sábado, febrero 21, 2009

Sobre el aborto y la doctrina y de la Iglesia católica, el Vaticano, el foro de la familia y los grupos pro vida

Algunas contradicciones entre la doctrina de la Iglesia católica y su magisterio consuetudinario e intervención en la vida política. Los clérigos no se conforman con la dirección espiritual de sus fieles sino que aspiran a alcanzar el poder político "temporal" para imponer su doctrina como ley civil.
La Iglesia Católica, que lucha por todos los medios por impedir la Educación Sexual en la educación primaria y secundaria y prohibe la Anticoncepción como pecaminosa, (incluso los métodos de barrera como el condón) es la responsable indirecta del elevado número de abortos en España. También de la propagación del SIDA, y otras ETS especialmente en países como Kenia y Filipinas.
La iglesia católica y el Foro de la familia insisten en la defensa del no nacido o nasciturus. Parece que lo único que importa a los curas es que todos los embarazos lleguen a término, aunque den como resultado a hijos no deseados y lleven a vidas destrozadas por la miseria, las enfermedades crónicas o las minusvalías intelectuales o físicas. La condescendencia mostrada con los sacerdotes pederastas es más que reprobable, moralmente inaceptable e indefendible. Sin embargo si de verdad a la Iglesia preocupara más el alma de los seres humanos que el cuerpo ¿qué problema habría entonces en la legalización de la IVE? Los embriones y fetos van al Cielo (porque el Limbo lo quitó el papa Wojtyla) y sus "asesinos" al Infierno como justo castigo por su iniquidad. Así sea. ¡Pleguémonos pues a la voluntad de Dios y no le pongamos impedimento!
Se supone que Dios nos ha dado libertad para elegir, y por lo tanto para acertar o equivocarnos. Esta libertad nos la quieren quitar los obispos conservadores de la Conferencia episcopal española que quieren convertir a España en un país confesional (como Irán, Somalia, Nigeria o la España franquista) donde los pecados tengan rango de delitos y conlleven sanciones, multas y penas de cárcel.
Así como en un momento histórico la Iglesia fue clave en la conservación de la cultura (Edad Media), en la erradicación en Occidente de la esclavitud (siglo I) y en la promoción de la justicia social (Concilio Vaticano II) y los derechos humanos básicos, hoy se ha convertido [al menos su jerarquía vaticana compuesta por el Papa, obispos y cardenales y agrupaciones alentadas y favorecidas por Wojytyla y Ratzinger (Opus dei, Legionarios de Cristo, Regnum Christi, lefebvristas), no tanto corrientes de base como la Teología de la Liberación, jesuitas y otros] en una fuerza reaccionaria opuesta al progreso científico, a la investigación médica y al establecimiento de la paz y la justicia social. Es notorio como en España la COPE predica el odio y el resentimiento y busca la confrontación retrotrayéndose a presupuestos ideológicos de 1936 (la división irreconciliable de las dos Españas de Machado) con la bendición de los obispos, e incluso ataca al PP acusándole, en su línea actual marcada por Rajoy, de moderado y quasi izquierdista (apoyando a la facción ultraconservadora de Aznar y Aguirre y atacando con saña a Ruiz Gallardón.)
El problema de las religiones del Libro (judíos, musulmanes y cristianos) es que dividen a las personas en: creyentes e infieles. Los creyentes justos alcanzarán el Paraíso, y para los creyentes pecadores hay penas (especialmente duras en el Islam: azotes, lapidación, mutilaciones) en esta vida y en la otra (condenación y sufrimiento temporal o eterno). A los infieles, aparte de la condenación futura, se les reserva ningún respeto ni consideración hacia sus creencias y modos de vida. Incluso eventualmente hay alianzas entre los creyentes (enemigos acérrimos) en contra de los laicos descreidos que predican la secularización y el relativismo (negando las tres "Verdades" reveladas por la divinidad al oído de los profetas, recogidas en los libros sagrados e interpretadas por los clérigos).
Últimamente en España los obispos ultraconservadores y el Partido Popular luchan por erradicar la asignatura de secundaria "Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos" (EpCyDH), alegando que el estado intenta adoctrinar a los jóvenes. Y predican actitudes extremas como la insumisión de los niños poniendo en riesgo su titulación en ESO. Es notorio que la FERE disienta de esta postura y haya aceptado lo que al fin y al cabo les da la EpCyDH: la oportunidad de intervenir en la formación ética y moral de los jóvenes ("a su medida" y con absoluta "manga ancha" y permisividad gubernamental en los contenidos de los libros de texto) durante otra hora además de la que disponían con la de Religión. Durante el franquismo se impartía sin objeción alguna la Formación del Espíritu Nacional, también llamada Política y luego Educación Cívico Social, con el "nihil obstat" de la Iglesia: auténtico adoctrinamiento que no repugnaba a la jerarquía eclesiástica "uña y carne" con Franco al que procesionaban bajo palio y con el que coincidían en sus consignas del "nacional catolicismo" que "lavó el cerebro" a los niños y adolescentes durante 40 años.


Orientaciones de la jerarquía eclesiástica vaticana sobre la educación sexual1:
"La educación sexual en la mayoría de las escuelas es de por sí inadecuada e impropia porque no respeta los años de la inocencia del niño... y pretende anular las diferencias naturales entre los sexos."...los niños aprenderán que es natural que a estas diferencias corresponda una cierta diversidad entre las tareas normales familiares y domésticas. Los padres han de evitar los intentos de violar la inocencia de sus hijos.
"En ciertas sociedades, existen intentos programados y predeterminados de imponer una información sexual prematura a los niños... Tales informaciones tienden así a perturbar su desarrollo emocional y educativo y la serenidad natural de este período de la vida. Los padres han de evitar en modo delicado pero a la vez firme, los intentos de violar la inocencia de sus hijos, porque comprometen su desarrollo espiritual, moral y emotivo como personas en crecimiento y que tienen derecho a tal inocencia." "La mentalidad contraceptiva alentada por la educación sexual actual atenta gravemente contra la moral cristiana".
La instrucción de las adolescentes y los adolescentes debe tender a resaltar la belleza de la maternidad y la maravillosa realidad de la procreación, así como el profundo significado de la virginidad. Así se les ayudará a oponerse a la mentalidad hedonista hoy tan difundida
y a evitar la "mentalidad contraceptiva" por desgracia muy extendida y con la que las hijas habrán de enfrentarse más tarde, en el matrimonio.
"La masturbación constituye un desorden grave, ilícito en sí mism
o, que no puede ser moralmente justificado por ninguna educación sexual".
"No se ha mostrar ningún material gráfico de naturaleza erótica a los niños o a los jóvenes de cualquier edad que sean, ni individualmente ni en grupo".
(1) Sexualidad Humana: Verdad y Significado. Orientaciones educativas en Familia. Pontificio Consejo para la Familia. Ciudad del Vaticano, 1995. Comentado por el médico de familia peruano: Alvaro Susín.

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