COLPISA. Toledo |El arzobispo de Toledo y vicepresidente de la Conferencia Episcopal, el cardenal Antonio Cañizares, afirmó hoy que "el futuro de España, se quiera o no, está en la fe y no puede estarlo en modo alguno en una cultura de la nada, del vacío, de la libertad sin límites y sin contenido, del relativismo vendido como conquista, como parece ser la actitud fundamental de muchos en nuestros días". Cañizares, que ofició la tradicional misa en honor a San Ildefonso -patrón de Toledo- en la catedral toledana, aseguró que "nuestros días están dominados por un sucedáneo sustituto de la verdadera religión y por un pensamiento débil de una visión de cierta modernidad que se nos quiere imponer, basado en el relativismo, en la negación de la revelación cristiana, en la oposición entre razón y fe, en una visión distorsionada del hombre sin Dios o de un dios inexistente que es pura creación humana".
El también arzobispo primado de España indicó en su homilía que no se entiende "nuestra patria común, nuestra unidad histórica y cultural, nuestra historia común en sus vicisitudes múltiples y en su organización diversa a lo largo de los siglos" sin la unidad religiosa lograda hace catorce siglos en la Península. Según el cardenal Cañizares, España es "el único país de la historia que se ha hecho en la afirmación de la fe, en la recuperación de la fe y en el mantenimiento de la misma". A su entender, su problema "más radical" en estos "momentos muy complicados" reside en "la negación de Dios y vivir como si Dios no existiera, puesto de relieve y propugnado en la difusión alarmante del laicismo ideológico y excluyente de nuestra sociedad".
El también arzobispo primado de España indicó en su homilía que no se entiende "nuestra patria común, nuestra unidad histórica y cultural, nuestra historia común en sus vicisitudes múltiples y en su organización diversa a lo largo de los siglos" sin la unidad religiosa lograda hace catorce siglos en la Península. Según el cardenal Cañizares, España es "el único país de la historia que se ha hecho en la afirmación de la fe, en la recuperación de la fe y en el mantenimiento de la misma". A su entender, su problema "más radical" en estos "momentos muy complicados" reside en "la negación de Dios y vivir como si Dios no existiera, puesto de relieve y propugnado en la difusión alarmante del laicismo ideológico y excluyente de nuestra sociedad".
No hay comentarios:
Publicar un comentario