Zaragoza se subleva el 19/07/2012
Nunca en la historia reciente, Zaragoza había vivido un periodo tan largo de protestas continuadas y con la participación de miles de personas de los colectivos más variados. La enorme manifestación de esta tarde ha sido la explosión a tanta rabia acumulada por las salvajadas del Gobierno de Rajoy. Hoy, Zaragoza se ha sublevado en pleno verano.
LA RESPUESTA AL HACHAZO: LAS MANIFESTACIONES. 19J RICARDO BARCELÓ 20/07/2012
Aragón estalla contralos recortes. Miles de personas toman las calles para censurar los ajustes del Gobierno de Rajoy. Organizaciones sindicales y sociales anuncian protestas más contundentes.
Las calles de Aragón dictaron ayer sentencia y dieron un hachazo en toda regla a las políticas de recorte de Rajoy. Cuatro años después del inicio de la crisis, la sociedad aragonesa parece haber dicho Basta ya. El hartazgo fue el común denominador en la manifestación de ayer en Zaragoza, que se convirtió en una de las más contundentes que se recuerdan y que echó a las calles a decenas de miles de ciudadanos --25.000 según la Policía Nacional y unos 200.000, según los sindicatos--, que viven en estado de shock los ajustes aprobados por el Ejecutivo del PP hace apenas una semana.
Unas medidas --subida del IVA, eliminación de la paga extra de Navidad a los funcionarios, recortes a los parados, más impuestos para los autónomos, entre otras-- que han quebrado la confianza en la clase política por parte de los trabajadores públicos, asalariados, parados, autónomos, pequeños empresarios, pensionistas y jóvenes que ven el futuro teñido de negro.
Es el caso de Juan, estudiantes de 4° de la ESO, cuyo padre "ha tenido que salir del país" y residir en Angola para encontrar un puesto de trabajo. "Mi madre es funcionaria y lo que está pasando también me va a afectar a mí", afirmaba ante la atenta mirada de sus compañeros de pupitre, Carlos y Ángel. Es solo uno de los miles de ejemplos de una ciudadanía que dibujó parte del mosaico de indignación que recorrió las vías principales de las ciudades de Aragón y de España.
Motivos había para todos los gustos: el enorme pufo de Bankia, el expolio de un país por parte de la clase política y de las entidades financieras, la ausencia de responsabilidades y de ejemplaridad en la vida institucional, un enorme agujero en los ahorros de miles de familias, escándalos varios y la pérdida de soberanía de un país que quiere recuperar su voz y su voto en las calles. El diagnóstico de los ciudadanos ayer era idéntico: "Estamos ya hartos".
UNIDAD SIN PRECEDENTES
La protesta, convocados por sindicatos y organizaciones sociales de todo tipo bajo el lema Quieren arruinar el país. Hay que impedirlo, aglutinó, por primera vez en muchos años, a todos los colectivos. La manifestación fue de tal dimensión que cuando la pancarta llegaba a la plaza de Europa, todavía había gente saliendo del Paraninfo de la Universidad. "¿Esto impresiona, eh?", comentaba una mujer a su compañera tras concluir el recorrido. El Paseo María Agustín se convirtió ayer en una alfombra de desencanto y de denuncia por la situación política y social que vive España. Una de las pancartas que se podían leer durante el recorrido lo ilustraba bien: "¿Qué vas a decir a tus hijos cuando te pregunten dónde estabas?". De fondo, se podía escuchar: Manos Arriba, esto es un atraco.
Mientras, poco antes de que concluyese la marcha, varios camiones de bomberos pusieron el punto emotivo al atravesar la calle con las luces encendidas y el ruido de las sirenas, que fueron recibidas con una cerrada ovación por parte de los ciudadanos. También se pudo ver a jóvenes charlando con policías locales de forma amistosa. De hecho, la protesta transcurrió pacíficamente y solo hubo que lamentar algún forcejeo a la llegada a la Plaza de Europa entre los representantes de los sindicatos mayoritarios y miembros de CNT.
Las manifestaciones se extendieron también a otros municipios de Aragón, como Huesca, Teruel, Ejea de los Caballeros, Caspe, Sabiñánigo, Jaca, Monzón y Alcañiz, donde miles de ciudadanos mostraron su malestar.
LA PUNTA DEL ICEBERG
A día de hoy todo hace presagiar que estas protestas no se conviertan, a la vuelta de las vacaciones, en la punta del iceberg. Ayer se encargaron de advertirlo los secretarios generales de UGT y CCOO en Aragón, Julián Lóriz y Julián Buey, respectivamente, al señalar que las protestas "no se detendrán" al tiempo que dejaron en el aire una probable huelga general. "Están arruinando a este país y las gentes de sentido común no vamos a permitir que esto vaya pasando", apuntaron al inicio de la protesta. De hecho, plantearon una consulta popular para que los ciudadanos expresen "si quieren desmantelar el Estado social porque hay alternativas y hay otras políticas".
Los sindicatos anunciaron ayer que acabe el mes de julio celebrarán una cumbre social y sindical para decidir el calendario de movilizaciones con el objetivo de implicar a todos los colectivos. Además, también prevén celebrar una gran marcha sobre Madrid en septiembre y emplazarán al Gobierno a que celebre un referéndum
El comunicado final conjunto fue leído por el poeta, dramaturgo y profesor Mariano Anós, que lanzó una pregunta a la muchedumbre: "¿Para qué elegimos un Gobierno que se saca de la manga un programa oculto y estafa así a la ciudadanía? ¿Qué nos va a quedar del Estado social?".
"Jodidos, pero no rendidos"
Los recortes del Gobierno consiguen unir a un amplio y variopinto espectro de colectivos y profesionales. Incluso algunos policías expresaron su adhesión a la movilización
J. HERAS PASTOR 20/07/2012
La indignación no se va de vacaciones. La manifestación de ayer en Zaragoza contra los últimos ajustes del Gobierno de Rajoy superó las expectativas. A pesar de producirse en plenas vacaciones de verano, se convirtió en una de las más multitudinarias que ha habido en la ciudad en los últimos años contra los recortes del actual y el anterior Ejecutivo. Además de la masiva participación, la protesta convocada por UGT y CCOO destacó por el variopinto espectro de colectivos sociales, profesionales y ciudadanos que logró aglutinar. Está claro que la unidad crece con cada dentellada que el Gobierno da a la tijera, lo que ha conseguido que las movilizaciones traspasen el universo de los sindicatos o de las protestas juveniles surgidas hace un año bajo el paraguas del Movimiento 15-M.
La prueba de esta pluralidad quedó reflejada en el gesto de adhesión a la causa que realizaron miembros de los cuerpos de seguridad. Varios furgones de la Policía y camiones de los Bomberos, que se encontraban a la cola de la manifestación en labores de servicio, no dudaron en hacer sonar las sirenas durante un cuarto de hora, un símbolo de protesta que fue vitoreado por los manifestantes.
Todos ellos son empleados públicos, cuya presencia predominó en la marcha. No en vano, es uno de los sectores más golpeados por los recortes del Gobierno, que ha suprimido la paga de Navidad a los funcionarios. "No me movilizo por que me quiten una extra, sino por que mis hijos y los que vengan puedan tener unos servicios públicos de calidad", defendía Rubén Eito, enfermero del Salud. "Los recortes no me importan tanto como que estén quitando el dinero a los que menos tiene para dárselo a los más poderosos", remarcaba José Ramón Solans, profesor universitario. "La gente se ha dado cuenta de que tiene que salir a la calle a luchar por sus derechos", alentaba Evangelino Navarro, miembro de CSIF, el mayor sindicato de empleados públicos.
Entre los funcionarios era muy visible y numerosa la participación de los miembros de la Marea Verde en defensa de la educación pública. María Almalé y María Castilla son dos maestras de Primaria que forman parte de este colectivo que no faltaron a la cita. "No sé si las movilizaciones servirán para cambiar algo pero al menos se escucha la voz de la calle. Parece que no tenemos derecho ni a quejarnos", lamentaron.
Entre la amalgama de movimientos reivindicativos de la manifestación se encontraba la Marea Naranja surgida en defensa de los servicios sociales. "Hace dos meses que nació el colectivo y cada protesta que hacemos duplicamos la participación", explicó Alicia Corredor, trabajadora de este sector.
De todos los colores
A la manifestación también se sumó una nutrida cuadrilla de Bomberos de Zaragoza equipados con la indumentaria de trabajo, mientras un grupo de jóvenes desfiló en ropa interior con la pancarta Nos han dejado en bragas. Con color blanco se distinguieron los médicos y enfermeros que acudieron ataviados con la bata de trabajo. Trabajadores de Correos con paraguas amarillos y profesores universitarios con camisetas negras en señal de luto ampliaron el colorido de la marcha, en la que también portaron pancartas propias los empleados de grandes empresas como BSH (Balay), CAF, HP o Renfe. El bochornoso episodio protagonizado por la diputada del PP Andrea Fabra no pasó desapercibido para los manifestantes, que ironizaron con su comentario en las pancartas. Jodidos sí, pero no rendidos, era uno de los lemas más aclamados.
En la parte final de la marcha, a ritmo de dulzainas y timbales, se colocó el llamado Bloque Crítico, formado por el Movimiento 15-M y sindicatos como CGT y SOA. A este último pertenece Luis Bitria, quien está convencido de que las protestas van a ir a más. "Cuanto más se endurezcan los recortes, más unidos iremos. No queda otro remedio. Eso sí, juntos pero no revueltos".
Aragón toma sus calles masivamente contra la estafa capitalista
Los recortes del Gobierno consiguen unir a un amplio y variopinto espectro de colectivos y profesionales. Incluso algunos policías expresaron su adhesión a la movilización
J. HERAS PASTOR 20/07/2012
La indignación no se va de vacaciones. La manifestación de ayer en Zaragoza contra los últimos ajustes del Gobierno de Rajoy superó las expectativas. A pesar de producirse en plenas vacaciones de verano, se convirtió en una de las más multitudinarias que ha habido en la ciudad en los últimos años contra los recortes del actual y el anterior Ejecutivo. Además de la masiva participación, la protesta convocada por UGT y CCOO destacó por el variopinto espectro de colectivos sociales, profesionales y ciudadanos que logró aglutinar. Está claro que la unidad crece con cada dentellada que el Gobierno da a la tijera, lo que ha conseguido que las movilizaciones traspasen el universo de los sindicatos o de las protestas juveniles surgidas hace un año bajo el paraguas del Movimiento 15-M.
La prueba de esta pluralidad quedó reflejada en el gesto de adhesión a la causa que realizaron miembros de los cuerpos de seguridad. Varios furgones de la Policía y camiones de los Bomberos, que se encontraban a la cola de la manifestación en labores de servicio, no dudaron en hacer sonar las sirenas durante un cuarto de hora, un símbolo de protesta que fue vitoreado por los manifestantes.
Todos ellos son empleados públicos, cuya presencia predominó en la marcha. No en vano, es uno de los sectores más golpeados por los recortes del Gobierno, que ha suprimido la paga de Navidad a los funcionarios. "No me movilizo por que me quiten una extra, sino por que mis hijos y los que vengan puedan tener unos servicios públicos de calidad", defendía Rubén Eito, enfermero del Salud. "Los recortes no me importan tanto como que estén quitando el dinero a los que menos tiene para dárselo a los más poderosos", remarcaba José Ramón Solans, profesor universitario. "La gente se ha dado cuenta de que tiene que salir a la calle a luchar por sus derechos", alentaba Evangelino Navarro, miembro de CSIF, el mayor sindicato de empleados públicos.
Entre los funcionarios era muy visible y numerosa la participación de los miembros de la Marea Verde en defensa de la educación pública. María Almalé y María Castilla son dos maestras de Primaria que forman parte de este colectivo que no faltaron a la cita. "No sé si las movilizaciones servirán para cambiar algo pero al menos se escucha la voz de la calle. Parece que no tenemos derecho ni a quejarnos", lamentaron.
Entre la amalgama de movimientos reivindicativos de la manifestación se encontraba la Marea Naranja surgida en defensa de los servicios sociales. "Hace dos meses que nació el colectivo y cada protesta que hacemos duplicamos la participación", explicó Alicia Corredor, trabajadora de este sector.
De todos los colores
A la manifestación también se sumó una nutrida cuadrilla de Bomberos de Zaragoza equipados con la indumentaria de trabajo, mientras un grupo de jóvenes desfiló en ropa interior con la pancarta Nos han dejado en bragas. Con color blanco se distinguieron los médicos y enfermeros que acudieron ataviados con la bata de trabajo. Trabajadores de Correos con paraguas amarillos y profesores universitarios con camisetas negras en señal de luto ampliaron el colorido de la marcha, en la que también portaron pancartas propias los empleados de grandes empresas como BSH (Balay), CAF, HP o Renfe. El bochornoso episodio protagonizado por la diputada del PP Andrea Fabra no pasó desapercibido para los manifestantes, que ironizaron con su comentario en las pancartas. Jodidos sí, pero no rendidos, era uno de los lemas más aclamados.
En la parte final de la marcha, a ritmo de dulzainas y timbales, se colocó el llamado Bloque Crítico, formado por el Movimiento 15-M y sindicatos como CGT y SOA. A este último pertenece Luis Bitria, quien está convencido de que las protestas van a ir a más. "Cuanto más se endurezcan los recortes, más unidos iremos. No queda otro remedio. Eso sí, juntos pero no revueltos".
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