Mercadona en Agosto de 2008 optaba por incrementar envases y residuos de forma injustificable ecológica y medio ambientalmente considerado. Ya en los años 80 del siglo pasado los "verdes" alemanes rechazaban el sobreembalaje de los tubos de dentífrico, abandonando los envases en el supermercado. Incluso en estos tiempos (Agosto de 2009) en los que la ecología está de moda Juan Roig sigue regalando bolsas de plástico e ignorando la conciencia medio ambiental creciente, pese a que cualquier iniciativa en este sentido sería bien recibida por la clientela y aumentaría las ventas. ¿Esperará hasta que el gobierno de España decida prohibir las bolsas de plástico? Carrefour con gran vista comercial se ha adelantado a la medida con fecha 26/06/2009.
Varios ejemplos de lo que parecía en 2008 una nueva orientación de la presentación de sus productos hacia un público más lujoso y elitista.
El taco de jamón ibérico que antes venía sólo en envoltorio plástico, ahora va dentro de una caja de plástico duro absolutamente innecesaria que sólo sirve para dar mayor empaque y presencia al producto y para ocultar su aspecto a la vista.
Los tetrabrick de leche ahora vienen en cajas de 4 en vez de 6 y van provistos de un tapón de plástico que aumenta los residuos no reciclables y dificulta el almacenaje. En vez de reducir el número de tetrabrick por caja deberían crear presentaciones con mayor capacidad (1 litro y medio o dos litros). El tapón es una sofisticación que no aporta ventajas pues el consumo rápido no justifica la necesidad de taponar. Hemos usado durante décadas el tetrabrick sin tapón a completa satisfacción.
Las latas de bebidas (de cerveza, cola, isotónicos, etc) que antes iban agrupadas de 6 en 6 con las clásicas anillas con asa ahora van enfundadas en un envoltorio plástico.
En estos tiempos en que surgen cada vez más iniciativas empresariales hacia la sostenibilidad y la responsabilidad social corporativa (H&M apuesta por el algodón ecológico, Capitán Tapioca por el cáñamo, Eroski vende bolsas de compra para uso continuado evitando así el despilfarro de bolsas de plástico, etc.) Mercadona demuestra su poca sensibilidad medioambiental y ecológica.
Eroski, en cambio, por medio de su web IDEASANA promueve políticas favorables a la educación sanitaria, al desarrollo sostenible y al comercio justo. Es notoria la inicitiva del fomento del uso de la bolsa reutilizable evitando el gasto inútil de bolsas de plástico, y la colaboración en el reciclaje de toners y móviles...
* Grupo Eroski obtiene la calificación 'A+' para su Memoria de Responsabilidad Social Corporativa
Varios ejemplos de lo que parecía en 2008 una nueva orientación de la presentación de sus productos hacia un público más lujoso y elitista.
El taco de jamón ibérico que antes venía sólo en envoltorio plástico, ahora va dentro de una caja de plástico duro absolutamente innecesaria que sólo sirve para dar mayor empaque y presencia al producto y para ocultar su aspecto a la vista.
Los tetrabrick de leche ahora vienen en cajas de 4 en vez de 6 y van provistos de un tapón de plástico que aumenta los residuos no reciclables y dificulta el almacenaje. En vez de reducir el número de tetrabrick por caja deberían crear presentaciones con mayor capacidad (1 litro y medio o dos litros). El tapón es una sofisticación que no aporta ventajas pues el consumo rápido no justifica la necesidad de taponar. Hemos usado durante décadas el tetrabrick sin tapón a completa satisfacción.
Las latas de bebidas (de cerveza, cola, isotónicos, etc) que antes iban agrupadas de 6 en 6 con las clásicas anillas con asa ahora van enfundadas en un envoltorio plástico.
En estos tiempos en que surgen cada vez más iniciativas empresariales hacia la sostenibilidad y la responsabilidad social corporativa (H&M apuesta por el algodón ecológico, Capitán Tapioca por el cáñamo, Eroski vende bolsas de compra para uso continuado evitando así el despilfarro de bolsas de plástico, etc.) Mercadona demuestra su poca sensibilidad medioambiental y ecológica.
Eroski, en cambio, por medio de su web IDEASANA promueve políticas favorables a la educación sanitaria, al desarrollo sostenible y al comercio justo. Es notoria la inicitiva del fomento del uso de la bolsa reutilizable evitando el gasto inútil de bolsas de plástico, y la colaboración en el reciclaje de toners y móviles...
* Grupo Eroski obtiene la calificación 'A+' para su Memoria de Responsabilidad Social Corporativa
Mercadona pesca en las aguas de la crisis. El grupo gana 100.000 clientes y vende 400.000 kilos más de fruta al día. VIDAL MATÉ NEGOCIOS - Negocios - 09-08-2009
Hace poco menos de un año, el grupo Mercadona revolucionaba la estrategia de la gran distribución para hacer frente a la crisis con una serie de medidas encaminadas a lograr una rebaja de los precios al consumidor eliminando marcas, reduciendo márgenes y gastos de comercialización y con una mejor gestión del espacio en los lineales. Los objetivos del grupo se concretaban en mantener los volúmenes de facturación en algo más de 15.000 millones de euros, así como los beneficios en una cifra similar a los 320 millones de euros logrados en el ejercicio anterior, bajando los precios.
Las actuaciones más importantes en esa estrategia se concretaron en dos medidas. La primera, eliminar de los lineales en función de su rotación para hacer una mejor gestión de los mismos 400 marcas recomendadas del propio grupo bajo la enseña Hacendado y otras 400 marcas de los fabricantes.
Juan Roig, como presidente de la empresa, entendía que, en muchos casos, había una duplicidad de marcas y de formatos para una misma oferta, lo que suponía perder rentabilidad en los lineales y hasta crear confusión al consumidor. La segunda medida suponía eliminar costes en los procesos de fabricación que solamente mejoren la presentación de los productos, pero no la calidad de los mismos, sobre todo en frutas y hortalizas, así como una mejor gestión con los proveedores.
El fin último de toda esa política era lograr reducir los precios finales de los productos para mantener ventas y clientes en sus 1.232 tiendas que posee el grupo en todo el territorio nacional.
La estrategia diseñada desde Mercadona, sobre todo por la eliminación de algunas referencias de marcas de las industrias, tuvo una oleada de críticas en defensa de la libertad de los consumidores para poder comprar un determinado producto en la cadena de supermercados.
Menos de un año más tarde, desde el grupo se hace balance de los resultados. Sobre todo, sin dejar a un lado los datos económicos, se quiere resaltar que la estrategia puesta en marcha por Mercadona no sólo ha dado los resultados esperados, sino que la misma la están poniendo en marcha en los últimos meses algunos de los grandes grupos de distribución mundiales. En esta carrera por reducir la oferta de marcas de los lineales, en Estados Unidos destacan ejemplos como los de Walmart, que ha eliminado el 25% de sus marcas de palomitas. Con vistas a simplificar la compra de los consumidores, el mismo grupo ha reducido el espacio en los lineales para una serie de productos.
Frente a quienes auguraban una reducción de ventas y de clientes, los datos de Mercadona son aplastantes. Según fuentes del grupo, la política de reducir hasta 0,50 euros por kilo en los precios de frutas por la eliminación de gastos de embalajes y de su presentación, se ha traducido en un incremento de las ventas en unos 350 kilos por tienda y día, lo que significa más de 400.000 kilos.
En lo que se refiere al riesgo de pérdida de clientes, los datos de la cadena de supermercados son igualmente positivos. Desde el inicio de esa estrategia, el número de clientes ha crecido en una media de 80 personas por día y tienda. Ello supone que por la cadena de establecimientos han pasado a diario 100.000 compradores más.
Hace poco menos de un año, el grupo Mercadona revolucionaba la estrategia de la gran distribución para hacer frente a la crisis con una serie de medidas encaminadas a lograr una rebaja de los precios al consumidor eliminando marcas, reduciendo márgenes y gastos de comercialización y con una mejor gestión del espacio en los lineales. Los objetivos del grupo se concretaban en mantener los volúmenes de facturación en algo más de 15.000 millones de euros, así como los beneficios en una cifra similar a los 320 millones de euros logrados en el ejercicio anterior, bajando los precios.
Las actuaciones más importantes en esa estrategia se concretaron en dos medidas. La primera, eliminar de los lineales en función de su rotación para hacer una mejor gestión de los mismos 400 marcas recomendadas del propio grupo bajo la enseña Hacendado y otras 400 marcas de los fabricantes.
Juan Roig, como presidente de la empresa, entendía que, en muchos casos, había una duplicidad de marcas y de formatos para una misma oferta, lo que suponía perder rentabilidad en los lineales y hasta crear confusión al consumidor. La segunda medida suponía eliminar costes en los procesos de fabricación que solamente mejoren la presentación de los productos, pero no la calidad de los mismos, sobre todo en frutas y hortalizas, así como una mejor gestión con los proveedores.
El fin último de toda esa política era lograr reducir los precios finales de los productos para mantener ventas y clientes en sus 1.232 tiendas que posee el grupo en todo el territorio nacional.
La estrategia diseñada desde Mercadona, sobre todo por la eliminación de algunas referencias de marcas de las industrias, tuvo una oleada de críticas en defensa de la libertad de los consumidores para poder comprar un determinado producto en la cadena de supermercados.
Menos de un año más tarde, desde el grupo se hace balance de los resultados. Sobre todo, sin dejar a un lado los datos económicos, se quiere resaltar que la estrategia puesta en marcha por Mercadona no sólo ha dado los resultados esperados, sino que la misma la están poniendo en marcha en los últimos meses algunos de los grandes grupos de distribución mundiales. En esta carrera por reducir la oferta de marcas de los lineales, en Estados Unidos destacan ejemplos como los de Walmart, que ha eliminado el 25% de sus marcas de palomitas. Con vistas a simplificar la compra de los consumidores, el mismo grupo ha reducido el espacio en los lineales para una serie de productos.
Frente a quienes auguraban una reducción de ventas y de clientes, los datos de Mercadona son aplastantes. Según fuentes del grupo, la política de reducir hasta 0,50 euros por kilo en los precios de frutas por la eliminación de gastos de embalajes y de su presentación, se ha traducido en un incremento de las ventas en unos 350 kilos por tienda y día, lo que significa más de 400.000 kilos.
En lo que se refiere al riesgo de pérdida de clientes, los datos de la cadena de supermercados son igualmente positivos. Desde el inicio de esa estrategia, el número de clientes ha crecido en una media de 80 personas por día y tienda. Ello supone que por la cadena de establecimientos han pasado a diario 100.000 compradores más.
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