España se reseca. La Península es la zona europea que más lluvia perderá (un 20%) por el cambio climático, según un estudio oficial - La subida de temperatura medida desde 1970 duplica ya la media mundial. RAFAEL MÉNDEZ - Madrid EL PAÍS - Sociedad - 06-12-2009
España está en la primera línea del frente del calentamiento y será el país europeo en el que más se reducirá la precipitación si no se limitan las emisiones de gases de efecto invernadero. Así lo establece el informe Ensembles, de la Comisión Europea y en el que 66 institutos han aplicado a Europa los últimos modelos de predicción del clima. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) predice que eso supondrá una reducción de lluvias de entre el 20% y el 25% a final de siglo.
El secretario de Estado de Agua, Josep Puxeu, admite que la reducción es evidente: "Ya se está viendo. Lo tenemos claro. Sin alarmismos, pero hay menos agua". La planificación hidrológica de las confederaciones hidrográficas incluyen que para 2030 habrá entre un 5% y un 14% menos de entrada de agua en los ríos, salvo en las cuencas del norte.
Hay multitud de indicios. El río Tiétar se secó el verano pasado sin que nadie recordara un precedente. La entrada de agua en los embalses del Alto Tajo, del que parte el trasvase al Segura, han caído casi un 50% desde principios de siglo XX -lo que ha disparado la tensión alrededor del acueducto-. Las aportaciones a los cauces en la Península se han reducido entre 1996 y 2005 un 15%, con respecto a los valores de periodo 1940-1995, según un estudio de Ecologistas en Acción con datos oficiales. "Y eso que en el periodo estudiado sólo hubo dos años considerados de sequía", explica Santiago Martín Barajas. En 2004 comenzó un nuevo periodo seco que persiste y que ha llevado a España a invocar la excepción por sequía para incumplir los caudales acordados con Portugal. Puxeu resume: "Esperar a que llueva es cada día más difícil, porque en este país no sabe llover".
Estos episodios no se pueden atribuir directamente al calentamiento global -siempre hubo sequías en España, cuyas iglesias están repletas de registros con rogativas pro pluvia para combatir la sequía-. Sin embargo, sí permite imaginar la gravedad de la predicción del informe Ensembles e intuir que los conflictos por el agua no han hecho más que comenzar.
Ernesto Rodríguez, jefe Evaluación y Modelización del Clima de Aemet, uno de los centros del proyecto, señala que los resultados del informe implican para España "una reducción de la precipitación entre un 20% y un 25% a final de siglo" suponiendo un escenario medio de emisiones: "Es una disminución apreciable".
Puxeu insiste en huir del catastrofismo: "Ya estamos muy apurados de agua pero podemos aplicar la recuperación de agua como en el Segura y en Barcelona, usar desaladoras en el Mediterráneo y ahorrar en regadíos. Y tener cuidado con las transferencias [los trasvases] y con los estatutos de autonomía, ya que es función del Estado garantizar el agua de todos los ciudadanos".
Los modelos de predicción del clima son más inciertos en cuanto a precipitación que en temperatura. Los científicos creen que sus proyecciones son mucho más fiables en el aumento de temperatura que en cómo afectará la subida de la concentración de CO2 a la lluvia. Mientras en buena parte de Europa aumentarán las precipitaciones (al hacer más calor se evapora más agua y llueve más), en otras caerá menos agua. El informe Ensembles, realizado entre septiembre de 2004 y diciembre de 2009 dirigido por el Met Office británico, apunta más abiertamente al aumento de sequías que sus predecesores, de 2005.
El estudio predice subidas de temperatura generalizadas, aunque rebaja algo la previsión de que la temperatura máxima subiría unos siete grados en verano. A partir de 2070, prevé para la Península más de 25 días al año con una sensación térmica superior a los 40,7 grados. Para la mitad sur estima una subida del 30% en el número de noches tropicales, en las que el termómetro no baja de 20 grados.
Los científicos ya sabían que España está en la zona sensible del calentamiento. Jaime Ribalaygua, presidente de la Fundación para la Investigación del Clima (FIC), otro de los centros del estudio, explica que un informe encargado por la Comunidad Valenciana "indica que el ritmo de calentamiento registrado (promediando datos de centenares de observatorios) en los últimos 25 años ha sido de 0,35 grados por década, que es el doble del calentamiento medio del planeta los últimos 25 años". Rodríguez confirma que el ascenso es mayor en España.
Casi ningún sector escapará al impacto. Javier García López, experto en fitoclimatología, señala que los bosques ya notan el calentamiento. Unas especies suben en altura y otras difícilmente podrán escapar. "En la sierra de los Filabres, en Almería, hay una de las poblaciones de pino silvestre más al sur de Europa y ya se están secando", añade. García López, que pide huir del catastrofismo, apunta más ejemplos: "En Rabat había un enorme alcornocal que hace 20 años comenzó a deteriorarse y está en desaparición". Los próximos son los de Cádiz. Los expertos han aplicado los modelos de predicción del clima al objetivo de la cumbre de Copenhague, que busca estabilizar la concentración de CO2 en la atmósfera en 450 partes por millón. La buena noticia, explica Luis Torres, del FIC, es que ese objetivo sí limita enormemente la temperatura.
- Emisiones. España es responsable del 1% de las emisiones mundiales. Emite actualmente un 34% más que en 1990, por encima del 15% de subida que le dio la UE para cumplir Kioto. La crisis y las renovables han hecho que las emisiones caigan casi 20 puntos desde 2005.
España está en la primera línea del frente del calentamiento y será el país europeo en el que más se reducirá la precipitación si no se limitan las emisiones de gases de efecto invernadero. Así lo establece el informe Ensembles, de la Comisión Europea y en el que 66 institutos han aplicado a Europa los últimos modelos de predicción del clima. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) predice que eso supondrá una reducción de lluvias de entre el 20% y el 25% a final de siglo.
El secretario de Estado de Agua, Josep Puxeu, admite que la reducción es evidente: "Ya se está viendo. Lo tenemos claro. Sin alarmismos, pero hay menos agua". La planificación hidrológica de las confederaciones hidrográficas incluyen que para 2030 habrá entre un 5% y un 14% menos de entrada de agua en los ríos, salvo en las cuencas del norte.
Hay multitud de indicios. El río Tiétar se secó el verano pasado sin que nadie recordara un precedente. La entrada de agua en los embalses del Alto Tajo, del que parte el trasvase al Segura, han caído casi un 50% desde principios de siglo XX -lo que ha disparado la tensión alrededor del acueducto-. Las aportaciones a los cauces en la Península se han reducido entre 1996 y 2005 un 15%, con respecto a los valores de periodo 1940-1995, según un estudio de Ecologistas en Acción con datos oficiales. "Y eso que en el periodo estudiado sólo hubo dos años considerados de sequía", explica Santiago Martín Barajas. En 2004 comenzó un nuevo periodo seco que persiste y que ha llevado a España a invocar la excepción por sequía para incumplir los caudales acordados con Portugal. Puxeu resume: "Esperar a que llueva es cada día más difícil, porque en este país no sabe llover".
Estos episodios no se pueden atribuir directamente al calentamiento global -siempre hubo sequías en España, cuyas iglesias están repletas de registros con rogativas pro pluvia para combatir la sequía-. Sin embargo, sí permite imaginar la gravedad de la predicción del informe Ensembles e intuir que los conflictos por el agua no han hecho más que comenzar.
Ernesto Rodríguez, jefe Evaluación y Modelización del Clima de Aemet, uno de los centros del proyecto, señala que los resultados del informe implican para España "una reducción de la precipitación entre un 20% y un 25% a final de siglo" suponiendo un escenario medio de emisiones: "Es una disminución apreciable".
Puxeu insiste en huir del catastrofismo: "Ya estamos muy apurados de agua pero podemos aplicar la recuperación de agua como en el Segura y en Barcelona, usar desaladoras en el Mediterráneo y ahorrar en regadíos. Y tener cuidado con las transferencias [los trasvases] y con los estatutos de autonomía, ya que es función del Estado garantizar el agua de todos los ciudadanos".
Los modelos de predicción del clima son más inciertos en cuanto a precipitación que en temperatura. Los científicos creen que sus proyecciones son mucho más fiables en el aumento de temperatura que en cómo afectará la subida de la concentración de CO2 a la lluvia. Mientras en buena parte de Europa aumentarán las precipitaciones (al hacer más calor se evapora más agua y llueve más), en otras caerá menos agua. El informe Ensembles, realizado entre septiembre de 2004 y diciembre de 2009 dirigido por el Met Office británico, apunta más abiertamente al aumento de sequías que sus predecesores, de 2005.
El estudio predice subidas de temperatura generalizadas, aunque rebaja algo la previsión de que la temperatura máxima subiría unos siete grados en verano. A partir de 2070, prevé para la Península más de 25 días al año con una sensación térmica superior a los 40,7 grados. Para la mitad sur estima una subida del 30% en el número de noches tropicales, en las que el termómetro no baja de 20 grados.
Los científicos ya sabían que España está en la zona sensible del calentamiento. Jaime Ribalaygua, presidente de la Fundación para la Investigación del Clima (FIC), otro de los centros del estudio, explica que un informe encargado por la Comunidad Valenciana "indica que el ritmo de calentamiento registrado (promediando datos de centenares de observatorios) en los últimos 25 años ha sido de 0,35 grados por década, que es el doble del calentamiento medio del planeta los últimos 25 años". Rodríguez confirma que el ascenso es mayor en España.
Casi ningún sector escapará al impacto. Javier García López, experto en fitoclimatología, señala que los bosques ya notan el calentamiento. Unas especies suben en altura y otras difícilmente podrán escapar. "En la sierra de los Filabres, en Almería, hay una de las poblaciones de pino silvestre más al sur de Europa y ya se están secando", añade. García López, que pide huir del catastrofismo, apunta más ejemplos: "En Rabat había un enorme alcornocal que hace 20 años comenzó a deteriorarse y está en desaparición". Los próximos son los de Cádiz. Los expertos han aplicado los modelos de predicción del clima al objetivo de la cumbre de Copenhague, que busca estabilizar la concentración de CO2 en la atmósfera en 450 partes por millón. La buena noticia, explica Luis Torres, del FIC, es que ese objetivo sí limita enormemente la temperatura.
- Emisiones. España es responsable del 1% de las emisiones mundiales. Emite actualmente un 34% más que en 1990, por encima del 15% de subida que le dio la UE para cumplir Kioto. La crisis y las renovables han hecho que las emisiones caigan casi 20 puntos desde 2005.
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