Un juez de Huesca imputa a Victorino Alonso por arrasar una cueva neolítica maría j. muñiz | diario de león 16/12/2011
El empresario minero es propietario del coto de caza donde se halla el yacimiento.
El Juzgado de Instrucción Número 3 de Huesca ha citado a declarar «en calidad de imputado» al empresario minero leonés Victorino Alonso, en las diligencias previas por la denuncia presentada por la Asociación de Acción Pública en Defensa del Patromonio Aragonés (Audepa) y Ecologistas en Acción por la destrucción del yacimiento arqueológico de la cueva de Chaves, «el más importante yacimiento neolítico de España».
El juez, que cita a declarar también a varias personas (entre ellos al guarda del coto de caza de Bastarás, donde se ubica el yacimiento), ha solicitado también un informe al consejero de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, para que «informe a este juzgado a la mayor brevedad posible sobre si la zona afectada cuenta con otro tipo de protección medioambiental, además de la cultural, y si las obras llevadas a cabo en octubre del 2007 o con posterioridad en la Cueva Chaves constituyen o suponen un menoscabo de dicha protección».
Según la presidenta de Apudepa, Belén Boloqui, profesora emérita de la Universidad de Zaragoza, Alonso, propietario de la empresa Fimbas que tiene el coto de caza, arrasó el yacimiento, y «pese a que en su día el director general de Patrimonio prometió llegar hasta el final el Gobierno de Aragón se limitó a una denuncia fiscal y no solicitó la imputción de Alonso».
Ante esta situación, Apudepa decidió personarse como acusación particular en el proceso judicial por el «gravísimo expolio arqueológico».
Boloqui señala que la destrucción del yacimiento tuvo lugar en octubre del 2007, aunque se tuvo conocimiento del mismo un año y medio más tarde.
La finca, catalogada en 1996 como coto de caza, acoge el yacimiento, que había sido objeto de catas arqueológicas durante varios años. A finales del 2007, según la profesora, Alonso ordenó limpiar y nivelar con una retroexcavadora (de su empresa Ferpi, cuyo administrador debe declarar también en calidad de imputado) los sedimentos arqueológicos. También derribó parte del techo y paredes, para convertir el lugar en zona de estabulación y comedero de animales de caza.
Además, el empresario realizó caminos, vallados y balsas en toda la zona, así como un almacén sin permiso y cuatro veces mayor del solicitado en el proyecto que presentó.
Un conjunto de unos 8.000 años único en la Península
Las campañas arqueológicas llevadas a cabo en Cueva Chaves permitieron rescatar hogares y cerámicas del neolótico, industria ósea, conchas marinas, hachas pulimentadas de basalto y abundantes utensilios de sílex, como un conjunto de cantos pintados en rojo que los expertos consideran único en el panorama arqueológico español y que se fecha entre el VI y el V milenio antes de Cristo. En 14 campañas se encontraron casi 70.000 piezas, valoradas en 1,8 millones de euros. Pero lo que quedaba por excavar calculan los arqueólogos que podía superar los 14 millones de euros.
Además, Alonso realizó en la finca pistas de ocho metros de ancho, 59 balsas de entre cinco y 30 metros de diámetro, roturación de 60 hectáreas,...
Restos únicos en una cueva arrasada
Cueva Chaves es un enorme vestíbulo de 60 metros de ancho y 13 de alto, con 225 de profundidad, que guarda restos del Paleolíticos superior, Epipaleolítico, Neolítico y Edad de Bronce, según Vicente Baldellou, director del Museo de Bellas Artes de Huesca y arqueólogo especialista en Cueva Chaves.
El empresario minero es propietario del coto de caza donde se halla el yacimiento.
El Juzgado de Instrucción Número 3 de Huesca ha citado a declarar «en calidad de imputado» al empresario minero leonés Victorino Alonso, en las diligencias previas por la denuncia presentada por la Asociación de Acción Pública en Defensa del Patromonio Aragonés (Audepa) y Ecologistas en Acción por la destrucción del yacimiento arqueológico de la cueva de Chaves, «el más importante yacimiento neolítico de España».
El juez, que cita a declarar también a varias personas (entre ellos al guarda del coto de caza de Bastarás, donde se ubica el yacimiento), ha solicitado también un informe al consejero de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, para que «informe a este juzgado a la mayor brevedad posible sobre si la zona afectada cuenta con otro tipo de protección medioambiental, además de la cultural, y si las obras llevadas a cabo en octubre del 2007 o con posterioridad en la Cueva Chaves constituyen o suponen un menoscabo de dicha protección».
Según la presidenta de Apudepa, Belén Boloqui, profesora emérita de la Universidad de Zaragoza, Alonso, propietario de la empresa Fimbas que tiene el coto de caza, arrasó el yacimiento, y «pese a que en su día el director general de Patrimonio prometió llegar hasta el final el Gobierno de Aragón se limitó a una denuncia fiscal y no solicitó la imputción de Alonso».
Ante esta situación, Apudepa decidió personarse como acusación particular en el proceso judicial por el «gravísimo expolio arqueológico».
Boloqui señala que la destrucción del yacimiento tuvo lugar en octubre del 2007, aunque se tuvo conocimiento del mismo un año y medio más tarde.
La finca, catalogada en 1996 como coto de caza, acoge el yacimiento, que había sido objeto de catas arqueológicas durante varios años. A finales del 2007, según la profesora, Alonso ordenó limpiar y nivelar con una retroexcavadora (de su empresa Ferpi, cuyo administrador debe declarar también en calidad de imputado) los sedimentos arqueológicos. También derribó parte del techo y paredes, para convertir el lugar en zona de estabulación y comedero de animales de caza.
Además, el empresario realizó caminos, vallados y balsas en toda la zona, así como un almacén sin permiso y cuatro veces mayor del solicitado en el proyecto que presentó.
Un conjunto de unos 8.000 años único en la Península
Las campañas arqueológicas llevadas a cabo en Cueva Chaves permitieron rescatar hogares y cerámicas del neolótico, industria ósea, conchas marinas, hachas pulimentadas de basalto y abundantes utensilios de sílex, como un conjunto de cantos pintados en rojo que los expertos consideran único en el panorama arqueológico español y que se fecha entre el VI y el V milenio antes de Cristo. En 14 campañas se encontraron casi 70.000 piezas, valoradas en 1,8 millones de euros. Pero lo que quedaba por excavar calculan los arqueólogos que podía superar los 14 millones de euros.
Además, Alonso realizó en la finca pistas de ocho metros de ancho, 59 balsas de entre cinco y 30 metros de diámetro, roturación de 60 hectáreas,...
Restos únicos en una cueva arrasada
Cueva Chaves es un enorme vestíbulo de 60 metros de ancho y 13 de alto, con 225 de profundidad, que guarda restos del Paleolíticos superior, Epipaleolítico, Neolítico y Edad de Bronce, según Vicente Baldellou, director del Museo de Bellas Artes de Huesca y arqueólogo especialista en Cueva Chaves.
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