domingo, diciembre 20, 2009

El amor es adictivo. Las mujeres del futuro.¿Por qué gustan mujeres con curvas?

¿Cómo serán las mujeres del futuro?
Serán más fuertes, más bajas, algo más redondas, tendrán menos colesterol y un corazón más sano. Es una imagen futurista con base científica: la que dicta la maquinaria de Darwin. Porque el homo sapiens sigue evolucionando, según acaba de confirmar un equipo de científicos de la Universidad de Yale, dirigido por el biólogo Stephen Stearns. '*La selección natural continúa dando forma a algunos rasgos relacionados con la fertilidad", explicó el médico a la revista Time.
Sobre la mesa de análisis, colocaron el historial médico de 2.238 mujeres de Framingham (EE UU) que ya habían pasado la menopausia v buscaron correlaciones con sus características físicas: peso, altura, colesterol, número de descendientes. Conclusión: "Hay rasgos heredados que están relacionados con el tamaño de la familia",
recoge el Daily Mail. Las mujeres más bajas y con más peso tienden a tener más hijos que las más altas Y ligeras. Características que se heredan genéticamente de madres a hijas, de hijas a nietas. Si esta tendencia continúa durante las siguientes lo generaciones–y no hay cambios culturales en la ciudad–, en 2409 la mujer-tipo de Framingham medirá 2 centímetros menos, pesará 1 kilo más, tendrá su primer hijo 5 meses antes y llegará a la menopausia lo meses más tarde. "La evolución es lenta, pero bastante similar a lo que vemos en otros animales y plantas
–añadeSterns-.Los humanos no parecen ser una excepción".

¿El amor es adictivo?
Lo es. De hecho, "estar locamente enamorado activa las mismas zonas del cerebro que la adicción a la cocaína", afirman Allan y Barbara Pease en el libro Por qué los hombres quieren sexo y las mujeres necesitan amor. Lo descubrieron los neurobiólogos ingleses Andreas Bartels y Semir Zeki, del University College de Londres: compararon resonancias cerebrales de chicos y chicas que se confesaban "locamente enamorados" con las de personas que habían consumido cocaína. Resultaron ser casi calcadas. Según los escáneres de Bartels y Zeki, las madres que cuidan de sus bebés también tienen la misma actividad cerebral que las personas que observan a sus amados. Es decir, que "tanto el amor romántico como el materno están ligados a la perpetuación de la especie humana". En el caso de los adolescentes, confesarse loco por alguien resulta ser bastante literal. Serge Brand, del Psychiatric UniversitY Clinic de Basilea, demostró que "los adolescentes en los primeros estadios de un amor romántico intenso no se diferenciaban de los pacientes con episodios hipomaníacos".
Ellos son los que dan el primer paso, aunque son ellas las que dan el pie. “Los hombres rara vez se acercan a una mujer hasta que ésta les ha enviado una señal no verbal de que pueden proceder”, aseguran los doctores Sandra Aamodt y Sam Wang en el libro Entra en tu cerebro. Las tácticas femeninas se conocen como “conductas de solicitación”, que vendría a ser “cualquier movimiento corporal que hace que un hombre se acerque un poco más dentro de los 15 segundos siguientes al movimiento”. Esto es: mirar de reojo, acicalarse, sonreír, alisarse el pelo, asentir con la cabeza. Un estudio observacional en bares de solteros demostró que “mujeres menos atractivas con niveles de conducta de solicitación elevados tenían más probabilidades de ser abordadas por hombres que mujeres más atractivas con niveles de conducta de solicitación bajos”. viernes, 20 de noviembre de 2009 21:32 Ana Sánchez
¿Por qué a los hombres les gustan las mujeres con curvas?
La proporción más atractiva para un hombre: de 0,67 a 0,8 entre las caderas y la cintura. Esto es: la cintura debe equivaler a un 70% de la medida de las caderas. Lo descubrió la psicóloga Devendra Singh: “Es un indicador preciso de la situación reproductiva de una mujer y, por lo tanto, es la proporción que resulta más atractiva a los hombres”, recogen Allan y Barbara Pease en el libro Por qué los hombres quieren sexo y las mujeres necesitan amor. Singh lo confirmó en una serie de 12 pruebas: la proporción de 0,7 entre caderas y cintura era la más atractiva, independientemente de la grasa corporal de la mujer. Incluso en mujeres con sobrepeso. Paradojas del sexo opuesto: el atajo para llegar a un hombre es cogiendo curvas.
La procesión (hormonal) va por dentro. Así funciona el cerebro de un hombre al toparse con una mujer atractiva: muestra más actividad en dos regiones. Una asociada al estímulo visual; la otra, a la erección del pene. “La red visual del cerebro masculino ha evolucionado en el último millón de años a causa de la necesidad de observar a las mujeres con miras a evaluar su capacidad para producir bebés sanos y perpetuar la especie”, apuntan los Pease. Por eso los hombres son más propensos a enamorarse a primera vista. “Los datos visuales penetran de forma inmediata y envían una señal al cerebro, que activa un repentino incremento hormonal”. Hormonas que pueden anular el pensamiento racional. “Por ello, los hombres pueden tomar decisiones que no les benefician en absoluto”. Nada que ver con el cerebro femenino a la hora de evaluar al sexo opuesto: “Las mujeres utilizan la memoria para valorar las características del hombre en cuanto a su potencial como pareja duradera”.

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