¿CALLE GENERAL SUEIRO O ESCRIVÁ DE BALAGUER? Belloch, sorprendido por la polémica, dice que la falta de consenso no frenará el cambio de nombre. >> La decisión del alcande de cambiar el nombre de la calle del General Sueiro por San Josemaría Escrivá de Balaguer ha generado un intenso debate vecinal. >> "A un hombre no se le pone por consenso una calle, sino por méritos, y un santo tiene méritos, nada que menos que eso, ser santo", ha subrayado Belloch. EFE/M. L. R. Zaragoza
El alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, ha asegurado que no le importa que la designación de una calle con el nombre de San Josemaría Escrivá de Balaguer salga sin consenso municipal, porque lo considera uno de los aragoneses más importantes de la segunda mitad del siglo XX.
En declaraciones a los medios de comunicación durante un acto en el que se celebraban las Bodas de Oro de 250 zaragozanos, el alcalde se ha mostrado sorprendido por la polémica que ha suscitado su propuesta para cambiar el nombre de la calle General Sueiro por el del fundador del Opus Dei y la ha calificado de "disparate".
"A un hombre no se le pone por consenso una calle, sino por méritos, y un santo tiene méritos, nada que menos que eso, ser santo", ha subrayado Belloch.
En este sentido, ha puesto como ejemplo que el antiguo alcalde comunista de Roma no sólo le dedicó una calle a Escrivá de Balaguer, sino que fue con su banda de la República a inaugurarla y, sin embargo, en Zaragoza "somos más papistas que el Papa".
El alcalde ha recordado que un santo aragonés como San José de Calasanz tiene una calle y, además, no cree que la gente esté dispuesta a que se quiten los nombres de santos a algunas calles.
El alcalde ha informado de que la ciudad tiene una calle dedicada a Carlos Marx y "no hay ningún antimarxista culto que se oponga a eso", porque independientemente de cuáles sean sus ideas, que "han provocado verdaderas catástrofes en la humanidad, es evidente que es un hombre importante".
No obstante, ha reconocido que si ahora se propusiera otra vez el nombre de Carlos Marx habría "algún grupo tan sectario que sería capaz de votar en contra".
"Que tengamos una izquierda sectaria es un hecho, pero afortunadamente convivimos otra serie de personas progresistas a los que el sectarismo nos parece lamentable", ha concluido.
Debate ciudadano
Al mediodía, la céntrica calle del General Sueiro está inmersa en su rutina cotidiana. Nada parece diferente al martes pasado o al anterior. Pero no es del todo así. En los bares, en el mercado o en las casas no se habla de otra cosa. En pocas semanas, la calle cambiará de nombre y dejará de recordar la memoria del militar franquista para dar paso a San Josemaría Escrivá de Balaguer, el sacerdote aragonés que fundó el Opus Dei. Hay opiniones para todos los gustos.
Predominan los que rechazan el cambio. Los motivos son diversos, pero a la mayoría le parece que modificar la denominación de General Sueiro por el santo barbastrense les complicará la vida. Es lo que opinan las hermanas Cristina y Arancha Lapetra, de la joyería La Perla. "No es por el nombre, sino por el trastorno que nos va a ocasionar. Habrá que cambiar papel, tarjetas, bolsas", dicen molestas por la escasa participación que se ha dado a los vecinos. "El ayuntamiento nos debería dar una subvención", aseguran.
Esta opinión es compartida por muchos comerciantes. "Supongo que el ayuntamiento no correrá con los gastos", lamenta Marta Gracia, propietaria de una herboristería y parafarmacia. Pero a Marta tampoco le agrada la personalidad elegida. "El cambio no es que sea mucho mejor. Le podrían haber puesto el nombre de otra persona, porque Escrivá de Balaguer no era la alegría de la huerta en tolerancia", opina.
Los hay que se quejan porque no consideran necesaria la modificación. "Hay cosas más importantes que cambiar el nombre de las calles. Para mí, seguirá siendo General Sueiro", dice José Manuel Bielsa Galán, un carnicero de la zona. En la peluquería de Marta Higueras no se habla de otra cosa. "He tenido polémica entre la clientela. La gente quiere que se quede como está. A mí, como si le ponen Perico de los Palotes. No me hace mucha ilusión, pero es mejor que el que había", dice.
Donde sí están satisfechos es en el colegio mayor Miraflores, del Opus Dei, cuyo patronato ha promovido que la calle adopte el nombre de su fundador. Su director, Mario Medina, destaca que Escrivá de Balaguer "es un aragonés de categoría universal". "A través de él, se ha conocido Aragón en todo el mundo", subraya.
Respecto a la polémica que ha provocado en el ayuntamiento, Medina cree que "es normal". "Cada partido ejerce su papel", añade. Agradece al alcalde, Juan Alberto Belloch, "su valentía". "Ha demostrado que no es sectario", afirma. Y recuerda que San Josemaría Escrivá de Balaguer da nombre a calles en todo el mundo. Recordó que un alcalde comunista inauguró la plaza dedicada al fundador del Opus Dei en Roma.
Si en la calle del General Sueiro se aviva el debate, en el Departamento de Historia Medieval de la Universidad se consuma la decepción. Había promovido que la citada calle tuviera el nombre de José María Lacarra, el más prestigioso medievalista de Aragón. Se hicieron gestiones en el ayuntamiento, pero al final tendrá otra calle. Belloch prefirió a Escrivá.
Belloch está dispuesto a dedicar la calle a Escrivá de Balaguer aún sin consenso. Así lo ha afirmado en declaraciones a los medios de comunicación. 12/02/2009 EFE * El alcalde levanta ampollas con el cambio de nombre de General Sueiro12/02/2009
El alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, ha asegurado hoy que no le importa que la designación de una calle con el nombre de San Josemaría Escrivá de Balaguer salga sin consenso municipal, porque lo considera uno de los aragoneses más importantes de la segunda mitad del siglo XX.
En declaraciones a los medios de comunicación durante un acto en el que se celebraban las Bodas de Oro de 250 zaragozanos, el alcalde se ha mostrado sorprendido por la polémica que ha suscitado su propuesta para cambiar el nombre de la calle General Sueiro por el del fundador del Opus Dei y la ha calificado de "disparate".
"A un hombre no se le pone por consenso una calle, sino por méritos, y un santo tiene méritos, nada menos que eso, ser santo", ha subrayado Belloch.
En este sentido, ha puesto como ejemplo que el antiguo alcalde comunista de Roma no sólo le dedicó una calle a Escrivá de Balaguer, sino que fue con su banda de la República a inaugurarla y, sin embargo, en Zaragoza "somos más papistas que el Papa".
El alcalde ha recordado que un santo aragonés como San José de Calasanz tiene una calle y, además, no cree que la gente esté dispuesta a que se quiten los nombres de santos a algunas calles.
El alcalde ha informado de que la ciudad tiene una calle dedicada a Carlos Marx y "no hay ningún antimarxista culto que se oponga a eso", porque independientemente de cuáles sean sus ideas, que "han provocado verdaderas catástrofes en la humanidad, es evidente que es un hombre importante".
No obstante, ha reconocido que si ahora se propusiera otra vez el nombre de Carlos Marx habría "algún grupo tan sectario que sería capaz de votar en contra".
"Que tengamos una izquierda sectaria es un hecho, pero afortunadamente convivimos otra serie de personas progresistas a los que el sectarismo nos parece lamentable", ha concluido.
La polémica sobre este asunto se ha generado tras conocerse que el alcalde había incluido a Escrivá de Balaguer, nacido en Barbastro (Huesca), en la lista de nombres que pretende aprobar el consistorio para cambiar las nominaciones franquistas de más de cuarenta calles para cumplir con la Ley de la Memoria Histórica.
Los nombres elegidos para los cambios han sido consensuados por los grupos del consistorio salvo el del fundador del Opus Dei, que es rechazado por Chunta Aragonesista (CHA) e Izquierda Unida (IU), cuyo único concejal, José Manuel Alonso, ha anunciado una campaña de recogida de firmas para rechazar el nombre de Escrivá de Balaguer
El alcalde levanta ampollas con el cambio de nombre de General Sueiro. Profesores universitarios y comerciantes recelan del canje en el callejero por Escrivá de Balaguer. Jerónimo Blasco defiende la decisión personal de Belloch por "pluralidad política" y por "tolerancia". 12/02/2009 M. VALIENTE
"Burla", "escándalo", "capricho personal y obsesivo de un alcalde que solo piensa en crucifijos" o "una absoluta falta de rigor histórico" con la ciudad de Zaragoza. Estas son algunas de las perlas que profesores universitarios, representantes de asociaciones de la Memoria Histórica de Aragón, vecinos y comerciantes dedicaron ayer al alcalde Juan Alberto Belloch tras conocer su intención de sustituir el nombre de la calle General Sueiro por el de San Josemaría Escrivá de Balaguer.
La decisión del primer edil socialista fue defendida ayer con fervor por el consejero de Grandes Proyectos y Cultura, Jerónimo Blasco, quien justificó este cambio por "pluralidad política" y por "tolerancia". Según Blasco, el fundador del Opus Dei es uno de los aragoneses más conocidos universalmente y tiene calles en una veintena de ciudades de todo el mundo. El responsable de Cultura añadió que Escrivá de Balaguer "no ha tenido una participación activa o una exaltación directa del franquismo por lo que no veo mayor problema". La historia reconoce, sin embargo, que fue asesor espiritual del dictador.
Poco o nada convencieron las aclaraciones de Blasco a profesores de la Universidad de Zaragoza como Isabel Falcón, docente de Historia Medieval. Falcón, que casualmente reside en General Sueiro, remitió un escrito al alcalde hace semanas, respaldado por el Departamento de Historia Medieval, en el que solicitaba que se sustituyese el nombre del militar golpista por el del catedrático José María Lacarra y de Miguel. Su petición, sin embargo, no fue atendida, como sí lo ha sido la de un representante del colegio mayor Miraflores que propuso a Escrivá de Balaguer. "La decisión ha provocado una gran indignación entre los vecinos", dijo la profesora Falcón.
"No sé qué se gana intercambiando el nombre de un militar franquista por el de un eclesiástico tan franquista o más que el otro", apuntó otro profesor universitario experto en cuestiones relacionadas con la memoria histórica. Sus palabras fueron ratificadas por Julián Casanova, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Zaragoza. "No puede crear una polémica sustituyendo a un golpista por otro hombre conflictivo que no se puede ensalzar desde posiciones democráticas. Él y su organización depuraron la universidad", explicó Casanova.
También Irene de la Cuerda, la vicepresidenta de la Asociación de la Recuperación de la Memoria Histórica de Aragón, se mostró contraria al criterio de Belloch. "Es una burla, un escándalo. Belloch está obsesionado y antepone las cuestiones personales a las generales", dijo De la Cuerda.
RETRASO DE LA MEDIDA Por su parte, el secretario general de la Federación de Empresarios de Comercio y Servicios de Zaragoza y Provincia (ECOS) abogó por retrasar el cambio del nombre de una cuarentena de calles en un momento de crisis económica como la actual. "Al empresario le cuesta dinero y el consumidor se despista, deberían aplazar el cambio para tiempos mejores", afirmó Gracia. En este sentido, Chunta Aragonesista presentará un voto particular en la Comisión de Servicios Públicos del Ayuntamiento de Zaragoza para que el expediente de cambio de denominaciones de viales de la ciudad incorpore la obligación municipal de lanzar una línea de ayudas económicas a los comercios y establecimientos públicos ubicados en las calles afectadas que deberán renovar su material de oficina, papelería, bolsas... Esta propuesta ya fue descartada ayer por Jerónimo Blasco. El responsable de Grandes Proyectos y Cultura consideró que supondría "abrir una espita" en un asunto que nunca ha recibido ayuda económica alguna. Según fuentes municipales, los nombres nuevos y antiguos de las calles se podrán mantener durante un tiempo razonable para que los ciudadanos se habitúen al cambio. Las primeras señalizaciones nuevas podrían instalarse en abril.
También Izquierda Unida llevará el debate al próximo pleno del 27 de febrero con una moción que tratará de evitar que el fundador del Opus Dei sea homenajeado con una calle en Zaragoza. El portavoz de Izquierda Unida, José Manuel Alonso, exigió a Belloch que desestime la propuesta y tildó de "intolerable" que "proponga dar honores al fundador del Opus Dei, un personaje y una organización que mantenían estrechos lazos con el régimen franquista".
El alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, ha asegurado que no le importa que la designación de una calle con el nombre de San Josemaría Escrivá de Balaguer salga sin consenso municipal, porque lo considera uno de los aragoneses más importantes de la segunda mitad del siglo XX.
En declaraciones a los medios de comunicación durante un acto en el que se celebraban las Bodas de Oro de 250 zaragozanos, el alcalde se ha mostrado sorprendido por la polémica que ha suscitado su propuesta para cambiar el nombre de la calle General Sueiro por el del fundador del Opus Dei y la ha calificado de "disparate".
"A un hombre no se le pone por consenso una calle, sino por méritos, y un santo tiene méritos, nada que menos que eso, ser santo", ha subrayado Belloch.
En este sentido, ha puesto como ejemplo que el antiguo alcalde comunista de Roma no sólo le dedicó una calle a Escrivá de Balaguer, sino que fue con su banda de la República a inaugurarla y, sin embargo, en Zaragoza "somos más papistas que el Papa".
El alcalde ha recordado que un santo aragonés como San José de Calasanz tiene una calle y, además, no cree que la gente esté dispuesta a que se quiten los nombres de santos a algunas calles.
El alcalde ha informado de que la ciudad tiene una calle dedicada a Carlos Marx y "no hay ningún antimarxista culto que se oponga a eso", porque independientemente de cuáles sean sus ideas, que "han provocado verdaderas catástrofes en la humanidad, es evidente que es un hombre importante".
No obstante, ha reconocido que si ahora se propusiera otra vez el nombre de Carlos Marx habría "algún grupo tan sectario que sería capaz de votar en contra".
"Que tengamos una izquierda sectaria es un hecho, pero afortunadamente convivimos otra serie de personas progresistas a los que el sectarismo nos parece lamentable", ha concluido.
Debate ciudadano
Al mediodía, la céntrica calle del General Sueiro está inmersa en su rutina cotidiana. Nada parece diferente al martes pasado o al anterior. Pero no es del todo así. En los bares, en el mercado o en las casas no se habla de otra cosa. En pocas semanas, la calle cambiará de nombre y dejará de recordar la memoria del militar franquista para dar paso a San Josemaría Escrivá de Balaguer, el sacerdote aragonés que fundó el Opus Dei. Hay opiniones para todos los gustos.
Predominan los que rechazan el cambio. Los motivos son diversos, pero a la mayoría le parece que modificar la denominación de General Sueiro por el santo barbastrense les complicará la vida. Es lo que opinan las hermanas Cristina y Arancha Lapetra, de la joyería La Perla. "No es por el nombre, sino por el trastorno que nos va a ocasionar. Habrá que cambiar papel, tarjetas, bolsas", dicen molestas por la escasa participación que se ha dado a los vecinos. "El ayuntamiento nos debería dar una subvención", aseguran.
Esta opinión es compartida por muchos comerciantes. "Supongo que el ayuntamiento no correrá con los gastos", lamenta Marta Gracia, propietaria de una herboristería y parafarmacia. Pero a Marta tampoco le agrada la personalidad elegida. "El cambio no es que sea mucho mejor. Le podrían haber puesto el nombre de otra persona, porque Escrivá de Balaguer no era la alegría de la huerta en tolerancia", opina.
Los hay que se quejan porque no consideran necesaria la modificación. "Hay cosas más importantes que cambiar el nombre de las calles. Para mí, seguirá siendo General Sueiro", dice José Manuel Bielsa Galán, un carnicero de la zona. En la peluquería de Marta Higueras no se habla de otra cosa. "He tenido polémica entre la clientela. La gente quiere que se quede como está. A mí, como si le ponen Perico de los Palotes. No me hace mucha ilusión, pero es mejor que el que había", dice.
Donde sí están satisfechos es en el colegio mayor Miraflores, del Opus Dei, cuyo patronato ha promovido que la calle adopte el nombre de su fundador. Su director, Mario Medina, destaca que Escrivá de Balaguer "es un aragonés de categoría universal". "A través de él, se ha conocido Aragón en todo el mundo", subraya.
Respecto a la polémica que ha provocado en el ayuntamiento, Medina cree que "es normal". "Cada partido ejerce su papel", añade. Agradece al alcalde, Juan Alberto Belloch, "su valentía". "Ha demostrado que no es sectario", afirma. Y recuerda que San Josemaría Escrivá de Balaguer da nombre a calles en todo el mundo. Recordó que un alcalde comunista inauguró la plaza dedicada al fundador del Opus Dei en Roma.
Si en la calle del General Sueiro se aviva el debate, en el Departamento de Historia Medieval de la Universidad se consuma la decepción. Había promovido que la citada calle tuviera el nombre de José María Lacarra, el más prestigioso medievalista de Aragón. Se hicieron gestiones en el ayuntamiento, pero al final tendrá otra calle. Belloch prefirió a Escrivá.
Belloch está dispuesto a dedicar la calle a Escrivá de Balaguer aún sin consenso. Así lo ha afirmado en declaraciones a los medios de comunicación. 12/02/2009 EFE * El alcalde levanta ampollas con el cambio de nombre de General Sueiro12/02/2009
El alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, ha asegurado hoy que no le importa que la designación de una calle con el nombre de San Josemaría Escrivá de Balaguer salga sin consenso municipal, porque lo considera uno de los aragoneses más importantes de la segunda mitad del siglo XX.
En declaraciones a los medios de comunicación durante un acto en el que se celebraban las Bodas de Oro de 250 zaragozanos, el alcalde se ha mostrado sorprendido por la polémica que ha suscitado su propuesta para cambiar el nombre de la calle General Sueiro por el del fundador del Opus Dei y la ha calificado de "disparate".
"A un hombre no se le pone por consenso una calle, sino por méritos, y un santo tiene méritos, nada menos que eso, ser santo", ha subrayado Belloch.
En este sentido, ha puesto como ejemplo que el antiguo alcalde comunista de Roma no sólo le dedicó una calle a Escrivá de Balaguer, sino que fue con su banda de la República a inaugurarla y, sin embargo, en Zaragoza "somos más papistas que el Papa".
El alcalde ha recordado que un santo aragonés como San José de Calasanz tiene una calle y, además, no cree que la gente esté dispuesta a que se quiten los nombres de santos a algunas calles.
El alcalde ha informado de que la ciudad tiene una calle dedicada a Carlos Marx y "no hay ningún antimarxista culto que se oponga a eso", porque independientemente de cuáles sean sus ideas, que "han provocado verdaderas catástrofes en la humanidad, es evidente que es un hombre importante".
No obstante, ha reconocido que si ahora se propusiera otra vez el nombre de Carlos Marx habría "algún grupo tan sectario que sería capaz de votar en contra".
"Que tengamos una izquierda sectaria es un hecho, pero afortunadamente convivimos otra serie de personas progresistas a los que el sectarismo nos parece lamentable", ha concluido.
La polémica sobre este asunto se ha generado tras conocerse que el alcalde había incluido a Escrivá de Balaguer, nacido en Barbastro (Huesca), en la lista de nombres que pretende aprobar el consistorio para cambiar las nominaciones franquistas de más de cuarenta calles para cumplir con la Ley de la Memoria Histórica.
Los nombres elegidos para los cambios han sido consensuados por los grupos del consistorio salvo el del fundador del Opus Dei, que es rechazado por Chunta Aragonesista (CHA) e Izquierda Unida (IU), cuyo único concejal, José Manuel Alonso, ha anunciado una campaña de recogida de firmas para rechazar el nombre de Escrivá de Balaguer
El alcalde levanta ampollas con el cambio de nombre de General Sueiro. Profesores universitarios y comerciantes recelan del canje en el callejero por Escrivá de Balaguer. Jerónimo Blasco defiende la decisión personal de Belloch por "pluralidad política" y por "tolerancia". 12/02/2009 M. VALIENTE
"Burla", "escándalo", "capricho personal y obsesivo de un alcalde que solo piensa en crucifijos" o "una absoluta falta de rigor histórico" con la ciudad de Zaragoza. Estas son algunas de las perlas que profesores universitarios, representantes de asociaciones de la Memoria Histórica de Aragón, vecinos y comerciantes dedicaron ayer al alcalde Juan Alberto Belloch tras conocer su intención de sustituir el nombre de la calle General Sueiro por el de San Josemaría Escrivá de Balaguer.
La decisión del primer edil socialista fue defendida ayer con fervor por el consejero de Grandes Proyectos y Cultura, Jerónimo Blasco, quien justificó este cambio por "pluralidad política" y por "tolerancia". Según Blasco, el fundador del Opus Dei es uno de los aragoneses más conocidos universalmente y tiene calles en una veintena de ciudades de todo el mundo. El responsable de Cultura añadió que Escrivá de Balaguer "no ha tenido una participación activa o una exaltación directa del franquismo por lo que no veo mayor problema". La historia reconoce, sin embargo, que fue asesor espiritual del dictador.
Poco o nada convencieron las aclaraciones de Blasco a profesores de la Universidad de Zaragoza como Isabel Falcón, docente de Historia Medieval. Falcón, que casualmente reside en General Sueiro, remitió un escrito al alcalde hace semanas, respaldado por el Departamento de Historia Medieval, en el que solicitaba que se sustituyese el nombre del militar golpista por el del catedrático José María Lacarra y de Miguel. Su petición, sin embargo, no fue atendida, como sí lo ha sido la de un representante del colegio mayor Miraflores que propuso a Escrivá de Balaguer. "La decisión ha provocado una gran indignación entre los vecinos", dijo la profesora Falcón.
"No sé qué se gana intercambiando el nombre de un militar franquista por el de un eclesiástico tan franquista o más que el otro", apuntó otro profesor universitario experto en cuestiones relacionadas con la memoria histórica. Sus palabras fueron ratificadas por Julián Casanova, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Zaragoza. "No puede crear una polémica sustituyendo a un golpista por otro hombre conflictivo que no se puede ensalzar desde posiciones democráticas. Él y su organización depuraron la universidad", explicó Casanova.
También Irene de la Cuerda, la vicepresidenta de la Asociación de la Recuperación de la Memoria Histórica de Aragón, se mostró contraria al criterio de Belloch. "Es una burla, un escándalo. Belloch está obsesionado y antepone las cuestiones personales a las generales", dijo De la Cuerda.
RETRASO DE LA MEDIDA Por su parte, el secretario general de la Federación de Empresarios de Comercio y Servicios de Zaragoza y Provincia (ECOS) abogó por retrasar el cambio del nombre de una cuarentena de calles en un momento de crisis económica como la actual. "Al empresario le cuesta dinero y el consumidor se despista, deberían aplazar el cambio para tiempos mejores", afirmó Gracia. En este sentido, Chunta Aragonesista presentará un voto particular en la Comisión de Servicios Públicos del Ayuntamiento de Zaragoza para que el expediente de cambio de denominaciones de viales de la ciudad incorpore la obligación municipal de lanzar una línea de ayudas económicas a los comercios y establecimientos públicos ubicados en las calles afectadas que deberán renovar su material de oficina, papelería, bolsas... Esta propuesta ya fue descartada ayer por Jerónimo Blasco. El responsable de Grandes Proyectos y Cultura consideró que supondría "abrir una espita" en un asunto que nunca ha recibido ayuda económica alguna. Según fuentes municipales, los nombres nuevos y antiguos de las calles se podrán mantener durante un tiempo razonable para que los ciudadanos se habitúen al cambio. Las primeras señalizaciones nuevas podrían instalarse en abril.
También Izquierda Unida llevará el debate al próximo pleno del 27 de febrero con una moción que tratará de evitar que el fundador del Opus Dei sea homenajeado con una calle en Zaragoza. El portavoz de Izquierda Unida, José Manuel Alonso, exigió a Belloch que desestime la propuesta y tildó de "intolerable" que "proponga dar honores al fundador del Opus Dei, un personaje y una organización que mantenían estrechos lazos con el régimen franquista".
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