Cittáslow es un ataque a todo eso, conducido con políticas en materia de desarrollo urbanístico, transportes y áreas peatonales, defensa del pequeño comercio, de la agricultura biológica, de las tradiciones locales. Y seis años después de la fundación, detrás de su bandera ya militan unos 60 municipios de seis países distintos. Otros 60 están interesados, y entre ellos figuran cuatro españoles: Pals, Palafrugell y Begur, en la Costa Brava, y Mungia, en el País Vasco.
"Cittáslow es un movimiento que quiere devolver al hombre y a la calidad de su vida al centro de la perspectiva política y que quiere salvar el precioso bagaje de experiencias, valores y conocimientos que reside en los pequeños centros, en las provincias, en las periferias del mundo moderno", apunta Roberto Angelucci, alcalde de Francavilla y actual presidente de la asociación. "No huimos de la modernidad y la tecnología. Al revés. Pero queremos una modernidad que mantenga la belleza que hay en nuestras identidades y una tecnología al servicio del hombre, no sólo de la productividad".En resumen, Cittáslow se podría definir como una especie de pequeño neohumanismo municipal que florece en las mismas tierras en las que hace seis o siete siglos el hombre abandonó las oscuridades de la Edad Media para lanzarse al Renacimiento: las regiones del centro de Italia...
...Por eso, además de ampliar las zonas peatonales y limitar el uso del coche -en Orvieto, un domingo al mes hay prohibición total de circulación-, las ciudades lentas multiplican los puntos de encuentro y descanso en el tejido urbano, prohíben las alarmas sonoras, los letreros de neón, y protegen los pequeños comercios y la comida slow-food. Para apuntarse al club se exige a los municipios candidados un eficiente sistema de depuración de aguas, de recogida diferenciada de la basura, así como la prohibición de cultivar productos transgénicos y la promoción de huertas urbanas y escolares.
Las tres primeras, según el INE, son las enfermedades isquémicas del corazón (40.353 fallecimientos en 2003), las cerebro-vasculares (37.225) y las insuficiencias cardiacas (19.863). No es ilógico pensar que el estrés, la mala alimentación y la falta de ejercicio físico debidos a nuestro estilo de vida desempeñen un papel en eso. En el cuarto puesto se encuentra el cáncer de pulmón y de bronquios. El estrés tampoco es una ayuda para dejar de fumar. Y algo más abajo en la lista se encuentran muertes por enfermedades hipertensivas (6.228) y por accidentes de tráfico (5.478).
http://www.elpais.es/articulo/elpdomrpj/20060115elpdmgrep_2/Tes/Alto/Rebelion/ritmo/vida/infernal
No hay comentarios:
Publicar un comentario