El recinto de la Expo albergará el mayor edificio construido con barro del mundo, que se convertirá en el foro de las oenegés bajo la denominación de pabellón de las iniciativas ciudadanas. Su forma de botijo, como lo llaman los técnicos de Expoagua, alcanzará los 25 metros de altura --equiparable a un bloque de ocho plantas-- y su diámetro superará los 35 metros. En su interior habrá un anfiteatro, una cafetería, una tienda de comercio justo, dos áreas expográficas y otra de experiencias.
El alcalde, Juan Alberto Belloch, y el presidente de Expoagua, Roque Gistau, fueron los encargados de presentar la última plaza temática al arquitecto Ricardo Higueras. El autor del proyecto explicó que el edificio será sostenible y no requerirá de equipos para refrigerar el ambiente. El aire caliente se colará por las tres entradas, donde unas celdas de agua --captada fresca del freático-- lo refrigerarán hasta los 20 grados.
RECICLABLE Será la construcción más ecológica de todas las del recinto, puesto que su estructura de bambú, madera o metal --aún está por cerrar-- y la paja y el barro de su recubrimiento se reciclarán tras la clausura.
El pabellón, con capacidad para acoger mil personas a la hora, contará con dos plantas interiores que suman 2.500 metros cuadrados de superficie. La luz estará garantizada con las dos chimeneas, aunque habrá refuerzo con bombillas de bajo consumo.
La Fundación Ecología y Desarrollo se encargará de gestionar el edificio, en el que tendrán espacio reservado, además de dicha oenegé, la Fundación Nueva Cultura del Agua, Intermón-Oxfam y WWF-Adena y Cruz Roja.
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