El hombre la disparó pese a que una clínica certificó su castidad.
Un hombre jordano asesinó el pasado martes a su hija de 17 años y se entregó posteriormente a la policía, según trascendió ayer a través de un médico forense. El padre declaró que había cometido el crimen para defender el honor de la familia, ya que sospechó que la joven había mantenido relaciones sexuales. Dudó incluso de su castidad después de que una clínica certificara que todavía era virgen, según explicó el forense, del Instituto Nacional de Medicina Forense de Ammán. El hombre disparó cuatro veces a su hija. La autopsia confirmó que "seguía siendo virgen".
Las autoridades no han dado a conocer ni las identidades de padre e hija ni la ciudad en la que tuvieron lugar los trágicos hechos, en el sur de Jordania. Tal y como explicó el forense, la víctima había huido de su casa en diversas ocasiones. Regresó después de que una clínica certificara su castidad y de haber hecho prometer a su padre, por escrito, que no le haría daño.
Este es el primer "crimen de honor" registrado en el 2007 en Jordania. Cada año mueren en el país por este motivo alrededor de 20 mujeres. Muchos hombres consideran que cualquier desvío sexual quebranta la reputación de la familia.
Campaña gubernamental
El Gobierno jordano ha lanzado una dura campaña contra esta práctica y ha presentado una iniciativa legislativa con el fin de agravar las condenas que conlleva el delito. La propia reina Rania ha pedido un endurecimiento de las penas. No obstante, los diputados conservadores han abortado los intentos de aumentarlas, por considerar que podrían incitar a la promiscuidad. El código penal actual castiga a seis meses de cárcel a los autores de estos mal llamados "crímenes de honor".
Las autoridades no han dado a conocer ni las identidades de padre e hija ni la ciudad en la que tuvieron lugar los trágicos hechos, en el sur de Jordania. Tal y como explicó el forense, la víctima había huido de su casa en diversas ocasiones. Regresó después de que una clínica certificara su castidad y de haber hecho prometer a su padre, por escrito, que no le haría daño.
Este es el primer "crimen de honor" registrado en el 2007 en Jordania. Cada año mueren en el país por este motivo alrededor de 20 mujeres. Muchos hombres consideran que cualquier desvío sexual quebranta la reputación de la familia.
Campaña gubernamental
El Gobierno jordano ha lanzado una dura campaña contra esta práctica y ha presentado una iniciativa legislativa con el fin de agravar las condenas que conlleva el delito. La propia reina Rania ha pedido un endurecimiento de las penas. No obstante, los diputados conservadores han abortado los intentos de aumentarlas, por considerar que podrían incitar a la promiscuidad. El código penal actual castiga a seis meses de cárcel a los autores de estos mal llamados "crímenes de honor".
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