Críticas a la DGA por excluir de la Reserva de la Biosfera de Ordesa zonas de gran valor. Ecologistas en Acción denuncia también la tardanza en pedir la ampliación a todo el Parque Nacional. ISABEL ARA. Huesca
Ecologistas en Acción, que la pasada semana participó en el III Congreso Mundial de Reservas de la Biosfera celebrado en Madrid, denunció en este foro "la inadecuada gestión" de algunas de las reservas españolas, entre ellas la de Ordesa-Viñamala.
Entre otros aspectos, en una nota de prensa emitida ayer, critican la propuesta elaborada por el Gobierno de Aragón para la ampliación de este espacio. El colectivo denuncia que el documento presentado en 2006, que según los ecologistas fue rechazado por el Comité Hombre y Biosfera (MaB), "se trataba de una simple adecuación de la reserva a los límites de la ampliación (del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido) del año 1982, lo que supone un mal arreglo de un olvido inexplicable con 25 años de retraso, pero no una ampliación en sentido estricto". Además, señalan que "se proponía una nueva zonificación que no obedecía a criterios geográficos ni biológicos".
A finales del pasado año, se presentó un nuevo documento que, para los ecologistas, "desprotege zonas de gran valor" como el alto valle del Ara, los Montes de Fanlo, el interfluvio Añisclo-Escuaín, el valle de Pineta, parte de la montaña de Sallent de Gállego, el entorno montañoso del Balneario de Panticosa y la sierra de Tendeñera.
Así, según los conservacionistas "la realidad es que la Reserva pierde superficie" al excluir de la misma una zona que comprende el polémico aparcamiento de Espelunciecha -en la estación de esquí de Formigal-, que califican de "ilegal", así como cientos de hectáreas que rodean la urbanización del complejo invernal, gran parte de los alrededores de Sallent y el embalse de Lanuza y "una enorme superficie en la zona de Panticosa, El Pueyo de Jaca y Hoz de Jaca".
En este sentido, el departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón argumentó que "Formigal nunca ha sido parte de la Reserva de la Biosfera" y que esta declaración "no conlleva de por sí una figura de protección, no es un espacio protegido, sino un ámbito donde se fomenta el desarrollo sostenible al amparo de la UNESCO". En este sentido, dichas fuentes citaron como ejemplo el caso de la isla de Menorca, que es una Reserva de la Biosfera y en la que "lógicamente se construye". En todo caso, según la DGA, los responsables del Programa Hombre y Biosfera tampoco consideran que la existencia de una estación de esquí sea incompatible con la reserva, ya que se ve como "un síntoma de que puede haber actuaciones encaminadas al desarrollo económico" de la zona. Por tanto, afirmaron que "aunque la reserva llegara hasta Formigal, las actuaciones allí podrían ser compatibles".
Desde Medio Ambiente también se insistió en que su propuesta de ampliación "es la que está consensuada con los ayuntamientos de la zona, porque al Gobierno de Aragón le encantaría tener más espacios protegidos, pero debe ser con el acuerdo de los municipios, por lo que entrar en nuevas ampliaciones en estos momentos se considera que es una cosa que no está madurada en el territorio y no se puede proponer".
Otra de las grandes preocupaciones de Ecologistas en Acción es el retraso en la adecuación de los límites de la reserva a los del Parque Nacional actual, algo que achacan a "la desatención administrativa".
Y es que, según recuerda el colectivo, la Reserva de la Biosfera Ordesa-Viñamala fue declarada en 1977 "con los límites fijados por el ICONA (el antiguo Instituto para la Conservación de la Naturaleza) en 1975, por lo que su trazado fue previo a la ampliación del Parque Nacional". El valle de Ordesa goza de esta figura de protección desde 1918, y en 1982 se extendió hasta el macizo de Monte Perdido. Desde la DGA indicaron que actualmente la Reserva de la Biosfera engloba tanto el área que delimitaba el Parque Nacional hasta 1982 como la Reserva Nacional de Caza de Viñamala, hasta el río Gállego.
En cuanto a la ampliación, dichas fuentes comentaron que "una vez que el Ejecutivo aragonés supo que el Ministerio de Medio Ambiente iba a transferir la gestión del Parque Nacional -el traspaso de competencias a la DGA se hizo efectivo el 1 de julio de 2006- se iniciaron los trámites para pedir que todo el actual parque se declarara Reserva de la Biosfera".
Así, el Gobierno de Aragón trasladó esta solicitud al ministerio, del que depende el Comité MaB, que debe realizar un informe, el cual debe ser trasladado a través del Ministerio de Exteriores a la UNESCO, encargada de decidir sobre la declaración final.
Pero este proceso todavía no se ha completado, ya que, según fuentes del Ejecutivo autonómico, "el Ministerio de Medio Ambiente ha reorganizado el Comité Hombre y Biosfera porque no funcionaba y había mucho malestar". "Hace unos meses que se constituyó el nuevo órgano y eso ha provocado que todavía no se haya podido estudiar en profundidad esa propuesta", añadieron.
"Enrejado" en Panticosa
Por otra parte, los ecologistas alertaron de las "agresiones" que "soporta" la reserva "en forma de vertederos, escombreras...", y destacaron "el enrejado de más de 21 kilómetros que va a sufrir el Balneario de Panticosa alrededor de la cota 2.400", que se debe a la instalación de un sistema antialudes para el complejo que está formado por grandes estructuras con un "gran impacto paisajístico y ambiental", afirmaron.
Ecologistas en Acción, que la pasada semana participó en el III Congreso Mundial de Reservas de la Biosfera celebrado en Madrid, denunció en este foro "la inadecuada gestión" de algunas de las reservas españolas, entre ellas la de Ordesa-Viñamala.
Entre otros aspectos, en una nota de prensa emitida ayer, critican la propuesta elaborada por el Gobierno de Aragón para la ampliación de este espacio. El colectivo denuncia que el documento presentado en 2006, que según los ecologistas fue rechazado por el Comité Hombre y Biosfera (MaB), "se trataba de una simple adecuación de la reserva a los límites de la ampliación (del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido) del año 1982, lo que supone un mal arreglo de un olvido inexplicable con 25 años de retraso, pero no una ampliación en sentido estricto". Además, señalan que "se proponía una nueva zonificación que no obedecía a criterios geográficos ni biológicos".
A finales del pasado año, se presentó un nuevo documento que, para los ecologistas, "desprotege zonas de gran valor" como el alto valle del Ara, los Montes de Fanlo, el interfluvio Añisclo-Escuaín, el valle de Pineta, parte de la montaña de Sallent de Gállego, el entorno montañoso del Balneario de Panticosa y la sierra de Tendeñera.
Así, según los conservacionistas "la realidad es que la Reserva pierde superficie" al excluir de la misma una zona que comprende el polémico aparcamiento de Espelunciecha -en la estación de esquí de Formigal-, que califican de "ilegal", así como cientos de hectáreas que rodean la urbanización del complejo invernal, gran parte de los alrededores de Sallent y el embalse de Lanuza y "una enorme superficie en la zona de Panticosa, El Pueyo de Jaca y Hoz de Jaca".
En este sentido, el departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón argumentó que "Formigal nunca ha sido parte de la Reserva de la Biosfera" y que esta declaración "no conlleva de por sí una figura de protección, no es un espacio protegido, sino un ámbito donde se fomenta el desarrollo sostenible al amparo de la UNESCO". En este sentido, dichas fuentes citaron como ejemplo el caso de la isla de Menorca, que es una Reserva de la Biosfera y en la que "lógicamente se construye". En todo caso, según la DGA, los responsables del Programa Hombre y Biosfera tampoco consideran que la existencia de una estación de esquí sea incompatible con la reserva, ya que se ve como "un síntoma de que puede haber actuaciones encaminadas al desarrollo económico" de la zona. Por tanto, afirmaron que "aunque la reserva llegara hasta Formigal, las actuaciones allí podrían ser compatibles".
Desde Medio Ambiente también se insistió en que su propuesta de ampliación "es la que está consensuada con los ayuntamientos de la zona, porque al Gobierno de Aragón le encantaría tener más espacios protegidos, pero debe ser con el acuerdo de los municipios, por lo que entrar en nuevas ampliaciones en estos momentos se considera que es una cosa que no está madurada en el territorio y no se puede proponer".
Otra de las grandes preocupaciones de Ecologistas en Acción es el retraso en la adecuación de los límites de la reserva a los del Parque Nacional actual, algo que achacan a "la desatención administrativa".
Y es que, según recuerda el colectivo, la Reserva de la Biosfera Ordesa-Viñamala fue declarada en 1977 "con los límites fijados por el ICONA (el antiguo Instituto para la Conservación de la Naturaleza) en 1975, por lo que su trazado fue previo a la ampliación del Parque Nacional". El valle de Ordesa goza de esta figura de protección desde 1918, y en 1982 se extendió hasta el macizo de Monte Perdido. Desde la DGA indicaron que actualmente la Reserva de la Biosfera engloba tanto el área que delimitaba el Parque Nacional hasta 1982 como la Reserva Nacional de Caza de Viñamala, hasta el río Gállego.
En cuanto a la ampliación, dichas fuentes comentaron que "una vez que el Ejecutivo aragonés supo que el Ministerio de Medio Ambiente iba a transferir la gestión del Parque Nacional -el traspaso de competencias a la DGA se hizo efectivo el 1 de julio de 2006- se iniciaron los trámites para pedir que todo el actual parque se declarara Reserva de la Biosfera".
Así, el Gobierno de Aragón trasladó esta solicitud al ministerio, del que depende el Comité MaB, que debe realizar un informe, el cual debe ser trasladado a través del Ministerio de Exteriores a la UNESCO, encargada de decidir sobre la declaración final.
Pero este proceso todavía no se ha completado, ya que, según fuentes del Ejecutivo autonómico, "el Ministerio de Medio Ambiente ha reorganizado el Comité Hombre y Biosfera porque no funcionaba y había mucho malestar". "Hace unos meses que se constituyó el nuevo órgano y eso ha provocado que todavía no se haya podido estudiar en profundidad esa propuesta", añadieron.
"Enrejado" en Panticosa
Por otra parte, los ecologistas alertaron de las "agresiones" que "soporta" la reserva "en forma de vertederos, escombreras...", y destacaron "el enrejado de más de 21 kilómetros que va a sufrir el Balneario de Panticosa alrededor de la cota 2.400", que se debe a la instalación de un sistema antialudes para el complejo que está formado por grandes estructuras con un "gran impacto paisajístico y ambiental", afirmaron.
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