martes, agosto 17, 2010

Casi dos de cada tres ciudadanos, el 63,4 por ciento, son partidarios de la prohibición de fumar en lugares públicos cerrados

La mayoría de los ciudadanos dicen adiós al tabaco en los bares ANDREA ARMESTO / EFE - 26-03-2010 Los fumadores tendrán que fumar en la calle.

Casi dos de cada tres ciudadanos, el 63,4 por ciento, son partidarios de la prohibición de fumar en lugares públicos cerrados, frente a algo menos de uno de cada cuatro (23,2 %) que se pronuncian en contra, y el resto no se decanta por ninguna de las dos posturas.

Así se desprende del último índice de opinión pública de Simple Lógica, empresa que ha realizado una encuesta entre más de mil personas sobre consumo de tabaco.

El 41,3% de los ciudadanos consideran bajo o muy bajo el nivel de cumplimiento de la normativa actual que limita el consumo de tabaco, el 33,8% lo califica como medio y el 21,3% como alto o muy alto.

El porcentaje de quienes se declaran a favor de que se prohíba fumar en lugares públicos cerrados es significativamente superior entre quienes nunca han fumado (66,4%) o lo han dejado (72,5%) con respecto al que se registra entre los fumadores actuales (50,6%).

Por el contrario, en este colectivo es significativamente superior el porcentaje de quienes están en contra de la prohibición hasta situarse en el 36,3%.

Entre quienes tienen estudios primarios o un nivel inferior de instrucción, un 58,4% se muestran partidarios de la prohibición y un 28,7% se declaran en contra. Sin embargo, entre quienes tienen estudios universitarios la proporción de los favorables se sitúa en el 74,1% y la de los contrarios se queda en el 12,3%.

Desde el punto de vista político-ideológico, el grado de aceptación entre los votantes del PSOE (71,1%) es significativamente superior al que se observa entre los del PP (58,4%).

Cuatro de cada diez entrevistados señalan que el nivel de cumplimiento de la actual normativa antitabaco es bajo (25,8%) o muy bajo (15,5%), frente a dos de cada diez que suponen los que lo califican de alto (16,0%) o muy alto (5,3%). Una tercera parte de los informantes lo califican como medio (33,8%).

Según la encuesta, representan algo menos de la mitad de la población el colectivo de quienes declaran que nunca han fumado (45,4%), mientras uno de cada cuatro (25,8%) alegan que han sido fumadores y un porcentaje algo superior que lo son en la actualidad.

Son menores y no significativas las diferencias entre los porcentajes de fumadoras (27,3%) y fumadores (30,5%).

El incremento del tabaquismo entre las mujeres es claro si se tiene en cuenta que entre las mayores de 65 años el conjunto de ex fumadoras y fumadoras actuales representa un 20,4%, y entre las que tienen entre 18 y 24 se sitúa en el 43,4%.

Dejar de fumar no sólo protege al bebé de algún problema de salud como también puede evitar las complicaciones durante el parto. Es más, dejar de fumar ya está científicamente probado que mejora la salud de la madre a largo plazo. Y yo me pregunto: "¿por qué las mujeres siguen fumando durante el embarazo?"
Los datos de un estudio realizado en consultas de Atención Primaria y que se presenta en el marco del Congreso de laSociedad Española de Medicina Familia y Comunitaria (semFYC), son claros. El 80 por ciento de las mujeres que fuman no dejan de hacerlo durante el embarazo y sólo casi un 20 por ciento abandona el hábito al confirmar su embarazo, cifra que aumenta poco, hasta un 20,84 por ciento en el cuarto mes de gestación.
Los médicos insisten que las embarazadas constituyen uno de los grupos de población en que el abandono del tabaco es primordial. Fumar es un factor de riesgo no solo para ellas, como también para la salud de su bebé. El estudio también revela que las mujeres embarazadas todavía no están concienciadas del peligro real del tabaco durante la gestación. Además, son pocas las que pueden contar con el apoyo de su pareja. Los investigadores revelan que las embarazadas que cuentan con el apoyo y el empeño de su pareja para lograr dejar de fumar tienen más posibilidades de éxito. Ellos hacen hincapié en que los médicos y todo el personal vinculado a la salud de la mujer, deberían esforzarse más y mejor en este sentido.

Nacimiento prematuro, bajo peso y muerte súbita del lactante, son apenas algunos de los episodios a que pueden estar afectados los bebés de madres fumadoras. Los bebés, así como los niños, no pueden evitar voluntariamente la exposición al humo del tabaco. Son víctimas pasivas del tabaquismo de su madre y como consecuencia pueden presentar problemas digestivos y nutricionales, complicaciones de oído, de vías respiratorias inferiores, alteraciones inmunitarias, vasculares, cáncer, alteraciones neurológicas y psicológicas, etc. Por todo eso, creo que el hecho de que los padres expongan a sus hijos al humo del tabaco es una actitud irresponsable y egoísta.

Vilma Medina. Editora de GuiaInfantil.com

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