sábado, agosto 07, 2010

Las cafeterías de los centros escolares deberán sustituir la bollería por alimentos saludables

CONTRA LA COMIDA BASURA. Las cafeterías de los centros escolares deberán sustituir la bollería por alimentos saludables. El Ministerio de Sanidad aprobará en 2010 una ley que restringe la venta de productos grasos. Afectará también a las máquinas expendedoras y pretende prevenir los problemas de obesidad infantil. P. CIRIA. Zaragoza
El bocadillo y la fruta acabarán imponiéndose a la napolitana o al donut del recreo, aunque sea a la fuerza. El Ministerio de Sanidad prepara para 2010 una ley que limita la venta de productos poco saludables en las cafeterías y máquinas expendedoras de colegios e institutos. Esta norma llegará al Parlamento antes de verano y pretende hacer desaparecer de los centros escolares las chucherías, bollería y bebidas con exceso de azúcares y grasas.
En concreto, el nuevo reglamento, que debe ser negociado con las comunidades autónomas y la industria alimentaria, restringirá la venta de productos con un alto contenido en ácidos grasos saturados, ácidos grasos trans, sal y azúcares sencillos. Además, obligará a que los menús escolares estén supervisados por profesionales de la nutrición.
El objetivo no es otro que frenar el avance de la obesidad infantil, un mal que crece preocupantemente entre los menores y que quita el sueño a los expertos. Estos se muestran optimistas ante la llegada de una nueva ley que resuelva una demanda histórica y que "por fin" tome medidas a edades tempranas. "Es esencial dar una educación nutricional a los niños desde pequeños y predicar con el ejemplo de no vender productos grasos en los centros donde estudian. Hay que rodearles de alimentos saludables", comenta María Lourdes de Torres, de la sección aragonesa de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación.
Los estudiantes deberán volver al tradicional bocadillo del almuerzo o la merienda, aunque para constituir una comida completa tendría que acompañarse de una pieza de fruta y un lácteo, según matiza Orosia Bandrés, de la sección de Endocrinología y Diabetes del Hospital Royo Villanova. "Los productos procesados, como los bollos, deben tomarse como mucho una o dos veces a la semana", aconseja la doctora, quien insiste también en la necesidad de que el menor comience el día con un buen desayuno.
Máquinas expendedoras de fruta
Para adaptarse al nuevo reglamento, los colegios e institutos tendrán que cambiar los snacks de las máquinas expendedoras por productos como bocadillos o piezas de fruta, como ya han hecho centros de Madrid y Barcelona. Esas comunidades fueron las pioneras en instalar en 2005 expendedoras de fruta fresca en los IES (se vendía la pieza a 0,50 euros). En Aragón, estas máquinas se pueden encontrar en algunos edificios del Gobierno de Aragón, como es el caso del Departamento de Salud y Consumo.
También habrá que cambiar la oferta de productos que se sirven en las cafeterías, aunque los responsables de estos servicios consultados señalaron que, desde hace algún tiempo, ya se han reducido los pedidos de alimentos grasos. "Vendemos más bocadillos que bollería", comentaron en un instituto de la Margen Izquierda de Zaragoza, donde el viernes habían encargado 15 napolitanas y otras tantas palmeras de chocolate, frente a las 30 barras de pan que utilizaron para preparar los bocadillos. En la cafetería de ese mismo centro señalaron que desde la dirección ya se les había informado de la futura ley para que se adaptaran progresivamente.
"La transformación es posible. No es lo mismo comida rápida que comida basura. Se pueden ofrecer alimentos que ayuden a mantener una dieta equilibrada y esa es la dirección hacia la que debemos caminar", insiste María Lourdes de Torres. "Se requiere un cambio de mentalidad y hay que trabajar para lograrlo. Si se consigue, el beneficio para la salud será importantísimo", añade la doctora Bandrés.
Menús con las calorías detalladas
En cuanto a los menús de los comedores escolares, los centros educativos tendrán que enviar a los padres una carta con el menú que se les dará a sus hijos (algo que ya hacen la mayoría de los centros) incluyendo el contenido nutricional y calórico de lo que se les ofrece. Esto servirá para que las familias puedan complementar su alimentación en casa.
Para los expertos, tener cuidado con los productos que se dan en los centros educativos es esencial, ya que el 20% de los estudiantes (escolares o universitarios) se alimenta en comedores de instituciones académicas. Además, un 32% de los niños de 2 a 5 años lo hacen fuera de casa, según un estudio de la Sociedad Española de Nutrición.

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