El día 11 de octubre de 2005 un profesor llama la atención a una alumna por andar a deshoras por el pasillo y la coge del brazo. La niña se revuelve protestando y se va a buscar a sus primas que llaman por el móvil a casa diciendo que un profesor le había pegado a dicha niña.
A los 10 minutos se presenta en la escuela el padre de la niña acompañado de cuatro varones adultos preguntando por el profesor. El conserje va en su busca y el profesor acude inmediatamente y pregunta quién es el padre de la niña. Sin mediar palabra, el padre la propina dos bofetadas dejándole la mano marcada en la cara. Esto ocurre delante de las personas presentes en el hall del centro. El profesor se va al centro de salud y pone la denuncia correspondiente.
El Claustro y el Consejo Escolar solicitan a la Administración medidas para protegerse del agresor y hace constar que las relaciones con esa familia no pueden ser normales en el futuro por lo que solicita que a los niños se les matricule en otro centro.
La Inspección contesta en un escrito que de la ley se interpreta que no se puede castigar a unos niños por la falta cometida por su padre. El profesorado matiza que no tiene intención de atentar contra el derecho a la educación de los menores sino privarle al padre del derecho a la elección de este centro para continuar la escolaridad de sus hijos y darle la oportunidad de iniciar una relación más adecuada en un nuevo colegio.
El señor Campoy, consejero de Educación, en una reunión con el consejo escolar reitera la dificultad legal para tomar esas medidas y considera que se necesita un tiempo para tranquilizar los ánimos en el que los niños no acudirán a la escuela.
Pasados tres meses se ordena la reincorparación a esta escuela de los hijos del agresor sin solucionar el conflicto ni tomar ninguna medida de ningún tipo para evitar la repetición de situaciones similares a la acontecida, que por cierto no es la primera ni en nuestra escuela ni en Navarra. Ni se hace una interpretación valiente de la ley, ni se propone la modificación de la ley. A día de hoy ¡el padre acude al colegio acompañado de otros adultos.. y el profesor agredido se tiene que marchar del centro después de 29 años de servicio irreprochable!
Los profesores de este centro sentimos que la Administración está haciendo una dejación de sus funciones y abandonando en total indefensión, no sólo a los profesores sino a toda la comunidad educativa ya que la convivencia normal y sosegada necesaria para la educación de los niños no tiene quien la proteja.
A los 10 minutos se presenta en la escuela el padre de la niña acompañado de cuatro varones adultos preguntando por el profesor. El conserje va en su busca y el profesor acude inmediatamente y pregunta quién es el padre de la niña. Sin mediar palabra, el padre la propina dos bofetadas dejándole la mano marcada en la cara. Esto ocurre delante de las personas presentes en el hall del centro. El profesor se va al centro de salud y pone la denuncia correspondiente.
El Claustro y el Consejo Escolar solicitan a la Administración medidas para protegerse del agresor y hace constar que las relaciones con esa familia no pueden ser normales en el futuro por lo que solicita que a los niños se les matricule en otro centro.
La Inspección contesta en un escrito que de la ley se interpreta que no se puede castigar a unos niños por la falta cometida por su padre. El profesorado matiza que no tiene intención de atentar contra el derecho a la educación de los menores sino privarle al padre del derecho a la elección de este centro para continuar la escolaridad de sus hijos y darle la oportunidad de iniciar una relación más adecuada en un nuevo colegio.
El señor Campoy, consejero de Educación, en una reunión con el consejo escolar reitera la dificultad legal para tomar esas medidas y considera que se necesita un tiempo para tranquilizar los ánimos en el que los niños no acudirán a la escuela.
Pasados tres meses se ordena la reincorparación a esta escuela de los hijos del agresor sin solucionar el conflicto ni tomar ninguna medida de ningún tipo para evitar la repetición de situaciones similares a la acontecida, que por cierto no es la primera ni en nuestra escuela ni en Navarra. Ni se hace una interpretación valiente de la ley, ni se propone la modificación de la ley. A día de hoy ¡el padre acude al colegio acompañado de otros adultos.. y el profesor agredido se tiene que marchar del centro después de 29 años de servicio irreprochable!
Los profesores de este centro sentimos que la Administración está haciendo una dejación de sus funciones y abandonando en total indefensión, no sólo a los profesores sino a toda la comunidad educativa ya que la convivencia normal y sosegada necesaria para la educación de los niños no tiene quien la proteja.
2 cartas más: *Así no se construye la convivencia escolar ...Pero después de las navidades la tensión se ha reavivado. Inopinadamente, hace sólo unos días, la chiquilla volvió a presentarse en clase con el mismo desparpajo con que había desaparecido tres meses atrás. Profesores y alumnos, el consejo escolar del centro, personal de Educación y de Servicios Sociales le han pedido al causante del problema que cambie a su hija de colegio: un traslado de centro para empezar otra vez de cero. Se trata de una medida sencilla y eficaz, dictada por el sentido común educativo, por más que alguno de nuestros jerarcas, desde su lejano observatorio, la haya considerado una extravagancia.
Pero el padre, que fue primero agresor y después responsable de la práctica desescolarización de su hija, se niega en redondo a la solución propuesta. Y ante el asombro de propios y extraños, el jefe del Servicio de Inspección y el presidente del Consejo Escolar de Navarra le dan sin ningún tipo de reservas la razón...
*Profesor agredido ¿Cuál fue el pecado o el error del profesor Leyún Izco? Fue decirle a una alumna que entrase en clase, fue preocuparse de que esa alumna estuviese donde le correspondía en ese momento.
Si este profesor llega a sospechar el follón que se iba a montar y lo que para él iba a suponer de angustia, despreocupación y probablemente también de soledad, deja a la chica en el patio, para que se despida de su prima, del vecino, de los perros, de los gatos y de lo que le hubiese dado la gana.
Lo lamento mucho, y seguramente es un atrevimiento por mi parte, pero como las circunstancias y entornos de esta chica sean lo que parece, no le auguro mucho futuro en cuanto a educación se refiere, pero lo que puede ser mas triste es que sea una persona sin ninguna escala de valores...
http://argijokin.blogcindario.com/2006/01/02266-asi-no-se-construye-la-convivencia-escolar-profesor-agredido-dejacion-de-funciones.html
Pero el padre, que fue primero agresor y después responsable de la práctica desescolarización de su hija, se niega en redondo a la solución propuesta. Y ante el asombro de propios y extraños, el jefe del Servicio de Inspección y el presidente del Consejo Escolar de Navarra le dan sin ningún tipo de reservas la razón...
*Profesor agredido ¿Cuál fue el pecado o el error del profesor Leyún Izco? Fue decirle a una alumna que entrase en clase, fue preocuparse de que esa alumna estuviese donde le correspondía en ese momento.
Si este profesor llega a sospechar el follón que se iba a montar y lo que para él iba a suponer de angustia, despreocupación y probablemente también de soledad, deja a la chica en el patio, para que se despida de su prima, del vecino, de los perros, de los gatos y de lo que le hubiese dado la gana.
Lo lamento mucho, y seguramente es un atrevimiento por mi parte, pero como las circunstancias y entornos de esta chica sean lo que parece, no le auguro mucho futuro en cuanto a educación se refiere, pero lo que puede ser mas triste es que sea una persona sin ninguna escala de valores...
http://argijokin.blogcindario.com/2006/01/02266-asi-no-se-construye-la-convivencia-escolar-profesor-agredido-dejacion-de-funciones.html
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