jueves, febrero 14, 2008

"Discutir sobre el velo es un error; el debate es sobre moral sexual". Entrevista a Ayaan Hirsi Ali

"Discutir sobre el velo es un error; el debate es sobre moral sexual". J. M. MARTÍ FONT - París EL PAÍS - Internacional - 13-02-2008
Ayaan Hirsi Ali, nacida en Mogadiscio (Somalia) hace 38 años, fue diputada liberal en Holanda. Su crítica radical del Islam y su defensa de los derechos de las mujeres le han valido una condena a muerte dictada por los sectores fundamentalistas. Ahora vive en una especie de clandestinidad, escondida y protegida, y considera que ha sido traicionada por el Gobierno holandés que en su momento le ofreció protección. Por ello lleva a cabo una campaña para que el Parlamento Europeo garantice la protección de quienes se expresan contra la amenaza teocrática que, en su opinión, subyace en la sociedad musulmana.

Pregunta. Usted no distingue entre el Islam moderado y el Islam radical.

Respuesta. Yo hago una distinción entre Islam, en cuanto a un conjunto de principios, y los musulmanes como gente. Los musulmanes son diversos. Algunos se convierten a la democracia o qui
eren integrarse como ciudadanos en las sociedades occidentales; algunos rechazan la democracia y otros toman este rechazo hasta el grado extremo de los ataques terroristas. Pero no sabemos lo que piensa la gran mayoría de musulmanes. Por otro lado, el Islam como conjunto de principios es muy consistente, muy coherente, muy simple y no es compatible con la democracia liberal. Los principios de la democracia liberal toman la vida humana como un fin en si mismo y el Islam dice que sólo si te sometes a los deseos de Dios, tendrás una vida satisfactoria. Los principios democráticos establecen que el hombre y la mujer son iguales frente a la ley, los principios islámicos dicen que la mujer está subordinada al hombre o que quien practica la homosexualidad debe morir.

P. También la religión católica establece principios antidemocráticos.
R . Sí, porque la cristiandad tampoco es compatible con la democracia, pero las sociedades cristianas han establecido la separación entre Iglesia y Estado, y la religión ya no tiene el poder de castigar a quienes no cumplen sus principios.

P. ¿Cómo analiza usted el debate sobre el velo en Turquía? ¿Democracia frente a laicidad?
R .La secularización de Turquía, que se hizo de arriba abajo, está cambiando y la sociedad se hace más islámica, incluso islamista, de abajo hacia arriba. El partido de Erdogan, era en su origen muy radical y fue reprimido y prohibido por los militares. Cambió de estrategia y empezó por abajo y buscando un consenso popular. Ahora Turquía se está moviendo del secularismo hacia la religión. Pero mi opinión es que discutir sobre el velo es un error, tanto en Turquía como en Europa. No es la cuestión. El verdadero debate es sobre la moral sexual que el velo representa, que no es otra que la mujer es responsable de la sexualidad del hombre. Debemos cubrir nuestro cuerpo para que él no se excite; debemos permanecer encerradas en casa, para que él no se excite. Esta moral, que pone toda la responsabilidad sobre la mujer, es lo que hay que discutir.


P. ¿Piensa usted que la población musulmana de Europa se dirige hacia una separación de la religión y el Estado?
R .Creo que la mayoría de los musulmanes asimilarán los principios de la democracia si tienen el mismo debate que los católicos tuvieron, que no es más que aceptar que sus dogmas son puestos en cuestión y que de estas preguntas se derivan respuestas que no les van a gustar. Para que este proceso sea más fácil, hay que proteger la libertad de expresión.


P. ¿A los partidos políticos tradicionales les es rentable tomar posiciones firmes frente a estas amenazas?
R .En el caso de Holanda, tanto los democristianos como los socialdemócratas han acabado dependiendo en determinadas circunscripciones del voto de las minorías musulmanas. En las grandes ciudades el voto musulmán va muy buscado. En Francia, donde la minoría musulmana aun no vota como tal, esto no tiene tanta importancia.

P. ¿Y en España?
R . La reacción del Gobierno español de retirar sus tropas de Irak después del atentado de Madrid, fue una mala decisión, porque dio la razón a los elementos más radicales. Por otro lado, la mayoría de los inmigrantes magrebies que llegan a España vienen a trabajar en el campo, no tienen el mismo tipo de dependencia de las ayudas y subvenciones estatales que hay en otros sitios de Europa. La población musulmana no tiene ningún impacto electoral.

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