Educación coloca a los niños sin plaza pero no sube ratios ni abre más aulas. La Comisión de Garantías ya ha asignado puesto a todos. Las listas se publicarán el lunes. P. CIRIA. Zaragoza
Veinticinco familias zaragozanas pedían un aula extra para entrar en Jesuitas, otros tantos protestaban porque se quedaban en la lista de espera de Corazonistas y alguna decena más proponía subir las ratios en su zona escolar para conseguir que sus hijos accedieran al colegio deseado. Ni unos ni otros han conseguido sus objetivos. La Comisión de Garantías -órgano que adjudica los centros- ha terminado ya de asignar plaza escolar a los 1.341 niños de Educación Infantil y Primaria que no lograron puesto en el colegio que sus padres escogieron en primera opción. A todos ellos los han reubicado sin la necesidad de abrir aulas de última hora ni de ampliar las ratios de las zonas.
Para ello, se ha hecho uso de las 18 clases nuevas (12 de ellas para niños de primero de Infantil) que Educación habilitó una vez iniciado ya el proceso de escolarización, y se ha tenido en cuenta los colegios que los padres pusieron en sus solicitudes en segunda, tercera y sucesivas opciones. Además, en los centros en los que solo se había quedado sin entrar un niño, se ha optado por hacer una excepción y dejarle entrar, siempre y cuando en esa clase no se superara la ratio máximo establecida, que es de 25 alumnos, y no fuera un centro preferente para discapacitados.
La Comisión de Garantías hará ahora una valoración del proceso y enviará todos los datos recogidos al Departamento de Educación. Con ellos, se publicarán las listas en las que se anunciará qué centro se le ha asignado a cada niño. Se podrán consultar en las distintas escuelas y con esa información, los padres podrán ya matricular al pequeño en la que se les haya dado. Tienen de tiempo para hacerlo desde el 25 de mayo hasta el 5 de junio en el caso de los de Infantil y primero de Primaria y del 22 al 26 de junio en el resto de cursos y en los centros de Educación Especial.
Si una familia no está conforme con el centro que le han asignado, puede renunciar a la plaza y esperar a ver si quedan vacantes en el centro en el que está en lista de espera o probar suerte al año siguiente (la escolarización no es obligatoria hasta los 6 años). No obstante, desde la DGA siempre se insiste en recomendar que se matricule a los niños en la escuela que se les ha dado.
Una segunda oportunidad
Todos aquellos que no hayan conseguido el colegio deseado tienen una segunda oportunidad en junio, en lo que se denomina proceso de mejora. A partir del día 10 de ese mes, se recogerán todos los datos de matriculación de los centros de Zaragoza. Puede ocurrir que a unos padres se les haya dado plaza en una escuela, pero finalmente decidan no formalizar los trámites porque no les convence, porque optan por la red privada u otros motivos.
Esos puestos vacantes que han quedado una vez terminado el periodo de matrículas no se quedarán vacíos. La Comisión de Garantías se reunirá y volverá a analizar las solicitudes de todos los padres que se quedaron sin entrar en el centro que pidieron. Verán si alguno de ellos había solicitado entrar en el colegio X, que es en el que -por poner un ejemplo- se ha quedado una plaza libre. Si es así, se pondrán en contacto con la familia, para ofrecerles la posibilidad de ir allí. Se avisará en cualquier caso, es decir, aunque los padres ya hubieran matriculado a su niño en otro centro Y, se les dará la opción de llevarlo al X, que es el que habían puesto en su lista en primer lugar.
También se contactará con los que estén en lista de espera en el supuesto de que se demostrara que uno de los matriculados ha presentado documentos fraudulentos (padrón falso, discapacidades que no existen, etc.).
El objetivo: juntar a los hermanos
En estas semanas de proceso de escolarización, se ha trabajado también para conseguir que los hermanos no queden separados en distintos centros. En Primaria, hay un 50% de los que no estaban juntos que todavía no han sido unificados. Esto no se debe a que no se les ofrezca la posibilidad de que los dos vayan a la misma escuela, sino que ocurre en los casos en los que unos padres que tenían a un hijo en el centro A, piden para el segundo niño el colegio B (que les gusta más) y después piden que al primer pequeño lo cambien al B. Esto no siempre es posible, porque las plazas pueden estar ya todas copadas. En ese caso, se ofrece a la familia la posibilidad de llevar a ambos hijos a un mismo centro, que puede no ser ninguno de los dos en los que estudian, sino uno en el que hay vacantes para los dos. Los inspectores de Educación trabajan ahora para mejorar esa cifra del 50%.
Veinticinco familias zaragozanas pedían un aula extra para entrar en Jesuitas, otros tantos protestaban porque se quedaban en la lista de espera de Corazonistas y alguna decena más proponía subir las ratios en su zona escolar para conseguir que sus hijos accedieran al colegio deseado. Ni unos ni otros han conseguido sus objetivos. La Comisión de Garantías -órgano que adjudica los centros- ha terminado ya de asignar plaza escolar a los 1.341 niños de Educación Infantil y Primaria que no lograron puesto en el colegio que sus padres escogieron en primera opción. A todos ellos los han reubicado sin la necesidad de abrir aulas de última hora ni de ampliar las ratios de las zonas.
Para ello, se ha hecho uso de las 18 clases nuevas (12 de ellas para niños de primero de Infantil) que Educación habilitó una vez iniciado ya el proceso de escolarización, y se ha tenido en cuenta los colegios que los padres pusieron en sus solicitudes en segunda, tercera y sucesivas opciones. Además, en los centros en los que solo se había quedado sin entrar un niño, se ha optado por hacer una excepción y dejarle entrar, siempre y cuando en esa clase no se superara la ratio máximo establecida, que es de 25 alumnos, y no fuera un centro preferente para discapacitados.
La Comisión de Garantías hará ahora una valoración del proceso y enviará todos los datos recogidos al Departamento de Educación. Con ellos, se publicarán las listas en las que se anunciará qué centro se le ha asignado a cada niño. Se podrán consultar en las distintas escuelas y con esa información, los padres podrán ya matricular al pequeño en la que se les haya dado. Tienen de tiempo para hacerlo desde el 25 de mayo hasta el 5 de junio en el caso de los de Infantil y primero de Primaria y del 22 al 26 de junio en el resto de cursos y en los centros de Educación Especial.
Si una familia no está conforme con el centro que le han asignado, puede renunciar a la plaza y esperar a ver si quedan vacantes en el centro en el que está en lista de espera o probar suerte al año siguiente (la escolarización no es obligatoria hasta los 6 años). No obstante, desde la DGA siempre se insiste en recomendar que se matricule a los niños en la escuela que se les ha dado.
Una segunda oportunidad
Todos aquellos que no hayan conseguido el colegio deseado tienen una segunda oportunidad en junio, en lo que se denomina proceso de mejora. A partir del día 10 de ese mes, se recogerán todos los datos de matriculación de los centros de Zaragoza. Puede ocurrir que a unos padres se les haya dado plaza en una escuela, pero finalmente decidan no formalizar los trámites porque no les convence, porque optan por la red privada u otros motivos.
Esos puestos vacantes que han quedado una vez terminado el periodo de matrículas no se quedarán vacíos. La Comisión de Garantías se reunirá y volverá a analizar las solicitudes de todos los padres que se quedaron sin entrar en el centro que pidieron. Verán si alguno de ellos había solicitado entrar en el colegio X, que es en el que -por poner un ejemplo- se ha quedado una plaza libre. Si es así, se pondrán en contacto con la familia, para ofrecerles la posibilidad de ir allí. Se avisará en cualquier caso, es decir, aunque los padres ya hubieran matriculado a su niño en otro centro Y, se les dará la opción de llevarlo al X, que es el que habían puesto en su lista en primer lugar.
También se contactará con los que estén en lista de espera en el supuesto de que se demostrara que uno de los matriculados ha presentado documentos fraudulentos (padrón falso, discapacidades que no existen, etc.).
El objetivo: juntar a los hermanos
En estas semanas de proceso de escolarización, se ha trabajado también para conseguir que los hermanos no queden separados en distintos centros. En Primaria, hay un 50% de los que no estaban juntos que todavía no han sido unificados. Esto no se debe a que no se les ofrezca la posibilidad de que los dos vayan a la misma escuela, sino que ocurre en los casos en los que unos padres que tenían a un hijo en el centro A, piden para el segundo niño el colegio B (que les gusta más) y después piden que al primer pequeño lo cambien al B. Esto no siempre es posible, porque las plazas pueden estar ya todas copadas. En ese caso, se ofrece a la familia la posibilidad de llevar a ambos hijos a un mismo centro, que puede no ser ninguno de los dos en los que estudian, sino uno en el que hay vacantes para los dos. Los inspectores de Educación trabajan ahora para mejorar esa cifra del 50%.
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