DECENAS DE FAMILIAS AFECTADAS El nuevo PGOU de Calafell amenaza los apartamentos de cientos de aragoneses. El Ayuntamiento deja la puerta abierta al derribo de una manzana de edificios situada junto al mar p
ara construir un hotel y zonas verdes. M. A. COLOMA
El nuevo Plan General de Ordenación Urbana de Calafell ha puesto en vilo a decenas de familias aragonesas, que temen una "extraña maniobra" para terminar expropiándoles los apartamentos que poseen desde hace años en la localidad tarraconense. La polémica se ha desatado al saber que el Ayuntamiento pretende cambiar la calificación urbanística de la manzana donde se ubican sus viviendas: una zona privilegiada del municipio, situada frente al paseo marítimo y el puerto deportivo de Segur. Ahora es suelo urbano consolidado, pero se intenta convertir en suelo no consolidado para construir zonas verdes, equipamientos y un hotel. Lo que irremediablemente obligaría a derribar las actuales edificaciones, levantadas en la década de los 70.
"Nos parece incomprensible que una actuación urbanística de este calado se intente sacar adelante con tanto oscurantismo, sin hablar antes con los residentes", comenta Rodolfo Rubio, uno de los zaragozanos afectados. "El plazo de presentación de alegaciones al PGOU concluye en pocos días -añade-, y todavía hay muchísimos propietarios que ni siquiera se han enterado del proyecto, cuando su aprobación podría tener terribles consecuencias". Según la página web del Ayuntamiento de Calafell, y dada la controversia que se ha suscitado, el plazo para alegar se ha ampliado hasta el 16 de enero. "De cualquier forma, nosotros no nos fiamos, y aconsejamos a la gente que lo hagan antes de 21 de diciembre, que fue la primera fecha que se dio", indica Rubio.
El nuevo PGOU contempla que los 24.000 habitantes censados de Calafell se conviertan en 42.000 en el año 2023. De las 26.000 viviendas actuales, se pretende pasar a 32.000, y se intenta conseguir que la mayoría de ellas sean primera residencia. Porque ahora, solo lo son el 37%. El objetivo de los gestores municipales es un cambio de modelo urbanístico y social, que les haga perder la etiqueta de "pueblo turístico" para convertirse en "ciudad metropolitana".
La manzana afectada por el polémico cambio de calificación está delimitada por la avenida Lluis Companys, el paseo marítimo y las calles Rin y Besós. Se extiende sobre una superficie de casi cinco hectáreas y es el lugar elegido por los gestores municipales p
ara construir los futuros equipamientos de Calafell. "En la memoria justificada del PGOU, hablan de equipamientos y zonas verdes, pero también de un hotel en una gran plaza metropolitana, entre el puerto y la estación", señala Evelyn Domingo, otra de las zaragozanas afectadas. "Desde luego, no podemos aceptar que nos echen de nuestras casas para construir después un hotel, que se levantaría en primera línea de playa y sobre unos terrenos que les saldrían bastante baratos", añade.
Los propietarios se van a constituir en plataforma de afectados, pero aseguran que ya les han hecho mucho daño. "Por el hecho de estar incluidas en un plan de este tipo, nuestras casas ya han perdido valor en el mercado", dicen. foto: Evelyn Domingo y Rodolfo Rubio, dos de los zaragozanos afectados por la reforma urbanística.. OLIVER DUCH
ara construir un hotel y zonas verdes. M. A. COLOMAEl nuevo Plan General de Ordenación Urbana de Calafell ha puesto en vilo a decenas de familias aragonesas, que temen una "extraña maniobra" para terminar expropiándoles los apartamentos que poseen desde hace años en la localidad tarraconense. La polémica se ha desatado al saber que el Ayuntamiento pretende cambiar la calificación urbanística de la manzana donde se ubican sus viviendas: una zona privilegiada del municipio, situada frente al paseo marítimo y el puerto deportivo de Segur. Ahora es suelo urbano consolidado, pero se intenta convertir en suelo no consolidado para construir zonas verdes, equipamientos y un hotel. Lo que irremediablemente obligaría a derribar las actuales edificaciones, levantadas en la década de los 70.
"Nos parece incomprensible que una actuación urbanística de este calado se intente sacar adelante con tanto oscurantismo, sin hablar antes con los residentes", comenta Rodolfo Rubio, uno de los zaragozanos afectados. "El plazo de presentación de alegaciones al PGOU concluye en pocos días -añade-, y todavía hay muchísimos propietarios que ni siquiera se han enterado del proyecto, cuando su aprobación podría tener terribles consecuencias". Según la página web del Ayuntamiento de Calafell, y dada la controversia que se ha suscitado, el plazo para alegar se ha ampliado hasta el 16 de enero. "De cualquier forma, nosotros no nos fiamos, y aconsejamos a la gente que lo hagan antes de 21 de diciembre, que fue la primera fecha que se dio", indica Rubio.
El nuevo PGOU contempla que los 24.000 habitantes censados de Calafell se conviertan en 42.000 en el año 2023. De las 26.000 viviendas actuales, se pretende pasar a 32.000, y se intenta conseguir que la mayoría de ellas sean primera residencia. Porque ahora, solo lo son el 37%. El objetivo de los gestores municipales es un cambio de modelo urbanístico y social, que les haga perder la etiqueta de "pueblo turístico" para convertirse en "ciudad metropolitana".
La manzana afectada por el polémico cambio de calificación está delimitada por la avenida Lluis Companys, el paseo marítimo y las calles Rin y Besós. Se extiende sobre una superficie de casi cinco hectáreas y es el lugar elegido por los gestores municipales p
ara construir los futuros equipamientos de Calafell. "En la memoria justificada del PGOU, hablan de equipamientos y zonas verdes, pero también de un hotel en una gran plaza metropolitana, entre el puerto y la estación", señala Evelyn Domingo, otra de las zaragozanas afectadas. "Desde luego, no podemos aceptar que nos echen de nuestras casas para construir después un hotel, que se levantaría en primera línea de playa y sobre unos terrenos que les saldrían bastante baratos", añade.Los propietarios se van a constituir en plataforma de afectados, pero aseguran que ya les han hecho mucho daño. "Por el hecho de estar incluidas en un plan de este tipo, nuestras casas ya han perdido valor en el mercado", dicen. foto: Evelyn Domingo y Rodolfo Rubio, dos de los zaragozanos afectados por la reforma urbanística.. OLIVER DUCH
Un nuevo plan urbano de Calafell genera inquietud en propietarios navarros - El principal temor procede del cambio de calificación del suelo de consolidado a no consolidado I.C. . PAMPLONA Viernes, 18 de diciembre de 2009 - 04:00 h
La aprobación inicial del Plan de Ordenación Urbanística Municipal de Calafell (Tarragona) ha generado inquietud entre varios navarros propietarios de pisos y apartamentos en una de las zonas afectadas por el plan. El principal temor procede de la recalificación que, si el plan se aprueba, sufriría el suelo sobre el que están edificados los bloques de viviendas. El consistorio ha planteado que ese suelo, 48.517 metros cuadrados, pase de ser urbano consolidado a suelo no consolidado y los propietarios temen que esta modificación pueda afectarles.
Desde el departamento de Urbanismo de Calafell, se quiso ayer transmitir tranquilidad. La nueva denominación del suelo está planeada para llevar a cabo el Plan de Mejora Urbana, en el sector denominado PMU Hotel Marinada, encuadrado entre el paseo marítimo, la calles Besos, Lluis Companys, y parte de la calle Sena. "Esto significa poder dotar a la zona de todo tipo de equipamientos, desde comerciales hasta dotacionales, e incluso alguna zona verde. Se actuaría principalmente en los bajos de los bloques de pisos. No se plantea el derribo de ningún bloque, a lo sumo se llevaría a cabo en apartamentos individuales, cuyo propietario sería indemnizado.
Tampoco está prevista la construcción de un hotel", señaló un técnico de Urbanismo de Calafell.
Sin embargo, los propietarios de los pisos de este sector, que se ubica en el barrio de Segur Playa enfrente del puerto deportivo, temen que la maniobra, a largo plazo, lleve al consistorio a derribar sus bloques de pisos. "No decimos que nos vayamos a quedar sin los pisos de forma inmediata. Tememos que en un futuro, con el cambio de configuración del suelo, el Ayuntamiento pueda hacer lo que quiera con los bloques de los pisos", explicó un propietario navarro.
Aunque esto suceda o no, este propietario navarro señaló que ya se les ha hecho daño. "Ahora mismo resultaría imposible vender un piso en este sector, con toda la problemática que se está derivando del plan. Además del peligro que vemos de futuro", añadió. Desde el consistorio de Calafell se aseguró que cuando se cambie la configuración del suelo y se realicen las actuaciones previstas éste volverá a denominarse como antes de producir el cambio, es decir suelo consolidado.
Además desde el Ayuntamiento de esta localidad turística de Tarragona, donde sólo el 37% de los habitantes son de primera residencia, se insistió en la idea de que el plan proyectado se encuentra en periodo de alegaciones, que se tuvo que ampliar desde el 21 de diciembre al 16 de enero. "Todavía no se ha aprobado de forma definitiva. Es un plan que se puede ejecutar hasta el 2023, pensado para desarrollarse a largo plazo.
Se están recibiendo bastantes alegaciones principalmente planteando cuestiones sobre cómo le va a afectar a cada uno el plan", comentó.
La aprobación inicial del Plan de Ordenación Urbanística Municipal de Calafell (Tarragona) ha generado inquietud entre varios navarros propietarios de pisos y apartamentos en una de las zonas afectadas por el plan. El principal temor procede de la recalificación que, si el plan se aprueba, sufriría el suelo sobre el que están edificados los bloques de viviendas. El consistorio ha planteado que ese suelo, 48.517 metros cuadrados, pase de ser urbano consolidado a suelo no consolidado y los propietarios temen que esta modificación pueda afectarles.
Desde el departamento de Urbanismo de Calafell, se quiso ayer transmitir tranquilidad. La nueva denominación del suelo está planeada para llevar a cabo el Plan de Mejora Urbana, en el sector denominado PMU Hotel Marinada, encuadrado entre el paseo marítimo, la calles Besos, Lluis Companys, y parte de la calle Sena. "Esto significa poder dotar a la zona de todo tipo de equipamientos, desde comerciales hasta dotacionales, e incluso alguna zona verde. Se actuaría principalmente en los bajos de los bloques de pisos. No se plantea el derribo de ningún bloque, a lo sumo se llevaría a cabo en apartamentos individuales, cuyo propietario sería indemnizado.
Tampoco está prevista la construcción de un hotel", señaló un técnico de Urbanismo de Calafell.
Sin embargo, los propietarios de los pisos de este sector, que se ubica en el barrio de Segur Playa enfrente del puerto deportivo, temen que la maniobra, a largo plazo, lleve al consistorio a derribar sus bloques de pisos. "No decimos que nos vayamos a quedar sin los pisos de forma inmediata. Tememos que en un futuro, con el cambio de configuración del suelo, el Ayuntamiento pueda hacer lo que quiera con los bloques de los pisos", explicó un propietario navarro.
Aunque esto suceda o no, este propietario navarro señaló que ya se les ha hecho daño. "Ahora mismo resultaría imposible vender un piso en este sector, con toda la problemática que se está derivando del plan. Además del peligro que vemos de futuro", añadió. Desde el consistorio de Calafell se aseguró que cuando se cambie la configuración del suelo y se realicen las actuaciones previstas éste volverá a denominarse como antes de producir el cambio, es decir suelo consolidado.
Además desde el Ayuntamiento de esta localidad turística de Tarragona, donde sólo el 37% de los habitantes son de primera residencia, se insistió en la idea de que el plan proyectado se encuentra en periodo de alegaciones, que se tuvo que ampliar desde el 21 de diciembre al 16 de enero. "Todavía no se ha aprobado de forma definitiva. Es un plan que se puede ejecutar hasta el 2023, pensado para desarrollarse a largo plazo.
Se están recibiendo bastantes alegaciones principalmente planteando cuestiones sobre cómo le va a afectar a cada uno el plan", comentó.
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