La Carrera de obstáculos de Equo en las elecciones del 20N
por Alejandro Sánchez
Sabíamos que era una empresa difícil, cuando presentamos el proyecto EQUO en septiembre del año pasado. Evidentemente, la injusta Ley Electoral no ayuda a que nuevas formaciones políticas se presenten a las elecciones en España. Menos aún a unas generales. La falta de medios materiales con la que nos enfrentamos y la decisión de no acudir a ningún tipo de préstamos financieros o de donativos de grandes empresas hacía la aventura realmente complicada. Todo ello, sin embargo, lo afrontamos con mucha ilusión, animados por el entusiasmo de los cientos de personas que hemos encontrado en todos los rincones del país, y el modesto apoyo de los verdes europeos, expresado económicamente a través de unas aún más modestas aportaciones para la organización de algunas jornadas y eventos (menos de 25.000 euros hasta la fecha). Nada que ver con “los millones de Cohn-Bendit” de los que alguno ha hablado.
Poco a poco nos hemos abierto un hueco nada fácil en la política española, entre el bipartidismo feroz alimentado por los grandes miembros de comunicación, y las minorías ya sentadas en el Parlamento decididas a no dejar que nada más se mueva bajo el sol de la democracia. Pero el tesón de un puñado de ciudadanos y ciudadanas, alimentado por el apoyo moral y material de otros cuantos miles están aupando a EQUO hacia las elecciones del 20 noviembre, hasta el punto que empezamos a aparecer en las encuestas.
Somos ya más de 2.500 los ciudadanos que nos hemos comprometido con este proyecto de ecología política y equidad social. Casi 10.000 los que han expresado su clara simpatía a través del formulario de la Equomunidad. Y más de 45.000 los que han apretado el botón “Me gusta” en nuestra página de Facebook. Es un gran principio, pero su materialización para llegar a las urnas está siendo una carrera de obstáculos aún mayores que los previstos.
Porque estábamos preparados para una Ley Electoral que castiga injustamente a las alternativas minoritarias y beneficia claramente el bipartidismo o las opciones nacionalistas. También éramos conscientes de nuestra falta de recursos. Enfrentamos con dignidad un imprevisto adelanto electoral de varios meses -la enésima jugarreta de Zapatero- e incluso superamos con nota la barrera de obtener las firmas del 0,1% del censo electoral en cada circunscripción para podernos presentar. Esta última no ha sido una tarea menor, como algunos han supuesto tras conseguir el apoyo de más de 80.000 ciudadanos. Ha supuesto un esfuerzo titánico, solo superado gracias a la implicación de muchos cientos de voluntarios y voluntarias que han pateado las calles de pueblos y ciudades. De hecho, la recogida de avales y el adelanto electoral combinados han impedido que EQUO se pueda presentar en las 48 circunscripciones que tenía previstas, dejando aparte las cuatro provincias catalanas.
Aún con todo esto, EQUO se presenta en 43 provincias, el 82% de España, en cinco de ellas en coalición con otras fuerzas afines. Pero para la Junta Electoral Central esto no es suficiente para ser considerada una fuerza de ámbito estatal y tener derecho a espacios gratuitos en las emisiones nacionales de la radiotelevisión pública. Porque las 38 provincias donde nos presentamos en solitario “solamente” suponen el 74% del territorio, y se necesita el 75% para tener ese “derecho”. Las otras cinco provincias no cuentan por ir en coalición, a pesar de que el nombre EQUO figura destacadamente en todas ellas, y en el caso valenciano incluso figura en el logotipo de la papeleta. Tampoco parece servir que en Baleares y Santa Cruz de Tenerife -las otras dos provincias donde vamos en coalición- tengamos candidaturas en solitario al Senado para las islas de Menorca, La Palma y La Gomera. Quién puso ese 75% como umbral, y por qué no computan estas cinco circunscripciones es un misterio, pero según la JEC, dependiente de un Parlamento gobernado por ya saben ustedes quien, ello nos impide disfrutar de esos espacios gratuitos.
Pero no se crean que estamos hablando de salir en el Telediario. Los espacios gratuitos a las fuerzas sin representación parlamentaria, que es nuestro caso por presentarnos por primera vez, están limitados a un máximo de diez minutos de emisión a lo largo de las dos semanas de campaña, en La 2 y en horario de madrugada. Realmente, no solo nos humillan, sino que se ríen de nosotros. Luego se sorprenden y se rasgan las hipócritas vestiduras porque el pasado 15 de octubre decenas de miles de ciudadanos pidiéramos en las calles DEMOCRACIA REAL YA.
¿Saben ustedes cuántas fuerzas parlamentarias han defendido el derecho de EQUO a usar esos ridículos espacios que ahora se rellenan con anuncios de la propia TVE -o sea que no se pierde dinero como antes por sustituir publicidad-? Efectivamente, ningún partido a alzado la voz. ¿Saben cuántos pidieron que se retirara el nuevo obstáculo de los avales de la última reforma de enero? Así es, ninguno también. Ni siquiera los que se llenan la boca continuamente pidiendo la reforma electoral… sólo para lo que les conviene.
Recuerdo cuando salían en la tele, uno detrás de otro, los representantes de partidos totalmente desconocidos, algunos realmente rocambolescos. Supuestamente para evitar ese dispendio, más el gasto en papeletas, censos, etc., era por lo que habían impuesto el requisito de los avales. Pero ahora se ve a las claras que ese no era el motivo. Se trataba de poner nuevos obstáculos a la democracia participativa, blindar el bipartidismo y el status quo. Desde luego si conseguimos llegar a tener representación parlamentaria -y creo que la vamos a conseguir-, podremos sentirnos orgullosos de haber superado esta larga carrera de obstáculos, porque nadie nos está regalando nada.
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