- - Los zapatos MBT cuestan una media de 200 euros
- - Los Shape-ups de Skechers son similares y cuestan 100 € (tiendas en ZGZ)
- La crisis no afecta a la marca mbt, que suma 33 tiendas más a las 35 que tenía en España.
- Gentes de la farándula, reyes, políticos e intelectuales se calzan estos zapatones
Todo el que está a la última en el barrio de Salamanca, el más pijo de la capital de España, sabe que Letizia Ortiz manda a alguien de su personal, de vez en cuando, a por un par de sus 'masai' a la tienda de Lagasca. Cuando la princesa se baja de sus Magrit o sus Juan Antonio López, se calza los MBT. "Yo creo que tiene todos los modelos", explica otra aficionada a los zapatones de moda y seguidora del estilismo de la princesa. Pero son tan antiestéticos que es difícil pillar a la princesa luciéndolos, al contrario que a su suegra, la Reina, que no tiene problemas en que la fotografíen con ellos.
A otras gentes tan cosmopolitas como el cantante Bono, el actor Antonio Banderas, el cineasta Almodóvar, Sybila, el diseñador Adolfo Domínguez o Isabel Preysler no les importa salir con sus zapatos ortopédicos. Ni a la ganadora del oro en natación, Gemma Mengual. No sólo son cosa de la gente de la farándula o de deportistas. Felipe González, Esperanza Aguirre, las hermanas Klopowitz o escritores como Juan José MilIás y Elvira Lindo han sido pillados subidos a los 'masai'. De entrada eso es lo que ofrecen nuevo, unos centímetros más de altura con la disculpa de la comodidad y lo saludable.
No es casualidad que hayan optado por este zapato gentes tan diversas como la Reina Doña Sofía, Antonio Banderas, Julia Roberts, Arnold Schwarzenegger, Yoko Ono; Arantxa Sánchez-Vicario; Cherie Blair (esposa de Tony Blair); Cher; Jemima Khan (actual compañera de Hugh Grant); Glenn Close; Gwyneth Paltrow (¡compró 13 pares!); Martin Scorsese; Bono, de U2; Maria Shriver (esposa de Arnold y sobrina de Jacqueline Kennedy Onassis); el boxeador Evander Holyfield; los equipos nacionales de esquí de Austria y Canadá; la selección nacional española de esquí alpino para deficientes visuales; la medallista olímpica en 1.500 metros (Atlanta’96), Theresia Kiesel; los prestigiosos jugadores de balonmano Jae-Won Kang o Andi Dittert; el portero de la selección suiza de fútbol y jugador del Borussia Mönchengladbach, Jorg Steil; o diversos jugadores de la Premiere League inglesa, entre muchos otros.
Hasta aquí lo que parecería una moda ¿pasajera? Quizá hay algo más, que es una cuestión de vida saludable. De hecho, es una cuestión médica y "está patentado a nivel mundial. Dentro de la UE cuenta con la categoría de producto médico", explica Amaya Mena, directora de Relaciones Institucionales de MBT en España.
La historia comenzó con un suizo que hizo de la necesidad virtud. Karl Müller era ingeniero y durante varios años trabajó en Corea del Sur. Padecía dolores de espalda, piernas, talones, etc. Un día, cuenta la historia de la marca, observó que los dolores de espalda eran desconocidos para los miembros de la tribu Masai. Müller concluyó que caminando descalzos sobre superficies naturales, mórbidas e irregulares de las tierras de África Oriental, los miembros de la tribu más elegante y legendaria de África activaban los músculos que se atrofian como resultado de su inactividad. El suizo pensó en un diseño de zapato que imitara la forma de andar de los guerreros africanos y así nació MBT. Mena se sabe al pie de la letra la historia y mantiene que es un calzado de salud porque "activa musculatura que antes no se utilizaba, mejora la postura al andar, y al estar de pie, tonifica y moldea el cuerpo, ayuda a combatir problemas de espalda, caderas, piernas y pies..."
Hasta con tecnología
Son una idea tan moderna para estos tiempos —nació al principio de los años 90— que tienen muy claro que la tecnología es otro elemento clave a incluir en un proyecto de futuro. Por eso Amaya insiste en que "el I+D es fundamental, tanto en el desarrollo y evolución de la tecnología de nuestro calzado, diseños y materiales, como los estudios científicos que se han desarrollado y que avalan la eficacia de nuestro calzado". La directora de Relaciones Institucionales explica todo con el llanto de un bebe como telón de fondo. "Tiene cinco meses" y aprovecha para colarnos lo importante que ha sido para ella, su embarazo y la recuperación del parto el llevar todo el día los MBT puestos.
"No tengo muy claro que eso de los masai no sea un ardid publicitario. No puedo decirlo ni creo mucho en ello", explica el traumatólogo pediátrico Antonio Díaz Martínez, quien durante años fue jefe de la sección de traumatología infantil del Hospital Niño Jesús de Madrid, y es uno de los grandes expertos en columna vertebral. "Ahora bien, si dejamos de lado esa historia del andar de los guerreros, debo decir que me parecen buenos y útiles. Mi experiencia es que pueden llevarlos, en general, todas las personas, pero tras un período de prueba. Al principio producen sensación de desequilibrio. Son buenos para todo tipo de pie, excepto los deformados. Y tengo que reconocer que yo los utilizo. Pero, que quede claro que ese tipo de zapato no puede sustituir a una terapia de columna, o a una recuperación con fisioterapeuta para alguien que tiene lesiones. Son un complemento", remata Díaz Martínez.
Feas y por 200 euros.
Al contrario que el traumatólogo, la fisioterapeuta Sigrid Freese no los utiliza. "Los conozco, y desde el punto de vista de la salud, me parecen bastante bien. Funcionan en muchas personas, aunque puede haber casos en los que al poco de utilizarlos no los puedan soportar. No sé si están apoyados en lo de los masai, aunque más bien me parece que deben estar basados en un sistema como el de los colchones o almohadas Tempur, aunque no sé si también utilizan tecnología de la Nasa como estos últimos". La doctora Freese acaba de regresar de Alemania, "y por mi trabajo me fijo muchísimo en cómo va calzada la gente, cada vez más con los zapatos ortopédicos", en referencia a los de estilo sueco, los alemanes birkenstock o los ya clásicos del doctor Scholl. "Es verdad que son bastante feos, pero siempre hay que encontrar la manera de combinar un buen zapato ortopédico, que no sustituye la terapia pero ayuda, con la elegancia. Y eso las mujeres sabemos hacerlo", sentencia la fisioterapeuta.
Amaya Mena reconoce que hay ocasiones para ponerte tacones y ocasiones para usar los MBT. "Para ir a una boda o a un cóctel uso tacones, para el resto del día MBT. Si hiciéramos otro tipo de zapato ya no serían un producto de salud. Nosotros no hacemos moda, sino que nos ocupamos de la salud".
Sin crisis
La representante de MBT España reconoce que a ellos la crisis no les ha afectado "porque la gente no ahorra en temas sanitarios ni aunque haya crisis" y eso pese a los 200 euros de media que cuestan. La marca en España la controla un irlandés, Benjamin May, que tiene la licencia para toda la Península Ibérica. Si el año pasado sólo en nuestro país había 35 tiendas, ahora ya tienen 68, "y cada vez tenemos más solicitudes".
Porque aunque MBT nació en Barcelona, en la céntrica calle Aribau, y después llegó al barrio de Salamanca en Madrid, lo cierto es que la marca ha saltado ya de los barrios de tronío a zonas mucho más populares y decenas de provincias de España. Para conseguir una licencia y abrir la tienda hay que estar dispuesto a realizar "una inversión mínima inicial de unos 55.000 euros", explica Mena, quien insiste en que lo importante "es que la persona que quiere ser distribuidor nuestro (no tenemos franquiciados) sea conocedor y usuario de nuestro producto. El apoyo que desde MBT ofrecemos en cuanto a publicidad, comercialización (ofrecemos catálogos y DVDs de producto gratis a las tiendas), ferias, relaciones públicas y comercial es muy importante", comenta la portavoz. Pero también tienen que estar dispuestos a recibir un curso de formación "tanto al dueño de la tienda como a sus empleados. Contamos con un equipo de fisioterapeutas que está disponible para resolver cualquier duda de cualquier cliente de nuestra geografía"". Como se ve, todo perfectamente organizado.
Que sea una moda pasajera o resulte un producto de salud que permanezca en el tiempo, sólo el futuro lo dirá. Lo que nadie puede impedir es que cada vez que nos calcemos los 'masai' nos sentimos, en vez de elegantes guerreros de la famosa tribu, unos patos mareados, pero con piernas horrorosas y un equilibrio que deja mucho que desear. Cuestión de tiempo dice el terapeuta. Y de 200 euros claro.
Claro que al ingeniero suizo Karl Müller se le podía haber ocurrido también importar otras cosas de los admirables Masai, en una Europa monógama... Porque un masai posee a la mujer con la que se casa, pero esa mujer puede tener relaciones sexuales con cualquier hombre de la tribu, siempre que ella quiera. Es seguro que este hábito no es tan fácil de incorporar como la forma de andar.
Aquí hay opiniones fundadas de fisioterapéutas: pueden ayudar en algunos casos pero no hacen milagros y son caros.
3 comentarios:
¡Son un auténtico timo!. Compré unos hace trece meses y se han rajado en la suela. Cuando voy a la tienda, me dicen que sólo tienen un año de garantía (lo que es ilegal en España) y que he hecho un mal uso porque no se pueden usar todos los días, ni los días de lluvia (¡claro debe ser porque en la tierra de los masai no llueve nunca!). 250 euros tirados a la basura. ¡No los compreis! Y por favor transmitid este mensaje a todo el que piense en comprarse estos zapatos.
No podría estar más de acuerdo con el comentario anterior.
Me sucedió algo muy similar con una sandalias que me compré en julio de hace cuatro años por la módica cantidad de 240 euros. Antes de que expirara la garantía de un año, y habiéndolas llevado durante menos de cuatro meses (julio, agosto y septiembre de ese año y junio del año siguiente), se me rompió la tira de sujeción al tobillo de la sandalia derecha. Llevé el par con el ticket de compra a la tienda de Zaragoza donde las había comprado (CC Grancasa), y de allí las enviaron a la central de MBT en Barcelona para que estudiaran el problema. La conclusión a la que llegaron es que mi pie derecho claramente tenía que ser deforme. ¿En serio?
Eni opinión, se trata de calzado fabricado en China, con estándares de calidad muy pobres, vendido a precio de Suiza
yo estaba contenta con unos que me habia comprado en España, y en mi estancia en Italia compre otros que al mes empezaron a romperse y a los dos meses estan inservibles,pues la parte mas blandita del tacon se ha degradado y roto solo por empezar a usarla.me he comunicado por e-mail con MBT Italia y me han pedido fotos que he mandado,pero no me han vuelto a contestar ni tengo fe en que lo hagan..creo que no volveré a comprar nunca mas un calzado tan caro y con tan poca garantia....
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