La escuela del futuro: un alumno, un portátil. Tres 'ikastolas' experimentan una enseñanza personalizada con el ordenador. M. ORMAZABAL - San Sebastián. EL PAÍS - 07-02-2008
Tras las próximas vacaciones de Semana Santa, 225 alumnos de tres ikastolas de Guipúzcoa van a probar un nuevo método para aprender las matemáticas, el lenguaje o el inglés. No volverán a utilizar los libros de texto, ni los cuadernos de actividades, ni las fichas de ejercicios. A partir de entonces, su única herramienta para el estudio consistirá en un ordenador portátil de dimensiones reducidas. Se trata de una experiencia piloto que va a poner en marcha la Federación de Ikastolas.
Se llama Proyecto Ikasys, fue presentado ayer en Pamplona y sustituye el modelo tradicional de enseñanza-aprendizaje por otro "personalizado" y "en soporte informático", explica Maite Gómez, la coordinadora de esta iniciativa que se gestó en 2000. "Cada alumno tiene su estilo y su ritmo a la hora de aprender. Hoy en día, uno de los problemas principales de la educación es acertar en la respuesta a las necesidades de cada uno por parte del profesor", explica Gómez. Ikasys ofrece la posibilidad realizar un seguimiento individualizado de cada estudiante: "No es un aprendizaje a la carta; es personalizado, a la medida", aclara. Los alumnos no eligen las materias o los ejercicios que tienen que ir cumplimentando, sino que se produce un "contrato didáctico" con el profesor. Ambos acuerdan el tipo de ejercicios, el nivel de dificultad y el tiempo que dedicarán a realizarlos en el ordenador.
La aplicación informática corregirá los ejercicios al instante y el profesor podrá seguir on line las evoluciones de cada alumno. El maestro "podrá valorar sus actividades y adoptar las medidas necesarias para mejorar su aprendizaje", subraya la coordinadora de Ikasys. Es un sistema surgido de la aplicación de las tecnologías de la información y la comunicación al mundo de la enseñanza.
El miniordenador, bautizado como ikasbook, es "fácil de manejar" y "barato". Costará unos 300 euros, aunque la Federación de Ikastolas espera abaratar su coste cuando se extienda su uso. El aparato contiene un abanico de actividades clasificados por materias y ordenadas en virtud de su dificultad. En total, dispone de 225.000 ejercicios divididos en cinco materias: euskera, lengua, inglés, matemáticas y conocimiento del medio.
Entre los contenidos, el portátil también ofrece la opción ede hacer ejercicios de cálculo, ortografía, resolución de problemas, algoritmos de física o formulaciones de química, entre otras actividades. Asimismo recopila prácticas para memorizar datos y acontecimientos históricos, obras y autores literarios, y contenidos de geografía-toponimia, lenguaje-léxico, etcétera.
"Es una herramienta que permite al estudiante aprender según sus necesidades", explica Gómez. "Una ventaja de este sistema es que tiene en cuenta la especificidad de cada alumno, que trabajará en función de su nivel y sus necesidades, y estará permanentemente supervisado por el profesor".
La experiencia, en la que se han invertido dos millones de euros, se ampliará a 16 centros durante el próximo curso. Inicialmente, se aplicará a escolares de Educación Primaria, esto es, de seis a doce años, aunque "en breve plazo" se ampliará a la franja de 12-16 años.
Tras las próximas vacaciones de Semana Santa, 225 alumnos de tres ikastolas de Guipúzcoa van a probar un nuevo método para aprender las matemáticas, el lenguaje o el inglés. No volverán a utilizar los libros de texto, ni los cuadernos de actividades, ni las fichas de ejercicios. A partir de entonces, su única herramienta para el estudio consistirá en un ordenador portátil de dimensiones reducidas. Se trata de una experiencia piloto que va a poner en marcha la Federación de Ikastolas.
Se llama Proyecto Ikasys, fue presentado ayer en Pamplona y sustituye el modelo tradicional de enseñanza-aprendizaje por otro "personalizado" y "en soporte informático", explica Maite Gómez, la coordinadora de esta iniciativa que se gestó en 2000. "Cada alumno tiene su estilo y su ritmo a la hora de aprender. Hoy en día, uno de los problemas principales de la educación es acertar en la respuesta a las necesidades de cada uno por parte del profesor", explica Gómez. Ikasys ofrece la posibilidad realizar un seguimiento individualizado de cada estudiante: "No es un aprendizaje a la carta; es personalizado, a la medida", aclara. Los alumnos no eligen las materias o los ejercicios que tienen que ir cumplimentando, sino que se produce un "contrato didáctico" con el profesor. Ambos acuerdan el tipo de ejercicios, el nivel de dificultad y el tiempo que dedicarán a realizarlos en el ordenador.
La aplicación informática corregirá los ejercicios al instante y el profesor podrá seguir on line las evoluciones de cada alumno. El maestro "podrá valorar sus actividades y adoptar las medidas necesarias para mejorar su aprendizaje", subraya la coordinadora de Ikasys. Es un sistema surgido de la aplicación de las tecnologías de la información y la comunicación al mundo de la enseñanza.
El miniordenador, bautizado como ikasbook, es "fácil de manejar" y "barato". Costará unos 300 euros, aunque la Federación de Ikastolas espera abaratar su coste cuando se extienda su uso. El aparato contiene un abanico de actividades clasificados por materias y ordenadas en virtud de su dificultad. En total, dispone de 225.000 ejercicios divididos en cinco materias: euskera, lengua, inglés, matemáticas y conocimiento del medio.
Entre los contenidos, el portátil también ofrece la opción ede hacer ejercicios de cálculo, ortografía, resolución de problemas, algoritmos de física o formulaciones de química, entre otras actividades. Asimismo recopila prácticas para memorizar datos y acontecimientos históricos, obras y autores literarios, y contenidos de geografía-toponimia, lenguaje-léxico, etcétera.
"Es una herramienta que permite al estudiante aprender según sus necesidades", explica Gómez. "Una ventaja de este sistema es que tiene en cuenta la especificidad de cada alumno, que trabajará en función de su nivel y sus necesidades, y estará permanentemente supervisado por el profesor".
La experiencia, en la que se han invertido dos millones de euros, se ampliará a 16 centros durante el próximo curso. Inicialmente, se aplicará a escolares de Educación Primaria, esto es, de seis a doce años, aunque "en breve plazo" se ampliará a la franja de 12-16 años.
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