jueves, diciembre 17, 2009

Las bodas de oro del sello de plata: Archiv cumple cincuenta años

Las bodas de oro del sello de plata: Archiv cumple cincuenta años
Archiv, uno de los sellos más significativos en el proceso de recuperación del interés por la Música Antigua en el panorama discográfico, pionero en la defensa de la interpretación con instrumentos originales, celebra en estos días su quincu
agésimo aniversario. En aquellos difíciles años en los que encontrar un disco de cualquier autor anterior a Bach en las estanterías de las tiendas de discos era toda una aventura, el sello alemán fue unos de los primeros en apostar fuerte por esos compositores olvidados e incluso abiertamente descalificados por los criterios musicológicos imperantes. Las tendencias del mercado actual casi han invertido esta situación, y hoy en día muchos sellos, grandes o pequeños, dedican buena parte de su producción, su presupuesto y sus esfuerzos a las interpretaciones historicistas, pero nadie pone en duda la experiencia de Archiv y el acicate que han supuesto estos 50 años de historia para intérpretes de la categoría de Goebel, Gardiner o McCreesh. Este artículo pretende ser un pequeño resumen cronológico -a la vez que un merecido homenaje- que ponga de manifiesto la importancia pedagógica y musicológica que ha tenido, tiene y tendrá el sello plateado.
Cuando a finales de agosto de 1947 Helmut Walcha grabó el primer disco de 78 r.p.m. de un proyecto largamente acariciado -el primer registro de la obra completa para órgano de J. S. Bach- usando el instrumento barroco de la Iglesia de San Jacobo de Lübeck, pocos podían imaginar la trascendencia que alcanzarían las producciones del recién nacido sello Archiv, hermano gemelo de Deutsche Grammophon, el popular "sello amarillo". Los aficionados más veteranos recuerdan e incluso conservan con cariño en un lugar destacado de su discoteca aquellos primeros y preci
osos vinilos, de impecable prensado y cuidada presentación, protegidos por sus preciosas cubiertas forradas de tela jaspeada de color gris. Las nuevas generaciones de connaisseurs también han emprendido el camino iniciático hacia el mundo de la ejecución con instrumentos originales de la mano de Archiv, a través no solo de las grabaciones de intérpretes actuales, sino de las reediciones de discos antiguos en series medias, lo que les ha permitido contemplar desde una privilegiada perspectiva una amplia y documentada panorámica de la evolución histórica de la interpretación de la Música Antigua, incluso a aquellos que por su juventud no han llegado a conocer la época de Karl Richter, August Wenzinger o Charles Mackerras. Estos cincuenta años de historia han presenciado un auténtico desfile de intérpretes cuyos rigurosos estudios en determinados momentos cruciales han conmocionado las bases de la ejecución con instrumentos originales; un escueto análisis cronológico bastará para verificarlo.
En el otoño del año 1945, y ante el temor de que los avatares de la guerra destruyeran alguno de los espectaculares órganos barrocos alemanes, el doctor Erich Thienhaus planteó la necesidad de conservar su sonido para la posteridad en grabaciones que correrían a cargo del organista Helmut Walcha. Por otra parte, Fred Hamel, a la sazón profesor de la Landeskirchliche Musikschule de Hanover, acariciaba el propósito de crear una institución que bajo el nombre de Collegium Praetorianum pusiera los resultados de la investigación musicológica al servicio de los responsable
s de las producciones discográficas. Dos años más tarde estas dos ideas caen juntas en el crisol de la Deutsche Grammophon en el momento adecuado, y el producto de esta reacción química explosiva es la plata: ha nacido Archiv Producktion.
En 1950 se conmemoraba el bicentenario de la muerte de Bach, y naturalmente el sello Archiv no podía permanecer ajeno a ello. En su primer catálogo, Archiv incluía varias obras del compositor alemán, como las Sonatas en Trío, el Concierto de Brandenburgo nº 3, alguna de las Sonatas para flauta... Entre los primeros músicos en grabar para este sello, aparte de Walcha, cabe destacar especialmente la labor de Wenzinger. La década de los 50 contemplará como los adelantos técnicos se suceden con rapidez: en 1951 nace el long play, o disco de PVC de 33 r.p.m., de larga duración; en 1956 hacen su aparición las primeras grabaciones estereofónicas. A esta época pertenecen los legendarios registros de L'Orfeo de Monteverdi de Wenzinger con Wunderlich, o la primera versión de la Pasión según San Mateo de Bach de Karl Richter. El final de la década es trágico; en 1957 Fred Hamel, director y uno de los principales impulsores del sello, quien tan solo contaba 54 años, muere de un ataque cardíaco.
Los sesenta son la época de grupos hoy míticos como el Ulsamer-Collegium o la Capella Academica, la Cappella Coloniensis y la Schola Cantorum Basiliensis, y de artistas como Eduard Melkus, E
duard Müller -todavía hay quien recuerda emocionadamente su grabación de los conciertos de órgano de Haendel-, Ralph Kirkpatrick y por supuesto Karl Richter, quien grabó en estos años la Misa en si menor, el Oratorio de Navidad y la Pasión según San Juan de Bach. En 1967 aparece la colección Hispaniae Musica, un interesante estudio sobre el pasado musical español en 9 LP's que incluía música instrumental para órgano, guitarra, arpa y vihuela, así como música vocal y coral, con ejemplos de música litúrgica e incluso folclórica.
Los 70 marcan algunos de los grandes hitos de la historia del sello: Walcha concluye la integral de órgano de Bach en estéreo, que recibe en 1979 el premio Golden Gramophone; Karl Richter comienza la grabación de su celebérrimo ciclo de las cantatas de Bach con cantantes de la talla de Edith Mathis, Peter Schreier o Dietrich Fischer-Dieskau. Por otra parte, Archiv decide introducirse en repertorio romántico. A la grabación de las doce sinfonías para orquesta de cuerda de Mendelssohn por Kurt Masur le seguirán las variaciones Diabelli de Beethoven por Demus, los conciertos de violín de Viotti por Röhn, los cuartetos de Cherubini por el cuarteto Melos... Archiv también demostró su interés por los inexplorados territorios de la música tradicional asiática con varios LP's dedicados a la música para gamelán de Bali y Java, pero el público continuó manifestando sus preferencias hacia la música antigua europea.
La década de los 70 es también la de la próspera colaboración entre Archiv y Jürgen Jürgens y el Coro Monteverdi de Hamburgo, que produjo grabaciones como un nuevo L'Orfeo de Monteverdi, el Lamento d'Arianna, madrigales de A.Scarlatti y Schütz, La Dafne de Marco da Gagliano... En concreto, 1975 es un año pródigo en grabaciones memorables; no solo se presenta la primera Edición Bach, que constaba de 99LP's en 11 cajas, conocida todavía como la Edición Richter-Walcha; entre ese año y los inmediatamente posteriores también verán la luz colecciones como Música de la Era Gótica, de David Munrow, fantástica recopilación de piezas de la Escuela de Notre Dame, el Ars Antiqua y el Ars Nova; La Tradición del Canto Gregoriano, que reunía las mejores grabaciones de los monasterios de Maria Einsiedeln, Münsterschwarzach, Santo Domingo de Silos, Fontgombault, Montserrat y la Capella Musicale de la Catedral de Milán; La Escuela Franco-Flamenca, con una excelente selección de piezas de música sacra vocal desde Dunstable y Dufay hasta Palestrina, a cargo de Bruno Turner y Pro Cantione Antiqua; Tanzmusik, con música de danza desde el Renacimiento hasta la época Biedermeier, por el Ulsamer Collegium y el Eduard Melkus Ensemble; La Primera Escuela de Viena, con música de la época preclásica de autores olvidados como Monn, Dittersdorf, Salieri...y La Escuela de Mannheim, estos dos últimos álbumes de la Camerata Bern, con Füri y Holliger...La lista sería interminable, y su gran calidad los ha convertido en objeto de frecuentes reediciones en compacto, alguno de ellos incluso integramente. El final de esta década floreciente no podía ser menos esplendoroso: Kenneth Gilbert y Trevor Pinnock comenzaron sus colaboraciones asiduas para el sello plateado, y un casi recién formado grupo de jovenzuelos llamado Musica Antiqua Köln, bajo la dirección de un tal Reinhard Goebel, violinista, firmaba en exclusiva un contrato con Archiv en 1978, que pronto demostraría su rentabilidad. Estos mozalbetes revolucionaron los cimientos de la interpretación con instrumentos originales, se convirtieron los "popes" de la Música Antigua y dividieron a los aficionados en dos grupos de fanáticos enfrentados, los Pro-Goebel y los Anti-Goebel, creando una polémica que continúa viva aún en nuestros días.
Los 80 marcan el final de la "era Richter"-quien muere de un fatídico ataque al corazón en 1981, a la edad de 54 años, tras una nueva grabación de La Pasión según San Mateo y otras obras de Bach- y el principio de la era de Pinnock, Preston, Standage, Gardiner y Goebel. Una extraña mezcla de las viejas y las nuevas generaciones colaborarán en 1985 en una nueva Edición Bach, algunos de cuyos volúmenes aún se mantienen en el catálogo internacional. A partir de aquí resulta materialmente imposible citar una por una todas las grabaciones de éxito de estos y otros encomiables artistas, algunas de las cuales se han convertido en referencia absoluta para el melómano. No hay más que hojear cualquier catálogo actual de Archiv para comprobar este aserto. A modo de recordatorio, vayan por delante estas "minidiscografías selectivas":
Musica Antiqua Köln: resultan imprescindibles sus Conciertos de Brandenburgo y las Suites Orquestales y la música de cámara de Bach; son inolvidables sus discos de Heinichen, Telemann, el dedicado a conciertos del barroco francés y su versión de Las Naciones de Couperin (hoy inencontrable en nuestro país). Entre sus últimos discos destacamos Chaconne, con obras de Blow, Marini, Corelli, Muffat, Purcell y varios más, y otro de obras de Hasse con Barbara Bonney. Próximamente aparecerán unas cantatas profanas de Bach.
Trevor Pinnock y The English Concert: son de obligada escucha sus versiones de los Conciertos para clave de Bach y los de órgano de Haendel con Preston, los discos de Vivaldi con Standage, las sinfonías Sturm and Drang de Haydn y el primer registro digital completo de las sinfonías de Mozart. Sus más recientes grabaciones para Archiv incluyen el Stabat mater y el Salve regina de Vivaldi con Michael Chance, arias de ópera de Haydn, Mozart y Gluck con Anne Sofie von Otter y la Música para los Reales Fuegos de Artificio de Haendel.
Simon Preston y el Westminster Abbey Choir: especialmente recomendables sus versiones de los Coronation Anthems de Haendel, la Misa del Papa Marcelo de Palestrina y el Miserere de Allegri.
John Eliot Gardiner, The English Baroque Soloists y el Coro Monteverdi: entre sus grabaciones para Archiv destacamos Acis y Galatea y Hércules, de Haendel, La Reina de las Hadas de Purcell, los conciertos para piano de Mozart -con Malcom Bilson al fortepiano-, las Vísperas y L'Orfeo de Monteverdi, la Pasión según San Juan, la Pasión según San Mateo, la Misa en si menor y el Oratorio de Navidad de Bach. Es obligado citar su reciente ciclo dedicado a las óperas de Mozart y L'incoronazione di Poppea de Monteverdi. Recientemente se ha publicado su versión de La Creación de Haydn.
John Eliot Gardiner y la Orchestre Révolutionnaire et Romantique: con este nuevo conjunto, Gardiner ha emprendido la controvertida aventura de la grabación de obras del siglo XIX con instrumentos de época. Mencionamos aquí las siguientes grabaciones, todas ellas de Beethoven: las Sinfonías completas, la Missa Solemnis (grabación que obtuvo tres premios Gramophone en 1991) y los Conciertos de piano (con el fortepianista Robert Levin). Acaba de aparecer en el mercado la esperadísima Leonora.
Las incorporaciones de la última década a la plantilla de músicos no son menos brillantes: Paul McCreesh, Marc Minkovski y grupos como Piffaro, Pomerium y el Orlando Consort. Como en el caso anterior, reseñaremos aquí una obligadamente breve discografía :
Paul McCreesh y The Gabrielli Consort & Players: sus discos de Gabrielli, Lassus, y los de polifonistas españoles como Morales y Victoria han merecido el unánime aplauso de la crítica internacional. Su última grabación ha sido el Mesías de Haendel.
Mark Minkovski y Les Musiciens du Louvre: especializados en música francesa, han grabado óperas y oberturas de Rameau pero también han salido airosos en su versión de La Resurrecione de Haendel. Próximamente aparecerán sus recientes registros de obras de Lully y Charpentier.
Piffaro: grupo de viento americano especializado en repertorio renacentista. Han grabado Canzoni e Danze, dedicado a la música instrumental del renacimiento italiano, y Los Ministriles, antología de música instrumental renacentista española.
Pomerium: grupo de música vocal renacentista de origen americano. Tienen en su haber la primera grabación mundial de la Misa de San Antonio de Padua de Dufay.
Orlando Consort: Cuarteto vocal inglés. Su primera grabación para Archiv ha sido la Misa "De plus en plus" para conmemorar el año Ockeghem, que representa una seria competencia para las versiones de The Tallis Scholars o The Clercks' Group.
Archiv no olvida a los nostálgicos (ni a los que gozan de pecunios más modestos), poniendo frecuentemente a su alcance grabaciones procedentes de su excelente fondo de catálogo a precios medios. Cabe destacar las ya clásicas Galleria o Privilege, la bellísima y hoy descatalogada Collectio Argentea, la Archiv Digital Masters y la reciente serie Codex, que ha recuperado trabajos referenciales citados más arriba de Munrow, Mackerras, Wenzinger...El sello plateado, que durante estos 50 años ha creado afición, continúa satisfaciendo las necesidades de los más exigentes, y su abanico de intérpretes, cada vez más extenso y siempre selecto, seguirá seguro fascinándonos. Que sea por muchos años más.

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