23/1/2010 LUCHA CONTRA EL CRIMEN ORGANIZADO EN ITALIA | VIAJE POR LA SICILIA LIBERADA Dos agencias ofrecen itinerarios por establecimientos que se niegan a pagar el impuesto mafioso en Sicilia • El objetivo consiste en descubrir una isla «diferente y humana» ROSSEND DOMÈNECH ROMA
No hay turista que llegue a Sicilia y no pregunte por la mafia. Muchos intentan también descubrirla por su cuenta a través de detalles, palabras o miradas, como si el fenómeno de Cosa Nostra, conocido internacionalmente, pudiera adivinarse en los repliegues de la isla. Los chicos de Addiopizzo (adiós al peaje mafioso) han decidido ofrecer ahora una posibilidad organizada de tocarla con mano. Lleva el nombre de Addiopizzo Travel.
Son todos jóvenes y con mucho coraje. Un día de hace algunos años, por la noche, sembraron la ciudad de Palermo de pasquines que decían: «Un pueblo que paga la tasa mafiosa es un pueblo sin dignidad». Se armó un alboroto mayúsculo.
Entonces, en Palermo y en buena parte de la isla, todas las actividades comerciales e industriales pagaban el impuesto mafioso. Hoy, años después, a partir de este mes, han conseguido que 420 de aquellas actividades hayan dejado de pagarlo. Se lo han sudado, pero tras el alboroto de los pasquines, la ciudad empezó a reaccionar y las autoridades a apoyarles.
Hoteles y restaurantes
Cien de estas 420 sociedades libres de mafia son hoteles, restaurantes, sociedades de transportes, turismos rurales, que los jóvenes intrépidos ofrecen para transcurrir unas vacaciones diferentes en Sicilia. Sin peligro y con otra mirada sobre la isla (www.addiopizzo.org). «Queremos superar la banalidad del turismo clásico», explica Dario Riccobono, uno de aquellos jóvenes, al frente de la parte turística.
En Italia ya operaba otra asociación, Libera Terra, a la que el Estado había confiado la gestión de algunos de los bienes secuestrados y sucesivamente confiscados a Cosa Nostra: caseríos, olivares, campos de hortalizas… De manera que Addiopizzo Travel y Libera Terra han empezado a colaborar y el turista se beneficiará de ellos, porque además de una cama en un hotel mafia free, en el plato del restaurante encontrará pastas, aceites, vino, especias o biscotes también libres
de crímenes mafiosos. «Nuestros proveedores son pizzofree, no han pagado ni un euro a la mafia», subraya Riccobono.
Francesco Galante, que es a la vez socio de Addiopizzo y de Libera Terra, gestiona el viaje sin mafia por cuenta de esta última. Explica que han brindado la organización a un operador turístico nacional y que su proyecto es que, un día cercano, los turistas puedan también viajar por tierras libres de mafias en las regiones de Campania y Calabria, azotadas respectivamente por la Camorra y la Ndrangheta. Por el momento, ofrecen estos singulares viajes solo por una parte de Sicilia y para grupos de más de cinco personas.
«Pero cualquier turista individual o que vaya por libre puede organizarse su periplo a través de los establecimientos públicos inscritos en la lista de nuestro portal», dice (www.ilgustodiviaggiare.it, www.addiopizzotravel.it, o linkando desde www.libera.it y www.addiopizzo.org). El proyecto se dirige también a la población escolar nacional, para que, viajando por una Sicilia libre, aprenda a conocer aquellos aspectos que no salen en los diarios y televisiones. Han elaborado incluso un plano de la «Palermo liberada», que llaman «guía para el consumidor critico» y otro plano de Google con los lugares libres Lugares símbolo «Nuestra intención es que el viajero pueda descubrir una Sicilia diferente, incluso humana, interior», ilustra Riccobono. Explica que los itinerarios incluyen no solo las tierras liberadas, sino también lugares símbolo, tanto de la mafia como de quienes han luchado contra ella. Así, por ejemplo, se come en la pizzería de Giovanni, hijo de Giovanni Impastato, un iluminado que inventó una emisora de radio que molestaba a Cosa Nostra y que la mafia mató en 1978.
En los itinerarios, hay previstos encuentros con protagonistas vivientes o supervivientes de la historia criminal de la isla. En Corleone, famosa por El Padrino y miles de libros y reportajes, el viajero es guiado al museo de la mafia. Le llevarán a Capaci, donde mataron a Giovanni Falcone o podrá participar en el telenoticias de Tele Jato, en Partinico, desde donde las cantan claras a Cosa Nostra. En Palermo se recorren los numerosos itinerarios de la lucha contra la mafia o se hacen compras en las ya numerosas tiendas de sicilianos que se han rebelado al impuesto. «Ofrecemos un turismo de quien ha dicho no a la mafia, por la belleza de nuestros lugares y el compromiso social», reza el folleto de la organización. «Lo importante es no dar una imagen banal de Sicilia, sino dignidad. Ofrecemos un viaje responsable», concluye Riccobono.
No hay turista que llegue a Sicilia y no pregunte por la mafia. Muchos intentan también descubrirla por su cuenta a través de detalles, palabras o miradas, como si el fenómeno de Cosa Nostra, conocido internacionalmente, pudiera adivinarse en los repliegues de la isla. Los chicos de Addiopizzo (adiós al peaje mafioso) han decidido ofrecer ahora una posibilidad organizada de tocarla con mano. Lleva el nombre de Addiopizzo Travel.
Son todos jóvenes y con mucho coraje. Un día de hace algunos años, por la noche, sembraron la ciudad de Palermo de pasquines que decían: «Un pueblo que paga la tasa mafiosa es un pueblo sin dignidad». Se armó un alboroto mayúsculo.
Entonces, en Palermo y en buena parte de la isla, todas las actividades comerciales e industriales pagaban el impuesto mafioso. Hoy, años después, a partir de este mes, han conseguido que 420 de aquellas actividades hayan dejado de pagarlo. Se lo han sudado, pero tras el alboroto de los pasquines, la ciudad empezó a reaccionar y las autoridades a apoyarles.
Hoteles y restaurantes
Cien de estas 420 sociedades libres de mafia son hoteles, restaurantes, sociedades de transportes, turismos rurales, que los jóvenes intrépidos ofrecen para transcurrir unas vacaciones diferentes en Sicilia. Sin peligro y con otra mirada sobre la isla (www.addiopizzo.org). «Queremos superar la banalidad del turismo clásico», explica Dario Riccobono, uno de aquellos jóvenes, al frente de la parte turística.
En Italia ya operaba otra asociación, Libera Terra, a la que el Estado había confiado la gestión de algunos de los bienes secuestrados y sucesivamente confiscados a Cosa Nostra: caseríos, olivares, campos de hortalizas… De manera que Addiopizzo Travel y Libera Terra han empezado a colaborar y el turista se beneficiará de ellos, porque además de una cama en un hotel mafia free, en el plato del restaurante encontrará pastas, aceites, vino, especias o biscotes también libres
de crímenes mafiosos. «Nuestros proveedores son pizzofree, no han pagado ni un euro a la mafia», subraya Riccobono.
Francesco Galante, que es a la vez socio de Addiopizzo y de Libera Terra, gestiona el viaje sin mafia por cuenta de esta última. Explica que han brindado la organización a un operador turístico nacional y que su proyecto es que, un día cercano, los turistas puedan también viajar por tierras libres de mafias en las regiones de Campania y Calabria, azotadas respectivamente por la Camorra y la Ndrangheta. Por el momento, ofrecen estos singulares viajes solo por una parte de Sicilia y para grupos de más de cinco personas.
«Pero cualquier turista individual o que vaya por libre puede organizarse su periplo a través de los establecimientos públicos inscritos en la lista de nuestro portal», dice (www.ilgustodiviaggiare.it, www.addiopizzotravel.it, o linkando desde www.libera.it y www.addiopizzo.org). El proyecto se dirige también a la población escolar nacional, para que, viajando por una Sicilia libre, aprenda a conocer aquellos aspectos que no salen en los diarios y televisiones. Han elaborado incluso un plano de la «Palermo liberada», que llaman «guía para el consumidor critico» y otro plano de Google con los lugares libres Lugares símbolo «Nuestra intención es que el viajero pueda descubrir una Sicilia diferente, incluso humana, interior», ilustra Riccobono. Explica que los itinerarios incluyen no solo las tierras liberadas, sino también lugares símbolo, tanto de la mafia como de quienes han luchado contra ella. Así, por ejemplo, se come en la pizzería de Giovanni, hijo de Giovanni Impastato, un iluminado que inventó una emisora de radio que molestaba a Cosa Nostra y que la mafia mató en 1978.
En los itinerarios, hay previstos encuentros con protagonistas vivientes o supervivientes de la historia criminal de la isla. En Corleone, famosa por El Padrino y miles de libros y reportajes, el viajero es guiado al museo de la mafia. Le llevarán a Capaci, donde mataron a Giovanni Falcone o podrá participar en el telenoticias de Tele Jato, en Partinico, desde donde las cantan claras a Cosa Nostra. En Palermo se recorren los numerosos itinerarios de la lucha contra la mafia o se hacen compras en las ya numerosas tiendas de sicilianos que se han rebelado al impuesto. «Ofrecemos un turismo de quien ha dicho no a la mafia, por la belleza de nuestros lugares y el compromiso social», reza el folleto de la organización. «Lo importante es no dar una imagen banal de Sicilia, sino dignidad. Ofrecemos un viaje responsable», concluye Riccobono.
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