionalmente desea hacer. Desde el punto de vista de la lógica del individuo, de los parámetros de las cosas que se deben hacer, uno dice "yo no quería", "me vi obligado a hacer tal cosa". Pero desde el punto de vista irracional, tal vez no sea así. Aquí esta una de las cosas nucleares de la psicopatía con relación a los otros. Yo creo que el psicópata apunta a esto, puede o tiene la facilidad de captar aquellas necesidades irracionales de los otros.
O sea, el psicópata trabaja sobre esa parte de la ambición del otro y después, evidentemente, lo engaña.
En la manipulación hay un grado de libertad del manipulado que se somete a esto, es distinto de la coerción, que es cuando se utiliza la fuerza o un mecanismo de fuerza en un sentido físico o psicológico para que el otro direccione hacia un objetivo. Aquí se usa el temor en todo su gradiente.
Captar las necesidades del otro
Este tipo de personalidad tiene como rara habilidad captar las necesidades del otro. Esta capacidad determina otro rasgo importante, que es la seducción, llevando así a los demás a entrar en un circuito psicopático. El psicópata les demuestra que le son necesarios, pero que él le es mucho más necesario a ustedes. Entonces se da un circuito entre el psicópata y la otra persona. Se establece un circuito mutuo para suplir las necesidades.
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Tipos de psicópatas
1. El psicópata carente de principios: Este tipo de psicópata se presenta frecuentemente asociado a las personalidades narcisistas. Suelen lograr con éxito mantenerse en los límites de lo legal, y no entran comúnmente en tratamiento. Estos psicópatas exhiben un arrogante sentido de autovalimiento, indiferencia hacia el bienestar de otros, y un estilo social fraudulento. Existe la expectativa de explotar a los demás. Una conciencia social deficiente se hace notoria en la violación de las reglas, en involucrarse en acciones que cuestionan la integridad personal, sin importarle el derecho ajeno. La falta de logros y las irresponsabilidades sociales se justifican a través de fantasías expansivas y groseras mentiras. Carece de Superego, tal como se advierte en sus acercamientos inescrupulosos, amorales y falaces con los otros, no solamente desleales y explotadores. Pueden encontrarse entre sociedades de artistas y de charlatanes, muchos de los cuales son vengativos y desdeñosos con sus víctimas. Carentes de sentimientos de culpa y con poca conciencia social disfrutan del proceso de estafar a los demás, y de sentirse más listos que los otros, se complacen en superarlos en un juego al que les gusta jugar, en el que los otros son atrapados debido a la facilidad con que son seducidos. La relación dura el tiempo en que este tipo de psicópata cree que tiene algo para ganar. La gente se deja caer sin pensar en la angustia que le generará los comportamientos irresponsables del psicópata. Una cantidad de estos psicópatas intentan demostrar una imagen de fuerza fría, actitudes arrogantes y temerarias. Para probar su coraje, puede invitar al peligro y al castigo. Pero el castigo sólo demuestra que ellos probablemente estén reconociendo inconscientemente que lo merecen. Más que tener un efecto desalentador, el castigo parece alentarlos a continuar su conducta explotadora.
2. El psicópata solapado: su comportamiento se caracteriza por un barniz de amistad y sociabilidad. Aunque ésta es su apariencia, ella oculta falta de confiabilidad, tendencias impulsivas y profundo resentimiento y malhumor hacia los miembros de su familia y personas cercanas. Un estilo de vida socialmente fácil puede incluir una búsqueda persistente de atención y excitación, expresada a menudo por comportamientos seductores. Sus relaciones son superficiales y fluctuantes, frecuentemente interrumpidas por comentarios cáusticos e impulsos irreflexivo, características que se encuentran típicamente entre las personalidades histriónicas, a las que el psicópata solapado más se asemeja.
Otros ven a menudo este subtipo como irresponsable e incumplidor, que exhiben entusiasmos de corta duración y comportamientos inmaduros de búsqueda de sensaciones. Tienden a conspirar e inventar, a tener un enfoque astuto e intrigante hacia la vida, y a ser calculador, insincero y falso. Probablemente no admita la existencia de dificultades personales o familiares y exhibe un ingenioso sistema de negaciones. Las dificultades interpersonales son racionalizadas, y la culpa es proyectada sobre terceros. Aunque autoindulgente e insistente en ser atendido, este tipo de psicópata ofrece a otros una lealtad errática y afectos recíprocos. La característica principal de este subtipo es la falsedad. Obran con premeditación e insinceridad en sus relaciones, haciendo todo lo necesario para obtener lo que quieren de los otros. Por otra parte, en contraste con otros psicópatas, parecen disfrutar de juego de seducción, obteniendo gratificación en la excitación y tensión que generan. A menudo son calculadores y falsos con las personas que aparentan proteger, aunque las consideran una especie de posesión personal. A lo largo del tiempo la necesidad de ser aprobado por otros cambia de énfasis, siendo sustituido por los medios para lograrlo; al final lo que permanece es el estilo manipulativo. Por debajo de la superficie ellos saben que nadie los amará ni los cuidará a menos que ellos los manipulen. A pesar de que reconocen esto, intentan convencerse de que sus intenciones son buenas, y que sus intrigas son apreciadas como bien intencionadas. A través de estas discrepancias, no obstante, este psicópata seguirá buscando lo que es bueno para sus intereses. No son menos falsos consigo mismos que lo que lo son con los demás.
3. El psicópata tomador de riesgos: Este tipo se involucra con frecuencia en riesgo por la necesidad de sentirse vivo y motivado, más que por obtener ventajas o prestigio. Muchos de ellos responden irreflexiva e impulsivamente. Son temerarios, insensibles a situaciones en que otras personas se sentirían en peligro o con miedo. En esta dimensión, sus riegos parecen tontos, no necesariamente valientes, ya que están como ciegos a las consecuencias físicas de sus actos. Incapaces de proveer por sí mismo a sus necesidades de autonomía e independencia, carentes de hábitos de autodisciplina, e inseguros de llenar el sentimiento de vacío en el mundo de lo real, intentarán probarse a sí mismos a través de nuevas y excitantes aventuras. Pueden ser descritos como una mezcla de características antisociales e histriónicas. Contrariamente con lo que ocurre con muchos otros psicópatas, cuyas motivaciones centrales son sus ventajes y venganzas, éstos sólo persiguen la excitación y la estimulación. Los factores que los hacen psicópatas son la falta de seriedad y solidez, la irresponsabilidad de sus acciones y la falta de preocupación por las consecuencias de su conducta sobre terceros.
4. El psicópata codicioso: Persiguen su engrandecimiento. Sienten que la vida "no les ha dado lo que merecen", que han sido privados de sus derechos al amor, al apoyo, o a las gratificaciones materiales; que otros han recibido más que ellos, y que nunca han tenido oportunidades de una buena vida. Por lo tanto, están motivados por un deseo de retribución, de compensarse por lo que han sido despojados por el destino. A través de actos de robo o destrucción, se compensan a sí mismos por el vacío de sus vidas, sin importarles las violaciones que cometan al orden social. Sus actos son racionalizados a través de la idea de que no hacen sino restaurar un equilibrio alterado.
Solamente la usurpación de los bienes y logros ajenos pueden satisfacerlos. Aquí, el placer está basado más en tomar que en tener. Como el hambre que los animales experimentan hacia la presa, los psicópatas codiciosos tienen un enorme impulso hacia la rapacidad, y tratan a los demás como si fueran peones en sus juegos de poder. Aunque tienen poca consideración por los efectos de conducta, sintiendo poca o ninguna culpa por los efectos de sus acciones, en su interior se sienten inseguros de su poder y posesiones; nunca llegan a sentir que han adquirido lo bastante para compensar sus depravaciones tempranas. Independientemente de sus logros, permanecen siempre celosos y envidiosos, agresivo y codicioso, exhibiendo toda vez que pueden posesiones o consumo ostentosos. La mayoría de ellos son íntegramente centrados en sí mismos y autoindulgentes, a menudo libertinos y derrochadores, incapaces de compartir con otros, por miedo a que puedan nuevamente arrebatarle lo que supone le quitaron en su infancia. Por lo tanto, estos psicópatas nunca logran un estado de completa satisfacción. Se sienten no realizados, vacíos, desolados, independientemente del éxito que puedan obtener, quedando eternamente insatisfechos e insaciables. Convencidos de que seguirán siendo despojados, no muestran ninguna simpatía por aquellos que están siendo explotados y estafados. Algunos pueden llegar a ser exitosos empresarios, explotadores de otros a quienes consideran objetos para satisfacer sus deseos.
5. El Psicópata Débil: Algunos psicópatas son habituales y poderosos atormentadores de otros. El tipo explosivo (que se describirá más adelante) actúa de esta manera periódicamente, después de esto se siente mal y arrepentido respecto de la irracionalidad de sus acciones. A la inversa, otras variantes son profundamente inseguras e irresolutas, quizás hasta cobardes. La agresión psicopática en esta variante representa una respuesta paradójica a sentirse atemorizados y en peligro, tratando de demostrar a los presuntos perseguidores que no están angustiados ni son débiles, y que no cederán a presiones ni amenazas externas. Estas personalidades pueden llegar a cometer actos violentos como una manera de demostrar su miedo y demostrar lo que no tienen. Para ellos, la agresión no es especialmente gratificante, pero es esencialmente un acto contrafóbico destinado a anticipar a sus presuntos antagonistas, "pegar primero es pegar dos veces".
La dinámica de este tipo de personalidad está vinculada con las de las evitativas y dependientes. En sus fantasías, los otros son imaginados como enemigos poderosos, agresivos y sádicos. En contraste, el propio self es visto como un blanco vulnerable e indefenso. Al experimentar pánico, el psicópata débil busca adelantarse a lo que siente como una aniquilación inevitable, realizando actos temidos como formas de contrataque preventivo. Para contrarrestar la imagen de debilidad que teme exhibir, y que no se note su profundo miedo, presenta una fachada de fuerza formidable. Su comportamiento es contrafóbico y el terapeuta tiene que señalar esto claramente. No sólo este mecanismo le permite manejar sus miedos, sino que también le permite dar a la gente una falsa imagen de seguridad y confianza en sí mismo. Algunos cambian su imagen cuando no se sienten en peligro; otros mantienen una actitud beligerante e intimidatoria, como si quisieran que el mundo sepa que "es peligroso meterse con ellos". Como con muchos otros psicópatas, la agresividad pública no es señal de una confianza genuina y fuerza personal, sino un intento desesperado por sentirse superior y reasegurado. Como no tienen una naturaleza intrínsecamente violenta, resultan caricaturas de pequeños tiranos. Muchos de estos psicópatas se juntan en grupo paramilitares o militares que buscan chivos expiatorios para compartir (minoría étnicas, "outsiders", etc.).
6. El Psicópata Explosivo: Se diferencia de las otras variantes por la emergencia súbita e imprevista de hostilidad. Estos "berrinches adultos", caracterizados por furia incontrolable y ataque a otros, suelen ser descargados frecuentemente sobre miembros de la propia familia. Erupciona precipitadamente, sin dar tiempo a preverlo y contenerlo. Sintiéndose frustrados y amenazados, estos psicópatas responden de una manera volátil y dañina, fascinando a los demás por la brusca forma en que los ha sorprendido, diciéndoles cosas imperdonables, golpes que no olvidarán. Como cuando eran niños, los berrinches son reacciones instantáneas para enfrentarse con la frustración y el miedo. Aunque estas explosiones logran muchas veces su efecto de intimidar a otros y reducirlos a la pasividad y al silencio, no es primariamente un acto instrumental, sino más bien una explosión que sirve para descargar sentimientos constrictivos de humillación y degradación. Muchos son hipersensibles a los sentimientos de traición o pueden estar profundamente frustrados y desesperanzados por sus vidas. Cuando los psicópatas explosivos se enfrentan con sus repetidos fracasos, humillaciones y frustraciones, sus limitados controles pueden ser rápidamente sobrepasados por sentimientos profundos y resentimientos no expresados. Una vez disparados, la furia del momento trae a la superficie recuerdos y emociones del pasado que afloran a la superficie sin limitaciones, irrumpiendo de una manera salvaje.
8. El Psicópata Malévolo: Son particularmente vengativos y hostiles. Sus impulsos son descargados en un desafío maligno y destructivo de la vida social convencional. Al desconfiar de los otros y anticipar traiciones y castigos, han adquirido una crueldad fría y un intenso deseo de obtener venganza de supuestos o reales maltratos sufridos en la infancia. Se ve una eliminación y rechazo de las emociones tiernas y una profunda sospecha de que los buenos deseos de los demás no son otra cosa que trucos destinados a embaucarlo y dañarlo. Adoptan una actitud de resentimiento y de propensión a buscar camorra, a patear a los que desean destruir o a los que pueden usar como chivos expiatorios para sus impulsos vengativos. Muchos son temerarios y carentes de culpa, inclinados a buscar y anticipar el engaño y la venganza de terceros. Las características psicopáticas de estos individuos se parecen a las de los sádicos y/o paranoides, que reflejan no sólo un profundo sentido de deprivación y un deseo de retribución compensatoria, sino también una intensa susceptibilidad y hostilidad. Muchos asesinos y asesinos seriales encajan en este patrón psicopático. Tales personas podrían ser descritas como beligerantes, mordaces, rencorosos, viciosos, malignos, callosos, brutales, truculentos y vengativos.
Para "probar" su coraje, los psicópatas malévolos pueden enfrentar a la justicia penal más que servirle de disuasivo, las sanciones judiciales no hacen sino aumentar su deseo de retribución. En posiciones de poder actúan brutalmente para confirmar su imagen de fuerza. Si ellos se enfrentan a un fracaso persistente, intensifican sus esfuerzos para dominar y controlar, y si la suerte no les acompaña, su sentimiento de frustración, resentimiento y furia pueden llegar a un punto que sus controles dejan paso a una brutalidad ruda o actos vengativos secretos. Irritados por los repetidos rechazos e impulsados por una creciente necesidad de retribución, los impulsos agresivos pueden expresarse abiertamente. A veces, el comportamiento del psicópata puede volverse atroz y flagrantemente antisocial. No sólo no muestran la más mínima culpa o remordimientos por sus actos violentos, sino que además muestran un arrogante desprecio por los derechos de los otros.
Lo que distingue al psicópata malevolente es su capacidad para comprender la culpa y el remordimiento, pero no necesariamente experimentarlos. Aunque son capaces de dar una explicación racional a conceptos éticos -conocen la diferencia entre lo que es correcto y lo que está equivocado- parecen, no obstante, incapaces de experimentarlo. Estos psicópatas disfrutan a menudo amenazando a otros, haciéndolos acobardarse y retirarse. Son combativos y están dispuestos a presionar a sus oponentes más allá de lo que éstos están dispuestos a soportar. Hacen muy pocas concesiones y están dispuestos a llevar la escalada tan lejos como sea necesario, no cediendo hasta que los otros no lo hagan. En contraste con otros subtipos, el psicópata malevolente reconoce los límites de sus propios intereses. No pierde la autoconciencia de sus acciones y presiona hasta que sus metas de retribución y destructividad hayan sido logradas.
9. El Psicópata Tiránico: Conjuntamente con el psicópata malévolo que acabamos de describir, el tiránico se encuentra entre los más amenazantes y crueles de estos subtipos. Ambos se relacionan con los otros de una manera intimidatoria, atacante y abrumadora. Son frecuentemente acusatorios y abusivos, casi siempre son invariablemente destructivos.
A diferencia del psicópata malévolo, sin embargo, el tiránico parece ser estimulado por la resistencia o la debilidad, las cuales incrementan el ataque en lugar de detenerlo o suavizarlo. Algunos son cruelmente agresivos físicamente, pero otros limitan su violencia a palabras duras y críticas. Esta variante deriva de un placer especial en forzar a la víctima a acobardarse.
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Trastorno paranoide de la personalidad
Es un trastorno de personalidad caracterizado por:
a) Sensibilidad excesiva a los contratiempos y desaires.
b) Incapacidad para perdonar agravios o perjuicios y predisposición a rencores persistentes.
c) Suspicacia y tendencia generalizada a distorsionar las experiencias propias interpretando las manifestaciones neutrales o amistosas de los demás como hostiles o despectivas.
d) Sentido combativo y tenaz de los propios derechos al margen de la realidad.
e) Predisposición a los celos patológicos.
f) Predisposición a sentirse excesivamente importante, puesta de manifestado por una actitud autorreferencial constante.
g) Preocupación por "conspiraciones" sin fundamento de acontecimientos del entorno inmediato o del mundo en general.
Incluye:
Personalidad expansiva.
Personalidad paranoide.
Personalidad sensitiva paranoide.
Personalidad querulante.
Trastorno expansivo de la personalidad.
Trastorno sensitivo paranoide de la personalidad.
Trastorno querulante de la personalidad.
Excluye:
Esquizofrenia (F20.-).
Trastorno de ideas delirantes (F22.-).
Trastorno esquizoide de la personalidad
Se trata de un trastorno de la personalidad caracterizado por:
a) Incapacidad para sentir placer (anhedonia).
b) Frialdad emocional, despego o embotamiento afectivo.
c) Incapacidad para expresar sentimientos de simpatía y ternura o de ira a los demás.
d) Respuesta pobre a los elogios o las críticas.
e) Poco interés por relaciones sexuales con otras personas (teniendo en cuenta la edad).
f) Actividades solitarias acompañadas de una actitud de reserva.
g) Marcada preferencia por devaneos fantásticos, por actividades solitarias acompañada de una actitud de reserva y de
introspección.
h) Ausencia de relaciones personales íntimas y de mutua confianza, las que se limitan a una sola persona o el deseo de poder tenerlas.
i) Marcada dificultad para reconocer y cumplir las normas sociales, lo que da lugar a un comportamiento excéntrico.
Excluye:
Esquizofrenia (F20.-).
Trastorno esquizotípico (F21).
Síndrome de Asperger (F84.5).
Trastorno de ideas delirantes (F22.0).
Trastorno esquizoide de la infancia (F84.5).
Trastorno disocial de la personalidad
Se trata de un trastorno de personalidad que, normalmente, llama la atención debido a la gran disparidad entre las normas sociales prevalecientes y su comportamiento; está caracterizado por:
a) Cruel despreocupación por los sentimientos de los demás y falta de capacidad de empatia.
b) Actitud marcada y persistente de irresponsabilidad y despreocupación por las normas, reglas y obligaciones
sociales.
c) Incapacidad para mantener relaciones personales duraderas.
d) Muy baja tolerancia a la frustración o bajo umbral para descargas de agresividad, dando incluso lugar a un comportamiento violento.
e) Incapacidad para sentir culpa y para aprender de la experiencia, en particular del castigo.
f) Marcada predisposición a culpar a los demás o a ofrecer racionalizaciones verosímiles del comportamiento conflictivo.
Puede presentarse también irritabilidad persistente. La presencia de un trastorno disocial durante la infancia y adolescencia puede apoyar el diagnóstico, aunque no tiene por qué haberse presentado siempre.
Incluye:
Trastorno de personalidad sociopática.
Trastorno de personalidad amoral.
Trastorno de personalidad asocial.
Trastorno de personalidad antisocial.
Trastorno de personalidad psicopática.
Excluye:
Trastornos disociales (F91.-).
Trastorno de inestabilidad emocional de la personalidad (F60.3).
Trastorno de inestabilidad emocional de la personalidad
Trastorno de personalidad en el que existe una marcada predisposición a actuar de un modo impulsivo sin tener en cuenta las consecuencias, junto a un ánimo inestable y caprichoso. La capacidad de planificación es mínima y es frecuente que intensos arrebatos de ira conduzcan a actitudes violentas o a manifestaciones explosivas; éstas son fácilmente provocadas al recibir críticas o al ser frustrados en sus actos impulsivos. Se diferencian dos variantes de este trastorno de personalidad que comparten estos aspectos generales de impulsividad y falta de control de sí mismo.
Trastorno de inestabilidad emocional de la personalidad de tipo impulsivo
Las características predominantes son la inestabilidad emocional y la ausencia de control de impulsos. Son frecuentes las explosiones de violencia o un comportamiento amenazante, en especial ante las críticas de terceros.
Incluye:
Personalidad explosiva y agresiva.
Trastorno explosivo y agresivo de la personalidad.
Excluye:
Trastorno disocial de la personalidad (F60.2).
Trastorno de inestabilidad emocional de la personalidad de tipo límite
Se presentan varias de las características de inestabilidad emocional. Además, la imagen de sí mismo, los objetivos y preferencias internas (incluyendo las sexuales) a menudo son confusas o están alteradas. La facilidad para verse implicado en relaciones intensas e inestables puede causar crisis emocionales repetidas y acompañarse de una sucesión de amenazas suicidas o de actos autoagresivos (aunque éstos pueden presentarse también sin claros factores precipitantes).
Incluye:
Personalidad "borderline".
Trastorno "borderline" de la personalidad.
Trastorno histriónico de la personalidad
Se trata de un trastorno de la personalidad caracterizado por:
a) Tendencia a la representación de un papel, teatralidad y expresión exagerada de las emociones.
b) Sugestibilidad y facilidad para dejarse influir por los demás.
c) Afectividad lábil y superficial.
d) Búsqueda imperiosa de emociones y desarrollo de actividades en las que ser el centro de atención.
e) Comportamiento y aspecto marcados por un deseo inapropiado de seducir.
f) Preocupación excesiva por el aspecto físico.
Pueden presentarse además: egocentrismo, indulgencia para sí mismo, anhelo de ser apreciado, sentimientos de ser fácilmente heridos y conducta manipulativa constante para satisfacer las propias necesidades.
Incluye:
Personalidad psicoinfantil e histérica.
Trastorno psicoinfantil e histérico de la personalidad.
Trastorno anancástico de la personalidad
Se trata de un trastorno de la personalidad caracterizado por:
a) Falta de decisión, dudas y precauciones excesivas, que reflejan una profunda inseguridad personal.
b) Preocupación excesiva por detalles, reglas, listas, orden, organización y horarios.
c) Perfeccionismo, que interfiere con la actividad práctica.
d) Rectitud y escrupulosidad excesivas junto con preocupación injustificada por el rendimiento, hasta el extremo de renunciar a actividades placenteras y a relaciones personales.
renunciar a actividades placenteras y a relaciones personales.
e) Pedantería y convencionalismo con una capacidad limitada para expresar emociones.
f) Rigidez y obstinación.
g) Insistencia poco razonable en que los demás se sometan a la propia rutina y resistencia también poco razonable a dejar a los demás hacer lo que tienen que hacer.
h) La irrupción no deseada e insistente de pensamientos o impulsos.
Incluye:
Personalidad compulsiva.
Personalidad obsesiva.
Trastorno compulsivo de la personalidad.
Trastorno obsesivo de la personalidad.
Excluye:
Trastorno obsesivo-compulsivo (F42.-).
Trastorno ansioso (con conducta de evitación) de la personalidad
Se trata de un trastorno de la personalidad caracterizado por:
a) Sentimientos constantes y profundos de tensión emocional y temor.
b) Preocupación por ser un fracasado, sin atractivo personal o por ser inferior a los demás.
c) Preocupación excesiva por ser criticado o rechazado en sociedad.
d) Resistencia a entablar relaciones personales si no es con la seguridad de ser aceptado.
e) Restricción del estilo de vida debido a la necesidad de tener
una seguridad física.
f) Evitación de actividades sociales o laborales que impliquen contactos personales íntimos, por el miedo a la crítica,
reprobación o rechazo.
Puede presentarse también una hipersensibilidad al rechazo y a la crítica.
Trastorno dependiente de la personalidad
Se trata de un trastorno de la personalidad caracterizado por:
a) Fomentar o permitir que otras personas asuman responsabilidades importantes de la propia vida.
b) Subordinación de las necesidades propias a las de aquellos de los que se depende; sumisión excesiva a sus deseos.
c) Resistencia a hacer peticiones, incluso las más razonables, a las personas de las que se depende.
d) Sentimientos de malestar o abandono al encontrarse solo, debido a miedos exagerados a ser capaz de cuidar de sí mismo.
e) Temor a ser abandonado por una persona con la que se tiene una relación estrecha y temor a ser dejado a su propio cuidado.
f) Capacidad limitada para tomar decisiones cotidianas sin el consejo o seguridad de los demás.
Puede presentarse además la percepción de sí mismo como inútil, incompetente y falto de resistencia.
Incluye:
Personalidad asténica.
Personalidad inadecuada.
Personalidad pasiva.
Personalidad derrotista.
Trastorno asténico de la personalidad.
Trastorno inadecuado de la personalidad.
Trastorno pasivo de la personalidad.
Trastorno derrotista asténico de la personalidad.
Otros trastornos específicos de la personalidad
Se incluyen aquí los trastornos de la personalidad que no satisfacen ninguna de las pautas de los tipos específicos (F60.0-F60.7).
Incluye:
Personalidad narcisista.
Personalidad excéntrica.
Personalidad inestable.
Personalidad inmadura.
Personalidad pasivo-agresiva.
Personalidad psiconeurótica.
Trastorno narcisista de la personalidad.
Trastorno excéntrico de la personalidad.
Trastorno inestable de la personalidad.
Trastorno inmaduro de la personalidad.
Trastorno pasivo-agresivo de la personalidad.
Trastorno psiconeurótico de la personalidad.
Trastorno de la personalidad sin especificación
Incluye:
Neurosis de carácter.
Personalidad patológica.
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