ENSEÑANZA Educación medirá en abril y mayo el nivel de los alumnos de Primaria y ESO. Por segundo año, examinará a los estudiantes de matemáticas, lengua y, por primera vez, también de artes y tecnologías. La evaluación busca detectar y corregir fallos en el sistema. HERALDO. Zaragoza
El Departamento de Educación medirá por segundo año consecutivo el nivel que tienen todos los alumnos aragoneses de cuarto de Primaria y segundo de ESO -unos 25.000 en total- en algunas de las materias que estudian. El pasado curso ya evaluó sus capacidades en lengua, matemáticas y, en algunos casos experimentales, también idiomas. En esta ocasión, se les examinará también de artes y tecnologías.
Estas pruebas las pasarán todos los estudiantes de los citados cursos, sean de centros públicos, concertados o privados. Solo se excluirán aquellos con necesidades educativas que les impidan hacer los exámenes y a los que estén escolarizados en España desde hace menos de un curso y, además, no hablen español.
Con este plan -derivado de la implantación de la Ley orgánica de Educación (LOE)- se pretende detectar los puntos débiles del sistema educativo y tomar después las medidas oportunas. Los resultados de las pruebas de evaluación serán confidenciales y no influirán en las calificaciones del alumno. Servirán solo para tener un diagnóstico y ver si hay que rediseñar alguna de las políticas educativas vigentes o implantar otras nuevas.
Además, cada centro hará un plan de mejora en función de las debilidades que detecte en los exámenes de sus alumnos. Cuando estos controles lleven ya unos años será cuando se pueda analizar mejor las conclusiones, ya que se podrá ver la evolución del nivel de los estudiantes de distintas generaciones.
Esta evaluación comenzó la pasada primavera y tiene una periodicidad anual y en cada ocasión se examina a los alumnos de unas áreas. El objetivo es que en tres cursos se hayan abordado todas las competencias básicas: comunicación lingüística, matemáticas, conocimiento e integración con el mundo físico, culturales y artísticas... En 2009, se empezó con las áreas de Lengua, Matemáticas y, en algunos casos experimentales, también idiomas. Ahora se suman artes y tecnologías.
Parecido al examen Pisa
Los estudiantes no deben prepararse específicamente ni preocuparse por estos exámenes, ya que no se medirán sus conocimientos puros y duros sobre una materia concreta, sino sus habilidades y competencias para aplicar lo que saben y resolver problemas o situaciones. Es decir, serán similares a los que se utilizan para el conocido informe Pisa que se hace entre los países de la OCDE. Pero, a diferencia de Pisa, que lo deben hacer solo una muestra de estudiantes, esta evaluación la han hecho o la van a hacer todos los de segundo de ESO y cuarto de Primaria.
Las pruebas aragonesas se hacen en esos cursos porque son los indicados para atajar los problemas que se puedan detectar. Son los años en los que, una vez visto qué falla, los profesores aún tienen margen para actuar y corregir. Si se hiciera el último año de la etapa, por ejemplo, no daría tiempo a subsanar las deficiencias.
El Departamento de Educación medirá por segundo año consecutivo el nivel que tienen todos los alumnos aragoneses de cuarto de Primaria y segundo de ESO -unos 25.000 en total- en algunas de las materias que estudian. El pasado curso ya evaluó sus capacidades en lengua, matemáticas y, en algunos casos experimentales, también idiomas. En esta ocasión, se les examinará también de artes y tecnologías.
Estas pruebas las pasarán todos los estudiantes de los citados cursos, sean de centros públicos, concertados o privados. Solo se excluirán aquellos con necesidades educativas que les impidan hacer los exámenes y a los que estén escolarizados en España desde hace menos de un curso y, además, no hablen español.
Con este plan -derivado de la implantación de la Ley orgánica de Educación (LOE)- se pretende detectar los puntos débiles del sistema educativo y tomar después las medidas oportunas. Los resultados de las pruebas de evaluación serán confidenciales y no influirán en las calificaciones del alumno. Servirán solo para tener un diagnóstico y ver si hay que rediseñar alguna de las políticas educativas vigentes o implantar otras nuevas.
Además, cada centro hará un plan de mejora en función de las debilidades que detecte en los exámenes de sus alumnos. Cuando estos controles lleven ya unos años será cuando se pueda analizar mejor las conclusiones, ya que se podrá ver la evolución del nivel de los estudiantes de distintas generaciones.
Esta evaluación comenzó la pasada primavera y tiene una periodicidad anual y en cada ocasión se examina a los alumnos de unas áreas. El objetivo es que en tres cursos se hayan abordado todas las competencias básicas: comunicación lingüística, matemáticas, conocimiento e integración con el mundo físico, culturales y artísticas... En 2009, se empezó con las áreas de Lengua, Matemáticas y, en algunos casos experimentales, también idiomas. Ahora se suman artes y tecnologías.
Parecido al examen Pisa
Los estudiantes no deben prepararse específicamente ni preocuparse por estos exámenes, ya que no se medirán sus conocimientos puros y duros sobre una materia concreta, sino sus habilidades y competencias para aplicar lo que saben y resolver problemas o situaciones. Es decir, serán similares a los que se utilizan para el conocido informe Pisa que se hace entre los países de la OCDE. Pero, a diferencia de Pisa, que lo deben hacer solo una muestra de estudiantes, esta evaluación la han hecho o la van a hacer todos los de segundo de ESO y cuarto de Primaria.
Las pruebas aragonesas se hacen en esos cursos porque son los indicados para atajar los problemas que se puedan detectar. Son los años en los que, una vez visto qué falla, los profesores aún tienen margen para actuar y corregir. Si se hiciera el último año de la etapa, por ejemplo, no daría tiempo a subsanar las deficiencias.
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