Euskadi prohibirá fumar hasta en el coche cuando haya un menor. La ley autonómica va más allá que la estatal y libra del humo zonas abiertas. PEDRO GOROSPE - Bilbao EL PAÍS - Sociedad - 08-09-2010
Ya no habrá bares de fumadores y de no fumadores en el País Vasco. Ni frontones ahumados por centenares de puros en la boca de aficionados a la pelota. La presencia de un menor impedirá incluso fumar en algunos ámbitos privados como el interior de un coche, y los empleados (y algunos pacientes) de los hospitales y centros médicos que siguen aspirando humo en habitaciones especialmente habilitadas o en los patios interiores o terrazas abiertas, deberán abandonar totalmente el edificio.
El Gobierno vasco aprobó ayer el proyecto de reforma de la Ley sobre Prevención, Asistencia e Inserción en materia de Drogodependencias que modificará la legislación de 2005 y que va más allá de lo previsto en la reforma de la ley antitabaco estatal que tramita el Congreso . Esa modificación, que la final el Ministerio de sanidad no pudo vender como obra propia, por lo que encargó a los grupos parlamentarios del PSOE y de IU-ICV que la presentaran, es mucho más modesta: a grandes trazos, modifica el artículo de la ley de 2005 y elimina las excepciones de los sitios cerrados donde se puede fumar (los dedicados a hostelería).
El texto vasco, que declara una guerra sin concesiones al tabaco, inició ayer mismo el trámite parlamentario después de sortear el principal problema que tenía la anterior regulación y que en muchos aspectos la ha convertido, de hecho, en agua de borrajas. Los Ayuntamientos, competentes para sancionar, se han negado a hacerlo hasta el punto de que las cerca de 400 denuncias formuladas desde su entrada en vigor hace cinco años no han sido tramitadas en las corporaciones locales.
Cuando se apruebe, la competencia sancionadora recaerá en el propio Gobierno vasco con multas que van desde los 3.000 euros hasta los 600.000 y que contemplan el cierre temporal o total de los establecimientos.
"La nueva ley colocará a Euskadi en la vanguardia de las comunidades y países que velan activamente por la salud de la ciudadanía, un país donde los espacios públicos se conviertan en verdaderos puntos de encuentro donde nadie se vea expulsado por el tabaco", anunció ayer la consejera de Empleo y Asuntos Sociales, Gemma Zabaleta. La nueva regulación ha levantado numerosas protestas de los hosteleros, con quien la consejera se reune hoy en Vitoria.
El Gobierno ha articulado la nueva legislación en torno a dos pilares: la prohibición de fumar en todos los espacios públicos destinados a los menores, estén cerrados o abiertos, -y en algunos espacios privados-, y en todos los demás espacios públicos cerrados y semicerrados destinados a adultos.
En concreto, la nueva legislación precisa que no se podrá fumar en los centros docentes y formativos, independientemente de la edad del alumnado y del tipo de enseñanza que se imparta, incluidas las zonas anejas cerradas, semicerradas y al aire libre. También estará prohibido en las áreas recreativas de ocio y de espectáculo para personas menores de 18 años, incluidas las zonas al aire libre, y de manera especial en los parques infantiles. La nueva normativa se atreve incluso a prohibir fumar en "cualquier tipo de transporte privado como por ejemplo el coche, donde estén presentes menores de edad", cita el proyecto. "Esta propuesta es una recomendación del Parlamento Europeo", indicaron desde el Ejecutivo.
En relación con los espacios para adultos, quedará totalmente prohibido fumar en todos los sitios cerrados de uso público y en todas las zonas ubicadas fuera de un local cerrado que estén cubiertas por techumbre o paredes en más del 50% de su superficie y no permitan que corra el aire. Aquí se incluyen centros de trabajo públicos y privados salvo en los centros, servicios y establecimientos sanitarios, en los que la prohibición se extiende a las zonas anejas cerradas, semicerradas y al aire libre. Este aspecto también va más lejos de los que pretende el Gobierno estatal. Sin embargo, recoge las propuestas del Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo (el grupo de sociedades científicas que más ha luchado para que se endureciera la ley), que cree que es necesario para proteger a los menores del humo y, casi más importante, para que los niños no se acostumbren a ver el tabaco como algo normal.
Tampoco se podrá fumar en las instalaciones deportivas o lugares donde se desarrollen espectáculos públicos, siempre que no sean al aire libre. Lo mismo ocurrirá en los centros comerciales, grandes superficies, así como sus bares y restaurantes, hoteles, hostales, centros de ocio, culturales, salas de lectura, exposición, y salas de fiestas, entre otros.
La iniciativa vasca parece que echa una carrera a la estatal. Esta llegó al Congreso el pasado 2 de junio, y la Cámara baja votó unánimemente su toma en consideración el 22 de junio. Todavía está abierto el plazo para presentar enmiendas (vencía ayer pero se ha prorrogado hasta el 17 de este mes).
No parece que la ley nacional vaya a ir tan lejos como la vasca. En función de lo que dijeron los portavoces de los grupos parlamentarios en junio, ninguno pretende ir tan lejos. Sólo la idea de que los hosteleros que hicieron obras en 2005 sean compensados, defendida sobe todo por CiU, tiene visos de prosperar de alguna manera.
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