Juan López de Uralde se presenta como candidato del recién fundado partido EQUO a los comicios del 20N. Qué.es ha conversado con él para que abordara su más que probable llegada al Congreso, con tan solo un año de vida de la formación, y explicar sus propuestas políticas, que no se quedan simplemente en las cuestiones ecológicas.
D. G. Bujarrabal - P.García / Qué.es 12 de noviembre de 2011
De mañana y en Metro, como no podría ser menos en el ex director de 'Greenpeace' en España, así llega Juan López de Uralde a la entrevista que ha concertado con el Diario Qué.es en el madrileño teatro de La Latina. Se ha colado en la política como líder y co-fundador del novísimo partido EQUO, que vio la luz en septiembre de 2010 con el movimiento ecologista y social como eje vertebrante de su ideario, a semejanza de los partidos 'verdes' ya existentes en Europa. A continuación, las preguntas que este Diario le propuso al candidato.
Dabais por sentado un diputado por Madrid y sin embargo el CIS os da uno por Valencia. ¿Qué ha pasado? ¿Creéis que podéis sacar los dos?
Tenemos expectativas de sacar los dos como mínimo, el de Madrid y el de Valencia. Hemos estado analizando el estudio del CIS en detalle, y creemos que la intención de voto a Equo en Madrid garantiza el escaño seguro. El hecho de que el CIS diga que tienes un escaño o que no lo tienes al final influye en el voto... Por eso es importante la interpretación de los datos. Estamos convencidos de que lo vamos a lograr, pero el nivel de obstáculos que estamos encontrando es terrible. Ahora además dicen que van a ahorrar en papeletas, lo mismo deciden "pues quitamos las de los pequeños, como no les van votar".
Eso sería muy escandaloso, ¿creéis que es posible?
De momento han dicho que van a ahorrar no se cuántos millones de papeletas. ¿Eso cómo se concreta? Pongo la mano en el fuego a que las papeletas del PP y del PSOE van a estar en todas las mesas electorales. No estoy tan seguro de que estén las de otros partidos.
A la hora de daros a conocer, la decisión de la Junta Electoral (que excluye a Equo del reparto de espacios gratuitos de propaganda electoral en RTVE) os perjudica mucho. ¿Esperabais esta decisión?
No lo esperábamos en absoluto; si lo hubiéramos esperado no nos hubiera costado nada haber presentado listas en una o dos provincias más. En ningún caso considerábamos que las coaliciones no iban a ser tenidas en cuenta. La ley exige el 75% de presencia nacional y nosotros tenemos el 82,7%. Creemos que hay una intencionalidad que no nos gusta nada, nos parece un intento de callarnos la boca.
¿Veis intencionalidad?
Sí, porque es una interpretación de la ley totalmente restrictiva que no se ajusta para nada al espíritu de esa ley. La ley lo que pretende es que tengan acceso a la televisión nacional los partidos con una cobertura nacional, y nosotros la tenemos.
El acceso a la televisión pública, la recogida de avales...para un partido de nueva creación es toda una gesta llegar al Parlamento, ¿cómo lo estáis haciendo?
Todo el sistema está pensado para que no llegue nadie más que los que ya están. Eso hace muy difícil organizarse y tener capacidad de llegar a la gente para, a su vez, llegar a las instituciones. No tienes recursos económicos, no tienes acceso a los grandes medios de comunicación.... Es necesario mucho esfuerzo, mucha dedicación y gente muy convencida de sus ideas y dispuesta a trabajar por ellas.
Además os habéis comprometido a no pedir créditos bancarios, ¿se puede sostener esta política a largo plazo?
El país vive una situación en la que la política debe dar respuestas y una de ellas es hacer las cosas con los recursos que se tienen. En Equo venimos de colectivos sociales y estamos acostumbrados a trabajar con ciertos niveles de austeridad que creemos que deben de extenderse también a la política. No nos gusta que esté hipotecada a los bancos, condiciona mucho las decisiones que se puedan tomar. Funcionamos con donaciones individuales.
En este y algún otro punto os hacéis eco de propuestas que han sonado mucho en el 15M. ¿Qué relación mantenéis con el movimiento?
Empezamos bastante antes que el 15M. Pero sí tenemos un diagnóstico compartido porque precisamente Equo nace de un grupo de activistas desencantados con la política. En lo que nos diferenciamos es en que optamos por una vía de acción política, creemos que hay que estar en las instituciones para llevar todas estas demandas. Por supuesto, valoramos positivamente que haya movimientos en la calle y entendemos su necesidad. Ha habido mucha gente de Equo que está participando y ha participado activamente en el movimiento 15M.
LA APUESTA POR LA ECONOMÍA VERDE
Os presentáis como un partido verde. ¿Las políticas verdes no suponen un gasto? ¿Se pueden pagar en un contexto como el actual?
Hemos hecho un enorme esfuerzo en el programa para que el mayor peso sea para las propuestas económicas. Si el ecologismo político no ha llegado a las instituciones es porque existe la imagen de que el ecologismo es parcial, cuando en realidad ofrece una visión transversal. Tenemos una visión de país. Promovemos un país que deje de tener definitivamente el ladrillo como elemento de progreso y que apueste por otros sectores, lo que nosotros llamamos la economía verde, como son las energías renovables, la agricultura ecológica, la movilidad sostenible... según un informe del propio gobierno tienen un potencial de creación de empleo de 2,7 millones de puestos de trabajo de aquí a 2020. ¿Es un coste? Bueno, por ello hacemos también una propuesta de reforma de política fiscal.
¿Hablamos de subir impuestos?
Hablamos de perseguir más eficazmente el fraude, de crear nuevos impuestos y de crear un nuevo criterio que es que pague más quien más contamina. Quien más tiene y quien más contamina. También las políticas de grandes infraestructuras tienen un coste muy grande para el Estado y nadie las cuestiona. Nosotros sí las cuestionamos porque, a lo mejor, no se trata solo de aumentar los ingresos sino de cambiar el objetivo y el motor de nuestra economía. Pensar que la solución es más aeropuertos, más AVEs o más carreteras para nosotros es seguir cayendo en el mismo error que nos ha traído a donde estamos.
También lleváis en el programa la desinversión o incluso el cierre de algunas industrias, como las nucleares, o la industria de los toros que genera muchos beneficios y puestos de trabajo en muchos ayuntamientos...
Genera beneficios y muchos costes también. Respecto a los toros, estamos en contra del sufrimiento animal para la diversión humana, eso es un atraso. Nuestra propuesta es la eliminación de ayudas públicas a este tipo de espectáculos. Creemos que morirá de forma de forma natural, pero hay que quitarle los incentivos públicos.
¿Sirve de algo cerrar las nucleares por seguridad cuando Francia está sembrada de ellas? ¿No deberían tomarse estas decisiones en el seno de la UE?
Sería ideal que la UE tuviera una política energética común. Pero, de momento, junto al ejemplo de Francia está el de Alemania: el Gobierno conservador de Merkel está cerrando centrales nucleares después del accidente de Fukushima. O el de Bélgica, que ha decidido poner fecha a su apagón nuclear. Después de Fukushima la energía nuclear está de salida, es una energía del pasado. Aparte de los problemas que tiene de fondo, como la generación de los residuos radioactivos o los escapes, hay un gran problema de seguridad. Lo que ha ocurrido en Japón, que es un país súper tecnificado, puede ocurrir en España. Y cuando ocurre ya no se puede hacer nada. Por eso nosotros somos partidarios del apagón nuclear y el cierre de las nucleares para el año 2020.
¿Se puede sostener el consumo energético actual de España sin la energía nuclear?
Sí. Idealmente habría que introducir políticas de eficiencia, pero España tienen una potencia energética instalada de más de 100.000 megavatios, y el consumo pico ha sido como de 45.000. Es decir, que tenemos instalaciones de sobra para generar energía prescindiendo de las centrales nucleares, incluso a día de hoy.
También arremetéis contra los transgénicos. ¿Realmente son tan malos? ¿No sería mejor promover un uso social y medioambientalmente responsable?
La ciencia, en esto como en otras cosas, no tiene una opinión única. Pero nosotros estamos en una línea favorable a la agricultura ecológica porque creemos que la calidad del producto puede ser el factor diferencial a escala europea. y, en ese sentido, entendemos que los transgénicos no aportan nada. Hay mucho marketing detrás de los transgénicos, pero se están introduciendo en el medio ambiente seres que no existían, creados por el hombre, cuyas consecuencias en el sistema desconocemos absolutamente. Cuando hablamos por ejemplo del salmón transgénico, que lleva la hormona de crecimiento humano y que es siete veces mayor que el normal, si eso se escapa al medio ambiente, ¿cuáles son las consecuencias? Eso es jugar a la ruleta rusa, ya lo estamos haciendo en bastantes ámbitos.
Otro de los ejes sobre los que trabajáis es la regeneración democrática, ¿cómo se concreta esta idea en España o en Europa?
Desde la elección de los candidatos por primarias, las elecciones de las listas de manera abierta por parte de la ciudadanía, la aplicación de medidas que tiendan a hacer que la ciudadanía esté más cerca de las instituciones políticas, como la aplicación de referéndums, la facilitación de la Iniciativa Legislativa Popular. Además, para nosotros, es fundamental el cambio de la ley electoral. El parlamento debe ser un reflejo de la diversidad de opiniones del electorado en España.
Un voto directamente proporcional podría perjudicar mucho a las zonas menos pobladas. ¿Cómo lograr esa mayor representatividad y que al mismo tiempo el votante de un pueblo pequeño pueda ver defendidos sus intereses?
La idea es que una parte de la representación sea por circunscripciones electorales y otra parte más directamente proporcional. Pero se trata de buscar una representación de la diversidad de la opinión pública. Hoy es muy difícil llegar al congreso, incluso teniendo un porcentaje de votos sustanciales. También creemos que hay reformar el Senado para que sea un cámara territorial.
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