El 30% de los pacientes de Primaria en Aragón tiene problemas psiquiátricos. Un estudio analiza estas patologías mediante un test a 2.500 aragoneses. El análisis previo desmiente que los inmigrantes padezcan más estas patologías. 09/03/2008 MARÍA EUGENIA CARREY
Se lleva bien con su familia?, ¿ha querido estar muerto alguna vez?, ¿ha pensado en el suicidio?, ¿se ha autolesionado? Estas son algunas de las preguntas que incluye un estudio para evaluar la salud mental de los aragoneses y que nació para compararla con la población inmigrante. Las conclusiones preliminares avanzan que tres de cada diez pacientes que acuden a su médico de cabecera tienen problemas psiquiátricos, con indiferencia de si se trata de población extranjera o no.
Este test se realiza en los centros de salud de Atención Primaria de Aragón, coordinado por el psiquiatra Javier García Campayo. Se trata de un estudio multicéntrico que se realiza en Aragón, Cataluña y Madrid, y que pretende valorar a 2.500 personas a través de entrevistas en los ambulatorios. La hipótesis de partida era demostrar, como así ha sucedido en otros países, que la población inmigrante tiene más patología psiquiátrica. "Debido al proceso de adaptación, al duelo por dejar a sus seres queridos, a las dificultades por estar en un nuevo país, creíamos que iban a tener más problemas psiquiátricos", explica García Campayo.
Así, se han estudiado los cinco grupos étnicos que se consideran principales en nuestro país en relación a la inmigración: europeos del Este (rumanos, como grupo principal), latinoamericanos (los más frecuentes son ecuatorianos y colombianos), magrebís (sobre todo marroquís), subsaharianos y asiáticos (con predominio de chinos en Aragón o pakistanís en Cataluña). Solo se han estudiado los inmigrantes recientes (es decir, los que llevan menos de tres años en España) porque se quiere analizar el efecto de la inmigración en la salud mental.
Sin embargo, los resultados preliminares del análisis revelan que estas enfermedades se dan en el mismo porcentaje que en la población española. Según los primeros datos, del 25 al 30% de las personas que acude a una consulta en Atención Primaria presenta algún problema psiquiátrico. Sin embargo, estos son leves, ya que entre el 80 y 90% de estos casos se trata de depresión.
Gracias al estudio se evalúa la frecuencia del malestar psicológico en la población, se analiza cómo evolucionan las personas al año de seguimiento y se conoce cuáles pueden ser los factores que hacen que estas enfermedades se cronifiquen. "El estudio como tal no es de tratamiento, sino de investigación", relata su coordinador, Javier García Campayo.
Pero, ¿qué les parece a los encuestados contestar a un test de preguntas tan íntimas? "Como iniciativa no me parece mal, pero creo que tienen que dar por supuesto que la gente no va a decir del todo la verdad", apunta Marta Campín, usuaria del centro de salud de San Pablo y participante en el estudio. Sin embargo, los pacientes pueden estar tranquilos. Toda la información que se recoge es estrictamente confidencial. Los resultados se presentarán de forma global y nunca de forma individualizada.
Se lleva bien con su familia?, ¿ha querido estar muerto alguna vez?, ¿ha pensado en el suicidio?, ¿se ha autolesionado? Estas son algunas de las preguntas que incluye un estudio para evaluar la salud mental de los aragoneses y que nació para compararla con la población inmigrante. Las conclusiones preliminares avanzan que tres de cada diez pacientes que acuden a su médico de cabecera tienen problemas psiquiátricos, con indiferencia de si se trata de población extranjera o no.
Este test se realiza en los centros de salud de Atención Primaria de Aragón, coordinado por el psiquiatra Javier García Campayo. Se trata de un estudio multicéntrico que se realiza en Aragón, Cataluña y Madrid, y que pretende valorar a 2.500 personas a través de entrevistas en los ambulatorios. La hipótesis de partida era demostrar, como así ha sucedido en otros países, que la población inmigrante tiene más patología psiquiátrica. "Debido al proceso de adaptación, al duelo por dejar a sus seres queridos, a las dificultades por estar en un nuevo país, creíamos que iban a tener más problemas psiquiátricos", explica García Campayo.
Así, se han estudiado los cinco grupos étnicos que se consideran principales en nuestro país en relación a la inmigración: europeos del Este (rumanos, como grupo principal), latinoamericanos (los más frecuentes son ecuatorianos y colombianos), magrebís (sobre todo marroquís), subsaharianos y asiáticos (con predominio de chinos en Aragón o pakistanís en Cataluña). Solo se han estudiado los inmigrantes recientes (es decir, los que llevan menos de tres años en España) porque se quiere analizar el efecto de la inmigración en la salud mental.
Sin embargo, los resultados preliminares del análisis revelan que estas enfermedades se dan en el mismo porcentaje que en la población española. Según los primeros datos, del 25 al 30% de las personas que acude a una consulta en Atención Primaria presenta algún problema psiquiátrico. Sin embargo, estos son leves, ya que entre el 80 y 90% de estos casos se trata de depresión.
Gracias al estudio se evalúa la frecuencia del malestar psicológico en la población, se analiza cómo evolucionan las personas al año de seguimiento y se conoce cuáles pueden ser los factores que hacen que estas enfermedades se cronifiquen. "El estudio como tal no es de tratamiento, sino de investigación", relata su coordinador, Javier García Campayo.
Pero, ¿qué les parece a los encuestados contestar a un test de preguntas tan íntimas? "Como iniciativa no me parece mal, pero creo que tienen que dar por supuesto que la gente no va a decir del todo la verdad", apunta Marta Campín, usuaria del centro de salud de San Pablo y participante en el estudio. Sin embargo, los pacientes pueden estar tranquilos. Toda la información que se recoge es estrictamente confidencial. Los resultados se presentarán de forma global y nunca de forma individualizada.
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