Jano On-line y agencias 30/01/2006 11:16
Tres de cada cuatro niños con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) no reciben el tratamiento adecuado, y presentan otros trastornos asociados durante la edad adulta, según aseguró el Dr. Javier San Sebastián, jefe de la Unidad de Psiquiatría Infanto-Juvenil del Hospital Ramón y Cajal de Madrid.
Durante la presentación del I Congreso Internacional Multidisciplinar sobre el Trastorno por Déficit de Atención y Trastornos de la Conducta, el Dr. San Sebastián indicó que el TDAH afecta a entre un 6 y un 10% de los niños mayores de 6 años. De ellos, la mitad recibe alguna atención, aunque sólo el 25% cuenta con un tratamiento correcto y adecuado.
Según este especialista, el problema de la hiperactividad en los niños es tanto cuantitativo como cualitativo, y supone un trastorno que perdura en el tiempo y continúa en la etapa adulta, aunque con el tratamiento adecuado se produce una remisión de los síntomas. En cambio, si no se trata de la forma correcta suelen presentarse otro tipo de trastornos asociados en la edad adulta.
En este sentido, la Dra. María Jesús Mardomingo, jefa de Psiquiatría Infantil del Hospital Gregorio Marañón, explicó que el TDAH es un trastorno psiquiátrico que comienza en la infancia, manifestándose algún síntoma antes de los 7 años, y que persiste en la etapa adulta, pues el 50% continúa con síntomas que repercuten en ámbitos importantes de su vida.
Los tres síntomas esenciales de esta patología son la inquietud, los problemas de atención y concentración, y la impulsividad, lo cual genera en los niños problemas de aprendizaje escolar y de adaptación social.
Dentro de las causas de este tipo de trastornos, según la Dra. Mardomingo, hay un elevado componente genético (entre un 70 y un 80%), aunque los factores ambientales determinan el tiempo de comienzo, el grado, el pronóstico y la evolución. Asimismo, dijo que esta enfermedad afecta más a varones que a hembras, en una proporción de cinco a uno, principalmente por factores biológicos, culturales y sociales.
En cuanto al tratamiento, subrayó que los pilares fundamentales son el farmacológico, que cuenta con una eficacia del 80% y una duración media de uno o dos años; la terapia de comportamiento para el niño, el refuerzo del aprendizaje escolar y el asesoramiento a la familia.
A este respecto, insistió en que si se detecta el TDAH precozmente, no tiene por qué evolucionar de forma complicada, aunque en caso contrario tiene consecuencias graves en el trastorno de la conducta durante la edad adulta, y con frecuencia se asocia al consumo de drogas, accidentes de tráfico, trastornos emocionales y dificultades laborales.
Por su parte, el filósofo Javier Sádaba, catedrático de Ética de la Universidad Autónoma de Madrid, apuntó que a los niños se les puede responsabilizar de sus actos, y subrayó que en la formación del carácter influye inicialmente el cariño de la familia, aunque posteriormente son ellos quienes deben elegir por una opción moral.
Por ello, Sádaba resaltó que hay que exigir más al niño y enseñarle proporcionalmente, y destacó la importancia de hacerle reír y colocarle en el camino de la felicidad. "Un niño triste o aburrido es lo más antiético que pueda haber", concluyó.
Tres de cada cuatro niños con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) no reciben el tratamiento adecuado, y presentan otros trastornos asociados durante la edad adulta, según aseguró el Dr. Javier San Sebastián, jefe de la Unidad de Psiquiatría Infanto-Juvenil del Hospital Ramón y Cajal de Madrid.
Durante la presentación del I Congreso Internacional Multidisciplinar sobre el Trastorno por Déficit de Atención y Trastornos de la Conducta, el Dr. San Sebastián indicó que el TDAH afecta a entre un 6 y un 10% de los niños mayores de 6 años. De ellos, la mitad recibe alguna atención, aunque sólo el 25% cuenta con un tratamiento correcto y adecuado.
Según este especialista, el problema de la hiperactividad en los niños es tanto cuantitativo como cualitativo, y supone un trastorno que perdura en el tiempo y continúa en la etapa adulta, aunque con el tratamiento adecuado se produce una remisión de los síntomas. En cambio, si no se trata de la forma correcta suelen presentarse otro tipo de trastornos asociados en la edad adulta.
En este sentido, la Dra. María Jesús Mardomingo, jefa de Psiquiatría Infantil del Hospital Gregorio Marañón, explicó que el TDAH es un trastorno psiquiátrico que comienza en la infancia, manifestándose algún síntoma antes de los 7 años, y que persiste en la etapa adulta, pues el 50% continúa con síntomas que repercuten en ámbitos importantes de su vida.
Los tres síntomas esenciales de esta patología son la inquietud, los problemas de atención y concentración, y la impulsividad, lo cual genera en los niños problemas de aprendizaje escolar y de adaptación social.
Dentro de las causas de este tipo de trastornos, según la Dra. Mardomingo, hay un elevado componente genético (entre un 70 y un 80%), aunque los factores ambientales determinan el tiempo de comienzo, el grado, el pronóstico y la evolución. Asimismo, dijo que esta enfermedad afecta más a varones que a hembras, en una proporción de cinco a uno, principalmente por factores biológicos, culturales y sociales.
En cuanto al tratamiento, subrayó que los pilares fundamentales son el farmacológico, que cuenta con una eficacia del 80% y una duración media de uno o dos años; la terapia de comportamiento para el niño, el refuerzo del aprendizaje escolar y el asesoramiento a la familia.
A este respecto, insistió en que si se detecta el TDAH precozmente, no tiene por qué evolucionar de forma complicada, aunque en caso contrario tiene consecuencias graves en el trastorno de la conducta durante la edad adulta, y con frecuencia se asocia al consumo de drogas, accidentes de tráfico, trastornos emocionales y dificultades laborales.
Por su parte, el filósofo Javier Sádaba, catedrático de Ética de la Universidad Autónoma de Madrid, apuntó que a los niños se les puede responsabilizar de sus actos, y subrayó que en la formación del carácter influye inicialmente el cariño de la familia, aunque posteriormente son ellos quienes deben elegir por una opción moral.
Por ello, Sádaba resaltó que hay que exigir más al niño y enseñarle proporcionalmente, y destacó la importancia de hacerle reír y colocarle en el camino de la felicidad. "Un niño triste o aburrido es lo más antiético que pueda haber", concluyó.
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El H. Ramón y Cajal atendió a 400 pacientes con trastornos de conducta y déficit de atención en 2005 http://actualidad.terra.es/sociedad/articulo/h_ramon_cajal_705742.htm
Uno de cada diez niños con trastorno por déficit de atención e hiperactividad presenta trastorno bipolar asociado http://db.doyma.es/cgi-bin/wdbcgi.exe/doyma/press.plantilla?ident=42787
Uno de cada diez niños con trastorno por déficit de atención e hiperactividad presenta trastorno bipolar asociado http://db.doyma.es/cgi-bin/wdbcgi.exe/doyma/press.plantilla?ident=42787
2 comentarios:
en relacvion al tdah nos puedes visitar, nos gustaria la opinion de un docente.
un abrazo
tdah-catalunya.org
La realidad de los alumnos con tdah y otras patologías del aprendizaje en los institutos es triste. No son diagnosticados. No son bien atendidos. Si sus padres no se preocupan de proporcionarles atención y dedicación constante en casa y tratamiento psico y farmacológico (usualmente privado y de pago) su destino es el fracaso escolar y el aislamiento social... El profesorado (incluido el de los departamentos de orientación)no sabe lo que es la tdah, salvo una reducidísima minoría. Ni siquiera los centros de profesores programan formación alguna en estos campos. Triste pero real.
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