martes, septiembre 18, 2012

Escucha la charla con la premio Goldman 2012, Sofía Gatica, sobre las consecuencias de vivir junto a campos de soja transgénica fumigada con Glifosato (Round Up)

Escucha la charla con la premio Goldman 2012, Sofía Gatica, sobre las consecuencias de residir junto a cultivos de soja transgénica fumigada con Glifosato (Round Up)
Ayer visitó Zaragoza Sofía Gatica, muy bien acompañada de su vecina argentina María y de Angelika de la organización alemana Global Agriculture, que ha hecho posible su gira por Europa dentro de la campaña “Good Food March” que ya ha llegado a Bruselas . Gracias a Ecologistas en Acción y el Movimiento por un Aragón sin Transgénicos y hacia la Soberanía Alimentaria, tuvimos el placer de escuchar esta charla que hoy compatimos y os animamos a disfrutar y difundir.
Juan Carlos Simón, agricultor de Tauste (Zaragoza) presentó la charla y participó en el debate aportando su experiencia como campesino contaminado por maiz transgénico e impulsor de iniciativas para conservar y cultivar variedades locales.
Sofía y María nos contagiaron su entusiasmo, alegría y digna lucha contra la soja transgénica y el glifosato que impone, un veneno terrible que ha costado la vida a un montón de personas del barrio de Ituzaingó en Córdoba, la segunda ciudad más poblada de Argentina. Las malformaciones, tumores y casos de cánceres se suceden como un genocidio, consecuencia directa de las fumigaciones de campos transgénicos a través de avionetas que echan glifosato (así como otros agrotóxicos como el endosulfán), un herbicida asesino que acaba con la vida en la tierra y afecta gravemente a todos los seres vivos.
Sofía incidió en la interrelación del masivo e intensivo cultivo de soja transgénica por toda Argentina con el consumo en Europa de carnes de animales provenientes de la ganadería industrial (como el Ternasco de Aragón, sin ir más lejos) y alimentados con esa soja transgénica. Como consumidores, por tanto, tenemos una responsabilidad y la capacidad de cambiar las cosas y apostar por la Soberanía Alimentaria.
Argentina, nos contaron Sofía y María, es uno de los mayores exportadores mundiales de soja. Soja que llega a nuestros platos a través de los filetes y de los compuestos que se introducen en una lista tremenda de productos (de chicles a fritangas). Está comprobado científicamente (a pesar de que Mosanto, intersada en su fomento, diga lo contrario) que incluso en bajas concentraciones el glifosato provoca la muerte de embriones humanos, células de la placenta y del cordón umbilical.
En Zaragoza se está usando el glifosato de espaldas a la ciudadanía, como plaguicida en los jardines. Algo que se está empezando a conocer y está recibiendo la oposición de vecinos de barrios que no quieren tóxicos junto a sus casas.
Hace trece años, Sofía Gatica, dio a luz a una hija. Tres días más tarde, los riñones de la bebé fallaron. Decidida a averiguar lo que mató a su hija, comenzó a hablar con sus vecinos en Ituzaingó, un barrio de clase trabajadora de 6.000 personas en el centro de Argentina, rodeado de campos de soja, quedó impresionada y alarmada ante la prevalencia de problemas de salud que aquejan a su comunidad sin explicación.
Gatica se reunió con un grupo de vecinos a su casa y hablaron de sus experiencias. Aunque no tenia experiencia en la organización, Gatica es co-fundadora de las Madres de Ituzaingó, un grupo de 16 madres que, como María, trabajan juntas para poner fin al uso indiscriminado de agroquímicos.
Gatica y el grupo de madres empezaron a ir de puerta en puerta y llevaron a cabo el primer estudio epidemiológico de la zona y descubrir los graves efectos que la fumigación con pesticidas sobre la gente del barrio.
Los resultados demostraron que las tasas de cáncer eran 41 veces el promedio nacional (médicos sospechan que muchos otros casos no se denuncian), así como las altas tasas de enfermedades neurológicas y respiratorias, defectos de nacimiento y la mortalidad infantil.
Estos resultados que confirman sus peores temores, las Madres de Ituzaingó y reunieron a los grupos ecologistas en la Argentina para poner en marcha la campaña ”deje de pulverizar”. Advirtieron al público sobre los peligros de los pesticidas, mostrando en las conferencias de prensa, charlas y donde fuese necesario: demostraciones y materiales publicados. También se reunieron con instituciones de investigación para solicitar los estudios científicos para confirmar lo que había observado en Ituzaingó.
Gatica y las Madres de Ituzaingó se enfrentaron en una batalla cuesta arriba, con muy pocos recursos o ningún acceso directo para exigir la rendición de cuentas de Monsanto, DuPont y otras compañías de agroquímicos globales que operan en la Argentina. También soportaron los insultos y amenazas por parte de individuos, oficiales de policía, y los propietarios de locales de negocios en Ituzaingó. En 2007, un individuo entró en la casa de Gatica y le exigió que renunciar a la campaña, mientras que le apuntaba con un revólver.
A pesar de todos estos desafíos, Gatica y la defensa de las madres, lograron que en 2008, la presidenta de Argentina ordene al ministro de Salud investigar el impacto del uso de plaguicidas en Ituzaingó y un estudio resultante realizado por el Departamento de Medicina de la Universidad de Buenos Aires corroboró las investigaciones puerta a puerta de las madres que vinculan la exposición a plaguicidas para el público salud.
También lograron que una ordenanza municipal aprobada prohíba la fumigación aérea en Ituzaingó a una distancia menor de 2.500 metros de las residencias. Luego, en una victoria sin precedentes, en le 2010, la Corte Suprema no sólo prohibió que se aplicaran agrotóxicos cerca de zonas pobladas, sino que también invirtió la carga de la prueba, en lugar de los residentes que demuestren que la fumigación causa daño, el gobierno y los productores de soja ahora debe demostrar que los productos químicos son segura.
Ahora, están trabajando en la campaña de suspensión de fumigación para prohibir toda las fumigaciones aéreas en la Argentina y crear zonas de aislamiento, para que no se utilicen agroquímicos en las proximidades de zonas residenciales y vías fluviales, y están presionando para que una prohibición nacional sobre el glifosato también.
Os recomendamos escuchar esta interesantísima charla, en la que se habla de estos temas y de otros relacionados. Desgraciadamente, el poder de multinacionales como Monsanto (y otras como Bayer, Pioneer, Dupont o Syngenta) es enorme, y estos conflictos ya están llegando a Europa. Estamos a tiempo de impedir una catástrofe mayor.

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