Muere un bebé tras una circuncisión ilegal en La Jota. Detenidos los padres de la criatura después de llevarla en estado crítico al centro de salud, donde falleció. Juan Ortega , Zaragoza | 28/11/2008
Portal donde vivía un bebé que ha fallecido hoy en Zaragoza por una posible circuncisión ilegal practicada por sus padres, de nacionalidad nigeriana. EFE Zaragoza
Un bebé de apenas seis meses y origen africano murió ayer víctima según todos los indicios de una circuncisión ilegal practicada fuera de cualquier centro sanitario. Los padres de la criatura, de nacionalidad nigeriana, fueron detenidos instantes después de llevar al menor ya casi sin vida al centro de salud más próximo, en pleno barrio de La Jota. La investigación permanece abierta hasta encontrar al autor material de la intervención.
La alarma saltó poco antes de las 9.00 de ayer tras una llamada anónima al 091, que alertaba de la existencia de un bebé en estado grave en un domicilio del número 12 de la calle Matarraña, en el popular barrio zaragozano. Los agentes acudieron de inmediato a la vivienda pero la encontraron vacía, ya que la familia se había trasladado al centro de salud.
Los médicos encontraron al bebé en parada cardiorrespiratoria, según explicaron fuentes del Salud, además de haber perdido gran cantidad de sangre, y pese a intentar reanimarle repetidas veces no pudieron hacer nada para salvar su vida. En una primera exploración, los sanitarios hallaron una cicatriz a la altura del prepucio, por lo que se apunta a una circuncisión ilegal como causa de la muerte.
Detenidos en el acto
La Policía Nacional arrestó casi de inmediato a los padres de la criatura, Nosa N.O., de 38 años, en el propio ambulatorio, y Joy V., de 33, en las inmediaciones del centro de salud. Ambos serán puestos a disposición judicial durante las próximas horas.
A expensas de los cargos en su contra, este hecho podría ser tipificado como un homicidio imprudente, castigado con penas de entre uno y cuatro años de prisión.
Los pediatras encuentran casos similares en las consultas
La presumible causa de la muerte del bebé, una circuncisión ilegal, no es un hecho aislado en Zaragoza. Médicos pediatras consultados por este periódico aseguran que se han encontrado con numerosos casos similares en la consulta, además de argumentos poco claros de las familias, casi siempre de origen subsahariano y religión musulmana.
"Cuando les pedimos explicaciones, primero miran hacia otro lado y luego reconocen que se trata de algo ritual y muy arraigado en sus países", afirma uno de los pediatras.
En España, la circuncisión es una intervención quirúrgica legal siempre que se realice en cualquier centro sanitario habilitado a tal efecto. En el caso de ayer, todos los indicios apuntan a una operación casera practicada por alguien que podría haberse hecho pasar por un médico.
Sin embargo, ala horade ir a la consulta, muchos recién nacidos lucen una operación sin origen conocido. "Así como en el caso de las mujeres está perfectamente perseguida la ablación, la circuncisión ilegal es un hecho menos controlado", concluyen los médicos.
"Los nigerianos nunca hacemos eso en casa"
La confusión reinaba ayer entre la comunidad nigeriana de Zaragoza, asentada en numerosos barrios de la capital, al enterarse del fallecimiento de un bebé que aún no había cumplido seis meses. EL presidente de la Asociación de Nigeria en Aragón, Prince Ofor, se mostró apesaumbrado por lo sucedido y "muy sorprendido" ante una posible circuncisión ilegal: "En nuestro país eso se hace a los siete días de nacer el niño, y siempre en centros de salud, porque no queremos correr riesgos", afirmó. Por ello, no descartó la posibilidad de que la familia hubiera sido engañada por alguien que se hiciera pasar por médico. En todo caso, Ofor aseguró que la circuncisión no es exclusiva de los musulmanes en su país: "Es algo cultural y preventivo", señaló.
Los vecinos no dieron crédito a lo sucedido
El fallecimiento del bebé nigeriano conmocionó al tranquilo barrio de La Jota. En las inmediaciones del centro de salud donde se certificó la muerte del menor, los vecinos mostraron su estupor cuando conocieron la noticia a través de algunos pacientes, que presenciaron los hechos. "Hemos visto cómo venía la ambulancia y el coche fúnebre (el furgón de la Hermandad de la Sangre de Cristo) y se ha armado algo de revuelo. No hay derecho que le hagan algo así a la criatura", exclamó una de las testigos, que también presenció el momento de la detención de la madre, en el ambulatorio
ZARAGOZA. Piden 28 años de cárcel para los padres del bebé que murió por una circuncisión ilegal M. A. COLOMA 15/12/2009
El fiscal también acusa de homicidio al curandero que practicó el corte, con una cuchilla de afeitar, y a su mujer, que le ayudó.
La fiscalía ha formulado ya escrito de acusación contra los nigerianos Nosa Nathaniel Omozusi y Joy Vicent, padres del bebé que falleció en noviembre de 2008 tras serle practicada una circuncisión ilegal en el barrio de La Jota. Como presuntos autores de un delito de homicidio por dolo eventual, cada uno de ellos se enfrenta a una pena de 13 años de cárcel. El padre del niño está acusado además de un delito de atentado y otro de amenazas, ya que agredió a los agentes que acudieron a detenerle. Por estos hechos, se le piden otros dos años de cárcel.
El ministerio público también responsabiliza de la muerte del pequeño, de solo siete meses, a una pareja afincada en la localidad navarra de Tudela. Se trata del curandero que se desplazó a Zaragoza para practicarle la circuncisión, Monday Isibor, y su mujer, Emily Adesuwa Agbinoba. Al igual que a los padres del fallecido, se les acusa de un delito de homicidio. Sin embargo, al no concurrir en su caso la agravante de parentesco respecto a la víctima, las penas a las que se enfrentan son algo menores: diez años cada uno.
Por la gravedad de los hechos, el juez decretó en su día que tanto los padres como curandero ingresaran en prisión provisional. Un año después, los dos varones continúan privados de libertad en Zuera. Sin embargo, la madre del bebé logró abandonar el centro penitenciario el pasado mes de mayo, previo pago de la correspondiente fianza.
En el escrito dirigido a la Audiencia Provincial de Zaragoza, la fiscalía dice que los cuatro procesados decidieron practicar la circuncisión al menor "de común acuerdo". Y lo hicieron, apunta, "sin haber consultado a ningún médico pediatra y desechando la idea de que se practicase en un centro médico y con las debidas condiciones sanitarias". Los padres del bebé pactaron en 150 euros el precio de la intervención, y decidieron que esta tuviera lugar en su propio domicilio, ubicado en el número 12 de la calle del Río Matarraña.
El corte no fue continuo
La pareja de Tudela llegó a la vivienda de la capital aragonesa el 26 de noviembre, sobre las cinco de la tarde. Una vez allí, se decidió que la circuncisión se haría en el cuarto de baño. El padre del bebé y la mujer del curandero se encargaron se sujetar fuertemente al niño para que no se moviera. El procesado Monday Isibor cogió entonces una cuchilla de afeitar de la marca "Bic" y procedió a realizar una incisión en el pene del menor.
Sin embargo, como hace constar el ministerio fiscal en su escrito de acusación, la "impericia" del procesado hizo que el corte no fuera continuo. Además, la cuchilla "penetró con mayor profundidad, produciéndole una hemorragia al bebé". Pese a ello, el curandero y su compañera regresaron aquella misma tarde a Tudela.
Como el niño lloraba y seguía sangrando, su madre decidió llamar después por teléfono a la pareja. Pero Monday Isibor no le dio ninguna importancia, y le dijo a la mujer que no se preocupara, "que era una circuncisión normal". Para cortar la hemorragia, le pidió que administrase al bebé "Betadine".
Las recomendaciones del curandero no sirvieron para nada, porque el niño siguió sangrando durante toda la noche. A la mañana siguiente, sobre las 7.30, sus padres decidieron por fin ponerse en contacto con el 112. Al ver que los médicos no llegaban, ellos mismos decidieron trasladarlo al centro de salud de La Jota, donde llegó inconsciente y con parada cardio-respiratoria. A pesar de los esfuerzos de reanimarlo, el personal sanitario solo pudo certificar su muerte, a consecuencia de un shock hipovolémico hemorrágico.
La abogada que asiste a los padres del bebé, Soraya Laborda, pide su absolución. Por su parte, el letrado Francisco Javier Osés, que representa al curandero y a su mujer, considera que estos son responsables de un delito de homicidio imprudente, por el que solicita una condena de un año de prisión. Ambos se apoyan en una sentencia de la Audiencia de Almería, en la que por un caso similar, pero en el que no murió el niño, el tribunal concluyó que se trataba de una imprudencia.
ZARAGOZA. Piden 28 años de cárcel para los padres del bebé que murió por una circuncisión ilegal M. A. COLOMA 15/12/2009
El fiscal también acusa de homicidio al curandero que practicó el corte, con una cuchilla de afeitar, y a su mujer, que le ayudó.
La fiscalía ha formulado ya escrito de acusación contra los nigerianos Nosa Nathaniel Omozusi y Joy Vicent, padres del bebé que falleció en noviembre de 2008 tras serle practicada una circuncisión ilegal en el barrio de La Jota. Como presuntos autores de un delito de homicidio por dolo eventual, cada uno de ellos se enfrenta a una pena de 13 años de cárcel. El padre del niño está acusado además de un delito de atentado y otro de amenazas, ya que agredió a los agentes que acudieron a detenerle. Por estos hechos, se le piden otros dos años de cárcel.
El ministerio público también responsabiliza de la muerte del pequeño, de solo siete meses, a una pareja afincada en la localidad navarra de Tudela. Se trata del curandero que se desplazó a Zaragoza para practicarle la circuncisión, Monday Isibor, y su mujer, Emily Adesuwa Agbinoba. Al igual que a los padres del fallecido, se les acusa de un delito de homicidio. Sin embargo, al no concurrir en su caso la agravante de parentesco respecto a la víctima, las penas a las que se enfrentan son algo menores: diez años cada uno.
Por la gravedad de los hechos, el juez decretó en su día que tanto los padres como curandero ingresaran en prisión provisional. Un año después, los dos varones continúan privados de libertad en Zuera. Sin embargo, la madre del bebé logró abandonar el centro penitenciario el pasado mes de mayo, previo pago de la correspondiente fianza.
En el escrito dirigido a la Audiencia Provincial de Zaragoza, la fiscalía dice que los cuatro procesados decidieron practicar la circuncisión al menor "de común acuerdo". Y lo hicieron, apunta, "sin haber consultado a ningún médico pediatra y desechando la idea de que se practicase en un centro médico y con las debidas condiciones sanitarias". Los padres del bebé pactaron en 150 euros el precio de la intervención, y decidieron que esta tuviera lugar en su propio domicilio, ubicado en el número 12 de la calle del Río Matarraña.
El corte no fue continuo
La pareja de Tudela llegó a la vivienda de la capital aragonesa el 26 de noviembre, sobre las cinco de la tarde. Una vez allí, se decidió que la circuncisión se haría en el cuarto de baño. El padre del bebé y la mujer del curandero se encargaron se sujetar fuertemente al niño para que no se moviera. El procesado Monday Isibor cogió entonces una cuchilla de afeitar de la marca "Bic" y procedió a realizar una incisión en el pene del menor.
Sin embargo, como hace constar el ministerio fiscal en su escrito de acusación, la "impericia" del procesado hizo que el corte no fuera continuo. Además, la cuchilla "penetró con mayor profundidad, produciéndole una hemorragia al bebé". Pese a ello, el curandero y su compañera regresaron aquella misma tarde a Tudela.
Como el niño lloraba y seguía sangrando, su madre decidió llamar después por teléfono a la pareja. Pero Monday Isibor no le dio ninguna importancia, y le dijo a la mujer que no se preocupara, "que era una circuncisión normal". Para cortar la hemorragia, le pidió que administrase al bebé "Betadine".
Las recomendaciones del curandero no sirvieron para nada, porque el niño siguió sangrando durante toda la noche. A la mañana siguiente, sobre las 7.30, sus padres decidieron por fin ponerse en contacto con el 112. Al ver que los médicos no llegaban, ellos mismos decidieron trasladarlo al centro de salud de La Jota, donde llegó inconsciente y con parada cardio-respiratoria. A pesar de los esfuerzos de reanimarlo, el personal sanitario solo pudo certificar su muerte, a consecuencia de un shock hipovolémico hemorrágico.
La abogada que asiste a los padres del bebé, Soraya Laborda, pide su absolución. Por su parte, el letrado Francisco Javier Osés, que representa al curandero y a su mujer, considera que estos son responsables de un delito de homicidio imprudente, por el que solicita una condena de un año de prisión. Ambos se apoyan en una sentencia de la Audiencia de Almería, en la que por un caso similar, pero en el que no murió el niño, el tribunal concluyó que se trataba de una imprudencia.
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