Equo entra en el Congreso, pero solo de la mano de Compromís
La formación ecologista logra un diputado gracias a su socio en Valencia y no consigue su esperado escaño en Madrid
Equo no consiguió su anhelado escaño por Madrid, que ya creía tocar. Estará en las nuevas Cortes con su socio en la Comunidad Valenciana, Compromís, con quien sí han conseguido un diputado, pero ese no era el resultado que esperaban. "Nosotros no hemos ganado", reconoció sin ambages la coordinadora de campaña y número dos del partido en Madrid, Inés Sabanés, cuando se había escrutado el 80% de votos. El 100% del escrutinio confirmó que el partido ecologista, con 215.776 de electores, no consiguió su objetivo. En Madrid, el verdadero objetivo de la formación, fue elegida por 64.828 votantes, un 1,92%.
En la madrileña sala Prasad, un local de "ocio saludable" donde se congregó el partido ecologista, los socios y simpatizantes de Equo no escondían la decepción al no haber conseguido el asiento en el Congreso con el que prácticamente contaban para su candidato, Juan López de Uralde. "Nos habría gustado un resultado mejor en una legislatura lúgubre", reconoció el también exdirector de Greenpeace España, que advirtió sin embargo: "Que nadie piense que es el final. Mañana seguiremos trabajando". La sala respondió, pese a la tristeza, con un clamoroso "¡Equo va!, ¡Equo va!".
Uralde señaló que los votos conseguidos "son aval suficiente para seguir trabajando", y recordó las dificultades de la formación en su carrera hacia el Congreso. "Si tuviésemos una Ley Electoral justa tendríamos más de un escaño", subrayó.
"Se puede y se debe vencer la inercia que ha llevado a este país a una hegemonía de políticas conservadoras sin precedentes en democracia", animó Sabanés a los suyos. La victoria del PP, valoró, "es preocupante". "Y como estamos preocupados, nuestra responsabilidad es y va a seguir siendo estar ahí por quienes más lo necesitan", dijo antes de concluir su intervención y fundirse en un emocionado abrazo con el resto de candidatos.
Sprint con obstáculos
Equo nació como partido político en junio. En un garaje reconvertido en oficina del barrio madrileño de Concha Espina, la formación, que agrupa a 35 partidos ecologistas, fue tomando forma con pocos recursos y muchos voluntarios. Por primera vez en democracia, un partido verde con la defensa del medio ambiente como eje central parecía tener alguna posibilidad de entrar en el Congreso español. Recogían, además, muchas de las reivindicaciones que han llenado las plazas del país desde el 15 de mayo, como la necesidad de profundizar en la democracia y fomentar cauces para la participación ciudadana en la política, y propuestas para fomentar el empleo a través de la economía verde y una reforma fiscal para que paguen más quienes más tienen y más contaminan.
El adelanto electoral fue en su contra. Tuvieron menos tiempo del previsto para organizarse internamente y dar a conocer a su candidato, elegido en un proceso de elecciones primarias abiertas a socios y simpatizantes, y con listas desbloqueadas. La reforma de la Ley Electoral de enero, que les obligó a recoger avales para poder concurrir a las elecciones, al no tener representación institucional, tampoco les ayudó. Consiguieron, sin embargo, sumar suficientes firmas para presentarse en prácticamente todas las circunscripciones, excepto en Lugo, Teruel, Zamora, Palencia y la Ciudad Autónoma de Ceuta.
En campaña encontraron aun otro obstáculo. No consiguieron un espacio publicitario gratuito en RTVE, imprescindible para llegar al gran público. La Junta Electoral Central consideró que no cumplían el requisito de estar presentes en el 75% del territorio, a pesar de que el partido insistía en que se presentaba en el 82,7% de las provincias, en seis de ellas coaligados. Equo se empleó a fondo en la calle para suplir esa ausencia en los medios públicos. Su coordinadora de campaña y veterana exdirigente de IU, Inés Sabanés, apostó por extender su mensaje –"reinicia tu voto, recupera la ilusión"- a través del boca a boca, con debates, cafés, encuentros, y un uso intensivo de las redes sociales, donde consiguieron superar al resto de partidos en Facebook, con más de 75.000 seguidores.
A pesar del esfuerzo, y de que consiguieron que Uralde comenzase a ser conocido, la épica campaña, casi sin recursos económicos, no obtuvo el resultado esperado. "Hay veces que se gana para perder y otras que se pierde para ganar", insistió Sabanés para que no decayera el ánimo.
El partido ecologista Equo ha obtenido representación en el Congreso de los Diputados en las elecciones generales de hoy gracias al diputado logrado en Valencia, Joan Baldoví, cabeza de lista de la coalición Compromís-Q que integraban el Bloc, Iniciativa, Verds y Equo.
Compromís, que logró unos resultados históricos en las elecciones autonómicas del pasado mayo en la Comunidad Valenciana, con176.213 votos que se tradujeron en seis diputados autonómicos, ha conseguido de nuevo dar la "sorpresa" de estos comicios, y por primera vez se sentará en la Cámara baja.
La coalición repite así el que se ha llamado "efecto Compromís" y evidencia, como mantenía Baldoví, que no son "flor de un día" y que la oposición desarrollada en el Parlamento valenciano ha logrado romper el bipartidismo de PP y PSOE de las anteriores generales en la Comunidad Valenciana.
Los resultados de Compromís, que ha pasado de los 29.760 votantes recabados hace cuatro años sin esa marca (como Bloc-Iniciativa-Verds), el 1,08%, a los 124.487 (el 4,80 %, al 99,5 % del escrutinio), le van a permitir contar en el Congreso con un diputado "valencianista, de izquierdas y ecologista".
Ese diputado es Joan Baldoví, de 53 años, un profesor de educación física y valenciano y concejal del municipio valenciano de Sueca -del que fue alcalde en la pasada legislatura-, quien ve cumplido su deseo de ser el primer diputado valenciano electo por un partido nacionalista desde la Segunda República.
Propondrá la dación en pago
Baldoví ha asegurado que los ejes de su actuación en las Cortes serán las personas, dado que "ya se ha trabajado mucho por los bancos", y por ello propondrá la dación en pago de las hipotecas, o una reforma de la ley electoral -que ha denominado "el referéndum Baldoví"- para eliminar barreras y que todos los votos valgan igual.
Una fiscalidad "progresiva y justa", un cambio de la economía especulativa hacia la productiva, la mejora de la financiación autonómica, la apuesta clara por el Corredor Mediterráneo y el mantenimiento de un Estado de Bienestar donde no haya "copagos ni repagos", son otros de los planteamientos de Baldoví.
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