La Seguridad Social acusa de engaño al dueño de Fincas Corral. CRISTINA DELGADO - Barcelona EL PAÍS - Economía - 21-06-2010
La Tesorería General de la Seguridad Social envió el pasado 17 de junio un escrito al juzgado de instrucción número 26 de Barcelona, encargado de las diligencias previas contra el empresario Josep Xicola, propietario de Fincas Corral, acusado de presuntos delitos de estafa, asociación ilícita e insolvencia punible. En el escrito quería advertirle de que "se siente víctima de una actuación desleal por parte de Xicola".
El documento, al que ha tenido acceso este diario, denuncia que el empresario, que quería comprar Air Comet y Viajes Marsans, se dirigió a la Tesorería de la Segurid
La Tesorería General de la Seguridad Social envió el pasado 17 de junio un escrito al juzgado de instrucción número 26 de Barcelona, encargado de las diligencias previas contra el empresario Josep Xicola, propietario de Fincas Corral, acusado de presuntos delitos de estafa, asociación ilícita e insolvencia punible. En el escrito quería advertirle de que "se siente víctima de una actuación desleal por parte de Xicola".
El documento, al que ha tenido acceso este diario, denuncia que el empresario, que quería comprar Air Comet y Viajes Marsans, se dirigió a la Tesorería de la Segurid
ad Social para ofrecerse como avalista de la deuda que acumulaba con ella la aerolínea, ofreciendo fincas que ya tenían cargas hipotecarias.
Air Comet, propiedad del presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, y de Gonzalo Pascual, cargaba en febrero con una abultada deuda a la Seguridad Social: 17,2 millones de euros. La Tesorería se puso en contacto con dicha empresa para exigirle el dinero, y le concedió en marzo un aplazamiento a cambio de una garantía hipotecaria inmobiliaria.
Un año investigado
Josep Xicola, explica el letrado de la Tesorería, se ofreció para aportar esos avales. El empresario estaba tratando de comprar la aerolínea, y negociaba con Díaz Ferrán un acuerdo. Lo que no sabía Xicola es que llevaba un año siendo investigado. Los Mossos d'Esquadra abrieron una investigación un año antes, tras recibir numerosas denuncias de los trabajadores de la inmobiliaria y de proveedores, que no cobraban.
El 30 de abril iba a cerrar definitivamente la operación de Air Comet, pero quedó frustrada cuando la policía arrestó al empresario, actualmente en libertad con cargos.Xicola, que siempre se presentaba como experto en reflotar empresas en crisis, se hizo con Fincas Corral en 2008 y aseguró que la sacaría de la quiebra mezclando el negocio de la venta de pisos con el de productos de belleza fabricados con aloe vera.
La policía lo considera el cerebro de una organización que habría articulado un fraude basado en compras continuadas de empresas casi quebradas a cambio de cobrar comisiones. Las sociedades eran después abandonadas, y el nuevo dueño no cumplía sus compromisos con proveedores y plantilla.
Air Comet, propiedad del presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, y de Gonzalo Pascual, cargaba en febrero con una abultada deuda a la Seguridad Social: 17,2 millones de euros. La Tesorería se puso en contacto con dicha empresa para exigirle el dinero, y le concedió en marzo un aplazamiento a cambio de una garantía hipotecaria inmobiliaria.
Un año investigado
Josep Xicola, explica el letrado de la Tesorería, se ofreció para aportar esos avales. El empresario estaba tratando de comprar la aerolínea, y negociaba con Díaz Ferrán un acuerdo. Lo que no sabía Xicola es que llevaba un año siendo investigado. Los Mossos d'Esquadra abrieron una investigación un año antes, tras recibir numerosas denuncias de los trabajadores de la inmobiliaria y de proveedores, que no cobraban.
El 30 de abril iba a cerrar definitivamente la operación de Air Comet, pero quedó frustrada cuando la policía arrestó al empresario, actualmente en libertad con cargos.Xicola, que siempre se presentaba como experto en reflotar empresas en crisis, se hizo con Fincas Corral en 2008 y aseguró que la sacaría de la quiebra mezclando el negocio de la venta de pisos con el de productos de belleza fabricados con aloe vera.
La policía lo considera el cerebro de una organización que habría articulado un fraude basado en compras continuadas de empresas casi quebradas a cambio de cobrar comisiones. Las sociedades eran después abandonadas, y el nuevo dueño no cumplía sus compromisos con proveedores y plantilla.
El presunto estafador catalán, detenido en mayo por los Mossos, inauguró un nuevo método de engaño Domingo, 18 de julio del 2010 ANTONIO BAQUERO BARCELONA
A su manera, fue un pionero. En Catalunya, nadie nunca había llevado a cabo la estafa que a él le hizo famoso. Josep Xicola, que ya tenía antecedentes, saltó a los medios de comunicación cuando adquirió Fincas Corral, presentándose como el innovador empresario que iba a revivir el sector inmobiliario.
«¿Ha visto El Golpe y cómo montan una parafernalia para engatusar a quien quieren timar? Xicola y sus socios hacían lo mismo», dice un responsable de la División de Investigación Criminal de los Mossos d'Esquadra, cuyos agentes investigaron durante ocho meses a Xicola y acumularon pruebas por estafa, asociación ilícita e insolvencia punible en la primera operación policial en España contra un liquidador. Xicola y sus socios contactaban con empresarios en apuros y aparecían en coches de alta gama, les invitaban a comer a restaurantes de lujo y presentaban planes de viabilidad.
Sin pagar una factura
Al final, Xicola compraba esas empresas por un euro simbólico y asumía las deudas del propietario después de que este le pagara en negro el 3% de lo que debía. Ese, en apariencia, pequeño porcentaje permitió a este individuo ganar, según los mossos, cerca de 25 millones de euros con la adquisición de unas 60 empresas. «Iba a la carrera, como si quisiera ganar lo máximo en el menor tiempo posible. Todo el dinero está fuera. Él no tiene ninguna cuenta ni ninguna propiedad a su nombre. Ni el alquiler del chalet de lujo en que vivía», dice este responsable de mossos.
Unos 30 empresarios denunciaron a Xicola. «Les cobraba el 3% del pasivo pero no cambiaba el nombre en el registro con lo que el antiguo dueño continuaba como titular de la empresa, con lo que las deudas y los recibos seguían llegándo a su nombre».
«La compra de Fincas Corral fue un trampolín. Aparecer como dueño de esa gran inmobiliaria le dio una imagen de poderío que utilizó para adquirir otras empresas en apuros», comentan esos responsables, que detallan como Xicola exprimía las empresas que compraba: «Usaba los teléfonos y las tarjetas de esas empresas hasta que le cortaban el suministro».
Un efecto secundario de la crisis
Se compra empresa en quiebra
Algunos compradores malvenden el patrimonio de las sociedades y las usan para cometer fraudes. Decenas de compañías se ofrecen en internet para adquirir negocios o comercios con pérdidas
Domingo, 18 de julio del 2010 ANTONIO BAQUERO / ALBA G. LAGUNA BARCELONA
¿Quién en su sano juicio iba a adquirir una compañía en quiebra, con deudas con bancos y proveedores, con el patrimonio embargado y con salarios pendientes? En teoría, nadie. Sin embargo, desde hace meses se han multiplicado las compañías que, en internet, se ofrecen a comprar empresas o comercios en números rojos. Algunos de esos compradores son avispados hombres de negocios capaces de revitalizar esas compañías. Pero la mayoría no son más que empresarios sin escrúpulos que despiezan y malvenden el patrimonio de esas empresas que compran, o estafadores que engañan a empresarios desesperados.
La crisis, que ha dejado al borde del abismo a centenares de empresas, ha ofrecido un ecosistema ideal para esos depredadores bautizados ya como liquidadores. Sus anuncios son explícitos: «Si su tienda o negocio pasa un mal momento se lo compramos al contado»; «Compramos todo tipo de empresas, no importa tamaño ni tipo de deuda, garantizamos la responsabilidad de la gestión anterior y de las deudas»; «Si desea vender su empresa en dificultades, nos quedamos con ella, asumiendo ante notario las deudas»; «Compro empresas en crisis. No importa estado. ¡Libérese de sus problemas!»
INTENTO CON EL MALLORCA / Los liquidadores se presentan como último recurso a empresarios al borde de la quiebra y con los acreedores a punto de arrebatarles incluso su patrimonio familiar. Ofrecen quedarse con esas empresas y asumir todas sus deudas, liberándoles de una ruina económica. A cambio, las adquieren por cantidades simbólicas (un euro). Algunos, como contrapartida por quitarles de encima ese problema, exigen a sus propietarios el 3% de lo que debían a los bancos. En el mundo de la compra de empresas hundidas, el que acaba pagando es el que vende. Suelen adquirir pymes aunque han caído en sus manos grandes compañías como Fincas Corral. Se sospecha que empresas de Gerardo Díaz-Ferran (presidente de la CEOE) han sido adquiridas por liquidadores, que intentaron quedarse el Real Mallorca.
Los liquidadores sacan el máximo partido a esas empresas. Venden la maquinaria, los estocs, los vehículos, los ordenadores y los locales y emplean todo tipo de métodos para cobrar lo que los clientes debían al anterior propietario. En cuanto a la deuda, intentan renegociarla con los bancos. Si no lo consiguen, se amparan en que en España nadie va a la cárcel por tener deudas. La única figura penal que castiga lo que hacen, la insolvencia punible, no suele aplicarse pues ellos siempre pueden argumentar que quisieron reflotar la empresa y no lo lograron.
Un reportero de este diario se hizo pasar por empresario en quiebra y contactó con liquidadores. «Me importa tres carajos que tengas el patrimonio embargado o lo que debas. Te compro la empresa por un euro y tú te olvidas. Ya veré qué hago, si la refloto, la desguazo o la dejo inactiva para otras historias», dijo.
«Yo renegocio la deuda con los acreedores; cuanto más la rebajo más gano. A veces acordamos anular la deuda a cambio de que otra empresa mía les compre material», explicó. Su prioridad son las empresas que deben dinero a la compañía que él compra. «Voy a por ellos. Hago que me paguen o en metálico o en especie», dice.
IDEAL PARA TESTAFERROS / Existe un amplio abanico de acciones para las que una empresa real pero sin actividad es útil. «Después de ser desguazadas, las mantienen en punto muerto usándolas para todo tipo de fraudes», señalan fuentes policiales especializadas en delitos económicos. «Emiten facturas falsas con las que defraudan el IVA, crean contratos ficticios que venden a inmigrantes para que regularicen su situación, las usan para simular intercambios comerciales y así transferir cantidades de dinero de una empresa a otra en tramas de blanqueo de dinero o las alquilan a testaferros», dicen esas fuentes.
* De empresarios a pícaros
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