sábado, junio 05, 2010

El Vaticano degrada a los Legionarios. La investigación papal define a Marcia Maciel, fundador de la congregación, como "delincuente sin escrúpulos"

El Vaticano degrada a los Legionarios. La investigación papal define a Marcia Maciel, fundador de la congregación, como un "delincuente carente de escrúpulos" - Roma les degrada a simple orden. MIGUEL MORA - Roma EL PAÍS - Sociedad - 02-05-2010
Benedicto XVI nombrará un delegado que dirigirá temporalmente la congregación de los Legionarios de Cristo y supervisará las nuevas leyes por las que se regirá el movimiento tradicionalista, según anunció ayer el Vaticano en una nota muy característica de Joseph Ratzinger, tocada por ese estilo que algunos han definido como "ferozmente amable".
La nota afirma que la investigación de ocho meses realizada ha confirmado con "testimonios incontrovertibles los gravísimos y objetivamente inmorales" comportamientos de Marciel Maciel, fundador de la Legión. El Papa proclama oficialmente, por primera vez, que el sacerdote mexicano, pederasta compulsivo y compañero de al menos dos mujeres con las que tuvo tres hijos, vivió "una vida carente de escrúpulos y de sentimiento religioso", y que "cometió verdaderos delitos".
El Papa afirma que los daños causados a la Legión por Maciel, "exigen una profunda revisión" de la congregación, y detalla la "necesidad" de acometer varios cambios: "El carisma" que su difunto antecesor atribuyó al fallecido Maciel será "redefinido", es decir, abolido; se nombrará una "comisión de estudio de las constituciones", es decir, un equipo de canonistas que redactará los nuevos estatutos; el "núcleo verdadero" del movimiento serán las Milicias de Cristo (los misioneros y curas de frontera); el "ejercicio de autoridad" será revisado (lo que implica el desalojo de la actual cúpula); y el Vaticano acogerá en su jurisdicción los seminarios.
Fuentes vaticanas afirman que la rápida decisión de Ratzinger supone un conjunto de medidas "más duro" de lo esperado y que tendrá un efecto fundamental: degradar a la congregación, que pasará a ser una orden religiosa más, como los jesuitas o los franciscanos, sometida al derecho canónico y obligada a rendir cuentas al Vaticano.
Según el canonista Filippo di Giacomo, "la solución y la toma de posición adoptadas son radicalmente ratzingerianas. Se trata de un ejercicio de claridad, uso honesto de la palabra y autoridad a la vez. Les dice que Maciel era un delincuente, y añade: 'Como me dicen que vosotros no sabíais, se acabó el carisma pero os acojo a todos y os convierto a todos en fundadores'. El efecto es que se acaba el privilegio carismático y se dota al movimiento de un mando más democrático, colegiado y no personalista, sometido al código canónico".
Los visitadores se han reunido con más de mil legionarios. También han visto a numerosos miembros del movimiento laico de la Legión, el Regnum Christi. A estos, el Papa les anuncia que cumplirá su petición de enviar una inspección antes de tomar cualquier decisión.
La doble vida del fundador, afirma el Vaticano, "estaba en la oscuridad para gran parte de los legionarios, sobre todo gracias al sistema de relaciones del padre Maciel, que supo crearse coartadas, generar confianza, confidencia y silencio de los circundantes". La decisión encierra un nuevo mensaje del Papa contra la mentira y la corrupción en las estructuras de Gobierno de la Iglesia; y parece sugerir además un posible freno a la beatificación de su antecesor, Juan Pablo II.Pederasta, polígamo, padre de al menos tres hijos y, según algunos, también incestuoso y aficionado a las drogas, Maciel gozó siempre de la protección de la Curia wojtyliana, a pesar de las reiteradas denuncias presentadas por algunas de sus víctimas. El comunicado hace mención a ello cuando escribe: "El lamentable descrédito y alejamiento de cuantos dudaban de su recto comportamiento (de Maciel), así como la errada convicción de no querer afectar el bien que la Legión estaba realizando, habían creado en torno a él un mecanismo de defensa que lo hizo durante mucho tiempo inatacable".
Varios ex seminaristas enviaron cartas a Juan Pablo II en 1978 y 1989, y en febrero de 1997 ocho de ellos revelaron en la prensa estadounidense los delitos de Maciel. Pero el Vaticano no castigó al fundador hasta casi el final de su vida. Pese a las críticas, fue el entonces cardenal Ratzinger el único que tomó cartas en el asunto. En 1992, intentó procesar a Maciel, pero lo impidió el núcleo de poder de Wojtyla: su secretario de Estado, Angelo Sodano; el camarlengo Eduardo Martínez Somalo; su secretario personal, Stanislaw Dziwisz; el prefecto para el Clero, Darío Castrillón Hoyos, y su portavoz, Joaquín Navarro Valls, alineados en la política oficial de ocultación. Finalmente, en 2004, Ratzinger obligó a dimitir a Maciel. Ahora, el Papa culmina esa larga batalla interna.

Maciel sobornó a altos cargos de la curia vaticana durante décadas. Una investigación salpica a varios altos cargos y colaboradores de Juan Pablo II. JESÚS BASTANTE MADRID 10/04/2010
foto: Marcial Maciel, durante una misa celebrada en Roma en el año 2005.AFP
La vida y milagros de Marcial Maciel siguen dando que hablar. Dos años después de su muerte, y cuando los mismos Legionarios de Cristo han reconocido que su fundador abusó sexualmente de menores, y que tuvo varias amantes e hijos secretos, una investigación denuncia ahora que el sacerdote mexicano "sobornó" durante décadas a altos funcionarios y cardenales de la curia romana, entre los que destacan Angelo Sodano, secretario de Estado con Juan Pablo II; el secretario personal de Wojytla, Stanislao Dziwisz; y el cardenal español Eduardo Martínez Somalo.
Las revelaciones parten del semanario estadounidense National Catholic Reporter, y en las mismas se asegura que los "regalos" de Maciel a la curia tenían el objetivo de "comprar el apoyo para su congregación y la defensa para sí mismo en el caso de que su reprobable conducta fuese descubierta", como luego sucedió.
El reportaje incluye testimonios de varios legionarios, que indicaron cómo en Navidad toda la curia recibía, por orden del fundador de la Legión, "cestas con vinos y licores preciados, jamón español, etc...". Periódicamente, además, se hacía llegar a los responsables de los dicasterios vaticanos sobres cerrados con importantes cantidades de dinero en forma de "donaciones" personales de Maciel. "El fundador lo veía como un seguro de vida", afirman estos religiosos
El fundador de la Legión también tenía la capacidad de "invitar" a influyentes familias a las misas privadas de Juan Pablo II, por el módico precio de 50.000 dólares. Este fue el caso, según el National Catholic Reporter, de "una rica familia mexicana", aunque otras fuentes aseguran que no fue el único caso.
Sobres cerrados
"Un cardenal rechazó un regalo de la Legión de Cristo", sostiene el reportaje. En este sentido, la revista asegura que en 1997, al término de una lección de Teología en el seminario de los Legionarios en Roma, uno de los alumnos quiso entregar al cardenal un sobre cerrado diciendo que se trataba de "una donación para uso caritativo". Ratzinger, según aseguran diversas fuentes, la rechazó.
Maciel murió en silencio, impuesto por Benedicto XVI, pero sin que su nombre, ni el de su congregación cuya refundación decidirá el Vaticano antes del verano, quedara manchado. Los poderosos tentáculos del secretario de Estado Sodano impidieron que se investigara y condenara a Maciel. Una vez elegido papa, Benedicto XVI dio luz verde a una investigación, cuya primera fase ya ha concluido, y que ha demostrado que el fundador de la Legión fue un pederasta y abusador de menores.

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