Un cristiano en pecado mortal. ANDRÉS SANJURJO MARTÍNEZ - Ferrol, A Coruña EL PAÍS - Opinión - 15-11-2009
El portavoz de la Conferencia Episcopal, Juan A. Martínez Camino, con las declaraciones efectuadas el pasado día 12 de noviembre y publicadas en EL PAÍS en relación a la ley del aborto parece querer llevarnos a siglos atrás, cuando imperaba la Santa Inquisición y a los herejes les esperaba la hoguera.
A lo largo del siglo XX no fueron tan tajantes con los poderosos, como con el Holocausto nazi, cuando el papa Pío XII miraba para otro lado, o con los fusilamientos del franquismo, que justificaban, pues salían bajo palio con el dictador. Vienen ahora a ensañarse con el dolor de las mujeres que, aunque sea dentro de la ley, para ellas debe de ser muy traumático abortar.
Me considero cristiano y soy votante de la izquierda, por lo tanto apoyo esta ley que está tramitando el Gobierno, y según el criterio de la Conferencia Episcopal estoy en pecado mortal y excomulgado, pero quiero decirle que mis faltas las tramito directamente con Jesucristo, pues intermediarios como ustedes no me sirven para nada, mi filosofía es amar y ayudar al prójimo y -como es el caso- dentro de las leyes que salen del Parlamento.
Y qué decir de los avances de la ciencia en la investigación con células madre o selección embrionaria que ustedes rechazan. ¿Se creen que Dios estaría en contra de curar las enfermedades de nuestros hermanos.
El portavoz de la Conferencia Episcopal, Juan A. Martínez Camino, con las declaraciones efectuadas el pasado día 12 de noviembre y publicadas en EL PAÍS en relación a la ley del aborto parece querer llevarnos a siglos atrás, cuando imperaba la Santa Inquisición y a los herejes les esperaba la hoguera.
A lo largo del siglo XX no fueron tan tajantes con los poderosos, como con el Holocausto nazi, cuando el papa Pío XII miraba para otro lado, o con los fusilamientos del franquismo, que justificaban, pues salían bajo palio con el dictador. Vienen ahora a ensañarse con el dolor de las mujeres que, aunque sea dentro de la ley, para ellas debe de ser muy traumático abortar.
Me considero cristiano y soy votante de la izquierda, por lo tanto apoyo esta ley que está tramitando el Gobierno, y según el criterio de la Conferencia Episcopal estoy en pecado mortal y excomulgado, pero quiero decirle que mis faltas las tramito directamente con Jesucristo, pues intermediarios como ustedes no me sirven para nada, mi filosofía es amar y ayudar al prójimo y -como es el caso- dentro de las leyes que salen del Parlamento.
Y qué decir de los avances de la ciencia en la investigación con células madre o selección embrionaria que ustedes rechazan. ¿Se creen que Dios estaría en contra de curar las enfermedades de nuestros hermanos.
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