Los hispanos y los negros reciben menos analgésicos que los blancos en EE UU.
Los pacientes negros e hispanos que padecen algún dolor reciben menos analgésicos potentes que los blancos en las urgencias de los hospitales estadounidenses, pero los motivos irían más allá del prejuicio racial.
Según un estudio publicado en la revista Journal of the American Medical Association, el 31% los pacientes blancos recibieron analgésicos derivados del opio, que son medicamentos usados para personas con niveles medios y altos de dolor.
El 31% los pacientes blancos recibieron analgésicos fuertes
En comparación, un 28% de los asiáticos, un 24% de los latinos y un 23% de los negros consiguieron esos fármacos. Además, el uso de los analgésicos fuertes en urgencias aumentó del 23 al 37% entre 1993 y 2005.
Durante este periodo, los médicos recetaron a un 36% de los pacientes no blancos analgésicos más débiles, como ibuprofeno y aspirinas. Mientras, sólo un 26% de los blancos recibieron ese tipo de medicamentos.
Los blancos se quejan más del dolor
El informe, que analizó a 375.000 pacientes durante 13 años, especula que los médicos podrían recetar menos este tipo de fármacos entre las minorías étnicas, al sospechar que exageran sus síntomas para obtener más calmantes para uso personal o para venderlos.
También indica que otra de las posibles razones para esta diferencia radica en que los blancos tienen mejor trato con el personal sanitario y que se quejen más del dolor.
Los pacientes negros e hispanos que padecen algún dolor reciben menos analgésicos potentes que los blancos en las urgencias de los hospitales estadounidenses, pero los motivos irían más allá del prejuicio racial.
Según un estudio publicado en la revista Journal of the American Medical Association, el 31% los pacientes blancos recibieron analgésicos derivados del opio, que son medicamentos usados para personas con niveles medios y altos de dolor.
El 31% los pacientes blancos recibieron analgésicos fuertes
En comparación, un 28% de los asiáticos, un 24% de los latinos y un 23% de los negros consiguieron esos fármacos. Además, el uso de los analgésicos fuertes en urgencias aumentó del 23 al 37% entre 1993 y 2005.
Durante este periodo, los médicos recetaron a un 36% de los pacientes no blancos analgésicos más débiles, como ibuprofeno y aspirinas. Mientras, sólo un 26% de los blancos recibieron ese tipo de medicamentos.
Los blancos se quejan más del dolor
El informe, que analizó a 375.000 pacientes durante 13 años, especula que los médicos podrían recetar menos este tipo de fármacos entre las minorías étnicas, al sospechar que exageran sus síntomas para obtener más calmantes para uso personal o para venderlos.
También indica que otra de las posibles razones para esta diferencia radica en que los blancos tienen mejor trato con el personal sanitario y que se quejen más del dolor.
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